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Compraventas online: Los “huecos negros” del comercio en Cuba

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En Cuba cada día crece más el uso de la Internet y con ella el peligro de utilizarla para cometer delitos. Foto: Archivo.

Basta escribir “compraventa en Cuba” en el buscador de Facebook o Google y en segundos aparece una lista de grupos y páginas de Internet con variadas y surtidas ofertas. Electrodomésticos, celulares, ropas, calzados, muebles, automóviles, materiales de la construcción y otra larguísima lista de productos, son el rostro más visible de una práctica que cobra fuerza en el país, pero que desde hace años combina lo permitido con lo ilegal sin mayores contratiempos.

Surgidos en su mayoría a la par del proceso de informatización emprendido en la Isla, sitios web y grupos de redes sociales funcionan como vía útil para divulgar clasificados y promocionar negocios, pero también para adquirir productos ausentes por diversas causas de las tiendas estatales. En ese sentido, contribuyen a virtualizar el mercado negro y a ejercer actividades no autorizadas por las legislaciones vigentes.

Entonces, ¿qué sucede cuando se convierten en plazas para el encarecimiento y la reventa de productos? ¿Cómo se controla un espacio digital alojado en servidores extranjeros y en el que a menudo coexisten a la vista pública conductas delictivas sancionadas por las leyes cubanas? ¿Por qué una alternativa útil y necesaria se aleja cada vez más de lo legal? En un asunto tan complejo, las respuestas no llegan desde una sola dirección.

De altos precios, reventas e impunidad

En estos combos hay varios productos que solo se pueden adquirir en las tiendas estatales. Foto: Captura de pantalla.

Desde hace meses Erisley Rojas sigue una vez por semana el mismo protocolo. Apenas pone un pie en el suelo y revisa en su celular los mensajes que en la noche llegaron a su perfil de Facebook. Padre de una niña recién nacida, busca en la red social las mejores ofertas para comprar culeros desechables, uno de los productos escasos en las tiendas estatales, pero frecuentes en varios de los grupos digitales a los que pertenece.

“Por lo general trato de conseguirlos cuando los sacan en el mercado, pero a veces no me entero o cuando llego ya los coleros se los llevaron todos. Entonces no queda más remedio y busco en los grupos las ofertas más baratas. A veces tienes un punto fijo y es más fácil, pero en otras ocasiones uno debe buscar seguridad y mejores precios. Por eso primero envío un mensaje para preguntar y elegir. Aun así, casi siempre pago el doble y hasta el triple del valor original”, comenta.

Como le ocurre a este joven enfermero, otros miles de cubanos lidian a diario con un fenómeno que traslada al mundo virtual las mismas manifestaciones de ilegalidad y corrupción existentes en una parte del comercio tradicional. Entonces el acaparamiento, la reventa y los precios multiplicados ganan protagonismo. A Elba Recio, sin embargo, sí le ha ido bien en las redes digitales.

Ella es una de las tantas personas que utiliza los grupos de Facebook para promocionar su negocio de venta de pizzas y jugos naturales. Según dice, desde la colocación del anuncio notó una gran mejoría, “sobre todo asociada a personas que descubrieron el servicio y la comodidad de la red les permite solicitarlo hasta el hogar”.

Además del beneficio reportado para su negocio y el de otros colegas, Elba reconoce otras ventajas. Para ella, esos espacios permiten vender lo ocioso que una persona pueda tener en casa, así como la adquisición de productos altamente demandados. “Eso facilita la vida, porque si uno está dispuesto a pagar, siempre encontrará lo que necesita”.

Maritza Ramírez, una veterinaria de 36 años de edad, entiende la lógica de esa opinión, pero resalta un detalle importante: el valor de separar la promoción de negocios legales, de aquellos enfocados a aprovecharse de las necesidades de las personas.

“Vender latas de pintura en 50 CUC, paquetes de detergentes en 20, champú en 15 o un split en más de 600 CUC es cuando menos abusivo. Cuando he tenido necesidad de buscar algo en estos lugares siempre termino sintiéndome estafada, porque incluso si esas ventas fueran legales ni siquiera tienen un margen de ganancia justo”, comenta.

