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De colas y coleros: ¿Terreno a la deriva? (+ Video)

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Desde hace meses las colas dan de qué hablar en todo el país. Foto: Carlos Rodríguez/Vanguardia.

Aun no amanece y Xiomara Martínez espera el Sol sentada en el portal de una de las tiendas de Santa Clara. Tiene 52 años, el pelo rizado y unos impresionantes ojos azules. Sin embargo, hoy luce menos coqueta y tiene apagada la mirada. Las seis horas cuidando su turno en la cola para comprar pollo, la madrugada, el café frío de las cuatro de la mañana, le devuelven un cuerpo adolorido, pero aun con la esperanza de alcanzar un producto que no puede pagar a sobreprecio.

Casi en el lado opuesto de la urbe, Yaimara Estévez también pasó la noche en vela junto a las columnas de otra tienda. Como Xiomara, a ella tampoco le sobra el dinero para darle a los revendedores el doble o el triple del valor de la mercancía y prefiere permanecer allí para conservar su puesto. “Si no dormimos aquí —dice— alguien puede llegar y desplazarnos”. Es su octavo día en los portales. Al menos otras 50 personas la acompañan.

Son apenas dos realidades de las muchas vividas desde hace semanas por quienes llegan hasta los establecimientos estatales para adquirir alimentos o productos de aseo. En los lugares dedicados a la venta en moneda libremente convertible la situación se repite.

En primer lugar representa un propósito complejo por las circunstancias de desabastecimiento, reducciones en la producción nacional, limitaciones financieras e ineficiencias en la distribución. Y junto a ello, también porque coleros y revendedores tienen mil y una estrategias para hacerse con lo poco que llega a los mercados y centros comerciales.

No es un escenario nuevo en el país, pero quizás como pocas veces en los últimos 25 años afecta tanto al bolsillo ciudadano, irrita las emociones y agrega tensión a un sistema de comercio estatal en varias ocasiones superado por la realidad.

En los portales

Muchas coleras evitan dar explicaciones sobre su forma de actuar. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Solo basta llegar a cualquier tienda para reconocer a los coleros. Mochilas, movimientos constantes, dominio absoluto de los productos en existencia e informaciones sobre las próximas ventas, conforman su día a día. Pocos tienen vínculo laboral. Algunos compran para revender ellos mismos, otros para surtir a pequeños negocios particulares.

Yanay Toledo es una de las que cada día aparece en las tiendas para acaparar todo cuanto puede. Aunque tiene poca experiencia, conoce al dedillo la forma básica de actuar: ir junto a otras coleras para buscar puestos al principio, en el medio y al final de la línea. En cada incursión marca para ella y sus “compañeras”. Si todo marcha bien todas compran al menos tres veces en cada lugar.  

Como si fuera un esquema con pocos fallos, el mecanismo lo repiten en otras tiendas de la ciudad y poco a poco se apropian de una cantidad considerable de productos. “A veces estamos en una cola y avisan que casi llega el turno para comprar en otra donde también sacamos números. Vamos para allá y entramos, en mi caso guardo el producto cerca y regreso a la fila”, asegura.

Casi como en un susurro, confiesa preferir los establecimientos grandes, “porque casi siempre tienen más ofertas, una gran cantidad de personas, y una mayor facilidad para pasar varias veces sin llamar la atención”. Otra de sus estrategias consiste en cambiarse la ropa, el nasobuco o el peinado, aunque algunas más osadas también van a las colas con niños pequeños en los brazos. Es una práctica diseñada tanto para comprar doble como para lucir más vulnerables.

Muchas coleras asisten con niños pequeños a las filas. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Así, un champú que no sobrepasa los 3 CUC asciende a diez en manos de revendedores, un jabón a cinco, un tubo de pasta a quince o un paquete de detergente también a diez. Pollo, otros productos de aseo, cervezas y refrescos, junto a un gran grupo de mercancías, también triplican su valor en un mercado informal mucho más visible y peligroso en tiempos de COVID-19, pero que no nació ahora ni tiene una única forma de dañar.

Para Marisela Ramírez, una arquitecta que cada semana sale a las tiendas para surtir su cocina, todo pasa por la impunidad y el descontrol. Para ella, la primera muestra es que antes de aparecer un producto en los estantes ya los acaparadores saben la cantidad e incluso cuándo lo venderán.

“No es fácil trabajar todo el día, venir a comprar e irse con las manos vacías porque otros que viven de hacer colas se llevaron los productos. Incluso, duele más porque luego te los venden hasta en los mismos portales de la tienda donde tú no alcanzaste”, lamenta.

A la reflexión de Marisela se le pueden agregar otras interrogantes. ¿Todos los coleros se dedican exclusivamente a acaparar mercancías? ¿Qué sucede con quienes organizan colas con el fin de aprovecharse de ellas? ¿Por qué cuesta tanto eliminar un fenómeno visible y con poco sustento ético y legal? Responder esas dudas obliga a dar pasos al interior de un panorama mucho más complejo de lo que luce en apariencia.

Colas adentro… negocios más oscuros

Muchos de los coleros no tienen vínculo laboral. Caricatura: Ramón Díaz Yanes.

El tumulto se concentra dos veces al día. Sea sábado o domingo, llueva o haga calor, las más de cien personas reunidas saben que las siete de la mañana y las cinco de la tarde son horas inviolables para conservar su turno en una de las tiendas de equipos electrodomésticos en Santa Clara. Entonces todos rectifican su puesto en una lista creada por ellos para ordenar las compras. Luego solo resta esperar.

Ese mecanismo es uno de los más extendidos en varias tiendas del país. Esencialmente, apareció como un intento de organización colegiada que hasta ahora tiene resultados intermitentes. En algunos lugares personas autorizadas se encargan de repartir los boletos, en otros ocurre por iniciativa personal. Y en esos casos, más dados a la espontaneidad que a lo sistemático, cada vez aparecen situaciones más turbias.

Como parte de ese entramado sistema de listas, turnos, horarios y rectificaciones, junto a los acaparadores también confluyen en los portales de los establecimientos quienes hallaron en esa supuesta organización su filón de oportunismo e ilegalidad. Heriberto Díaz, un albañil de 42 años, revela cómo algunos coleros están en las tiendas para vender los turnos y no para comprar mercancías.

