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Bienvenida sea la Premier

Klopp y Bielsa. Foto: RCN Radio.

En medio de la maratón beisbolera que satura las pantallas cubanas durante los últimos días, junto a las bolas y los strikes han vuelto también las principales ligas del fútbol europeo. Y aunque todavía es demasiado pronto para lanzarse por el precipicio de los vaticinios, tras sus primeras presentaciones algunos clubes han postulado sus candidaturas, unos en la siempre atractiva puja por el trono y otros en la siempre triste y larga agonía por no descender.

En Inglaterra, por ejemplo, ya van dos jornadas disputadas, aunque los clubes de Manchester, por ejemplo, debutaron este fin de semana por la culminación tardía de su temporada anterior en torneos europeos.

Sin embargo, con tan pocos minutos celebrados, saltan a la palestra algunas certezas que son seguramente compartidas por la mayoría de los aficionados que siguen con asiduidad la Premier: primero, que este año los llamados “clubes grandes” deben colmar los puestos cimeros de la tabla, aunque proyectos interesantes y consolidados como el del Wolverhampton y el Everton intenten revocarlo, y segundo, que resultará muy complejo para los equipos de abajo conseguir la siempre ansiada permanencia.

La frase:

“Como jugador nunca pude llevar a la cancha lo que pasaba por mi cabeza. Tenía el talento para la quinta división y el cerebro para la Bundesliga. El resultado fue que jugué en la segunda división”.

(Jurgen Klopp)

La primera conjetura está sustentada en el cambio de rostro mostrado por gigantes como el Chelsea o el Arsenal, que, unido a las interesantes adquisiciones en el mercado del Tottenham de Mourinho, augura una lucha encarnizada por el acceso a posiciones de Champions. En el caso de los blues, mantienen la base del año anterior, pero muy consolidada con un activo y fructífero mercado de fichajes, en el cual consiguieron fortalecer la mayoría de las debilidades evidenciadas durante la pasada campaña.

Sin los despilfarros de antaño, Roman Abramovich, el ruso dueño del Chelsea, empleó el presupuesto logrado por ventas para llevar a Stanford Bridge a algunas de las caras más prometedoras del fútbol alemán (Werner y Havertz), así como a Ziyech o el veterano defensor Thiago Silva, quien llegó libre desde París para aportar experiencia en la zaga londinense.

Estas adquisiciones elevan ostensiblemente el nivel de una plantilla que ya contaba con una grey de jóvenes con muchísimo talento (Mason Mount, por ejemplo) y que con la sobriedad de Lampard prometían sumarse a la lucha por la Premier más temprano que tarde. Por lo pronto, este parece buen momento para luchar, al menos, por pisarles los talones a los dos gigantes de las últimas campañas, Liverpool y City.

Emergen este año dos proyectos prometedores. Uno, comandado por Mikel Arteta y que aspira a devolver la Champions al Emirates, empujado por nombres como Aubameyang y Lacazette (que no es poco), junto a otros futbolistas de pedigrí. El principal fichaje es precisamente en el puesto de mando y el estilo pragmático impregnado por el hasta hace poco ayudante de Pep Guardiola.

Por otra parte, la oportunidad de preparar al equipo desde el inicio ha permitido a Carlo Ancelotti engrosar a su antojo la maquinaria del Everton, esta vez con el aliciente de la incorporación de James Rodríguez. Si el olfato goleador de Calvert Lewin se mantiene intacto durante la mayoría de las jornadas, el conjunto azul de Liverpool tiene herramientas suficientes para regresar a competiciones europeas.

En la parte de abajo de la tabla el panorama es menos nítido. De los ascendidos, solo el Leeds ofrece seguridad (y está sustentada, exclusivamente, en el caché de su técnico Marcelo Bielsa).

Entretanto, parecen insuficientes los proyectos llegados a Southampton o Brighton, aunque el paso tambaleante del West Ham y su esquivo inicio con Moyes ha levantado una vez más las alarmas en el Olímpico de Londres. Aplausos, eso sí, para el Crystal Palace y el viejo Hodgson, que han comenzado con par de triunfos, incluido el asalto de este último sábado a Old Trafford.

Dicho esto, solo resta disfrutar de 38 fines de semana de espectáculo, en la que es, probablemente, la mejor liga del mundo, aunque algunos prefiramos otras como la española. Liverpool y Manchester City portan una vez más el cartel de favoritos, pero en fútbol, bien lo sabemos, no siempre la realidad respeta los preceptos de la lógica. El tiempo dirá.