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De colas y coleros: ¿Terreno a la deriva? (+ Video)

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Desde hace meses las colas dan de qué hablar en todo el país. Foto: Carlos Rodríguez/Vanguardia.

Aun no amanece y Xiomara Martínez espera el Sol sentada en el portal de una de las tiendas de Santa Clara. Tiene 52 años, el pelo rizado y unos impresionantes ojos azules. Sin embargo, hoy luce menos coqueta y tiene apagada la mirada. Las seis horas cuidando su turno en la cola para comprar pollo, la madrugada, el café frío de las cuatro de la mañana, le devuelven un cuerpo adolorido, pero aun con la esperanza de alcanzar un producto que no puede pagar a sobreprecio.

Casi en el lado opuesto de la urbe, Yaimara Estévez también pasó la noche en vela junto a las columnas de otra tienda. Como Xiomara, a ella tampoco le sobra el dinero para darle a los revendedores el doble o el triple del valor de la mercancía y prefiere permanecer allí para conservar su puesto. “Si no dormimos aquí —dice— alguien puede llegar y desplazarnos”. Es su octavo día en los portales. Al menos otras 50 personas la acompañan.

Son apenas dos realidades de las muchas vividas desde hace semanas por quienes llegan hasta los establecimientos estatales para adquirir alimentos o productos de aseo. En los lugares dedicados a la venta en moneda libremente convertible la situación se repite.

En primer lugar representa un propósito complejo por las circunstancias de desabastecimiento, reducciones en la producción nacional, limitaciones financieras e ineficiencias en la distribución. Y junto a ello, también porque coleros y revendedores tienen mil y una estrategias para hacerse con lo poco que llega a los mercados y centros comerciales.

No es un escenario nuevo en el país, pero quizás como pocas veces en los últimos 25 años afecta tanto al bolsillo ciudadano, irrita las emociones y agrega tensión a un sistema de comercio estatal en varias ocasiones superado por la realidad.

En los portales

Muchas coleras evitan dar explicaciones sobre su forma de actuar. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Solo basta llegar a cualquier tienda para reconocer a los coleros. Mochilas, movimientos constantes, dominio absoluto de los productos en existencia e informaciones sobre las próximas ventas, conforman su día a día. Pocos tienen vínculo laboral. Algunos compran para revender ellos mismos, otros para surtir a pequeños negocios particulares.

Yanay Toledo es una de las que cada día aparece en las tiendas para acaparar todo cuanto puede. Aunque tiene poca experiencia, conoce al dedillo la forma básica de actuar: ir junto a otras coleras para buscar puestos al principio, en el medio y al final de la línea. En cada incursión marca para ella y sus “compañeras”. Si todo marcha bien todas compran al menos tres veces en cada lugar.  

Como si fuera un esquema con pocos fallos, el mecanismo lo repiten en otras tiendas de la ciudad y poco a poco se apropian de una cantidad considerable de productos. “A veces estamos en una cola y avisan que casi llega el turno para comprar en otra donde también sacamos números. Vamos para allá y entramos, en mi caso guardo el producto cerca y regreso a la fila”, asegura.

Casi como en un susurro, confiesa preferir los establecimientos grandes, “porque casi siempre tienen más ofertas, una gran cantidad de personas, y una mayor facilidad para pasar varias veces sin llamar la atención”. Otra de sus estrategias consiste en cambiarse la ropa, el nasobuco o el peinado, aunque algunas más osadas también van a las colas con niños pequeños en los brazos. Es una práctica diseñada tanto para comprar doble como para lucir más vulnerables.

Muchas coleras asisten con niños pequeños a las filas. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Así, un champú que no sobrepasa los 3 CUC asciende a diez en manos de revendedores, un jabón a cinco, un tubo de pasta a quince o un paquete de detergente también a diez. Pollo, otros productos de aseo, cervezas y refrescos, junto a un gran grupo de mercancías, también triplican su valor en un mercado informal mucho más visible y peligroso en tiempos de COVID-19, pero que no nació ahora ni tiene una única forma de dañar.

Para Marisela Ramírez, una arquitecta que cada semana sale a las tiendas para surtir su cocina, todo pasa por la impunidad y el descontrol. Para ella, la primera muestra es que antes de aparecer un producto en los estantes ya los acaparadores saben la cantidad e incluso cuándo lo venderán.

“No es fácil trabajar todo el día, venir a comprar e irse con las manos vacías porque otros que viven de hacer colas se llevaron los productos. Incluso, duele más porque luego te los venden hasta en los mismos portales de la tienda donde tú no alcanzaste”, lamenta.

A la reflexión de Marisela se le pueden agregar otras interrogantes. ¿Todos los coleros se dedican exclusivamente a acaparar mercancías? ¿Qué sucede con quienes organizan colas con el fin de aprovecharse de ellas? ¿Por qué cuesta tanto eliminar un fenómeno visible y con poco sustento ético y legal? Responder esas dudas obliga a dar pasos al interior de un panorama mucho más complejo de lo que luce en apariencia.

Colas adentro… negocios más oscuros

Muchos de los coleros no tienen vínculo laboral. Caricatura: Ramón Díaz Yanes.

El tumulto se concentra dos veces al día. Sea sábado o domingo, llueva o haga calor, las más de cien personas reunidas saben que las siete de la mañana y las cinco de la tarde son horas inviolables para conservar su turno en una de las tiendas de equipos electrodomésticos en Santa Clara. Entonces todos rectifican su puesto en una lista creada por ellos para ordenar las compras. Luego solo resta esperar.

Ese mecanismo es uno de los más extendidos en varias tiendas del país. Esencialmente, apareció como un intento de organización colegiada que hasta ahora tiene resultados intermitentes. En algunos lugares personas autorizadas se encargan de repartir los boletos, en otros ocurre por iniciativa personal. Y en esos casos, más dados a la espontaneidad que a lo sistemático, cada vez aparecen situaciones más turbias.

Como parte de ese entramado sistema de listas, turnos, horarios y rectificaciones, junto a los acaparadores también confluyen en los portales de los establecimientos quienes hallaron en esa supuesta organización su filón de oportunismo e ilegalidad. Heriberto Díaz, un albañil de 42 años, revela cómo algunos coleros están en las tiendas para vender los turnos y no para comprar mercancías.

“Hace tres días llegué antes de las seis de la mañana y ya había una lista enorme. Enseguida una persona se me acercó y me propuso un turno entre los primeros de la fila. Allí en el mismo portal me dio el número y a las dos horas ya había comprado. Resulta que era el mismo que organizó la cola desde el día antes y por supuesto guardó turnos para su negocio”, cuenta.

Un simple recorrido por algunos puntos de Santa Clara confirma su historia. Por ejemplo, un sitio entre los primeros puestos de las colas para comprar alimentos o productos de aseo cuesta entre cinco y diez CUC. En las tiendas para la venta de electrodomésticos el precio aumenta drásticamente y según el equipo un turno oscila entre 50 y 150 CUC. A menos de un año de la apertura de esos lugares, ya el negocio ilícito es allí una práctica consolidada.