“Hace tres días llegué antes de las seis de la mañana y ya había una lista enorme. Enseguida una persona se me acercó y me propuso un turno entre los primeros de la fila. Allí en el mismo portal me dio el número y a las dos horas ya había comprado. Resulta que era el mismo que organizó la cola desde el día antes y por supuesto guardó turnos para su negocio”, cuenta.

Un simple recorrido por algunos puntos de Santa Clara confirma su historia. Por ejemplo, un sitio entre los primeros puestos de las colas para comprar alimentos o productos de aseo cuesta entre cinco y diez CUC. En las tiendas para la venta de electrodomésticos el precio aumenta drásticamente y según el equipo un turno oscila entre 50 y 150 CUC. A menos de un año de la apertura de esos lugares, ya el negocio ilícito es allí una práctica consolidada.

La imagen, captada mediante el sistema de cámaras de videoprotección instalada en algunos puntos, muestra el momento de la venta de los tickets. Minutos después ambos ciudadanos fueron detenidos por la policía.

Un colero que dijo llamarse Alain le explicó a Cubadebate los argumentos que según él justifican esas acciones.

“La gente tiene necesidad de comprar y muchos no pueden pasar todo el día en la cola. Yo por lo general digo que conmigo vienen cinco personas para no quemar el punto. Cuando alguien llega y lo veo marcando al final voy y le propongo un lugar, aunque otras veces ellos mismos aparecen directo a buscar quién les resuelva. Si tienen el dinero, esa es su posibilidad de quitarse las colas de arriba”, comenta.

Alain sabe que revender los turnos está mal, pero parece importarle poco. Acostumbrado a un panorama invariable desde hace años, luce confiado. No obstante, prefiere callar cuando uno le cuestiona por qué varios coleros acosan a los clientes, o por qué reaccionan con amenazas e insultos si alguien intenta llamarlos al orden, impedir que se apropien de varios turnos o marquen más de una vez.

Asimismo, dice no conocer por qué otros le pagan a embarazadas, discapacitados o ancianos para que compren y luego les den los productos.  Tampoco conoce que en las tiendas de equipos electrodomésticos algunos ni siquiera acaparan mercancías o revenden turnos, sino que le facilitan su tarjeta magnética a quienes no posean una y reciben una comisión por ello.

Ante cada interrogante solo tiene una respuesta: “Chama, aquí cada cual sabe lo que hace”. Da la espalda y regresa junto a una columna. Indiscutiblemente, las preguntas lo incomodaron.

Responsabilidad y organización: ¿En tierra de nadie?

Desde que comenzó la lucha contra la COVID-19 no han faltado oficiales de la PNR en los puntos de venta más concurridos. Foto: Yunier Sifonte.

Aunque desde hace un mes Lizardo Sánchez hace una cola para comprar una nevera, cuando llegó por primera vez a la tienda casi desiste. La espera, la cantidad de personas con un mismo objetivo, los coleros, la reventa de turnos, tienen cientos de desencantos a su favor. Sin embargo, él se contuvo y anotó su nombre en una lista informal, el procedimiento de quienes no tienen o no quieren pagar los dólares suficientes para adelantar su lugar.

En cuatro semanas Lizardo ha visto mucho, pero todavía le quedan siete personas por delante. Con el cansancio marcado en el rostro, explica por qué dos veces al día todos los de la cola deben reunirse en un parque a más de 400 metros para rectificar el orden.

“Organizamos la cola porque la tienda no lo hace. Si no existiera la lista, tendríamos que dormir aquí hasta poder comprar, o arriesgarnos al desorden cuando entre un producto. Sin embargo, no podemos verificar los números frente a la entidad, porque si las autoridades te ven con un ticket entonces eres colero y te buscas un problema”, comenta.

Como ellos, otra gran cantidad de personas que habitualmente soportan tanto las largas esperas como a quienes acaparan los productos, se hacen la misma pregunta: ¿por qué las tiendas no asumen la responsabilidad de organizar las colas? Si es conocida la insuficiencia de los abastecimientos, ¿qué les impide a las administraciones crear tickets o listas oficiales y así al menos evitar la dispersión existente en la manera de ordenar las filas?

El Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara ofrece una respuesta. Aunque reconoce que sí mantienen la disciplina en cuanto a las medidas sanitarias y el distanciamiento físico, alega que su entidad no tiene dentro de sus funciones organizar lo que ocurre fuera de cada establecimiento.

“No estamos facultados para hacer listas o entregar turnos, tampoco para orientar rectificaciones a deshora. Sí les comunicamos a las personas la cantidad de mercancía a vender, para que en base a eso se organicen. Son los delegados de circunscripción, alguien perteneciente a las organizaciones de masas o algún cliente en coordinación con ellos quienes se ocupan de eso. En muchos lugares funciona bien, lamentablemente en otros no”, afirma.

La entrega de tickets funciona de forma intermitente y origina conductas delictivas. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Algo similar ocurre en las Tiendas Caribe. Aunque Cubadebate no tuvo acceso al interior de las tiendas, desde los portales varios clientes coincidieron en una misma idea: aquí las administraciones tampoco asumen esa responsabilidad. Otros también se quejaron de la pobre información existente en los locales, muchas veces la causa principal de tumultos innecesarios. Mientras espera, Yuleisy Abreu resume muy bien el asunto.

“Si la población hace listas y reparte números, la tienda también puede hacerlo. Si tengo un ticket oficial y aun no compré cuando termina el día, me puedo ir para mi casa porque sé que mañana mi puesto sigue garantizado. Se evitarían las diferentes maneras de organizar las colas y les quitarían la posibilidad a personas inescrupulosas de manejarlas para beneficio personal. Solo habría que controlar a quienes acaparan. Creo que tantas personas no podemos estar equivocadas”, asegura.

Yuleisy tiene algo de razón, aunque necesita ir más allá para garantizar que en esa supuesta entrega de números no se repita el mismo esquema de acaparamiento visto en prácticas similares.

De cualquier forma, ante las trabas de las cadenas de tiendas para incidir en esa organización, muchos ponen su mirada en los oficiales del Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, habituales desde hace meses en puntos comerciales del país. Sin embargo, aquí tampoco aparece una solución clara.

Lo confirma el Teniente Coronel Carlos Alberto Morales López, Segundo Jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Villa Clara. Según dice, como parte de misiones de los oficiales no aparece tomar parte en las medidas adoptadas por las administraciones sobre la forma de organizar la cola. Pero si tenemos en cuenta que esas administraciones tampoco consideran el asunto dentro de sus facultades, sencillamente el fenómeno queda en tierra de nadie.

