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Los médicos voluntarios atienden a John Beck después de que le dispararon con gas pimienta mientras gritaban a los agentes federales en el tribunal federal de Portland, Oregon, en las primeras horas del 26 de julio de 2020. Foto: USA Today

PORTLAND, Oregón - John Beck trató de sacudirse el spray de pimienta y componer sus pensamientos con lágrimas en los ojos y ojos llenos de lágrimas .

"Dile a la gente lo que está pasando aquí ", dijo. "Quiero que lo sepan".

Los agentes federales rociaron con pimienta a Beck, de 46 años, y a cientos de personas más durante una ruidosa manifestación el sábado por la noche frente al tribunal federal de Portland, que ha visto 58 días seguidos de protestas provocadas por el movimiento de justicia social Black Lives Matter y la muerte de George Floyd en el Día de los Caídos, a manos de la policía de Minneapolis.

Después de que los agentes federales se retiraron brevemente el sábado por la noche al palacio de justicia, algunos manifestantes comenzaron a sacudir una cerca que rodeaba el edificio federal. Poco después de la 1 de la madrugada, los manifestantes derribaron una sección pero no cruzaron la propiedad del tribunal. Los agentes federales finalmente volvieron a surgir y empujaron a los manifestantes a varias cuadras del tribunal, disparando gases lacrimógenos y gas pimienta para dispersar a la multitud después de que la policía de Portland declarara la revuelta.

"La conducta violenta de las personas en el centro está creando un grave riesgo de alarma pública" , publicó el departamento de policía de Portland en su cuenta oficial de Twitter. "La policía de Portland ha declarado disturbios en SW 3rd Ave. Deje el área hacia el oeste".

Las confrontaciones entre activistas y oficiales federales han aumentado durante más de una semana en Portland, con algunos manifestantes arrojando fuegos artificiales, botellas de agua y otros objetos a los oficiales. Otros manifestantes dijeron que las reuniones fueron en gran parte pacíficas y que los oficiales federales estaban instigando la violencia.

La demostración de fuerza federal en Portland provocó protestas de solidaridad en todo el país durante el fin de semana a medida que se desarrollaban manifestaciones y enfrentamientos con las fuerzas del orden público en Seattle, los suburbios de Denver, Anchorage y Louisville, Kentucky.

El presidente Donald Trump dijo que envió a los oficiales a Portland este mes para proteger la propiedad federal. En los últimos días, Trump también dirigió a los oficiales federales a Seattle para enfrentar a los manifestantes y amenazó con hacer lo mismo en otras ciudades lideradas por demócratas donde los activistas han exigido reformas policiales desde la muerte de Floyd hace más de dos meses.

Funcionarios federales dijeron que al menos seis oficiales resultaron heridos en la violencia del viernes por la noche en Portland. Oficiales federales dijeron que también fueron golpeados con basura y cegados por punteros láser y linternas. Un manifestante fue arrestado el viernes después de escalar la cerca, dijeron las autoridades.

Los oficiales respondieron a los ataques lanzando botes de gas lacrimógeno, lo que provocó que algunos manifestantes arrojaran cada bote sobre la valla de seguridad. Los dos lados usaron sopladores de hojas para dispersar los humos. A las protestas se unieron cientos de madres con camisas amarillas y docenas de veteranos. Los negocios en el área se cerraron y muchos cerraron temprano el sábado por la tarde.

"Cincuenta y ocho días", gritó un manifestante cuando el gas lacrimógeno explotó a su alrededor. "Hemos estado aquí por 58 días. ¿Crees que nos estamos rindiendo ahora?"

Beck, un analista ambiental en un laboratorio, dijo que asistió a la protesta del sábado para expresar su enojo ante la presencia federal. En un momento, se paró junto a su bicicleta y le gritó al agente federal separado de él por la alta cerca de acero y concreto.

"Le dije a ese hombre que debía irse a casa", dijo Beck, vestido con pantalones cortos, zapatillas y una camiseta. "Sé que tienen órdenes, pero también tienen una opción. Y se lo dije. Y luego me roció con pimienta".

Beck, como otros manifestantes, dijo que la respuesta federal a sus quejas solo ha fortalecido su resolución. La Constitución, dijeron, garantiza el derecho de reunión pacífica.

Los trabajadores médicos escuchan a la enfermera de emergencias Beth Higginbotham, de 54 años, durante un mitin por Black Lives Matter en Portland, Oregon, el 25 de julio de 2020. Foto: USA Today

"Hemos estado callados", dijo Denica Coombs, de 37 años. "Le dijimos a la sociedad que era necesario que hubiera justicia. Y no hay justicia, por lo que no habrá paz".

Coombs, una enfermera, condujo de Seattle a Portland el sábado para participar en las protestas. Ella es negra y quería mostrar su apoyo a la comunidad de Portland.

"Todos nos defendemos el uno al otro. Estamos aquí para protegernos", dijo.

Más temprano en el día, la enfermera de emergencias Beth Higginbotham organizó una marcha de trabajadores médicos vestidos de uniforme para unirse a las protestas. Portland es una ciudad liberal, en su mayoría blanca, y muchos manifestantes negros dijeron que la oleada de apoyo sostenido de los aliados blancos ha dado un impulso muy necesario a sus demandas de reforma policial.

"Nuestro país está enfermo", dijo Higginbotham. "Nosotros, como enfermeras y trabajadores médicos, cuidamos a las personas. Y ahora necesitamos cuidar las vidas de los negros. Porque están siendo asesinados. Están siendo asesinados. Están siendo heridos. En este momento, para usar una analogía, los negros están tener ataques cardíacos y derrames cerebrales y los blancos tienen cortes en los dedos ".

Las enfermeras de la sala de emergencias Beth Higginbotham, de 54 años, a la derecha, y Melanie Hamlin, de 45, lideran una marcha por Black Lives Matter en Portland, Oregon, el 25 de julio de 2020.

Higginbotham se unió a la protesta el viernes por la noche y se quedó hasta altas horas de la noche para ver los gases lacrimógenos y los fuegos artificiales. Dijo que nada de lo que vio la disuadió de regresar el sábado, especialmente porque toda la atención se centra en el edificio federal: no se han saqueado ni incendiado ninguna tienda.

"Me ha sorprendido la solidaridad", dijo. "La gente está aquí porque importa".

Melanie Hamlin, enfermera de emergencias de niños, dijo que a ella tampoco le molestan los enfrentamientos entre los oficiales y la multitud. Lo más importante para ella, dijo, es el apoyo que Portland está mostrando a la comunidad negra.

"Es tan hermoso de ver", dijo el sábado por la noche.

Una mujer que marchaba en una protesta en el centro de Portland sostiene un cartel durante un mitin de Black Lives Matter el 26 de julio de 2020.

(Tomado de USA Today)