La imagen, captada mediante el sistema de cámaras de videoprotección instalada en algunos puntos, muestra el momento de la venta de los tickets. Minutos después ambos ciudadanos fueron detenidos por la policía.

Un colero que dijo llamarse Alain le explicó a Cubadebate los argumentos que según él justifican esas acciones.

“La gente tiene necesidad de comprar y muchos no pueden pasar todo el día en la cola. Yo por lo general digo que conmigo vienen cinco personas para no quemar el punto. Cuando alguien llega y lo veo marcando al final voy y le propongo un lugar, aunque otras veces ellos mismos aparecen directo a buscar quién les resuelva. Si tienen el dinero, esa es su posibilidad de quitarse las colas de arriba”, comenta.

Alain sabe que revender los turnos está mal, pero parece importarle poco. Acostumbrado a un panorama invariable desde hace años, luce confiado. No obstante, prefiere callar cuando uno le cuestiona por qué varios coleros acosan a los clientes, o por qué reaccionan con amenazas e insultos si alguien intenta llamarlos al orden, impedir que se apropien de varios turnos o marquen más de una vez.

Asimismo, dice no conocer por qué otros le pagan a embarazadas, discapacitados o ancianos para que compren y luego les den los productos.  Tampoco conoce que en las tiendas de equipos electrodomésticos algunos ni siquiera acaparan mercancías o revenden turnos, sino que le facilitan su tarjeta magnética a quienes no posean una y reciben una comisión por ello.

Ante cada interrogante solo tiene una respuesta: “Chama, aquí cada cual sabe lo que hace”. Da la espalda y regresa junto a una columna. Indiscutiblemente, las preguntas lo incomodaron.

Responsabilidad y organización: ¿En tierra de nadie?

Desde que comenzó la lucha contra la COVID-19 no han faltado oficiales de la PNR en los puntos de venta más concurridos. Foto: Yunier Sifonte.

Aunque desde hace un mes Lizardo Sánchez hace una cola para comprar una nevera, cuando llegó por primera vez a la tienda casi desiste. La espera, la cantidad de personas con un mismo objetivo, los coleros, la reventa de turnos, tienen cientos de desencantos a su favor. Sin embargo, él se contuvo y anotó su nombre en una lista informal, el procedimiento de quienes no tienen o no quieren pagar los dólares suficientes para adelantar su lugar.

En cuatro semanas Lizardo ha visto mucho, pero todavía le quedan siete personas por delante. Con el cansancio marcado en el rostro, explica por qué dos veces al día todos los de la cola deben reunirse en un parque a más de 400 metros para rectificar el orden.

“Organizamos la cola porque la tienda no lo hace. Si no existiera la lista, tendríamos que dormir aquí hasta poder comprar, o arriesgarnos al desorden cuando entre un producto. Sin embargo, no podemos verificar los números frente a la entidad, porque si las autoridades te ven con un ticket entonces eres colero y te buscas un problema”, comenta.

Como ellos, otra gran cantidad de personas que habitualmente soportan tanto las largas esperas como a quienes acaparan los productos, se hacen la misma pregunta: ¿por qué las tiendas no asumen la responsabilidad de organizar las colas? Si es conocida la insuficiencia de los abastecimientos, ¿qué les impide a las administraciones crear tickets o listas oficiales y así al menos evitar la dispersión existente en la manera de ordenar las filas?

El Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara ofrece una respuesta. Aunque reconoce que sí mantienen la disciplina en cuanto a las medidas sanitarias y el distanciamiento físico, alega que su entidad no tiene dentro de sus funciones organizar lo que ocurre fuera de cada establecimiento.

“No estamos facultados para hacer listas o entregar turnos, tampoco para orientar rectificaciones a deshora. Sí les comunicamos a las personas la cantidad de mercancía a vender, para que en base a eso se organicen. Son los delegados de circunscripción, alguien perteneciente a las organizaciones de masas o algún cliente en coordinación con ellos quienes se ocupan de eso. En muchos lugares funciona bien, lamentablemente en otros no”, afirma.

La entrega de tickets funciona de forma intermitente y origina conductas delictivas. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Algo similar ocurre en las Tiendas Caribe. Aunque Cubadebate no tuvo acceso al interior de las tiendas, desde los portales varios clientes coincidieron en una misma idea: aquí las administraciones tampoco asumen esa responsabilidad. Otros también se quejaron de la pobre información existente en los locales, muchas veces la causa principal de tumultos innecesarios. Mientras espera, Yuleisy Abreu resume muy bien el asunto.

“Si la población hace listas y reparte números, la tienda también puede hacerlo. Si tengo un ticket oficial y aun no compré cuando termina el día, me puedo ir para mi casa porque sé que mañana mi puesto sigue garantizado. Se evitarían las diferentes maneras de organizar las colas y les quitarían la posibilidad a personas inescrupulosas de manejarlas para beneficio personal. Solo habría que controlar a quienes acaparan. Creo que tantas personas no podemos estar equivocadas”, asegura.

Yuleisy tiene algo de razón, aunque necesita ir más allá para garantizar que en esa supuesta entrega de números no se repita el mismo esquema de acaparamiento visto en prácticas similares.

De cualquier forma, ante las trabas de las cadenas de tiendas para incidir en esa organización, muchos ponen su mirada en los oficiales del Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, habituales desde hace meses en puntos comerciales del país. Sin embargo, aquí tampoco aparece una solución clara.

Lo confirma el Teniente Coronel Carlos Alberto Morales López, Segundo Jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Villa Clara. Según dice, como parte de misiones de los oficiales no aparece tomar parte en las medidas adoptadas por las administraciones sobre la forma de organizar la cola. Pero si tenemos en cuenta que esas administraciones tampoco consideran el asunto dentro de sus facultades, sencillamente el fenómeno queda en tierra de nadie.

“No estamos de espalda, pero no nos corresponde. Sí nos toca —explica— hacer cumplir las decisiones adoptadas, evitar las agresiones, mantener el orden y combatir el acaparamiento”. Sin embargo, de acuerdo a sus propias cifras, entre las más de 200 acciones de enfrentamiento realizadas por la PNR en las colas hasta junio, solo una corresponde al delito de especulación y acaparamiento y seis al de actividades económicas ilícitas.

En las colas más complejas, los números muchas veces se rectifican dos veces al día. Foto: Orlando Morales/Telecubanacán.

Por su parte, según datos aportados por el Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, las operaciones de la PNR junto a la de otros órganos de control, suman hasta esa misma fecha doce procesos judiciales asociados a esos delitos en los alrededores de las cadenas de tiendas. En ambos casos, es una cifra bajísima para un asunto cotidiano.

Mientras unos y otros coinciden en desplazar su responsabilidad en el asunto, otros actores tampoco ofrecen una solución estable. Así, delegados de circunscripción, miembros de los contingentes de las organizaciones de masas y de estudiantes universitarios, o activistas de la comunidad, garantizan un cierto orden y asumen con mayor o menor éxito esa función.