“No estamos de espalda, pero no nos corresponde. Sí nos toca —explica— hacer cumplir las decisiones adoptadas, evitar las agresiones, mantener el orden y combatir el acaparamiento”. Sin embargo, de acuerdo a sus propias cifras, entre las más de 200 acciones de enfrentamiento realizadas por la PNR en las colas hasta junio, solo una corresponde al delito de especulación y acaparamiento y seis al de actividades económicas ilícitas.

En las colas más complejas, los números muchas veces se rectifican dos veces al día. Foto: Orlando Morales/Telecubanacán.

Por su parte, según datos aportados por el Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, las operaciones de la PNR junto a la de otros órganos de control, suman hasta esa misma fecha doce procesos judiciales asociados a esos delitos en los alrededores de las cadenas de tiendas. En ambos casos, es una cifra bajísima para un asunto cotidiano.

Mientras unos y otros coinciden en desplazar su responsabilidad en el asunto, otros actores tampoco ofrecen una solución estable. Así, delegados de circunscripción, miembros de los contingentes de las organizaciones de masas y de estudiantes universitarios, o activistas de la comunidad, garantizan un cierto orden y asumen con mayor o menor éxito esa función.

Ciertamente en más de un establecimiento sí existe cooperación con los trabajadores de la tienda, pero sin constancia poco se puede lograr. Aunque el hecho de dar un ticket “oficial” no resuelve del todo un asunto tan complejo, al menos sí evitaría los negocios ilícitos, las rectificaciones de listas y las madrugadas en los portales por miedo a perder el lugar.

Punto clave: Abastecimientos

En más de una ocasión mucha mercancía termina en manos de las mismas personas. Caricatura: Ramón Díaz Yanes.

No hace falta preguntar demasiado para encontrar la solución definitiva al problema de las colas y los revendedores: abastecimientos. Esa fue también una de las conclusiones más recurrentes hace un mes cuando Cubadebate publicó un reportaje sobre el uso de sitios digitales y grupos en redes sociales para la comercialización ilegal de mercancías. Sin dudas es el camino, aunque transitarlo con éxito tiene poco de sencillez e ingenuidad.

Dejémoslo claro: en un contexto marcado por el el creciente y lacerante daño del bloqueo estadounidense, el impacto financiero de la COVID-19 , las insuficiencias productivas de nuestra economía, la corrupción, y la burocracia, aspirar a tener de la noche a la mañana tiendas repletas de productos significa un espejismo. En tal sentido, ahora se trata de optimizar los recursos y distribuirlos de la mejor manera posible.

Para Juan Carlos Marante, Gerente Comercial de la Corporación CIMEX en Villa Clara, responder a esos objetivos implica conocer las restricciones existentes a nivel nacional para un grupo importante de mercancías. No obstante, asegura que en los más de 110 puntos de venta abiertos en toda la provincia durante el último trimestre aplicaron medidas organizativas para sostener el servicio. En los restantes existentes en Cuba ocurrió algo similar.

Entre las nuevas disposiciones, cita la rotación de los productos de mayor demanda para que no siempre lleguen a los mismos establecimientos. Junto a ello, habla de las más de 150 ventas de módulos en centros de trabajo, así como de las más de cien veces que llevaron mercancías a zonas de difícil acceso.

Tampoco olvida las gestiones para acortar tiempos entre la recepción de los productos y su salida al mercado. Aun así, reconoce que “la demanda aumenta y la insatisfacción es grande”.

Muchas veces la necesaria rotación de los productos crea incertidumbres en las colas. Caricatura: Martirena.

Un pensamiento similar tiene Digna Morales, Directora del Grupo Empresarial del Comercio (GEC) en Villa Clara, y una mujer acostumbrada durante años a lidiar con el mercado. Aunque desde hace meses al territorio casi no llegan productos liberados, ella enfatiza en el empleo de las bodegas para distribuir trimestralmente insumos de primera necesidad como la pasta dental, los jabones o la lejía.

“Casi todo llega contra la cantidad de personas en los núcleos y su comercialización ocurre a través de la libreta de abastecimientos, así que si alguien revende algo significa que no lo utilizó o lo desvió de algún almacén”, comenta.

Para realizar este reportaje Cubadebate también buscó las experiencias de la Cadena de Tiendas Caribe, el tercer actor fundamental del comercio minorista cubano en tiempos de COVID-19. Sin embargo, luego de 15 días desde la solicitud de la entrevista y más de diez llamadas telefónicas para obtener una respuesta, la división Villa Clara prefirió el silencio.

No obstante, la intervención en la Mesa Redonda del 27 de marzo último de Yamilet Álvarez Tejo, su Jefa Comercial a nivel de país, ofrece algunas luces sobre cómo enfrentaron la pandemia. Sus palabras confirmaron una verdad fundamental: la situación de escasez no surgió con el nuevo virus, solo se agudizó con él.

En el programa televisivo comentó sobre las regulaciones a 54 productos para optimizar los inventarios, mientras recordó el papel de cada administración para controlar otros en dependencia de la demanda y la cantidad. “Tratamos de mantener regularidad en la distribución y una mayor equidad —dijo—, pero aun con decisiones organizativas para minimizarlas, las colas no van a desaparecer”. El tiempo le dio la razón.

Por su parte, en la Mesa Redonda del 14 de mayo la Directora General de esa cadena de tiendas, Ana María Ortega Tamayo, enfatizó en la prioridad que tiene este asunto. Informó que durante la COVID-19 el Gobierno les garantizó liquidez para adquirir un grupo de alimentos básicos, productos de aseo e higiene y la canastilla. “Aunque no logramos satisfacer la demanda ni la estabilidad, existe un crecimiento de las ventas”, apuntó.

Tanto el Gerente Comercial de CIMEX como la directora del GEC en Villa Clara coinciden en un panorama similar y aseguran que en el último trimestre algunos abastecimientos también superaron las entregas habituales. En cambio, explican que esa situación no compensó la demanda, sobre todo porque continúan reducidas o cerradas otras opciones, como las de la importación personal, que satisfacían una parte de las necesidades.

Con un escenario marcado por el incremento del consumo y una reducción en la cantidad y sobre todo en la variedad de opciones, resultan más estratégicos todavía la planificación, el control y la inventiva. Los dos primeros porque optimizan recursos y evitan las fugas. La innovación, porque rompe viejos esquemas en las estrategias de comercialización y las adapta a una nueva y excepcional circunstancia. En todas faltan muchos senderos por explorar.