Lastimosamente, esas ofertas coinciden con otras aun más turbias. Una de ellas anuncia “materiales de construcción de todo tipo” e incluso pide llamar y preguntar “aunque no vea lo que busca”. Otra brinda “cajas decodificadoras Konka para la televisión digital”, algunos más venden “colchones Konfort con calidad y garantía”, o paquetes de café ¡Hola! “a un dólar cada uno y a dos si el servicio es a domicilio”.  

El café de la canasta básica también está en venta en algunos de los grupos de Facebook. Foto: Captura de pantalla.

En tiempos de COVID-19 crecen también las propuestas de aceite, detergente, mayonesa y otra larga lista de los mismos productos que muchas veces escasean en las tiendas estatales. Los vendedores más creativos incluso conforman combos y muchos de ellos incorporan la opción de llevar la compra directamente hasta la casa.

Para Armando Márquez, un auditor jubilado tras más de 40 años de experiencia, una palabra salta a la vista: impunidad. No le falta razón.

“Aun cuando este tipo de reventas son ilegales, muchos ofrecen información personal a la vista pública, exigen pagos carísimos y asumen la postura de «si no te gusta no compres». Incluso, algunas imágenes muestran productos fotografiados dentro de las tiendas estatales o con sellos de empresas cubanas. Es una actividad tan común que muchos la ven como normal”.

A su argumento bien se le pueden agregar otras preguntas para entender un fenómeno que es el punto final de una cadena con varios eslabones menos visibles. ¿Todos los productos salen únicamente de los acaparadores en las colas? ¿Cómo es posible que algunas mercancías, como las pinturas industriales o el cemento, prácticamente no existan en tiendas estatales, pero casi nunca desaparezcan del mercado negro? ¿Qué sucede cuando los artículos provienen de la importación?

Más allá de respuestas vinculadas indiscutiblemente a la insuficiente producción nacional, la lucha contra la corrupción, al deficiente control económico, al escaso impacto de inspectores estatales y a las propias limitaciones del comercio estatal, dos verdades quedan claras.

De un lado, que el problema esencial no radica en la existencia de espacios virtuales para la compraventa, sino en las desviaciones que los dañan. Del otro, que es hora de comenzar a frenar una práctica desgastante para Cuba.

Productos importados vs nacionales: ¿Ser o no ser?

La reventa de productos estatales es para muchos el peor problema de estos espacios. Foto: Captura de pantalla.

Un rápido ejercicio de búsqueda en Facebook arroja un interesante y asombroso resultado: solo bajo el nombre de Revolico —el sitio web de clasificados más conocido en Cuba— aparecen 95 grupos distintos dedicados a la compraventa en el país. Entre todos tienen más de cinco millones de miembros, aunque obviamente muchas personas repiten presencia en varios de ellos. Existen muchos otros grupos y listarlos todos es cosa de titanes.

Esa expansión la ha visto Daniel, administrador de un grupo con más de cien mil integrantes. Quizás por aquello de no convertirse en voz mientras otros prefirieron callar, pide ocultar su verdadero nombre para hablar con Cubadebate. Así, explica que los sitios de compraventa surgieron para “dar espacio a un mercado necesario para nuestro país, aprovechando las facilidades de Internet”.

Dicho de esa forma no deberían existir inconvenientes. A fin de cuentas, salvo excepciones relacionadas con la pornografía, el tráfico de órganos, la incitación a la violencia, los delitos sexuales o contra el honor, publicitar la venta de bienes o servicios aceptados por la ley no vulnera alguna disposición existente en el país, ni los términos de uso de las redes sociales. Sin embargo, una mirada más atenta descubre otro panorama.

Tanto en grupos de redes sociales como en sitios web es posible encontrar tres grandes conjuntos de ofertas: las de productos o servicios autorizados por las legislaciones vigentes, las de mercancías importadas y las de equipos o productos vendidos en las tiendas cubanas. El problema aparece en el caso de los dos últimos, los más comunes a simple vista.

Tomando como base los primeros 95 grupos de compraventa que muestra Facebook, es posible apreciar que desde 2016 a la fecha han ocurrido cuatro picos en el surgimiento de ellos. Nótese que los dos últimos están vinculados a contextos de gran tensión económica. Fuente: Elaboración propia.