Ciertamente en más de un establecimiento sí existe cooperación con los trabajadores de la tienda, pero sin constancia poco se puede lograr. Aunque el hecho de dar un ticket “oficial” no resuelve del todo un asunto tan complejo, al menos sí evitaría los negocios ilícitos, las rectificaciones de listas y las madrugadas en los portales por miedo a perder el lugar.

Punto clave: Abastecimientos

En más de una ocasión mucha mercancía termina en manos de las mismas personas. Caricatura: Ramón Díaz Yanes.

No hace falta preguntar demasiado para encontrar la solución definitiva al problema de las colas y los revendedores: abastecimientos. Esa fue también una de las conclusiones más recurrentes hace un mes cuando Cubadebate publicó un reportaje sobre el uso de sitios digitales y grupos en redes sociales para la comercialización ilegal de mercancías. Sin dudas es el camino, aunque transitarlo con éxito tiene poco de sencillez e ingenuidad.

Dejémoslo claro: en un contexto marcado por el el creciente y lacerante daño del bloqueo estadounidense, el impacto financiero de la COVID-19 , las insuficiencias productivas de nuestra economía, la corrupción, y la burocracia, aspirar a tener de la noche a la mañana tiendas repletas de productos significa un espejismo. En tal sentido, ahora se trata de optimizar los recursos y distribuirlos de la mejor manera posible.

Para Juan Carlos Marante, Gerente Comercial de la Corporación CIMEX en Villa Clara, responder a esos objetivos implica conocer las restricciones existentes a nivel nacional para un grupo importante de mercancías. No obstante, asegura que en los más de 110 puntos de venta abiertos en toda la provincia durante el último trimestre aplicaron medidas organizativas para sostener el servicio. En los restantes existentes en Cuba ocurrió algo similar.

Entre las nuevas disposiciones, cita la rotación de los productos de mayor demanda para que no siempre lleguen a los mismos establecimientos. Junto a ello, habla de las más de 150 ventas de módulos en centros de trabajo, así como de las más de cien veces que llevaron mercancías a zonas de difícil acceso.

Tampoco olvida las gestiones para acortar tiempos entre la recepción de los productos y su salida al mercado. Aun así, reconoce que “la demanda aumenta y la insatisfacción es grande”.

Muchas veces la necesaria rotación de los productos crea incertidumbres en las colas. Caricatura: Martirena.

Un pensamiento similar tiene Digna Morales, Directora del Grupo Empresarial del Comercio (GEC) en Villa Clara, y una mujer acostumbrada durante años a lidiar con el mercado. Aunque desde hace meses al territorio casi no llegan productos liberados, ella enfatiza en el empleo de las bodegas para distribuir trimestralmente insumos de primera necesidad como la pasta dental, los jabones o la lejía.

“Casi todo llega contra la cantidad de personas en los núcleos y su comercialización ocurre a través de la libreta de abastecimientos, así que si alguien revende algo significa que no lo utilizó o lo desvió de algún almacén”, comenta.

Para realizar este reportaje Cubadebate también buscó las experiencias de la Cadena de Tiendas Caribe, el tercer actor fundamental del comercio minorista cubano en tiempos de COVID-19. Sin embargo, luego de 15 días desde la solicitud de la entrevista y más de diez llamadas telefónicas para obtener una respuesta, la división Villa Clara prefirió el silencio.

No obstante, la intervención en la Mesa Redonda del 27 de marzo último de Yamilet Álvarez Tejo, su Jefa Comercial a nivel de país, ofrece algunas luces sobre cómo enfrentaron la pandemia. Sus palabras confirmaron una verdad fundamental: la situación de escasez no surgió con el nuevo virus, solo se agudizó con él.

En el programa televisivo comentó sobre las regulaciones a 54 productos para optimizar los inventarios, mientras recordó el papel de cada administración para controlar otros en dependencia de la demanda y la cantidad. “Tratamos de mantener regularidad en la distribución y una mayor equidad —dijo—, pero aun con decisiones organizativas para minimizarlas, las colas no van a desaparecer”. El tiempo le dio la razón.

Por su parte, en la Mesa Redonda del 14 de mayo la Directora General de esa cadena de tiendas, Ana María Ortega Tamayo, enfatizó en la prioridad que tiene este asunto. Informó que durante la COVID-19 el Gobierno les garantizó liquidez para adquirir un grupo de alimentos básicos, productos de aseo e higiene y la canastilla. “Aunque no logramos satisfacer la demanda ni la estabilidad, existe un crecimiento de las ventas”, apuntó.

Tanto el Gerente Comercial de CIMEX como la directora del GEC en Villa Clara coinciden en un panorama similar y aseguran que en el último trimestre algunos abastecimientos también superaron las entregas habituales. En cambio, explican que esa situación no compensó la demanda, sobre todo porque continúan reducidas o cerradas otras opciones, como las de la importación personal, que satisfacían una parte de las necesidades.

Con un escenario marcado por el incremento del consumo y una reducción en la cantidad y sobre todo en la variedad de opciones, resultan más estratégicos todavía la planificación, el control y la inventiva. Los dos primeros porque optimizan recursos y evitan las fugas. La innovación, porque rompe viejos esquemas en las estrategias de comercialización y las adapta a una nueva y excepcional circunstancia. En todas faltan muchos senderos por explorar.

Controlar el descontrol

La APK Porter@ aun no se usa en todos los lugares.

¿Qué hacer para que más personas accedan a los productos? ¿Cómo evitar que coleros y revendedores se conviertan en un gran peso para un mercado impedido de suplir la demanda? ¿Es posible optimizar la distribución de los recursos disponibles? Para muchos esas y otras preguntas tienen respuestas diversas.

La primera es quizás la más popular: vender todas las mercancías a través de la libreta de abastecimientos. Quienes defienden esa idea basan sus argumentos en dos puntos fundamentales: la equidad y la amplia red de esos establecimientos en toda Cuba. A fin de cuentas, el país tiene más de 12 700 bodegas frente a casi 3500 tiendas Caribe y CIMEX. En otras palabras, existen casi 4 bodegas por cada punto de venta de esas cadenas.

Aun así, en la Mesa Redonda del 27 de marzo de este año el Viceprimer Ministro y Ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, explicó que “distribuiremos nuestras producciones lo más equitativamente posible, pero no podemos repartir lo que no tenemos en disponibilidad”. En esa misma línea, Digna Morales, directora del GEC en Villa Clara, reafirma que “no se puede normar un producto si no hay para todos”.

En la economía casi ajedrecística del país, planificar las importaciones a largo plazo no resulta sencillo. Tampoco lo es que cientos de familias esperen su momento de comprar y no puedan hacerlo por retrasos en el arribo de mercancías a la Isla. En cambio, muchos se preguntan si aun con esa realidad no sería factible establecer un mecanismo de rotación similar al de los módulos repartidos por las bodegas en el último trimestre.