Controlar el descontrol

La APK Porter@ aun no se usa en todos los lugares.

¿Qué hacer para que más personas accedan a los productos? ¿Cómo evitar que coleros y revendedores se conviertan en un gran peso para un mercado impedido de suplir la demanda? ¿Es posible optimizar la distribución de los recursos disponibles? Para muchos esas y otras preguntas tienen respuestas diversas.

La primera es quizás la más popular: vender todas las mercancías a través de la libreta de abastecimientos. Quienes defienden esa idea basan sus argumentos en dos puntos fundamentales: la equidad y la amplia red de esos establecimientos en toda Cuba. A fin de cuentas, el país tiene más de 12 700 bodegas frente a casi 3500 tiendas Caribe y CIMEX. En otras palabras, existen casi 4 bodegas por cada punto de venta de esas cadenas.

Aun así, en la Mesa Redonda del 27 de marzo de este año el Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, explicó que “distribuiremos nuestras producciones lo más equitativamente posible, pero no podemos repartir lo que no tenemos en disponibilidad”. En esa misma línea, Digna Morales, directora del GEC en Villa Clara, reafirma que “no se puede normar un producto si no hay para todos”.

En la economía casi ajedrecística del país, planificar las importaciones a largo plazo no resulta sencillo. Tampoco lo es que cientos de familias esperen su momento de comprar y no puedan hacerlo por retrasos en el arribo de mercancías a la Isla. En cambio, muchos se preguntan si aun con esa realidad no sería factible establecer un mecanismo de rotación similar al de los módulos repartidos por las bodegas en el último trimestre.

Otra de las posibles ayudas para solucionar el asunto llega de la mano de la tecnología. Se trata del empleo de la aplicación Porter@, una herramienta digital creada en la Isla para organizar las colas y evitar el acaparamiento. Mediante el escaneo del código QR plasmado en el carnet de identidad, la APK alerta si una persona ya compró en esa cola. A todas luces es un instrumento útil, pero poco utilizado en el país.  

Aunque los tramposos pudieran utilizar varios documentos de identidad y pasar más de una vez como una de las maneras de burlarla, la aplicación sí tiene potencialidades para sumarse a la organización de las compras. No obstante, aun quedan por resolver problemas como el planteado por el Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara, con personal insuficiente en algunas tiendas para destinar un trabajador solo a utilizar la APK.

De igual modo, la herramienta también puede servir a las administraciones para comparar el total de la mercancía vendida en una jornada con el número de clientes atendidos. Y esa posibilidad significa una opción más a la hora de auditar un proceso no exento de corrupción y de vínculos entre dependientes y coleros.

Aunque embarazadas, adultos mayores y discapacitados tienen derecho a comprar, algunos coleros los utilizan para comprar hacerse de mayor cantidad de productos. Foto: Yunier Sifonte.

Así lo reconoció la directora general de Tiendas Caribe, Ana María Ortega Tamayo, en la Mesa Redonda del 14 de mayo. Entonces llamó la atención sobre las manifestaciones de indisciplinas e ilegalidad que todavía persisten.

“Todos los que se han puesto de acuerdo con acaparadores y revendedores han cometido delitos y esto ha tenido una respuesta enérgica. Los revendedores y acaparadores tienen un efecto muy nocivo y cuentan con un grado de complicidad con algunos de nuestros trabajadores”, alertó.

Por su parte, el Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara también reconoce el problema y asegura que “nuestro personal sabe que una indisciplina como reservar mercancía significa la separación de la entidad, porque es una falta grave”. Aun así, no son pocos los que alertan sobre la ocurrencia de hechos de este tipo.

El ejemplo lo pone la tienda La Villa de París, perteneciente a Tiendas Caribe y ubicada en Sagua la Grande. Luego de una llamada a la línea única de la Fiscalía General de la República, se conoció que allí le informaron a las personas la distribución de 500 tickets. Sin embargo, cuando habían comprado 170 clientes anunciaron la terminación de algunos productos. Luego se comprobó que en la caja registradora ya estaba anotado el total de la mercancía.

El uso de contingentes de jóvenes universitarios y de organizaciones de masas contribuye a ordenar las colas. Foto: Francisnet Díaz/Vanguardia.

Mientras tanto, una estrategia no implementada para enfrentar a los acaparadores en las tiendas de alta gama, pudiera estar en la aplicación del mismo sistema de reportes automáticos existente en los servicentros. Ese mecanismo permite identificar las tarjetas repetitivas o con altas descargas, justo como la de un ciudadano que hace un mes utilizó la suya para comprar 19 productos en ocho semanas y luego revenderlos.

Finalmente, un mayor impulso a las tiendas virtuales y una optimización de todos sus procesos y ofertas, también representa un importante espacio por llenar. En un amplio reportaje publicado por Cubadebate sobre el tema, quedó clara la importancia de fortalecer esta nueva opción, porque además de facilitarle la vida a muchos, también permite saltarse tanto las colas como a quienes lucran en ellas.

En todo este asunto una verdad sobresale: las colas y las ilegalidades en ellas son consecuencia del desabastecimiento como problema mayor. Trabajar por resolverlo con eficacia, productividad e inteligencia, es una meta imprescindible. Pero en esa batalla por alcanzarla, también lo es no adoptar posiciones complacientes y justificar lo ilegal y lo antiético bajo el dogma de que “el fin justifica los medios”.

Si algo queda claro es que minimizar la actual situación no depende de una sola entidad ni de voluntades individuales; también que son necesarias posturas más activas de todos los implicados. Como demuestran varios sectores durante el enfrentamiento a la pandemia, casi todo requiere obligatoriamente modos distintos de actuación para vencer los obstáculos impuestos por la enfermedad.

Pensamiento colectivo, aprovechar cada uno de los mecanismos disponibles y la interrelación constante entre ellos para enfrentar a los acaparadores, son asuntos vitales para avanzar. Porque mientras eso llega y de un lado y del otro se intenta poner orden al descontrol, cientos de personas continúan agobiadas en las colas y los coleros no han dejado de hacer el pan.

En video: De colas y coleros

Vea además:

Compraventas online: Los “huecos negros” del comercio en Cuba

Se han publicado 772 comentarios



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  • Yoa dijo:

    El Rostro de Xiomara y Yaimara representan el rostro de todo el pueblo trabajador agobiado de las colas.

