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De colas y coleros: ¿Terreno a la deriva? (+ Video)

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Desde hace meses las colas dan de qué hablar en todo el país. Foto: Carlos Rodríguez/Vanguardia.

Aun no amanece y Xiomara Martínez espera el Sol sentada en el portal de una de las tiendas de Santa Clara. Tiene 52 años, el pelo rizado y unos impresionantes ojos azules. Sin embargo, hoy luce menos coqueta y tiene apagada la mirada. Las seis horas cuidando su turno en la cola para comprar pollo, la madrugada, el café frío de las cuatro de la mañana, le devuelven un cuerpo adolorido, pero aun con la esperanza de alcanzar un producto que no puede pagar a sobreprecio.

Casi en el lado opuesto de la urbe, Yaimara Estévez también pasó la noche en vela junto a las columnas de otra tienda. Como Xiomara, a ella tampoco le sobra el dinero para darle a los revendedores el doble o el triple del valor de la mercancía y prefiere permanecer allí para conservar su puesto. “Si no dormimos aquí —dice— alguien puede llegar y desplazarnos”. Es su octavo día en los portales. Al menos otras 50 personas la acompañan.

Son apenas dos realidades de las muchas vividas desde hace semanas por quienes llegan hasta los establecimientos estatales para adquirir alimentos o productos de aseo. En los lugares dedicados a la venta en moneda libremente convertible la situación se repite.

En primer lugar representa un propósito complejo por las circunstancias de desabastecimiento, reducciones en la producción nacional, limitaciones financieras e ineficiencias en la distribución. Y junto a ello, también porque coleros y revendedores tienen mil y una estrategias para hacerse con lo poco que llega a los mercados y centros comerciales.

No es un escenario nuevo en el país, pero quizás como pocas veces en los últimos 25 años afecta tanto al bolsillo ciudadano, irrita las emociones y agrega tensión a un sistema de comercio estatal en varias ocasiones superado por la realidad.

En los portales

Muchas coleras evitan dar explicaciones sobre su forma de actuar. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Solo basta llegar a cualquier tienda para reconocer a los coleros. Mochilas, movimientos constantes, dominio absoluto de los productos en existencia e informaciones sobre las próximas ventas, conforman su día a día. Pocos tienen vínculo laboral. Algunos compran para revender ellos mismos, otros para surtir a pequeños negocios particulares.

Yanay Toledo es una de las que cada día aparece en las tiendas para acaparar todo cuanto puede. Aunque tiene poca experiencia, conoce al dedillo la forma básica de actuar: ir junto a otras coleras para buscar puestos al principio, en el medio y al final de la línea. En cada incursión marca para ella y sus “compañeras”. Si todo marcha bien todas compran al menos tres veces en cada lugar.  

Como si fuera un esquema con pocos fallos, el mecanismo lo repiten en otras tiendas de la ciudad y poco a poco se apropian de una cantidad considerable de productos. “A veces estamos en una cola y avisan que casi llega el turno para comprar en otra donde también sacamos números. Vamos para allá y entramos, en mi caso guardo el producto cerca y regreso a la fila”, asegura.

Casi como en un susurro, confiesa preferir los establecimientos grandes, “porque casi siempre tienen más ofertas, una gran cantidad de personas, y una mayor facilidad para pasar varias veces sin llamar la atención”. Otra de sus estrategias consiste en cambiarse la ropa, el nasobuco o el peinado, aunque algunas más osadas también van a las colas con niños pequeños en los brazos. Es una práctica diseñada tanto para comprar doble como para lucir más vulnerables.

Muchas coleras asisten con niños pequeños a las filas. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Así, un champú que no sobrepasa los 3 CUC asciende a diez en manos de revendedores, un jabón a cinco, un tubo de pasta a quince o un paquete de detergente también a diez. Pollo, otros productos de aseo, cervezas y refrescos, junto a un gran grupo de mercancías, también triplican su valor en un mercado informal mucho más visible y peligroso en tiempos de COVID-19, pero que no nació ahora ni tiene una única forma de dañar.

Para Marisela Ramírez, una arquitecta que cada semana sale a las tiendas para surtir su cocina, todo pasa por la impunidad y el descontrol. Para ella, la primera muestra es que antes de aparecer un producto en los estantes ya los acaparadores saben la cantidad e incluso cuándo lo venderán.

“No es fácil trabajar todo el día, venir a comprar e irse con las manos vacías porque otros que viven de hacer colas se llevaron los productos. Incluso, duele más porque luego te los venden hasta en los mismos portales de la tienda donde tú no alcanzaste”, lamenta.

A la reflexión de Marisela se le pueden agregar otras interrogantes. ¿Todos los coleros se dedican exclusivamente a acaparar mercancías? ¿Qué sucede con quienes organizan colas con el fin de aprovecharse de ellas? ¿Por qué cuesta tanto eliminar un fenómeno visible y con poco sustento ético y legal? Responder esas dudas obliga a dar pasos al interior de un panorama mucho más complejo de lo que luce en apariencia.

Colas adentro… negocios más oscuros

Muchos de los coleros no tienen vínculo laboral. Caricatura: Ramón Díaz Yanes.

El tumulto se concentra dos veces al día. Sea sábado o domingo, llueva o haga calor, las más de cien personas reunidas saben que las siete de la mañana y las cinco de la tarde son horas inviolables para conservar su turno en una de las tiendas de equipos electrodomésticos en Santa Clara. Entonces todos rectifican su puesto en una lista creada por ellos para ordenar las compras. Luego solo resta esperar.

Ese mecanismo es uno de los más extendidos en varias tiendas del país. Esencialmente, apareció como un intento de organización colegiada que hasta ahora tiene resultados intermitentes. En algunos lugares personas autorizadas se encargan de repartir los boletos, en otros ocurre por iniciativa personal. Y en esos casos, más dados a la espontaneidad que a lo sistemático, cada vez aparecen situaciones más turbias.