Otra de las posibles ayudas para solucionar el asunto llega de la mano de la tecnología. Se trata del empleo de la aplicación Porter@, una herramienta digital creada en la Isla para organizar las colas y evitar el acaparamiento. Mediante el escaneo del código QR plasmado en el carnet de identidad, la APK alerta si una persona ya compró en esa cola. A todas luces es un instrumento útil, pero poco utilizado en el país.  

Aunque los tramposos pudieran utilizar varios documentos de identidad y pasar más de una vez como una de las maneras de burlarla, la aplicación sí tiene potencialidades para sumarse a la organización de las compras. No obstante, aun quedan por resolver problemas como el planteado por el Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara, con personal insuficiente en algunas tiendas para destinar un trabajador solo a utilizar la APK.

De igual modo, la herramienta también puede servir a las administraciones para comparar el total de la mercancía vendida en una jornada con el número de clientes atendidos. Y esa posibilidad significa una opción más a la hora de auditar un proceso no exento de corrupción y de vínculos entre dependientes y coleros.

Aunque embarazadas, adultos mayores y discapacitados tienen derecho a comprar, algunos coleros los utilizan para comprar hacerse de mayor cantidad de productos. Foto: Yunier Sifonte.

Así lo reconoció la directora general de Tiendas Caribe, Ana María Ortega Tamayo, en la Mesa Redonda del 14 de mayo. Entonces llamó la atención sobre las manifestaciones de indisciplinas e ilegalidad que todavía persisten.

“Todos los que se han puesto de acuerdo con acaparadores y revendedores han cometido delitos y esto ha tenido una respuesta enérgica. Los revendedores y acaparadores tienen un efecto muy nocivo y cuentan con un grado de complicidad con algunos de nuestros trabajadores”, alertó.

Por su parte, el Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara también reconoce el problema y asegura que “nuestro personal sabe que una indisciplina como reservar mercancía significa la separación de la entidad, porque es una falta grave”. Aun así, no son pocos los que alertan sobre la ocurrencia de hechos de este tipo.

El ejemplo lo pone la tienda La Villa de París, perteneciente a Tiendas Caribe y ubicada en Sagua la Grande. Luego de una llamada a la línea única de la Fiscalía General de la República, se conoció que allí le informaron a las personas la distribución de 500 tickets. Sin embargo, cuando habían comprado 170 clientes anunciaron la terminación de algunos productos. Luego se comprobó que en la caja registradora ya estaba anotado el total de la mercancía.

El uso de contingentes de jóvenes universitarios y de organizaciones de masas contribuye a ordenar las colas. Foto: Francisnet Díaz/Vanguardia.

Mientras tanto, una estrategia no implementada para enfrentar a los acaparadores en las tiendas de alta gama, pudiera estar en la aplicación del mismo sistema de reportes automáticos existente en los servicentros. Ese mecanismo permite identificar las tarjetas repetitivas o con altas descargas, justo como la de un ciudadano que hace un mes utilizó la suya para comprar 19 productos en ocho semanas y luego revenderlos.

Finalmente, un mayor impulso a las tiendas virtuales y una optimización de todos sus procesos y ofertas, también representa un importante espacio por llenar. En un amplio reportaje publicado por Cubadebate sobre el tema, quedó clara la importancia de fortalecer esta nueva opción, porque además de facilitarle la vida a muchos, también permite saltarse tanto las colas como a quienes lucran en ellas.

En todo este asunto una verdad sobresale: las colas y las ilegalidades en ellas son consecuencia del desabastecimiento como problema mayor. Trabajar por resolverlo con eficacia, productividad e inteligencia, es una meta imprescindible. Pero en esa batalla por alcanzarla, también lo es no adoptar posiciones complacientes y justificar lo ilegal y lo antiético bajo el dogma de que “el fin justifica los medios”.

Si algo queda claro es que minimizar la actual situación no depende de una sola entidad ni de voluntades individuales; también que son necesarias posturas más activas de todos los implicados. Como demuestran varios sectores durante el enfrentamiento a la pandemia, casi todo requiere obligatoriamente modos distintos de actuación para vencer los obstáculos impuestos por la enfermedad.

Pensamiento colectivo, aprovechar cada uno de los mecanismos disponibles y la interrelación constante entre ellos para enfrentar a los acaparadores, son asuntos vitales para avanzar. Porque mientras eso llega y de un lado y del otro se intenta poner orden al descontrol, cientos de personas continúan agobiadas en las colas y los coleros no han dejado de hacer el pan.

En video: De colas y coleros

Vea además:

Compraventas online: Los “huecos negros” del comercio en Cuba

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  • Alejandro dijo:

    Llevamos tantos años echándole la culpa al bloqueo que se ha hecho costumbre y consigna, la culpa de la situación económica del cubano no la tiene nadie más que el mismo cubano, que se la pasa " luchando" nueva o antigua definición de robar. Desde el director, administrador, o gerente, que crea, permite, o se hace el de la vista gorda ante el robo e ilegalidades de sus subordinados, hasta el colero, revendedor, y las autoridades que se hacen los desentendidos hasta que ya es demasiado el negocio y están obligados a intervenir, e incluso el comprador que le da vida al revendedor. Por qué los carretilleros tienen productos que el agro no, y casi todo el año. Nosotros somos los culpables de nuestra desgracia.

  • Miguel dijo:

    El articulo toca todos los problemas que existen con las colas,la pelota esta en cancha de los directivos del pais, todo el mundo sabe que tenemos problemas con los abastecimiento de los productos, pero no podemos convivir con la corrupcion que esta a nuestro alrededor.NO podemos seguir con las manos atadas.
    QUE PASARA CON EL DIRECTIVO QUE NO RESPONDIO A LAS LLAMADAS DE CUBADEBATE Y 15 DIAS, VIOLANDO LO APROBADO EN LA CONSTITUCION.

  • oflaven dijo:

    Profundo analisis de una grave situacion nacional. Felicitaciones a los autores por la seriedad e imparcialidad de la exposicion de una mancha en el comportamiento de elementos negativos de la sociedad.
    Ante esta realidad, que contiene origenes objetivos de escases material, hay aspectos de indole moral que deben ser debatidos publicamente y con la misma inteligencia colectiva y la firme voluntad politica que ha permitido un incuestionable exito en el control de la covid 19, grave problema aun sin resolver en las poderosas potencias economicas y paises de este continente.
    El silencio se podria interpretar como conformidad ante esta situacion. Prueba de lo contrario resulta la tonica de divulgar por los noticieros de las acciones que se toman contra las actividades de corrupcion que se denuncian por el pueblo y que como es sabido no son nuevas, pero si la disposicion de un enfrentamiento energico.
    Si nos lo proponemos, encontraremos formulas para ordenar el caos, aunque no sean perfectas ni igualitarias. Una vez mas pensemos como pais.