    • YohanniLP dijo:

      Somos capaces de eliminar al Covid 19, invisible y no somos capaces de eliminar a los coleros, es increíble!

  • Ruslán dijo:

    Simple... Cierren las tiendas y comercialicen todo por centros de trabajo y el que no trabaje, que no coma. Luego sólo quedaría asegurar a los sectores vulnerables como los jubilados, pero nos quitariamos de arriba a toda esa lacra de antisociales y vagos que están llevando este país al desastre...

  • Soraya dijo:

    1- Yo me pregunto, De verdad Cimex, Trd y el Mincin no se pusieron poner de acuerdo para vender estos productos normados por la tarjeta.????? Esto lo encuentro inaudito que no lo hayan organizado para entregarlo por este mecanismo que ya tiene décadas de creado.
    2 - Experiencia para la próxima, desde antes del covid algunos productos de estos ya tenían problemas, me parece que hay que hacer todo el esfuerzo porque esto no pase (estoy hablando de jabón pasta detergente pollo) y cdo nada más comience a haber problemas ponerlo por la libreta
    3 - Que va a hacer este país con todo el que no paga impuesto que ronda el millón de personas
    4 - Porque no aumentar las ventas en tu envío, donde queda todo registrado, quien pago y quien es el beneficiario??? Porque no vender productos del agro por esta vía, y así el campesino tiene otra visá de comercialización
    5 - Para recoger dinero en la calle, bajenle los precios a los carros, aumenten las ventas de motocicletas
    Lo más triste que quiten paga las consecuencias de esto es el trabajador que no tiempo para hacer colas ni dinero para pagar los precios de la calle

    • Yo dijo:

      Normal que no entendi nada de lo que propusiste

      • Releelo despacio dijo:

        Has un esfuerzo, releelo despacio y apreciaras que hay ideas sui generis y muy interesantes en este comentario. Otros también debieran leerlo y releerlo también.

  • FPF dijo:

    Excelente trabajo investigativo de Cubadebate! Pasa en La Habana y en cualquier lugar de Cuba. Coleros y revendedores están ganando está batalla y es una lástima que no se la haya puesto coto. Existirán mientras no se actúe de forma enérgica y mientras existan personas (por muchas razones) que paguen sus servicios. La causa fundamental (la escasez) ahora es complicado atacarla, pero contra coleros y revendedores sí podemos hacerlo

  • Georgina Macias dijo:

    Vivo el Cerro, La Habana, y el tema cola-revendedor es reiterativo, ayer mismo una revendedora subió a mi edificio proponiendo pollo a 20.00 cuc, tinte para cabellos a 15 y shampoo a 12 cuc, quien le pone freno si ayer en la mañana en el supermercado del monaco, la compañera teniente le decía a las personas que estaban en la cola que ellos estaban ahí pata evitar problemas pero que contra los coleros y los revendedores ya no se puede y que decir de la tienda la Camagüeyana, los organizadores de la cola son las mismas personas que marcan y revenden turnos y entonces cómo quedamos los que no podemos hacer esas colas y la pensión no nos deja llegar a los precios de los revendedores, esto simplemente ha empeñado el enorme esfuerzo de las autoridades sanitarias en la Habana que no acaba de aterrizar en el riesgo.

  • El Espirituano dijo:

    El Espirituano
    Nos llena de satisfacción saber que la capital del país goza de variadas ofertas en las llamadas placitas de viandas: malanga, boniato, yucas, plátanos, F. Bomba etc. paquetes al vacío de viandas semi elaboradas, y la venta de papas por la libreta.
    Nos disgusta que, siendo nuestra Prov. eminentemente agrícola, no podamos encontrar ninguna de esas opciones en placitas estatales o particulares, e incluso en la ¨Plaza del mercado¨ antaño lugar donde podíamos acceder con seguridad a buscar lo que no podíamos encontrar en ningún otro lugar, aunque a un precio superior.
    Sabemos todo lo difícil a todo lo que se refiere a alimentos, pero si otros pueden porque nosotros no.

  • De la Habana dijo:

    Fin a los cuentapropista revendedores q dejan las tiendas vacías. Muchas personas q viven del invento porq no quieren trabajar. Quien controla esto. Nadie hace nada porq cada vez crece más ya q se ve más resultado ya sin apenas estudios se gana más q una persona estudiada con un título en la pared q solo sirve para decorar. Para nada es un secreto.

  • nala dijo:

    Hasta cuando sera esto. Si los responsables saben como funcionan ellos por que no actuan. Aqui el que trabaja y suda la camisa no come ya que no puede hacer esas colas y los que trabajamos y sudamos mantenemos a los que no trabajan. Que mas puedo decir. todo esta al reves. Hasta cuando.

  • Cuba Sana dijo:

    Ya no me quedan palabras, esta situación que los cubanos con vergüenza estamos viviendo, no tiene nombre, encima de que hay escacez estos individuos no dejan a nadie llegarle a los pocos productos que sacan. Ellos están creando un periodo especial dentro de otro, los mismos coleros y revendedores. Acá en Pinar del Río es horrible lo que se está viviendo con esas personas, duermen en la calle, velan a la policía, la gran parte de la cola es de ellos, porque ya las personas se han resignado y ni hacen la cola porque saben que los coleros y revendedores estarán ahí con un mundo de turnos, y hasta la misma policía y los de dentro e la tienda se prestan para estos asuntos, hay coleros que forman mal ambiente en las colas hasta para colarse... No no no.... Es que ya es un desahucio con este tema que, yo como cubano que soy, trabajador, estoy muy decepcionado y hasta deprime está situación, que no puedas comprar nada por causa de estos personajes. Ruego a las máximas autoridades de este país que hagan algo al respecto, el pueblo ya no puede más, a donde vamos a parar entre la necesidad y el oportunismo de unos cuantos?!. Gracias, Saludos.

    • Covid dijo:

      hasta los de las camaras de las tiendas les pagan dinero para que no las filmen y pongan la camara para otro lugar , PORQUE EL ESTADO NO SE QUITA DE ENCIMA EL COMERCIO MINORISTA LA GASTRONOMIA POPULAR Y TODOS ESOS MECANISMOS INFRUCTUSOS QUE LO QUE HAN HECHO ES ENRIQUECER A TODOS LOS QUE TRABAJAN AHI Y SE DEDICA A LO QUE DE VERDAD TIENE PESO EN LA ECONOMIA

  • Joe dijo:

    Es extraño que en este interesante artículo se propongan varias alternativas para combatir la compleja situación que vivimos todos y no se mencione la posibilidad de sancionar a quienes tienen la desfachatez hasta de comemtar sus fechorías a la prensa.
    Las autoridades tienen sobrados mecanismos para mostrar pruebas de las violaciones y aplicar sobre estos ciudadanos todo el rigor de la Ley.
    Saludos...