Como parte de ese entramado sistema de listas, turnos, horarios y rectificaciones, junto a los acaparadores también confluyen en los portales de los establecimientos quienes hallaron en esa supuesta organización su filón de oportunismo e ilegalidad. Heriberto Díaz, un albañil de 42 años, revela cómo algunos coleros están en las tiendas para vender los turnos y no para comprar mercancías.

“Hace tres días llegué antes de las seis de la mañana y ya había una lista enorme. Enseguida una persona se me acercó y me propuso un turno entre los primeros de la fila. Allí en el mismo portal me dio el número y a las dos horas ya había comprado. Resulta que era el mismo que organizó la cola desde el día antes y por supuesto guardó turnos para su negocio”, cuenta.

Un simple recorrido por algunos puntos de Santa Clara confirma su historia. Por ejemplo, un sitio entre los primeros puestos de las colas para comprar alimentos o productos de aseo cuesta entre cinco y diez CUC. En las tiendas para la venta de electrodomésticos el precio aumenta drásticamente y según el equipo un turno oscila entre 50 y 150 CUC. A menos de un año de la apertura de esos lugares, ya el negocio ilícito es allí una práctica consolidada.

La imagen, captada mediante el sistema de cámaras de videoprotección instalada en algunos puntos, muestra el momento de la venta de los tickets. Minutos después ambos ciudadanos fueron detenidos por la policía.

Un colero que dijo llamarse Alain le explicó a Cubadebate los argumentos que según él justifican esas acciones.

“La gente tiene necesidad de comprar y muchos no pueden pasar todo el día en la cola. Yo por lo general digo que conmigo vienen cinco personas para no quemar el punto. Cuando alguien llega y lo veo marcando al final voy y le propongo un lugar, aunque otras veces ellos mismos aparecen directo a buscar quién les resuelva. Si tienen el dinero, esa es su posibilidad de quitarse las colas de arriba”, comenta.

Alain sabe que revender los turnos está mal, pero parece importarle poco. Acostumbrado a un panorama invariable desde hace años, luce confiado. No obstante, prefiere callar cuando uno le cuestiona por qué varios coleros acosan a los clientes, o por qué reaccionan con amenazas e insultos si alguien intenta llamarlos al orden, impedir que se apropien de varios turnos o marquen más de una vez.

Asimismo, dice no conocer por qué otros le pagan a embarazadas, discapacitados o ancianos para que compren y luego les den los productos.  Tampoco conoce que en las tiendas de equipos electrodomésticos algunos ni siquiera acaparan mercancías o revenden turnos, sino que le facilitan su tarjeta magnética a quienes no posean una y reciben una comisión por ello.

Ante cada interrogante solo tiene una respuesta: “Chama, aquí cada cual sabe lo que hace”. Da la espalda y regresa junto a una columna. Indiscutiblemente, las preguntas lo incomodaron.

Responsabilidad y organización: ¿En tierra de nadie?

Desde que comenzó la lucha contra la COVID-19 no han faltado oficiales de la PNR en los puntos de venta más concurridos. Foto: Yunier Sifonte.

Aunque desde hace un mes Lizardo Sánchez hace una cola para comprar una nevera, cuando llegó por primera vez a la tienda casi desiste. La espera, la cantidad de personas con un mismo objetivo, los coleros, la reventa de turnos, tienen cientos de desencantos a su favor. Sin embargo, él se contuvo y anotó su nombre en una lista informal, el procedimiento de quienes no tienen o no quieren pagar los dólares suficientes para adelantar su lugar.

En cuatro semanas Lizardo ha visto mucho, pero todavía le quedan siete personas por delante. Con el cansancio marcado en el rostro, explica por qué dos veces al día todos los de la cola deben reunirse en un parque a más de 400 metros para rectificar el orden.

“Organizamos la cola porque la tienda no lo hace. Si no existiera la lista, tendríamos que dormir aquí hasta poder comprar, o arriesgarnos al desorden cuando entre un producto. Sin embargo, no podemos verificar los números frente a la entidad, porque si las autoridades te ven con un ticket entonces eres colero y te buscas un problema”, comenta.

Como ellos, otra gran cantidad de personas que habitualmente soportan tanto las largas esperas como a quienes acaparan los productos, se hacen la misma pregunta: ¿por qué las tiendas no asumen la responsabilidad de organizar las colas? Si es conocida la insuficiencia de los abastecimientos, ¿qué les impide a las administraciones crear tickets o listas oficiales y así al menos evitar la dispersión existente en la manera de ordenar las filas?

El Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara ofrece una respuesta. Aunque reconoce que sí mantienen la disciplina en cuanto a las medidas sanitarias y el distanciamiento físico, alega que su entidad no tiene dentro de sus funciones organizar lo que ocurre fuera de cada establecimiento.

“No estamos facultados para hacer listas o entregar turnos, tampoco para orientar rectificaciones a deshora. Sí les comunicamos a las personas la cantidad de mercancía a vender, para que en base a eso se organicen. Son los delegados de circunscripción, alguien perteneciente a las organizaciones de masas o algún cliente en coordinación con ellos quienes se ocupan de eso. En muchos lugares funciona bien, lamentablemente en otros no”, afirma.

La entrega de tickets funciona de forma intermitente y origina conductas delictivas. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Algo similar ocurre en las Tiendas Caribe. Aunque Cubadebate no tuvo acceso al interior de las tiendas, desde los portales varios clientes coincidieron en una misma idea: aquí las administraciones tampoco asumen esa responsabilidad. Otros también se quejaron de la pobre información existente en los locales, muchas veces la causa principal de tumultos innecesarios. Mientras espera, Yuleisy Abreu resume muy bien el asunto.