  • Oscarito dijo:

    Según el artículo, TRD se negó a brindar información o lo que es peor, tiró a basura al periodista. Y me pregunto: Quién se cree TRD que es? Cómo puede suceder esto cuando nuestro Presidente llama a mantener el oído pegado a la gente? Esperemos que Cubadebate reciba una explicación

    • osntg dijo:

      totalmente de acuerdo, espero que muy pronto TRD explique por qué tuvo esa posición con el periodista. Este pueblo necesita respuestas, y periodistas como este deben ser aplaudidos, ha adelantado el trabajo a las autoridades para que vayan sobre todo aquel que no quiero responder o que tal vez esconde su respuesta.

    • Manuel dijo:

      Una falta de respeto con el periodista. Muy bien por cubadebate de publicar articulos como este. Digan que tienda no quisieron responder. Saludos

  • Cubana Deapie dijo:

    Bueno el artículo. Ayer hice una cola de 4 horas en el nuevo mercado de 12 y 25 Vedado, a partir de las 11am cuando acababa d llegar el pollo. NO ALCANCE POLLO y me enteré a las 3:30pm.
    El tema de la libreta se responde rápidamente con que no alcanza para todos. Pero tampoco el detergente de fregar alcanza para todos y lo recibimos cada 3 meses sin colas desgastantes. Es cierto que no alcanza pero tenemos la certeza de que nos tocará y que la distribución es justa. Aquel que no tenga libreta en el lugar donde reside, que se apunte en la piloto de su municipio y que espere por el trámite de baja en el lugar de residencia anterior.
    Demostremos que la calidad de vida del cubano es lo que importa y que no solo está escrito en la Constitución. La libreta permite distribuir por persona pero también por núcleos y por edades. Este problema sabemos que no es sencillo, pero su impacto en la vida del buen cubano requiere de urgente intervención estatal y la sinergia entre entidades que hoy se pelotean la responsabilidad.

  • JDBC dijo:

    La causa de todo esto es la escacez. Como se explica que si hasta los dirigentes han reconocido el impacto que tienen en el consumo las importaciones personales, pretendan limitar a los viajeros a solo 2 maletas, y todo para aliviar el trabajo en los aeropuertos........No se explica que ante tanto desabastecimiento, limiten la iniciativa de las personas......

  • Cubana 100 % dijo:

    Es una temática muy recurrente en los últimos tiempos y no sólo en Villa Clara, el resto del país también la sufre. Ahora cabe preguntarse hasta cuándo será la indolencia de las autoridades que deben poner coto a esa situación??? que no sólo se confirma en las colas sino en los sitios digitales donde puedes adquirir toda esa mercancía cuyo valor ya fue multiplicado por 5, 6 o más. Es tiempo ya de tomar partido en el asunto y que las autoridades se auxilien más de las tecnologías para que puedan enfrentar estos fenómenos.

  • Wil dijo:

    Ya que ese es el trabajo de muchos cubanos: ser coleros, revendedores, acaparadores...como se les quiera llamar por que en vez de atacarlos y tratar de eliminarlos no los ayudamos y se les cobra impuestos, etc pues seria una modalidad del TCP, y tienen q vender sus productos cualquiera q sea como el estado decida o regule. ..y claro el q no esté legal lleva su correspondiente sancion.. así de lo malo sacaríamos provecho y estarían ayudando a la economía del país

  • Felisa Perez dijo:

    Yo he sido testigo durante todos estos meses de lo que sucede en Santa Clara y realmente ya es mucho descaro y pienso que la PNR si pudiera hacer más precisamente porque representan la justicia y el orden en una ciudad.Muchas veces los oficiales de la policía son jovenes a los que la población no respeta y los mas profesionales conocen perfectamente al famoso grupo de coleras llamadas las 101 dálmatas con sus mochilas en la espalda llena de mercancía y tampoco toman las medidas con el rigor que lleva en ese momento. Si en lugares como el reparto José Martí y otros piden el carnét de identidad y escanean este porque en las tiendas del centro de la ciudad no lo hacen. Tampoco entiendo porque si la mercancia entra a un establecimiento y terminan de descargar a las 3.50 PM esperan al dia siguiente para comenzar a vender. Igualmente los dependientes se demoran y en ocasiones tratan en mala forma al cliente o cierran 5 o 10 minutos antes la tienda quedando solo 7 personas por entrar como sucedio el pasado domingo en la tienda TRD Casa Caribe en Santa Clara. Basta con pasar por el barrio Condado y otros lugares que todo Santaclareño conoce para ver dicha mercancía en las puertas de las casas al triple y más del precio que tiene en la tiendas.Las medidas para acabar con esta situación debe ser sin mas espera.

  • TCM dijo:

    La causa de los revendedores es el debastecimiento de los mercados internos, que hace que la oferta no satisfaga a la demanda del pueblo; y las causas del debastecimiento es el bloqueo de EE.UU. y las deficiencias internas que el Estado Cubano no ha sabido solucionar, como la poca eficiencia y rentabilidad de muchas empresas estatales y la burocracia en el comercio, que atentan con los niveles de producion y la iniciativa de ciertos emprendedores.
    Amen de los problemas atribuibles e imputables al Estado, lo cierto es que el fenomeno de los revendedores de los productos minoristas, no puede ser tolerado bajo ninguna circustancia, pues en ningun pais del mundo se permite revender los productos del mercado minorista, toda vez que la cadena del comercio empieza con el PRODUCTOR - después el DISTRIBUIDOR- y por ultimo el VENDEDOR MINORISTA que son las tiendas con el precio final de la mercancia a la población. Este ultimo precio, se supone que no puede ser nuevamente objeto de comercializacion, dado que ello implicaría un aumento del precio final minorista del producto. Por ello, los acoparadores, especuladores y revendedores deben ser combatido con todo rigor, cosa que lamentablemente no se hace, como varias veces he podido apreciar. Durante todo estos meses de carencia, me he visto obligado hacer varias colas, incluso de un dia para otro sin dormir una hora siquiera, y al otro dia, despues de amanecer practicamnete al frente de la tienda, he pasado de ser el dos o tres, hacer el numero 30 en la cola, pues el primero antes que yó, ha dicho que ha marcado para 20 o más personas, fenomeno que se repite más de una vez en una misma cola, sin que nadie tome carta en el asunto, pues los agentes de la PNR, han dicho que ellos no organizan colas. Es lamentable,como a las narices de los policias, ocurran estos hechos ilicitos, y ellos respondan que no organizan colas.......
    Espero que un futuro inmediato la policia tome conciencia y empiecen a desarticular estas bandas de rebendedores que por la impunidad que los rodea cada dias ban en aumento, trasmitiendo a sus descendientes dicha forma de vida, ya que es comun ver como estos revendedores ponen a sus propios hijos a realizar estas formas desohonestas de lucrar.
    POR FAVOR QUE LA PNR SE PONGA LAS PILAS, pues constantemente decimos que Cuba es uno de los paises más seguros del mundo, y parece mentira que estos fenomenos de revenderores pasen practicamente inarvertidos a los ojos de la PNR, PTI, seguridad del Estado, etcetera.....