  • Lei dijo:

    Muy buen comentario, excelente por así decirlo, pero si ya saben el modus operandi, q tal difícil sería para los órganos de control vestirse de civil con su respectiva identificación(carnet) y operar desde dentro de la cola...ahí si sería efectiva, porque la labor del policía es apoyar en la organización de la cola, no el seguimiento a los coleros, además no es un solo colero, ello se casi siempre son más y hasta son brutos pues se reúnen en la misma cola y alardean de lo q hacen....eso si es indignante!!!

  • Anabel dijo:

    Excelente trabajo periodístico. Es hora de que el gobierno tome cartas en el asunto y le de a algún organismo el encargo de organizar este fenómeno en el nombre del pueblo que lo está sufriendo. No es posible que todo el mundo se lave las manos y se quite el golpe de encima.

  • Lázaro dijo:

    Bueno el reportaje, que se repite en en todas las tiendas. Hemos crecido sabiendo que los abastecimientos de la libreta, sea ésta o aquella de productos industriales, son escasos y se distribuyen equitativamente. Ahora resulta que nos dicen que la mayoría de lo que se vende en las tiendas, no se puede controlar por la libreta, porque son escasos. Acaso alguien piensa que los de la bodega existen en abundancia y son suficientes ??.
    Nada impide que coleros y revendedores compren en una tienda y en otra y en otra, hoy, mañana y pasado. O incorporen a otros de su familia, en definitiva en un " trabajo" para el familión. Sólo la libreta resuelve esto.
    Súmense a los productos que se venden en las tiendas, aquellos que se distribuyen en unos cuantos centros de trabajo, que ya van por varias repeticiones. Al principio eran los médicos, ya cada vez son más.

  • Jorge dijo:

    De verdad yo me pregunto, porque no se usa la libreta de abastecimiento para hacerle llegar a cada familia algo de lo que se vende? Enseguida saldra un sabio (como abundan) de los que no tienen que hacer colas pq lo de ellos esta garantizado y dira que el asunto es que no alcanza para todos y yo pregunto, y de esta forma si alcanza para todos?, que se de hasta donde alcance y se prosiga despues esta vez es de tal numero a tal numero y cuando traigan de nuevo sera de tal a tal, a pesar de que el pueblo lo pide a gritos, oidos soldos yo reitero tengo mis dudas pq aqui nadie es bobo, el suministro de este pais a sido un desastre y tiene que dar verguenza a los responsables por ser tan ineficientes en un momento que el pais necesito que fueran lo mas eficiente posible, pero mas que verguenza lleva medidas, eso ha sido causa de malestar, de evidenciar a quienes no aceptan al socialismo que el sistema no funciona, en fin, es mas serio de lo que se pueda pensar, todos los dias somos motivos de burlas en redes de aquellos q no soportan el pais, escondiendo las cosas buenas que hace la medicina y la ciencia por ejemplo, esto es un problema de seguridad nacional y hay que verlo asi y en consecuencia actuar y no entretenernos mas, no mariarnos con los que hablan bonito y ofrecen tantos datos que nos creemos estamos bien.

  • Lydia dijo:

    No se le puede echar toda la culpa a la necesidad y los revendedores, CADA PROVINCIA ES RESPONSABLE DE ADECUAR MÉTODOS Y BUSCAR ESTRATEGIAS, EN ESTO CAMAGÜEY ES LA PEOR. Aquí no ponen una para beneficiar a los que trabajan, solo he escuchado de ventas a los trabajadores del sector de la salud en su propio centro de trabajo. Y no acaban con los revendedores porque no quieren, entren a los grupo de compraventa en Facebook y verán a los revendedores con nombres y apellidos, número de teléfono y en algunos casos dirección y por supuesto el producto con 3 veces su valor y no pasa nada. Cada año le piden al pueblo trabajador un esfuerzo para producir más y PARA QUÉ me voy a esforzar, para que el que no trabaja viva de mi esfuerzo???

    • Revolucion dijo:

      Todo el que defiende la posición de colero y revendedor, es uno de ellos. Y a las autoridades que la revolución les paga por que este flagelo no exista en nuestra sociedad, y no hacen nada, dan mucho que pensar y apoyan indirectamente con su inacción el saqueo al pueblo. Señores.,hasta nuestro presidente lo ha exhortado. Autoridades. Hasta cuando van a permitir que sigan avasallando al pueblo trabajador. En las redes sociales, en los catres, en la calle, portales, hay un sinnúmero de ejemplos de revendedera que el pueblo viene denunciando hace tiempo y no ve resultados. AUTORIDADES.. HASTA CUANDO.

  • Teresita pomares arce dijo:

    Muy bueno el reportaje pero ¿si se conocen el problema? Cuales son los medios para resolverlos si se ha sido capaz de controlar una pandemia ¿no somos capaces de resolver esta otra pandemia? Compañeros piensen trabajen en estos casos estoy segura hay personal calificado para este problema ¿o se rindieron? Ganaron los malos y los coleros? Me pregunto

  • EMAC dijo:

    He leído varios artículos sobre este tema...todos muy buenos y muy claros ...la unica solución es que el GOBIERNO intervenga y disponga...de la misma efectiva forma que ha hecho con la pandemia logrando resultados UNICOS en el mundo infestado...la dirección del pais sabe lo que sucede en las tiendas...recuerdo cuando Raul le comentó a Machado Ventura hablando sobre los productos agricolas: No podemos seguir permitiendo que un grupo se aproveche de la escasez...aunque nos equivoquemos hay que parar esto ...no lo recuerdo exactamente pero ese fue el sentido...es hora de parar esto...