En ambos casos, tanto la comercialización de productos importados como la reventa de otros adquiridos en la red de establecimientos comerciales viola lo establecido en el país. Asimismo, para quienes pertenecen al sector no estatal, también contraviene lo dispuesto para el ejercicio de su actividad. No obstante, ya sea en los mercados físicos como en los virtuales, son disposiciones con escaso cumplimiento.

Para Enrique, administrador de otro grupo de Facebook, sí debería permitirse la venta de productos traídos del extranjero. De acuerdo a su criterio, ese no debería considerarse como un negocio ilícito, porque las personas cumplen las disposiciones aduaneras a la hora de entrar al país.

“Quienes venden electrodomésticos, por ejemplo, en su mayoría son cubanos que viajan al extranjero y traen esos equipos de acuerdo a las cantidades permitidas. Ellos pagan su pasaje, pagan su impuesto en la aduana y muchas veces el soborno necesario para pasar rápido o infringir la ley”, comenta con una lógica donde la corrupción parecería una cuestión menor.

Su argumento lo comparten buena parte de los dueños de negocios, compradores e incluso un amplio sector de la población, que ve allí la oportunidad de adquirir bienes o modelos inexistentes en las tiendas cubanas. Algo similar ocurre con celulares, ropas, calzados y otra buena lista de productos que llegan del exterior y van a parar a Internet.

Si bien en un futuro la prohibición de importar mercancías con fines comerciales pudiera revisarse, tanto en los pagos como en las cantidades, lo cierto es que en la actualidad no es una actividad permitida. Además, muchos productos entran el país no como gestión personal de emprendedores, sino como parte de otra operación ilegal encabezada por las conocidas “mulas”.

Junto a ello, ¿dónde quedan en ese esquema los acaparadores y coleros tan habituales en las tiendas cubanas, incluyendo las abiertas hace solo meses y enfocadas al comercio de equipos electrodomésticos? ¿Qué pasa con quienes no son trabajadores por cuenta propia y también se dedican a la compraventa en sitios y grupos en Internet?

Legislaciones y reglas: Palabras al viento

¿De qué lugares sale una cama fowler, un regulador de oxígeno y otros equipamientos sanitarios? Foto: Captura de pantalla.

Para Osvaldo Benítez, un informático de 29 años asiduo visitante a grupos y sitios de compraventa, la reventa de productos sacados de almacenes y tiendas cubanas provoca indignación. Según dice, en el caso de los productos importados los precios son abusivos y oportunistas y deberían controlarlos, pero lo que sí no se debería permitir de ningún modo es la venta de mercancías sacadas de instituciones estatales.

Cuestionados específicamente sobre ese asunto, la mayoría de los administradores que aceptaron responderle Cubadebate aseguraron que cada usuario es libre de promover sus productos o servicios y ellos no velan por el contenido de las publicaciones.

No obstante, ante el interés mostrado en el tema, varios grupos cambiaron la configuración de privacidad y ahora una persona debe ser miembro para ver los post. Para un buen entendedor, solo eso basta.

Amanda, una de las administradoras que accedió a brindar sus impresiones, explica que casi ninguno de ellos obtiene ganancias por moderar los grupos. A su vez, dice que en este mercado informal las reglas son muy claras: no hablar de política, nada de desnudos o pornografía, respeto entre los usuarios y evitar el contenido spam.

“No estamos para controlar el origen de los productos o si la persona tiene un negocio o no. Por ejemplo, si alguien va con toda su familia a una tienda y acapara detergente, lo roba ella misma de un local o lo revende luego de comprárselo a un tercero, ¿cómo podemos saberlo nosotros? Es el Estado quien debe velar porque esos productos no lleguen al mercado negro”, asegura Amanda.

Aunque algo de cierto existe en esa reflexión, aquí se obvia un detalle importante: robar, receptar, acaparar y especular, son hechos delictivos, no una actividad que alguien decide aceptar o no. Si bien no es responsabilidad de los administradores de los grupos llevar adelante una investigación para dilucidar la procedencia de cada producto, al menos sí debería serlo no adoptar posiciones pasivas y complacientes ante lo evidentemente ilegal.

Por su parte, si alguien desea mantener su oferta por más tiempo en los primeros lugares de la lista en las páginas en Internet de más renombre, debe contratar un servicio que oscila entre los 25 y los 200 dólares. Ellas sí dejan claro que los anuncios no deben violar la legislación del país, pero cualquier revisión demuestra que es una norma incumplida.