“Si la población hace listas y reparte números, la tienda también puede hacerlo. Si tengo un ticket oficial y aun no compré cuando termina el día, me puedo ir para mi casa porque sé que mañana mi puesto sigue garantizado. Se evitarían las diferentes maneras de organizar las colas y les quitarían la posibilidad a personas inescrupulosas de manejarlas para beneficio personal. Solo habría que controlar a quienes acaparan. Creo que tantas personas no podemos estar equivocadas”, asegura.

Yuleisy tiene algo de razón, aunque necesita ir más allá para garantizar que en esa supuesta entrega de números no se repita el mismo esquema de acaparamiento visto en prácticas similares.

De cualquier forma, ante las trabas de las cadenas de tiendas para incidir en esa organización, muchos ponen su mirada en los oficiales del Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, habituales desde hace meses en puntos comerciales del país. Sin embargo, aquí tampoco aparece una solución clara.

Lo confirma el Teniente Coronel Carlos Alberto Morales López, Segundo Jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Villa Clara. Según dice, como parte de misiones de los oficiales no aparece tomar parte en las medidas adoptadas por las administraciones sobre la forma de organizar la cola. Pero si tenemos en cuenta que esas administraciones tampoco consideran el asunto dentro de sus facultades, sencillamente el fenómeno queda en tierra de nadie.

“No estamos de espalda, pero no nos corresponde. Sí nos toca —explica— hacer cumplir las decisiones adoptadas, evitar las agresiones, mantener el orden y combatir el acaparamiento”. Sin embargo, de acuerdo a sus propias cifras, entre las más de 200 acciones de enfrentamiento realizadas por la PNR en las colas hasta junio, solo una corresponde al delito de especulación y acaparamiento y seis al de actividades económicas ilícitas.

En las colas más complejas, los números muchas veces se rectifican dos veces al día. Foto: Orlando Morales/Telecubanacán.

Por su parte, según datos aportados por el Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, las operaciones de la PNR junto a la de otros órganos de control, suman hasta esa misma fecha doce procesos judiciales asociados a esos delitos en los alrededores de las cadenas de tiendas. En ambos casos, es una cifra bajísima para un asunto cotidiano.

Mientras unos y otros coinciden en desplazar su responsabilidad en el asunto, otros actores tampoco ofrecen una solución estable. Así, delegados de circunscripción, miembros de los contingentes de las organizaciones de masas y de estudiantes universitarios, o activistas de la comunidad, garantizan un cierto orden y asumen con mayor o menor éxito esa función.

Ciertamente en más de un establecimiento sí existe cooperación con los trabajadores de la tienda, pero sin constancia poco se puede lograr. Aunque el hecho de dar un ticket “oficial” no resuelve del todo un asunto tan complejo, al menos sí evitaría los negocios ilícitos, las rectificaciones de listas y las madrugadas en los portales por miedo a perder el lugar.

Punto clave: Abastecimientos

En más de una ocasión mucha mercancía termina en manos de las mismas personas. Caricatura: Ramón Díaz Yanes.

No hace falta preguntar demasiado para encontrar la solución definitiva al problema de las colas y los revendedores: abastecimientos. Esa fue también una de las conclusiones más recurrentes hace un mes cuando Cubadebate publicó un reportaje sobre el uso de sitios digitales y grupos en redes sociales para la comercialización ilegal de mercancías. Sin dudas es el camino, aunque transitarlo con éxito tiene poco de sencillez e ingenuidad.

Dejémoslo claro: en un contexto marcado por el el creciente y lacerante daño del bloqueo estadounidense, el impacto financiero de la COVID-19 , las insuficiencias productivas de nuestra economía, la corrupción, y la burocracia, aspirar a tener de la noche a la mañana tiendas repletas de productos significa un espejismo. En tal sentido, ahora se trata de optimizar los recursos y distribuirlos de la mejor manera posible.

Para Juan Carlos Marante, Gerente Comercial de la Corporación CIMEX en Villa Clara, responder a esos objetivos implica conocer las restricciones existentes a nivel nacional para un grupo importante de mercancías. No obstante, asegura que en los más de 110 puntos de venta abiertos en toda la provincia durante el último trimestre aplicaron medidas organizativas para sostener el servicio. En los restantes existentes en Cuba ocurrió algo similar.

Entre las nuevas disposiciones, cita la rotación de los productos de mayor demanda para que no siempre lleguen a los mismos establecimientos. Junto a ello, habla de las más de 150 ventas de módulos en centros de trabajo, así como de las más de cien veces que llevaron mercancías a zonas de difícil acceso.

Tampoco olvida las gestiones para acortar tiempos entre la recepción de los productos y su salida al mercado. Aun así, reconoce que “la demanda aumenta y la insatisfacción es grande”.

Muchas veces la necesaria rotación de los productos crea incertidumbres en las colas. Caricatura: Martirena.

Un pensamiento similar tiene Digna Morales, Directora del Grupo Empresarial del Comercio (GEC) en Villa Clara, y una mujer acostumbrada durante años a lidiar con el mercado. Aunque desde hace meses al territorio casi no llegan productos liberados, ella enfatiza en el empleo de las bodegas para distribuir trimestralmente insumos de primera necesidad como la pasta dental, los jabones o la lejía.

“Casi todo llega contra la cantidad de personas en los núcleos y su comercialización ocurre a través de la libreta de abastecimientos, así que si alguien revende algo significa que no lo utilizó o lo desvió de algún almacén”, comenta.

Para realizar este reportaje Cubadebate también buscó las experiencias de la Cadena de Tiendas Caribe, el tercer actor fundamental del comercio minorista cubano en tiempos de COVID-19. Sin embargo, luego de 15 días desde la solicitud de la entrevista y más de diez llamadas telefónicas para obtener una respuesta, la división Villa Clara prefirió el silencio.

No obstante, la intervención en la Mesa Redonda del 27 de marzo último de Yamilet Álvarez Tejo, su Jefa Comercial a nivel de país, ofrece algunas luces sobre cómo enfrentaron la pandemia. Sus palabras confirmaron una verdad fundamental: la situación de escasez no surgió con el nuevo virus, solo se agudizó con él.