    • Chábely dijo:

      Cuando el Gobierno quiere puede quien iba a decir que el robo de diesel y gasolina se iba a acabar? y se acabo y habra alguno que se expone pero ya no es la impunidad y la ilegalidad de hace un tiempo atras , si se puede ¡¡¡y hay mecanismos instituyan la aplicacion personal para entrar a las tiendas y ademas vendan los modulos en los centros de trabajo y se acabo el que no trabaja no come ni se baña ni se limpia con papel higienico , el gobierno tiene que proteger a los trabajadores a los que estamos haciendo por este pais y a los sectores vulnerables de la sociedad y los parasitos que se las arreglen como puedan que en el unico pais que se vive sin trabajar es en este . Ojala que estas palabras no se las lleve el viento , pues estamos caminando por el filo de un precipicio y nos vamos a caer denlo por seguro.

  • Magda dijo:

    Soluciones si hay en mi tienda vendieron detergente por núcleo que yo no toqué hasta dentro de 6 meses pero por lo menos es algo pues yo no puedo estar un día haciendo colas
    Otra opción es por centros de trabajo en mi centro los que pueden ir casi semanalmente van al campo o a un organoponico por que no se le vende detergente y sin embargo se permite que este caiga en manos de personas que no trabajan eso duele

  • todoCuba dijo:

    Bravo, un aplauso a la verdad pero...¿y la respuesta pa cuando?Vivo en el Bahía, CP Guiteras, clientes de las 2 únicas tiendas El Rocío y El Túnel. Q puedo hablar de las colas. Desde el inicio de la Covid no he podido comprar pollo pq o trabajo o tengo q hacer cola. Mi esposa médico solo se les permitió comprar una vez. Es conocido cada revendedor, cad colero pero sobre todo el contuvenio entre las fuerzas del orden y ellos. Si se ve una persona diariamente es casi imposible no reconocerlo. Lo sabe el Consejo Popular, el Jefe de Sector, las Organizaciones de masa, el PM CPD La Habana, la Presidencia, el gobierno municipal, facebook, etc, solo nos queda llevarlos ante el Tribunal Internacional de La Haya.Las soluciones están lo que no hay es voluntad de los responsables en aplicarlas. Así hemos llegado a la mejor parte del cuento... Sálvese quien pueda...pague el turno, compre a sobreprecio, no coma o tristemente no trabaje, o en el peor de los casos contribuya al envejecimiento poblacional en Cuba... saliendo a otro país

  • Protesta de Baraguá dijo:

    No creo que dar un ticket “oficial” va a resolver el problema porque donde hay corrupción eso no funciona. Aunque si pudiera ser una respuesta al problema. De lo que si estoy seguro es que ese problema se acaba de raíz con el comercio electrónico...pero claro, no es una solución factible hasta que no sean capaces de implementar algo que permita tener la mercancía cierto tiempo en el "carrito" sin que te lo roben. Hacer cola no es un trabajo reconocido por la ley por tal motivo es ilegal, basta con que una autoridad se pronuncie a nivel nacional con ese tema y ya verán como se recogen. A la sociedad es bueno recordarle de veza en cuando algo de disciplina social, la gente tiene que saber que no pueda marcarle a una o dos personas, que su puesto en la cola es personal. En las tiendas no es difícil saber si alguien ya pasó, basta con usar la APK Porter@ o cualquier otra de forma institucionalizada, eso de que no se usa es un pretexto de las entidades de comercio porque si esa APK no consume datos y contribuye a organizar el tema sería una irresponsabilidad de la administración y de los directivos de las cadenas de tienda no usarla o establecer el uso obligatorio de alguna herramienta tecnológica, transparente a la población. Eso de que la administración de las Cadena de Tiendas Caribe en el territorio no atendió la solicitud para la entrevista solamente demuestra el nivel de falta de respeto hacia la población de sus directivos e impunidad, no hay excusa para eso. Soy defensor de que se establezca un mecanismo universal de distribución como el de las bodegas...en el Venezuela se implementó el carnet de la patria...por qué aquí no se implementa algo similar con el carnet de identidad como se trata de hacer con la APK Porter@ donde cada tienda se conecte y consulte contra el SIUM y una base de datos central en el territorio u localidad si ese individuo por el nivel de actividad y de compra es un acaparador o colero...aquí hay tecnología y conocimiento de sobra para eso! pero lo que veo a la luz de los hechos es que ha faltado y falta voluntad política, sensibilidad y cojon..para resolver ese problema.

  • Frank dijo:

    "Río revuelto, ganancia de revendedores". Quizás haya algún lugar donde sea imposible hacerlo, pero de lo que SÍ estoy seguro es de que se puede organizar. En nuestro Consejo Popular se organizó, de tal manera que todo lo que se vende se hace por bodegas, libreta de abastecimientos y un "cartabón" parecido a los que usa comercio, uno para cada bodega. todos los núcleos alcanzan, poco a poco, de todo lo que se expende, se atienden a los más vulnerables e incluso los que tienen hogares, pero no libretas, también son atendidos. Autoridades del gobierno, trabajadores sociales, personas de la comunidad contribuyen al mantenimiento del sistema creado. En las condiciones en que está ahora la sociedad y la economía no queda de otra que no sea la organización y el control. para lograrlo solo se necesita VOLUNTAD.

  • Yo dijo:

    Otro ejemplo de esto podría verse en las tiendas del Centro de Negocios de Miramar. Totalmente acomodadas para los revendedores.
    Muy buen artículo. Es un problema que nos afecta terriblemente al pueblo trabajador.

  • carlos dijo:

    Este problema social puede resolverse racionando de manera efectiva los productos deficitarios que se venden en las TRD aún cuando sea en cantidades mínimas y cuando digo de manera efectiva no es dando a los que laboran en las tiendas laboran la facultad de decidir, TENEMOS UNA LIBRETA DE ABASTECIMIENTO en la cual se refleja lo que cada quien compró en cada mes, sencillo con la libreta de abastecimiento y el carnet de identidad de un miembro del núcleo familiar el control y el orden aumentan y si un núcleo no tiene integrantes que puedan hacerlo para eso esta lo creado para atender a estas familias, no se puede permitir que parásitos que no trabajan ser burlen de nuestro pueblo trabajador e impongan el ritmo de vida, debemos tomar por asalto las calles y dar un golpe certero a la impunidad. Sobre el empleo de ancianos, impedidos y menores para estas prácticas se deben tomar las medidas más severas que la ley establece. Y BASTA con decir que no se sabe quienes son los coleros y revendedores, que aquí tanto los dependientes de las tiendas, el personal designado para mantener el orden en las colas y el pueblo en general saben en quien es quien.