    En estos dias es sufrido en car

  • Variche dijo:

    Mucha atención a las respuestas que dan los directivos:

    El Gerente Comercial de CIMEX en Villa Clara ofrece una respuesta. Aunque reconoce que sí mantienen la disciplina en cuanto a las medidas sanitarias y el distanciamiento físico, alega que su entidad no tiene dentro de sus funciones organizar lo que ocurre fuera de cada establecimiento.

    “No estamos facultados para hacer listas o entregar turnos, tampoco para orientar rectificaciones a deshora. Sí les comunicamos a las personas la cantidad de mercancía a vender, para que en base a eso se organicen. Son los delegados de circunscripción, alguien perteneciente a las organizaciones de masas o algún cliente en coordinación con ellos quienes se ocupan de eso. En muchos lugares funciona bien, lamentablemente en otros no”, afirma.

    Me parece que en esta respuesta se encierra algo de falta del sentido de pertenencia a las entidades comercializadoras y en otro sentido hay gatos encerrados. Tal parece que quieren que las cosas sigan así. Claro a río revuelto ganancias para el pescador.

    Esta tarea es de todos y por tanto todo lo que suceda dentro y fuera de las tiendas sí debe interesarle.

  • @adriancamaguey dijo:

    Creer que el bloqueo no afecta en la capacidad del país de poseer divisas para importar es ser ignorante o cínico. Ahora, de que hay cosas mal organizadas, las hay.

  • Variche dijo:

    Palabras a tener en cuenta:

    Algo similar ocurre en las Tiendas Caribe. Aunque Cubadebate no tuvo acceso al interior de las tiendas, desde los portales varios clientes coincidieron en una misma idea: aquí las administraciones tampoco asumen esa responsabilidad. Otros también se quejaron de la pobre información existente en los locales, muchas veces la causa principal de tumultos innecesarios. Mientras espera, Yuleisy Abreu resume muy bien el asunto.

    “Si la población hace listas y reparte números, la tienda también puede hacerlo. Si tengo un ticket oficial y aun no compré cuando termina el día, me puedo ir para mi casa porque sé que mañana mi puesto sigue garantizado. Se evitarían las diferentes maneras de organizar las colas y les quitarían la posibilidad a personas inescrupulosas de manejarlas para beneficio personal. Solo habría que controlar a quienes acaparan. Creo que tantas personas no podemos estar equivocadas”, asegura.

    Sigo diciendo que tal parece que el tema de los coleros baneficia también a los tenderos. Hacerse responsable de las colas les afecta, así de simple.

  • Maga dijo:

    En situaciones coyunturales como ésta, en extremo peligrosas, deberían tomarse decisiones acorde con el momento. Y creo que vincular bodegas a las compras en los establecimientos de las cadenas en pesos convertibles podría ser una alternativa para la compra de los productos de alta demanda (todos sabemos cuáles son). O al menos, probarse durante un tiempo. SI a la tienda más cercana a mi domicilio entra pollo 2 y hasta 3 veces a la semana, pues se daría la posibilidad de adquirirlo una vez. O cada 2 semanas. Algo es algo. Peor es no tener acceso jamás. SI por la libreta no se puede organizar (algo que cuestiono) pues entonces que se garantice al menos a niños y ancianos. Pero sí aseguro que ésto no puede seguir como va. Es una olla de presión a punto de explotar. Basta ya de facilitarles la vida a manganzonas y manganzones que han hecho de las colas un modo de vida.

  • Variche dijo:

    Palabras a tener en cuenta:

    Para realizar este reportaje Cubadebate también buscó las experiencias de la Cadena de Tiendas Caribe, el tercer actor fundamental del comercio minorista cubano en tiempos de COVID-19. Sin embargo, luego de 15 días desde la solicitud de la entrevista y más de diez llamadas telefónicas para obtener una respuesta, la división Villa Clara prefirió el silencio.

    Conclusiones: el que calla otorga. así de simple.

  • Miriela Hernandez dijo:

    NO solo el ejemplo de Villa Clara es claro, esto ocurre en la Isla entera.Los que trabajamos, las personas decentes que van a la cola para adquirir el producto para poder comer nos sentimos impotentes y no sabemos que hacer. Una y otra vez las caras se repiten en las colas, evidente las mochilas repletas, evidente el tipo de personas, no mencionaremos color de pìel, ni tipo,, simplemente sabemos cuando se trata de un "colero" o de un "revendedor", que hacer ante esto? Muchas veces nos hemos dirigido al agente de la autoridad que organiza la cola. Explicamos que somos trabajadores, que solo podemos intentar comprar en horario del almuerzo a ver si alcanzamos algo y NADA. Simplemente un : hay que marcar desde la madrugada y los turnos se dan a las 7,00am o a las 6,00am. Asi de sencillo, son pocos los casos que cuando explicas te entienden y te permiten pasar, pero estos son pocos. Unase a la falta de suministros el no tomar medidas para garantizar que los trabajadores, los que no tenemos tiempo para marcar a las tantas de la madrugada , tengan cierta prioridad para tratar de intercalarnos en las colas mostrando nuestra carnet de trabajador. Nada, no hay medida alguna que nos ampare, todo lo cual genera un stress terrible, stress que comienza desde que amanecemos hasta que nos vamos a dormir, haciendonos un sin numero de veces las mismas preguntas: como puedo comprar los alimentos necesarios, como puedo comprar el aseo imprescindible, las cosas simples de la vida se convierten en posibilidades remotas o nulas. Unase a esto la preocupacion del nuevo surgimiento de tiendas en MLC con tarjeta, muy bien si hay que recaudar divisas, lo entendemos, entendemos la situacion economica que vive el pais, pero tambien entendemos que TODOS (LOS no se 'pueden hacer para la minoria, la mayoria de este pueblo no tiene MLC para poder comprar en esta s tiendas y entonces como adquirir estos productos? Y sugen de nuevo los inventos, porque el cubano siempre tendra una estrategia, un vericueto en el camino y surgen asi los que te proponen sus tarjetas si les pagas 1,25 x 1, es logico esto? De pronto te enteras de que tiendas como AGUA Y JABON en toda La Habana, la tienda turca en 3era y 42, tiendas que proveian de productos necesarios de aseose han cerrado y pasaran en MLC y nos preguntamos : es que abriran otras tiendas similares para que el cubano simple pueda comprar estos productos? LA MASION, 7ma y 28, 5ta y 42, mercado de 70, La Puntilla, todos estas pasaran a formar parte del tan cacareado MLC y???? abriran otras tiendas con similares productos en Moneda Nacional? o es que tampoco tendremos derecho a comprar estos productos necesarios como ciudadnos normales los que no disponemos de la divisa. Entonces analizamos que solo estamos llenos de coleros, estamos tambien llenos de medidas inteligentes que no conllevan precisamente a la tranquilidad de las personas trabajadoras en estos tiempos tan dificiles. Que hacer???? Como asimilar esto? Como asimilar los miles de problemas que existen ya con la imposibilidad de comprar y ahora sumamos tambien el que cierren las tiendas donde se comprar en cuc y pasen exclusivamente a MLC, sabemos que el cuc dejara de existir pero entonces garantizaran que aquellos que no disponemos de divisas tambien tengamos las mismas posibilidades o este mercado sera solamente para otra nueva clase aparte de los coleros o los revendedores, que seran los pudientes.