En el programa televisivo comentó sobre las regulaciones a 54 productos para optimizar los inventarios, mientras recordó el papel de cada administración para controlar otros en dependencia de la demanda y la cantidad. “Tratamos de mantener regularidad en la distribución y una mayor equidad —dijo—, pero aun con decisiones organizativas para minimizarlas, las colas no van a desaparecer”. El tiempo le dio la razón.

Por su parte, en la Mesa Redonda del 14 de mayo la Directora General de esa cadena de tiendas, Ana María Ortega Tamayo, enfatizó en la prioridad que tiene este asunto. Informó que durante la COVID-19 el Gobierno les garantizó liquidez para adquirir un grupo de alimentos básicos, productos de aseo e higiene y la canastilla. “Aunque no logramos satisfacer la demanda ni la estabilidad, existe un crecimiento de las ventas”, apuntó.

Tanto el Gerente Comercial de CIMEX como la directora del GEC en Villa Clara coinciden en un panorama similar y aseguran que en el último trimestre algunos abastecimientos también superaron las entregas habituales. En cambio, explican que esa situación no compensó la demanda, sobre todo porque continúan reducidas o cerradas otras opciones, como las de la importación personal, que satisfacían una parte de las necesidades.

Con un escenario marcado por el incremento del consumo y una reducción en la cantidad y sobre todo en la variedad de opciones, resultan más estratégicos todavía la planificación, el control y la inventiva. Los dos primeros porque optimizan recursos y evitan las fugas. La innovación, porque rompe viejos esquemas en las estrategias de comercialización y las adapta a una nueva y excepcional circunstancia. En todas faltan muchos senderos por explorar.

Controlar el descontrol

La APK Porter@ aun no se usa en todos los lugares.

¿Qué hacer para que más personas accedan a los productos? ¿Cómo evitar que coleros y revendedores se conviertan en un gran peso para un mercado impedido de suplir la demanda? ¿Es posible optimizar la distribución de los recursos disponibles? Para muchos esas y otras preguntas tienen respuestas diversas.

La primera es quizás la más popular: vender todas las mercancías a través de la libreta de abastecimientos. Quienes defienden esa idea basan sus argumentos en dos puntos fundamentales: la equidad y la amplia red de esos establecimientos en toda Cuba. A fin de cuentas, el país tiene más de 12 700 bodegas frente a casi 3500 tiendas Caribe y CIMEX. En otras palabras, existen casi 4 bodegas por cada punto de venta de esas cadenas.

Aun así, en la Mesa Redonda del 27 de marzo de este año el Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, explicó que “distribuiremos nuestras producciones lo más equitativamente posible, pero no podemos repartir lo que no tenemos en disponibilidad”. En esa misma línea, Digna Morales, directora del GEC en Villa Clara, reafirma que “no se puede normar un producto si no hay para todos”.

En la economía casi ajedrecística del país, planificar las importaciones a largo plazo no resulta sencillo. Tampoco lo es que cientos de familias esperen su momento de comprar y no puedan hacerlo por retrasos en el arribo de mercancías a la Isla. En cambio, muchos se preguntan si aun con esa realidad no sería factible establecer un mecanismo de rotación similar al de los módulos repartidos por las bodegas en el último trimestre.

Otra de las posibles ayudas para solucionar el asunto llega de la mano de la tecnología. Se trata del empleo de la aplicación Porter@, una herramienta digital creada en la Isla para organizar las colas y evitar el acaparamiento. Mediante el escaneo del código QR plasmado en el carnet de identidad, la APK alerta si una persona ya compró en esa cola. A todas luces es un instrumento útil, pero poco utilizado en el país.  

Aunque los tramposos pudieran utilizar varios documentos de identidad y pasar más de una vez como una de las maneras de burlarla, la aplicación sí tiene potencialidades para sumarse a la organización de las compras. No obstante, aun quedan por resolver problemas como el planteado por el Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara, con personal insuficiente en algunas tiendas para destinar un trabajador solo a utilizar la APK.

De igual modo, la herramienta también puede servir a las administraciones para comparar el total de la mercancía vendida en una jornada con el número de clientes atendidos. Y esa posibilidad significa una opción más a la hora de auditar un proceso no exento de corrupción y de vínculos entre dependientes y coleros.

Aunque embarazadas, adultos mayores y discapacitados tienen derecho a comprar, algunos coleros los utilizan para comprar hacerse de mayor cantidad de productos. Foto: Yunier Sifonte.

Así lo reconoció la directora general de Tiendas Caribe, Ana María Ortega Tamayo, en la Mesa Redonda del 14 de mayo. Entonces llamó la atención sobre las manifestaciones de indisciplinas e ilegalidad que todavía persisten.

“Todos los que se han puesto de acuerdo con acaparadores y revendedores han cometido delitos y esto ha tenido una respuesta enérgica. Los revendedores y acaparadores tienen un efecto muy nocivo y cuentan con un grado de complicidad con algunos de nuestros trabajadores”, alertó.

Por su parte, el Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara también reconoce el problema y asegura que “nuestro personal sabe que una indisciplina como reservar mercancía significa la separación de la entidad, porque es una falta grave”. Aun así, no son pocos los que alertan sobre la ocurrencia de hechos de este tipo.

El ejemplo lo pone la tienda La Villa de París, perteneciente a Tiendas Caribe y ubicada en Sagua la Grande. Luego de una llamada a la línea única de la Fiscalía General de la República, se conoció que allí le informaron a las personas la distribución de 500 tickets. Sin embargo, cuando habían comprado 170 clientes anunciaron la terminación de algunos productos. Luego se comprobó que en la caja registradora ya estaba anotado el total de la mercancía.