  • EPonce dijo:

    Leo este artículo y pienso en la Tienda Virtual de Mayabeque.
    Se repite todo, hacen nos se que (porque es en el sistema computarizado) y esconden los productos cerrando la página y abriéndola en cualquier instante del día (claro hay "adivinos" que saben a que hora y cuando Ud. descubre que sacaron módulos, ya se agotaron.
    Se agotan en segundos, 200 o 500 módulos que se suponen sacaron se agotan en segundos. !!! MILAGRO INFORMÁTICO !!!.
    ¿ Quién le pone freno a lo que a las claras es una variante de desvios ?.

    • Liuva dijo:

      Deberían investigarse los hechos que denuncia por su gravedad. Una simple auditoría informática esclarecería toda esa trama.

    • m&m dijo:

      el Ponce, es simple, hay una aplicacion movil que alerta, y puede ir luego a l sitio a comprar

      pero mejor, en Telegram hay un canal automatico que alerta cuando salieron a venta modulos, y ya da la direccion directa. asi se entera de inmediato en su movil

      si tiene su navegador ya logueado con credencial a las tiendas a que este registrado, es solo dar clic en el vinculo que le llega, y accede a la pagina del producto, y solo es dar dos o tres clics mas y ya compro, asi es muy, pero muy rapido comprar. desde la alerta a el pago

  • NNN dijo:

    Artículo preciso, detallado y que enuncia un problema mayor. Nadie se responsabiliza y todo sigue igual, Si no me toca, viró la cara y sigo. No esta dentro de mi contenido de trabajo. Ese es el pensamiento q esta acabando con nosotros. Las colas afectan a todos pero el q trabaja es el más afectado. O dejas de trabajar una semana para poder comprar o no comes. Si quieren saber la verdad de este argumento. Intenta comprar algo en la tienda de Flores. Un día para marcar, otro para el ticket, comprar y un tercero para recuperarte. En el caso de q puedas conseguir lo q quieres. Felicidades. Sino, perdiste. Todo esto acompañado de un surtido de variados personajes q hacen de la cola una odisea digna de cuento.

  • Simple dijo:

    Nada la respuesta a los coleros y revendedores es el desabastecimiento en las tiendas si las tiendas estuvieran abastecidas no había ni revendedores ni coleros ni colas y les pongo un ejemplo yo salgo de mi casa a las 6 AM a trabajar llego a mi trabajo a las 7:30 AM y salgo a las 5 PM ya las tiendas están cerradas a quien le puedo comprar las cosas a los revendedores porque los cupet q son los q trabajan 24 horas están mas pelados que un plato vacío pero bueno aquí para todo hay una justificación y fíjense las tiendas no solo están desabastecidas de comida y aseo que es lo primordial sino que no hay nada no hay una muda de ropa no hay un par de zapados no hay un artículo ahora si quieres comprarte una nevera o un split por ejemplo es por USD que es eso si yo no gano esa moneda ni tengo a nadie que me lo mande de otro país a tengo que comprarlo por contrabando a precios descabellados para después perderle el 10% que es eso vamos hasta cuando

    • Renato Estrada dijo:

      Y tú crees que con el bloqueo y la Covid nuestras tiendas estarán abastecidas, creo que solo puede ocurrir si no damos nada por la libreta y en ese estupido caso sólo podrían comprar los que piensan así

  • LG dijo:

    Desde mi punto de vista veo muy mal y en ocasiones PESIMO el desenpeño de los agentes que estan cuidando las colas,digase policias,jefes de sector y oficiales del Minit,ya que ellos saben muy bien quienes son los coleros,los que siempre tienen todos los 1 turnos,los que marcan todos los dias y hacen caso omiso,en fin veo que no pasa nada,veo diariamente en la Tienda de Linea y 2,como la casona de enfrente tiene el poder abosoluto de la cola en esa tienda,se rotan dia y noche cuidandola y cuando entra el pollo u otra cosa a la tienda(por cierto martes y jueves) ellos solo son los primeros 50 turnos y eso el jefe de sector que cuida la cola no lo ve o se hace el ciego,no entiendo nada siempre es igual,mes tras mes,despues ves al doblar de la tienda por la calle 2 tiradas en el piso con los bultos,maletines y niños las coleras y coleros cargaos y nadie hace nada,no se sigo sin entender la policia donde esta,que hace.
    Saludos

  • Viltres dijo:

    Yo llevo años hablando de productos de 1necesidad de precio de vianda de transporte y mira que modifican y reuniones y no se resuelve nada y analizo mira que bien sea controlado la covid en 4 meses xq x que asido una contante pi desde puesto de mando,paneles de información un guia informando,vijilancia tv x provincia entonces de qué estamos hablando se puede o no se puede controlar las demás cosas

  • Luis Roberto dijo:

    Tienen que poner todo por la libreta. No lo hacen porque no quieren, porque se están beneficiando de esta situación unos cuantos delincuentes, dentro y fuera de las tiendas. Que están esperando?

  • Yudislandry dijo:

    Excelente artículo, es un tema muy tratado hoy en la familia cubana, además de que es conocida la problemática por todas las autoridades de nuestro país. Este fenómeno no solo se presenta en Villa Clara, es un problema presente en todas las provincias y municipios de nuestro país.
    La situación actual requiere de una actuación inmediata por parte de todos, no es comprencible bajo ninguna circunstancia que algunas personas se aprovechen de otras solo porque no tienen el tiempo disponible para estar haciendo las largas colas, rectificando turnos tanto a las 8 de la mañana como a las 5 de la tarde, aprovechándose de aquellos que tienen que trabajar para que nuestro país avance, o aprovechándose de otros que viven distantes de las tiendas.
    No podemos ser indolentes ante tal situación, y pagar 30 y 40 CUC por un ticket o un turno en dependencia de lo que se vaya a comprar.
    A modo de sugerencia, una variante para resolver esta situación, podría ser que estas listas, o turnos o ticket, que de forma general es la misma cosa, se realizaran de forma virtual y se publicara su avance en el día, o se planificaran cantidad de personas reservadas para atencer en la tienda, validando que no sea la misma persona ni la misma tarjeta para comprar el mismo artículo, porque podría entonces generar acaparamiento y la sosobra en la población.
    La actuación debe ser de todos y la solución debe buscarse de forma inmediata.

Se han publicado 772 comentarios



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Yunier Javier Sifonte Díaz

Yunier Javier Sifonte Díaz

Graduado de Periodismo en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en el año 2016. Periodista de Telecubanacán. Colaborador de Cubadebate. En Twitter: @yunier_sifonte

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