  • Guanabo dijo:

    Ineficiencias en la distribución, lo dice el artículo, para mí el principal problema.

  • Variche dijo:

    Palabras a tener en cuenta:

    De cualquier forma, ante las trabas de las cadenas de tiendas para incidir en esa organización, muchos ponen su mirada en los oficiales del Ministerio del Interior y las Fuerzas Armadas Revolucionarias, habituales desde hace meses en puntos comerciales del país. Sin embargo, aquí tampoco aparece una solución clara.

    Lo confirma el Teniente Coronel Carlos Alberto Morales López, Segundo Jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Villa Clara. Según dice, como parte de misiones de los oficiales no aparece tomar parte en las medidas adoptadas por las administraciones sobre la forma de organizar la cola. Pero si tenemos en cuenta que esas administraciones tampoco consideran el asunto dentro de sus facultades, sencillamente el fenómeno queda en tierra de nadie.

    “No estamos de espalda, pero no nos corresponde. Sí nos toca —explica— hacer cumplir las decisiones adoptadas, evitar las agresiones, mantener el orden y combatir el acaparamiento”. Sin embargo, de acuerdo a sus propias cifras, entre las más de 200 acciones de enfrentamiento realizadas por la PNR en las colas hasta junio, solo una corresponde al delito de especulación y acaparamiento y seis al de actividades económicas ilícitas.

    Opino: Coincido en que este asunto no es sólo de la PNR y las FAR, es de todos los que nos sintamos aludidos por esta práctica dañina. Admiro el trabajo de estas dos instituciones, pero ellos sólos no van a poder resolver este problema.Esta tarea es multisectorial y en la medida que unamos fuerzas, así será el resultado.

    No se puede defender a ultranza lo que está mal.

  • Alina dijo:

    Es cierto que es hora de que se tomen medidas con las coleras y revendedores , la policia tiene identificada quienes son esas personas. El otro tema que esta afectando a la población que labora con el estado , es los turnos que se estan dando en las Minitiendas ubicadas en los barrios donde las personas que no trabajan son las que tienen acceso ya que los productos llegan en horario laboral, esos turnos fijo hay que rectificarlos en tres horarios en el dia y la persona que no viva por esa zona no puede comprar porque no tiene turno. Se han realizado varios planteamientos y no se les da respuesta . Especificamente La tienda La Loma frente con frente a la unidad provincial de la PNR en la Provincia de Pinar del Rio, en esta semana en un horario de rectificar los turnos le tiraron huevo a las personas que se encontraban alli , en cualquier momento tendremos que lamentar alguna tragedia sino toman medidas ya que en varias ocasiones un grupo de personas por llamarlos revoltosos han querido sabotear. Segun tengo entendido esto ocurre en todos los kioskos y minitiendas de la cuidad de Pinar.

  • JOSE CARLOS GARCIA JACOMINO dijo:

    COLERAS:.POR Aqui LES DICEN "LAS ...TUMULTUARIAS".SOLO BASTA REBAUTIZARLAS: "LAS DAMAS DE NEGRO"...CREO QUE SON PEORES .

  • yoVC dijo:

    Logan lastima que no pueda responderle sobre su mismo escrito, de todas maneras espero que lo lea
    antes de comenzar el virus a dar vueltas en las tiendas existia el detergente (varias opciones) jabon igual, pollo, carnes,
    si un colero en lugar de comprar 1 paquete de pollo para su familia (ojala estuviera ud detras de varias de estas personas) compra 10 ;paquetes de pollo seguro que ud iba a protestar !!
    y claro que hay desabastecimiento producto de factores externos !! pero aqui dentro esos coleros lo complican todo y crean mas desabastecimiento
    no me interesa para nada que diga que mis palabras son vacias, es su criterio y yo expongo el mio,
    al parecer ya que ud intenta y le molesta lo que escribi y que es mi opinion, tambien es un colero, que opina ud de aquellos que han estado robando y que lo vemos continuamente por la tv ??? esta de acuerdo?
    es cierto tenemos muchos problemas desabastecimiento que todos conocemos,ninguna sociedad es perfecta pero prefiero esta, asi que le recomiendo tambien que investigue y estudie nuestra historia y vera lo mucho que a aportado para el bienestar del pueblo, lo que pasa es que tambien hay muchos que intentan denigrarla.

  • Lorenzo dijo:

    El problema no es la cola, sino, los miles de coleros y revendedores que en todo el pais, actuan con, casi total impunidad, a la vista de todos. De vez en cuando, uno que otro es atrapado, pero nada significativo. El daño a la economia y a la sociedad es muy grande. Son parasitos que nada aportan y se enriquecen facilmente, ganando grandes sumas de dinero, en poco tiempo y para colmo, tienen la salud gratis.
    Tenemos una libreta de abastecimiento que casi no usamos y que tiene bastante espacio para controlar la venta de muchos productos.
    Si se hace una encuesta a la poblacion cubana, mas del 70% votaria, porque se suministraran a traves de la bodega una gama de productos como: paquetes de picadillo, de perros, de pollo, desodorantes, pasta dental, champu, detergentes, jabones, papel higienico, etc. Que quizas sea cada 3 meses o 6 meses que le toca a la familia, pues que asi sea. Peor es no cogerlo nunca o que algunos cientos de miles lo cojan mensualmente, incluso para el negocio y millones nunca lo vean o compren.
    Es cierto que la situacion es muy dificil, por el bloqueo ante todo, por la pandemia y por nuestras deficiencias, pero urge pensar y tomar medidas drasticas y muy bien pensadas con esta situacion. La ley y el orden deben privar por sobre todo. Los obreros, campesinos, intelectuales, ingenieros, medicos, etc dan lo mejor de si, en aras de nuestra patria, de nuestra sociedad. Guerra sin cuartel a los parasitos.

  • GNU dijo:

    Cuando allá alimento de sobra para abastecer la demanda y más el problema se resolverá eternamente y desaparecerá la cantidad de revendedores existentes en esta isla

  • Lay perez jaramillo dijo:

    No es facil los coleros eso son los unicos q compran y revenden carisimo y vuelven a la misma cola si ya los conocen pq dejan q comoren todos los dias

  • BCS dijo:

    Cada cubano tiene tantas anécdotas de las colas que cada uno se ha hecho experto. La red tiendas en CUC se han convertido prácticamente en el único suministrador de productos básicos de la población, para no decir el único. Creo que hay que tomar medidas para favorecer a los trabajadores como vender en horarios después de la 6.00 pm, porque los que estamos en centros de trabajo en el horario más común (durante el día) los sistemas están hecho para que cojas turnos un día y al otro te pases casi una jornada para comprar, aunque es una solución que ha dado el MININT para disminuir los acaparadores por cierto muy buena en el Pedregal y en el punto de ventas frente a los almacenes AICA en La Habana.