El uso de contingentes de jóvenes universitarios y de organizaciones de masas contribuye a ordenar las colas. Foto: Francisnet Díaz/Vanguardia.

Mientras tanto, una estrategia no implementada para enfrentar a los acaparadores en las tiendas de alta gama, pudiera estar en la aplicación del mismo sistema de reportes automáticos existente en los servicentros. Ese mecanismo permite identificar las tarjetas repetitivas o con altas descargas, justo como la de un ciudadano que hace un mes utilizó la suya para comprar 19 productos en ocho semanas y luego revenderlos.

Finalmente, un mayor impulso a las tiendas virtuales y una optimización de todos sus procesos y ofertas, también representa un importante espacio por llenar. En un amplio reportaje publicado por Cubadebate sobre el tema, quedó clara la importancia de fortalecer esta nueva opción, porque además de facilitarle la vida a muchos, también permite saltarse tanto las colas como a quienes lucran en ellas.

En todo este asunto una verdad sobresale: las colas y las ilegalidades en ellas son consecuencia del desabastecimiento como problema mayor. Trabajar por resolverlo con eficacia, productividad e inteligencia, es una meta imprescindible. Pero en esa batalla por alcanzarla, también lo es no adoptar posiciones complacientes y justificar lo ilegal y lo antiético bajo el dogma de que “el fin justifica los medios”.

Si algo queda claro es que minimizar la actual situación no depende de una sola entidad ni de voluntades individuales; también que son necesarias posturas más activas de todos los implicados. Como demuestran varios sectores durante el enfrentamiento a la pandemia, casi todo requiere obligatoriamente modos distintos de actuación para vencer los obstáculos impuestos por la enfermedad.

Pensamiento colectivo, aprovechar cada uno de los mecanismos disponibles y la interrelación constante entre ellos para enfrentar a los acaparadores, son asuntos vitales para avanzar. Porque mientras eso llega y de un lado y del otro se intenta poner orden al descontrol, cientos de personas continúan agobiadas en las colas y los coleros no han dejado de hacer el pan.

En video: De colas y coleros

Vea además:

Compraventas online: Los “huecos negros” del comercio en Cuba

Se han publicado 772 comentarios



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  • Mariela Jay dijo:

    Todo se ha convertido en un gran negocio, te exoplico: en Guira de Melena sucede lo mismo, con la diferencia q los precios son mucho mas alto un pomo de aceite por poner un ejp. cuesta 150 cup. Pero te cuento en este municipio no exixte cajero automatico, lo q te deja ver q la mayoria de sus trabajadores cobran en caja de su centro de trabajo, el rastro cambio su forma de pago de materiales y es con tarjeta, de lo contrario no puedes comprar de lo poco q aparese con dinero en efectivo: pues ya es casi un negocio con el q tiene targeta, para q puedas comprar o le das dinero o le comprras materiales para su reventa. si necesitas realmente los materiales ¿que obcion te queda. La calle real del SAF para abajo tiene casi por cada 2 casas una reventa de productods de aceo, aceite, entre otras cosas q necesitas bendiendolo en el portal o en la misma acera, la estacion de la policia esta a solo 3 cuadras y para ver uno tienes q ir hasta alla y entrar por q ni siquiera se paran en la esquina para preguntarle a nadie de donde lo saco, literalmente por q ya sabemos. Tengo para contarte muchas mas ilegalidades pero como la resolvemos si es un delito seguido del otro.

  • Frank dijo:

    Fácil:
    Asamblea Nacional: legisla un nuevo decreto que tipifique el delito.
    Policía: Detiene al infractor.
    Fiscalía: Acusa.
    Tribunal: Condena , hace cumplir la ley.
    Tolerancia cero como a las drogas.
    Muerto el perro se acabó la rabia.

  • alianne garcia dijo:

    yo considero que para acabar con las colas y los malditos revendedores que se enriquecen con el sacrificio de las personas deben hacer un mejor abastecimiento en diferentes unidades ya que asi se eliminan las inmensas colas y se acaba un poco con las ilegalidades ya que asi la gran mayoria puede adquirir los productos de primera necesidad

  • Tim mccoy dijo:

    Al gallo de Morón, no comparto su opinión, investigué antes del 59 el estado no tenía el peso de las importaciones, esas que necesitamos a hora eran los particulares generalmente.
    El bloqueo exterior existe, pero le aseguro con conocimiento de causa que no es el responsable sólo de la escasez, es la suma de factores, bloqueo interno(prohibición de importaciones con caracter comercial a privados y a empresas estatal), bloqueo externo, burocracia, corrupción, y otros factores.

  • Serafin Fernandez dijo:

    Por que razon, si las autoridades y las instituciones correspondientes, conocen perfectamente que las colas y los coleros estan afectando diaria y significativamente a la poblacion, no toman las medidas que hacen falta para eliminar ese mal, que tanto daña al pueblo. No hay justificacion para seguir permitiendo que eso ocurra. El mal empieza desde dentro de las tiendas. Creo que ya es hora de acabar con este sufrimiento del pueblo

  • Otro mas en la cola dijo:

    Al final siempre más de lo mismo, ya pareciera que estas cosas estan arraigadas en el ADN de nosotros los cubanos, es la de nunca acabar. Son muchos los aspectos a tener en cuenta (de hecho en el reportaje el periodista los aborda muy bien), en esta situación actual que a todos nos atañe. Soy de la opinión de que SI, el MININT como órgano que vela por la tranquilidad y el bienestar ciudadano, debería ser más enérgico y constante con esto de los coleros, revendedores, etc, etc. Que las administraciones de los establecimientos comerciales y los gobiernos municipales SI debieran trabajar de conjunto en la distribución de los productos, al final que es lo que compramos los cubanos (pollo, picadillo, perritos, albóndigas, croquetas, mantequilla y mayonesa, en lo que a alimentación se refiere, por lo demás productos de aseo personal y detergentes para lavar y fregar, fuera de eso cualquier otra cosa es casi un lujo), toda una simplicidad elevada a la máxima complejidad. A eso sumemos el desabastecimiento, por las causas que sean (no todas son por el bloqueo económico). Nada, toda una madeja de custiones en las que Dios no lo permita, se vueva enfermedad endémica y todos nos volvamos asintomáticos.

  • Luis dijo:

    EXCELENTE ARTÍCULO!!!! ojalá hagan un círculo de estudio de esto en el PCC y la ANPP para que puedan responder esta simple pregunta. ¿si a la luz de una simple salidita unos periodistas ven todo eso por qué nuestros policías y agentes de la seguridad (que son miles) no ven nada? o mejor dicho ¿porqué no hacen nada? los casos en que se han accionado son muy ínfimos a la realidad que se vive y son esos pobres viejecitos y las madres que niños pequeños los más afectados.

  • Gladys Alonso Rodriguez dijo:

    No basta con hacer un artículo y escribir lo que todos conocemos: Coleros y revendedores
    Son fáciles de reconocer en una cola, porque no actúan.
    Háganle registros en su casa, eliminen a los coleros, el que trabaja no tiene derecho a adquirir estos productos y tienen las mismas necesidades .hay veces que sacan el producto en una sola tienda .ayer en Sancti Spíritus fue bochornoso en la tienda La perla de Cuba. Tremenda bronca.

  • ccc dijo:

    GRacias al periodista y colectivo por tan buen trabajo, polemico y necesario....TENGO la duda si estos comentarios sirven de algo o sea una manera de dejarnos expresar y todo quede en letras.
    Este tema de los coleros es de añossssssssss en fin una forma de empleo no autorizada y muy bien pagada sin dudas, que sean personas con ciertas actitudes negativas es verdad pero tambien deja claro que han sido hombres y mujeres nacidos,educados en este pais, son de los que no tienen por su comportamiento compromiso con nada...ojo con eso.....mientras exista desabastecimiento ellos tendran empleo por lo que jamas se acabara eso..... de que se abastecen la paladares y negocios de alimentos particulares de esas tiendas y quien sabe de que otro establecimiento....ellos tienen personal que le pagan para q le hagan sus compra y como es logico no es para una familia es para un negocio legalizado que revenden tambien......no me voy agotar o desgastar en este tema porque la solucion es un pedido de años y no se resuelve nada ahora las tiendas virtuales con tarjetas del extranjero ....sin palabras

  • santaclara_VC dijo:

    la verdad es: No se combate los coleros, no se combate a los revendedores y el pueblo trabajador esta desamparado. Los coleros se saben quiene son, los revendedores se saben quienes son. Con solo caminar la ciudad se pueden ver donde se venden las cosas, en los puestos de los cuentapropistas, y caminando por los barrios y en las puertas y portales están puestos todas las cosas, cualquiera vende ilegal también, sin ningún problema, nadie los molesta. Ud puede caminar y conocer que, quienes y donde se vende....¿acaso el estado no lo puede hacer?...La venta legal de las cosas del estado en los puestos de cuentapropistas estimula este fenómeno. Si se prohibiera revender todo lo del estado, esto se aliviaría bastante, solo combatir los ilegales....hay mucho combate de esto en los medios, en la realidad lo que hay es anarquía

  • Luis dijo:

    He escuchado varias veces que dicen algunos policías y dependientes de tiendas que ellos no tienen que atender las colas y la organización, y entonces yo me pregunto ¿no es responsabilidad de todos el mantener el órden público? si los policías y las administraciones de tiendas no hacen su rol en ayudar en este sentido ¿habrá orden público? creo que todo no pueden dejarselo a la gente y limpiarse las manos, el garantizar control y bienestar al pueblo es DEBER U OBLIGACIÓN DEL ESTADO!!!

  • rogiro dijo:

    Si a esta situación le sumamos todas las dificultades del comercio eléctrónico desde el punto de vista de infraestructura y de las ofertas de los llamados "combos" caros y con productos impuestos, mecanismo que podría aliviar las colas, nos vemos atrapados en un círculo vicioso que nos impide avanzar

  • Marta dijo:

    Considero como un capricho, el no organizar las ventas por las Bodegas. Pueden hacerlo al igual que los módulos de aseo. Ahora se aprovechan los coleros y las personas que trabajan que no tienen tiempo para colas se afectan pues es mas dificil adquirir los productos. En las Tiendas en MLC, también se puede ordenar, realmente estar rectificando colas para adquirir un articulos varias veces al día durante casi 1 mes, es algo penoso, se crea mal ambiente en la ciudad, malos criterios, y al final no le importa a los jefes de las tiendas porque no es su obligación y la policía estoy de acuerdo que esté para cuidar el orden, no para cuidar listas, pero el eliminar esa situación en la ciudad tiene que ser responsabilidad de alguien. No creo tampoco que les corresponda a delegados ni jefes de consejos populares, ellos tienen su trabajo ademas del que les asignó la comunidad, a no ser que las ventas se organicen por Consejos Populares y Bodegas y puedan ayudar de alguna forma al orden.
    Son tiempos de escacez, falta de todo, pero urge buscar las formas de hacernos la vida menos complicada de lo que está con soluciones mas sencillas. Es preciso que nuestros dirigentes municipales y provinciales pasen por las colas del aceite del jabón y del pollo y verán que este artículo está muy real, aunque aún le falta folcklor por añadir.

  • Jose antonio cruz dijo:

    Realmente es un tema escabroso y las causas son conocidas pero la Fiscalía debe apoyar mas el Minit se pudiera aplicar a todas esas personas aplicarsele lnidisis de peligrosidad enviarlo a campamentos agrícolas revluidos por unos meses o años y dar un buen escarmiento por que reina la impunidad .