    Por otro lado se ha trasladado la venta de cárnicos fuera del fin de semana, otro razón más que afecta a los trabajadores.

  • Jaime dijo:

    Acabo de llegar de realizar una gestión personal en dos lugares lejanos uno de otro, El Vedado y Santiago de las Vegas, te leído este artículo. El problema no es tanto las colas cómo todo lo que se genera en torno a estás. En mi recorrido por la avenida Boyeros desde Santiago de las Vegas hasta Reloj Club que es donde vivo vi enormes colas en los siguientes lugares punto de venta en al lado de la feria agropecuaria, pv linia de Boyeros, tienda La Barrena, tienda de Fontanar y Rápido de Reloj Club y ferretería Fercons. Martes y jueves llega el pollo a las misma, y semanalmente se repiten esas colas. Colas que quienes las realizan en un 90% son revendedores, personas a las que el momento coyuntural les a proporcionado un trabajo. Hacer colas para revender, con un alto grado de impunidad, a mi parecer junto a los problemas objetivos o más bien el gran problema que tiene Cuba el bloqueo estadounidense se le suma uno bastante subjetivo, el miedo a utilizar la libreta de abastecimiento. En estos momentos sería el método más justo de hacer llegar los productos a todos y que cada cual compré lo que necesite y pueda. De todas maneras si no lo compras en una tienda tienes que compararlo a un revendedor. Si todas las semanas entra dos veces pollo a las principales tiendas del municipio crea que un muslo de pollo por lo menos alcanzaría para todos. Duele mucho ver cómo el país y su pueblo honesto es desangrado por una plaga de vagabundos, delincuentes y parásito. No estamos en tiempos normales y la mano dura debe predominar.

  • Idalmis dijo:

    Buenas tardes: interesante el tema y hay muchísimas opiniones, pero, a partir de qué escqye surgen las aglomeraciones de personas en las colas? La respuesta es el pico abastecimiento qué hay en las tiendas y hay que preguntarse porqué. Todo es una cadena, cómo es posible que los revendedores sepan la mercancía que va a entrar en las tiendas?, esa información sale de los mismos camioneros que traen las mercancías a los almacenes, es duro decirlo pero es un NEGOCIO, en el cual todos salen favorecidos hasta los mismos tenderos o tenderas. No se puede olvidar que las tiendas no tienen suficiente mercancía para toda la población o en algunas hay más que en otras.
    Con respecto a los turnos, el primero que los vende es que los da, no vamos a cegarnos, somos cubanos y a todo lo sacamos dinero y es por la necesidad qué hay en el país. Es verdad que entre las funciones de los trabajadores de tiendas, no está ni dar tickets ni organizar las colas, pero hay que buscar formas y alternativas para evitar las situaciones que están sucediendo y que son lamentosas y penosas. De ahí que la gente pague lo que sea para comprar un turno de los primeros.
    Pienso qué hay que cortar la cadena desde el primer eslabón. Cómo mismo pienso que si se abasteciera las tiendas como es debido, la situación fuera un poco diferente. No siempre podemos echarle la culpa al bloqueo.

  • lola dijo:

    La culpa, como dice Buena Fe, la maldita culpa, no la tiene nadie, mientras tengamos escases de productos van a exitir las colas, los coleros, los revendedores, eso serà dificil de controlar,es duro pero es la gran verdad,hay que trabajar fuerte para desarrollar nuestra economia,y no rendirnos jamas.

  • sergio dijo:

    Los coleros son el cancer del comercio en Cuba. Todos sabemos por que el comercio en el pais esta desabastecido y las colas y los coleros son el resultado de eso y de otras causas sociales y de remuneracion laboral que no viene al caso tratar en mi comentario. Soy residente en la ciudad de Camagüey y aqui al igual que en los ejemplos mostrados en el articulo pululan los coleros y excasean los productos. Se habla del problema en el artículo pero ¿donde esta la solución? La tenemos nosotros mismos. ¿Por que no hacemos uso de la libreta de abastecimientos? Si a usted le acuñan la libreta cuando realice una compra y se exija que debe comprar aquis veces en un tiempo determinado esa persona no puede comprar varias veces. ¿esto es tan dificil de implementar? ¿Hasta cuando tenemos que estar viviendo con este cancer? Ya va siendo hora de que las autoridades competentes pongan freno y eliminen esta situación. El pueblo trabajador lo exige

  • Rafael Roberto dijo:

    El colero, la especulación, la reventa son delitos e ilegalidades en una sociedad. Atentan contra la disciplina social y el orden. Ahora hay que ir a las causas que provocan estos hechos y organizar una forma de distribución. Hay una realidad que conocen todos los cubanos y se llama la escacez, la que no se va a resolver de forma inmediata. No quiere decir esto que la solución puede ser "el salvese el que pueda". Los que echamos rodilla en tierra por este país y apostamos por nuestra revolución sabemos que en Cuba han existido etapas de crisis y falta de productos, pero han surgido formas de distribución que auque los enemigos nos la critican , lograron distribuir lo poco entre todos. En Cuba revolucionaria se creó una targeta de cupones de distribución del MINCIN, donde cada nucleo o individuo tenia posibilidad de comprar un producto al menos una vez al año. No quiere decir que esto se implante, pero funcionó en momento en que habia menos suministros. Las compras virtuales son todavia un sueño que transitan por varias condiciones para su correcto funcionamiento que van desde la organización logistica, capacitación , conectividad y lo mas importante que todas las personas no tienen acceso a las redes. Las personas ven la libreta de abastecimiento como la solución y no es posible porque no se puede distribuir un producto a la vez y para todos. Pero vuelvo a aquella libretica de cupones desaparecida como ejemplo: si el país conoce el estimado de la producción o importación de detergente en el último semestre en medio de una crisis mundial, puede habilitar tantos cupones, como consumidores y productos objetivos tenga previsto. Si entra o se produce mas , se habilitarian nuevos cupones. El consumidor puede que adquiera en los 6 meses que quedan del año 2 veces o tal vez mas de este producto. Ahora que las oficinas de consumidores se informatiza, pueden tener una información mayor y PLANIFICAR con objetividad. La solución a esta crisis en la distribución que se puede agravar no está en "aliviar" con modulos y jabitas los productos básicos del pueblo. No hay que emplear bodegas , solo basta con las tiendas existentes. No hará falta sancionar a coleros, revendedores, no tendrán que faltar los obreros a sus fabricas y empresas y se podrá emplear las fuerzas del orden publico en tareas mas importantes como la disciplina en playas y areas recreativas.

Se han publicado 772 comentarios



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Yunier Javier Sifonte Díaz

Yunier Javier Sifonte Díaz

Graduado de Periodismo en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en el año 2016. Periodista de Telecubanacán. Colaborador de Cubadebate. En Twitter: @yunier_sifonte

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