  • Oscar dijo:

    Se dice que entre las misiones de la PNR "no aparece tomar parte en las medidas adoptadas por las administraciones sobre la forma de organizar la cola"... Simplemente GENIAL respuesta!! Pensé que la policía estaba para garantizar la tranquilidad ciudadana y enfrentar TODO lo que sea ilegal. Por eso se había de impunidad... Porque estás indefinición es la crean

  • BRI dijo:

    Muy buen artìculo, muy completo, muy buena investigaciòn. Felicidades periodista. Suerte con las tiendas caribe que no quieren dar la cara

  • JH59 dijo:

    Contra el bloqueo yanqui podemos hacer lo que hemos hecho RESISTIR. Para lograr soberanía alimentaria tenemos que quitar las trabas; pero quitarlas de verdad; no se trata de endulzar oidos diciendo, reconociendo, que es "asignatura pendiente" y dejando las cosas tal como han estado o mostrando en el NTV que hay o que habrá cosechas reafirmadas por recorridos campestres de altos dirigentes. Libérese de verdad el desarrollo de las fuerzas productivas, págasele al campesino justamente y con inmediatez. Que se nos quite el miedo del que quien más produzca tenga un nivel de vida superior a la media.... No frenen a los emprendedores, estimulenlo.

  • chacal dijo:

    100 Puntos para cubadebate por abordar los temas q más golpean a nuestra sociedad, deberían de extender estos temas a la televisión cubana donde todo el mundo lo vea y opine , lo coleros y los acaparadores se conocen a larga distancia , pero lo primero q conlleva a todo esto es la carencia de productos, tantos años e revolución y no hemos logrado la soberanía alimentaria , seguimos dependiendo de las exportaciones estamos mal y seguiremos así , hasta q no seamos capaz de PRODUCIR MAS CON MAS , NO ES MAS CON MENOS esa matemática creo q no existe , GRANDES INVERSIONES ,CONLLEVAN A GRANDES GANANCIAS

  • Abel dijo:

    Creo que la voluntad para resolver el problema ha sido muy pobre, el honrado sufriendo y el delincuente gozando por tantos años que hasta se cree con el derecho a llevárselo todo delante de los ojos de todo el mundo, por favor que lo pongan todo shoping vinculado a las bodegas por el orden de la libreta y como el estado no tiene para todos, es cuando me toque 6 meses, un año, no sé cuando alcance, entonces el honrado, honesto cogeremos algo porque ahora no coje nos nada y es muy bochornoso lo que sigue pasando ante lo ojos de todo el mundo y no pasa nada, hay que pensar como pueblo.

  • Barbara fdez dijo:

    Hola. Muy buen artículo, con mucha tela por donde cortar. Pero creo que le falto algo por cuestionar que es: ¿Dónde están los agentes del orden que se le paga un salario para eso en medio de todas esas colas? Que me diga q no se da cuenta cuando una misma persona se repite en la cola, y me pregunto no estará recibiendo algún beneficio por hacer el de la vista gorda?
    Otra cuestión es cómo quedan los trabajadores en este tema. O trabajas, o haces colas para ver si puedes adquirir artículos de primera necesidad, o algún otro producto q necesite.
    Es hora de q todos los actores se sienten y encuentren la mejor solución para esto. Y no digo q sea la definitiva pero si una q ayude al trabajador y no al delincuente. Porque si hacen matemáticas se van dar cuenta q uno no puede darse el lujo de dejar de trabajar pero tampoco puedes dejar de comer o lavarte la cabeza.
    Para su conocimiento en el mercado negro 1 lb de espaguetis te la están ofertando a 80 cup, 1 pomo de aceite entre 4 y 5 cuc, el pomo de champú, acondicionador o crema de tratamiento entre 10 y 15 cuc, 1 plátano 7 o 10 cup.
    Hasta cuando vamos a seguir permitiendo q el dinero pierda su valor por la especulación de personas inescrupulosas que quieren lucrar con el sudor del pueblo trabajador.
    Gracias

  • Carlos Manuel Balan Carballo dijo:

    Sin dudas los coleros devenidos en revendedores son especimenes que irritan por un lado y por otro se convierten en un mal necesario. Causa y efecto: aquí está la cuestión. ¿ son los coleros causas o son efectos? Los que escriben y los cuestionan creen ver en ellos la causa del desabastecimiento o de no poder alcanzar el producto en la red comercial, otros consideran que es un efecto de otras anomalías de la economía cubana. Si miramos para los productos agrícolas nos daremos cuenta que los revendedores no son Causa, son efecto de una ineficaz política y accion productiva y comercial, que es una verdad de Perogrullo, pero que vamos posponiendo su solución y en ese tránsito ponemos parches sin tapar el ponche.
    Necesitamos revolucionar la industria ligera y debemos revolucionar la producción de alimentos, de lo contrario podemos meter en la cárcel a todos los coleros y revendedores? pero no eliminaremos ni a los coleros, ni los especuladores, ni las colas. Hace falta mucho más y todos lo sabemos.

  • Rulle dijo:

    Lo primero es cerrar todas las paladares y negocios cuenta propistas ke se dedican a revender todo tipo de productos(refrescos, cervezas, cajas de jugo, cajas de cigarro) , a los ke venden comida tambien, porke si el pueblo está pasando tanto trabajo para comprar un paketico de pollo, como esas paladares van a tener abastecimiento para vender comida(de donde la sacan). Creo ke la idea y sistema de poner las cosas por la libreta(para compar en las tiendas asignadas a cada bodega) como se hizo en un momento en Pinar del Río deberían de volver a restaurarla/o para ke así al menos todos podamos comprar algo y de forma más organizada. Yo en mi caso, llevo desde diciembre sin poder comprar un pakete de pollo o un pomo de aciete en cualkiera de las tiendas o kioskos panamericanas o trd de mi ciudad(Pinar del Río), soy joven y saludable (no hay ningun tipo de preferencia o trato diferencia hacia mi) pero vivo solo, no tengo kien me hagas las colas ni nada, trabajo en con el estado y ademas estoy por teletrabajo(trabajando de verdad, no cojiendome el dia para hacer colas) y para poder comer he tenido ke comprar super caro la carne de puerco y la manteca, si no me muero de hambre. Incluso en la habana(no se si en toda la ciudad) he escuchado de buena tinta ke llega comercio a los consultorios con modulos de 10 CUC (pollo, aceite, y otros) y la encargada de distriubuirlo por las casas asignadas a ese consultorio es la doctora (o algo asi es la cosa), algo parecido a ke si lo pusieran por la libreta como ya explike antes. Lo ke si es veradad ke algo hay ke hacer, no podemos seguir viviendo del cuento y de la mentira. Lo otro es ke me parece una falta de respeto ke ahora estan poniendo todas las tiendas en dolares, kien cobra en dolares en este pais?????? o ke para comer bien, variado y en grandes cantidades sin limites (tenga ke pagar 400 cuc o mas por 3 noches en un hotel) ?Como va a ver comida en los hoteles y en las tiendas no? Ke alguien me explike. o Esto es si tienes bastante dinero vete a un hotel y come, o muerete de hambre en tu casa, jejejejejejejee.

  • Isabel dijo:

    Muy buena publicación periodística, demuestra que TODOS sabemos qué sucede y cómo suceden los hechos siempre que se saca a la venta en cualquier cadena de tiendas productos de primera necesidad, PERO dónde está la solución, QUE se está haciendo, opino que esta situación si QUIEREN se puede controlar, por qué no ESTABLECER un METODO único para CONTROLAR las colas, por qué permitir que los coleros, vecinos aledaños a los puntos de ventas o Centros de trabajo aledaños también a estos puntos monopolicen la colas (CDR provincial Santa Clara, frente al Servicupet) entonces de qué estamos hablando, para qué tantos trabajos periodísticos, radiales, televisivos con el mismo tema si no se resuelve el problema HASTA CUANDO?

  • Rafael Rodríguez dijo:

    Una variante posible sería que la tienda hiciera un listado el día antes con carnet de identidad y en una computadora ingresar estos números pueden ser detectados fácilmente si alguno se repite ese día y ahí eliminarlo y también conocer la frecuencia de compras lo que haría se limitaran los mismos

  • Vladimir Medalla dijo:

    Muy bueno, lo que sabe todo el mundo , lo pusieron por escrito y ahora que?
    Cómo dice la canción "la maldita culpa no la tiene nadie" mejor aún la responsabilidad no la asume nadie. Todo él gobierno queda mal , la policia y las organizaciones de masas . Y el pueblo del que tanto se habla sufriendo
    Vladimir Medalla

  • CreoEnCuba dijo:

    Si se quiere, se puede.
    No se puede...es que no se quiere.
    A buen entendedor...
    Ojala me publiquen

  • Ernesto dijo:

    Mira para eso y eso q yo pensaba q eso solo pasaba aqui en la habana, aqui en la lisa esto cada día se pone mas malo, en la tienda el balcón de 51 en la misma entrada de la lisa, hasta los policías se prestan para todo... Ellos mismos entran a la gente todas las veces que les da la gana y a la cara de uno... Y hasta mas ellos saben quienes son los q compran siempre y aun asi a los coleros no le hacen nada... Ellos saben bien quienes son... Porque cada vez q sacan algo en la tienda aparecen las mismas personas, pero además son como 50 los que llegan y esos 50 traen a 50 mas y asi sucesivamente.... Ya esto aquí no es facil y lo mejor de todo es q vas a ir hablar con ellos para exponerle tu queja y te tratan MALISIMAMENTE MAL y te faltan hasta el respeto, además de que están puesto para lo que se buscan en la tienda y no para la cola y ni para el distanciamiento social, lo de ellos es estar en el aire acondicionado y buscarse su dinero facil con las mismas revendedores...

  • elizabet dijo:

    el kiosco que está al lado del policlinico Maleza aqui en Santa Clara, ese kiosco no lo abastecen casi nunca, pasan hasta 15 dias y nada, hacemos colas, rectificamos a las 5 de la tarde a las 10 de la noche y despues venimos a las 5 am para esperar a las 8 de la mañana a que el dependiente llame al lugar que debe abastecer y que nos diga si viene algo o no, en ese caso si no viene nada los que trabajamos nos vamos para el trabajo y asi sucesivamente rectificamos a las 5, a las 10 y luego de nuevo a las 5 am, esto no es fácil, y no somos revendedores, solo que estamos en cero y para poder tener con qué lavar, bañarnos y comer hay que hacer eso, ya que las colas ya tienen nombre.

  • Pedruco dijo:

    Parece que se pierde el comercio legal con los ilegales que también resultan beneficiados por la política paternalista mal aplicada, veo la solución en permitir a empresas de países amigos que no sufren el bloqueo a crear cadenas de mercados en nuestras ciudades con la supervisión de nuestras instituciones de comercio.

  • Pau dijo:

    Muy buen trabajo periodistico, así como los comentarios o criterios de cada una de las personas, pero cómo resolver la situación, quien responde, quien dice, que hacer ante todas las situaciones, compañero hay personas que no han podido hacer una compra en ningun lugar, ancianos, personas bulnerables todos a espensa de lo que te dan en las bodegas, carnicerias, y placitas que no siempre hay, y para que decir de los carretilleros que doblan tres veces las viandas de cualquier tipo, ect etc, etc y por no decir, velando al que no lo cojan, ya estan mas sueltos, que hacer como resolverlo a donde ir, quien le pone coto gracias.

Se han publicado 772 comentarios



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Yunier Javier Sifonte Díaz

Yunier Javier Sifonte Díaz

Graduado de Periodismo en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en el año 2016. Periodista de Telecubanacán. Colaborador de Cubadebate. En Twitter: @yunier_sifonte

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