Quizás por eso es posible comprar en 250 CUC una cama fowler “con su colchón como las que hay en los hospitales en terapia intensiva”, así como una silla de ruedas en 40 o un regulador de oxígeno medicinal en 50 CUC. Otros anuncios divulgan servicios de prestamista, envío de remesas, importador de mercancías, compraventa de divisas, actividades sexuales y venta de animales exóticos, todos expresamente prohibidos por diversas normas jurídicas.

Para Erich García Cruz, el joven creador y administrador de Bachecubano, uno de los sitios web de clasificados más populares del país, los usuarios aceptan un código de ética y los términos y condiciones, por lo cual se hacen responsables de los anuncios publicados bajo sus perfiles. No obstante, él sí considera necesaria una curaduría de la información para alertar ante posibles delitos.

“Eliminamos anuncios sospechosos. Nuestro deseo es adoptar el modelo de eBay, donde los vendedores pasan por un proceso de validación y verificación fiscal, pero aun no tenemos los recursos legales para ello. Queremos ordenar y facilitar la compraventa para que se mantenga bajo los estándares de la legalidad al cien por ciento. Ciertamente tenemos menos anuncios, pero el aporte es que los existentes sean válidos y fidedignos”, explica.

El ejemplo de Bachecubano parece una excepción si se miran los clasificados publicados en otros sitios con iguales objetivos. A su vez, en medio de un panorama con tantos matices, parece alertar sobre una verdad fundamental: eludir responsabilidades es tan perjudicial como no enfrentar los problemas surgidos en un escenario en crecimiento. Ir a la par de ese desarrollo, más en lo práctico que en lo jurídico, es ahora mismo una tarea pendiente.

¿Qué dicen los tribunales?

Para Arianny Casas, es igual un delito cometido en Internet que en un mercado físico. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Para Arianny Casas Pérez, Presidenta de la Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, un elemento resulta fundamental para analizar la compraventa en sitios de Internet y grupos de redes sociales: como mismo avanza la tecnología y surgen buenas maneras de utilizarla, también lo hace el uso de ella en función de actividades ilícitas.

Según dice, aun cuando una parte de los medios para cometer los delitos sean distintos e incluso nuevos, sí se mantienen iguales las tipicidades y las formas de juzgarlos. No obstante, en este punto aclara otro tema cardinal: para un tribunal no existe diferencia entre una violación cometida en el plano físico o en el virtual.

Esa opinión la comparte el Dr. C. Jorge Luis Barroso González, Profesor Titular de Derecho Penal en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. Para él, lo relevante está en el carácter de la actividad, y no tanto en las maneras o soportes de realizarla. “Si es una acción ilícita esa condición no cambia si ocurre en el portal de una casa, en un mercado o en Internet. Lo ilegal no radica en el modo, sino en el contenido del hecho”.

Para el experimentado jurista, analizar el fenómeno también pasa por estudiar el actuar de quienes fundan u organizan los espacios dedicados a la compraventa en Internet. Según explica, si los administradores asumen su función como un negocio y obtienen por ello una ganancia, entonces ejercen un negocio no autorizado en el país.

De lo contrario, si no reciben compensación alguna, habría que entender su gestión como una colaboración con la actividad prohibida de otros, y eso también pudiera tener consecuencias legales. En ambos escenarios, delimitar responsabilidades y caracterizar cada parte del proceso tiene una importancia capital.

Por su parte, la Presidenta del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, Elena Margarita Cabrera Figueroa, reconoce que todos los casos deben verse en su individualidad para considerar las especificidades de cada uno. Aun así, asegura que la mayoría de las conductas vistas en estas páginas y grupos podrían configurar delitos de receptación, así como de especulación y acaparamiento.

“No obstante, por la forma en que funcionan un gran por ciento de estas actividades, el delito que más pudieran tipicar es el de actividad económica ilícita, sobre todo si tenemos en cuenta la reiteración de los actos o el volumen de bienes. Esa es una mirada rápida, pero lógicamente un tribunal es el único encargado de  delimitar cada aspecto”, agrega.

Con la calma propia de quien ha impartido justicia por varios años, ella recalca un asunto no menos trascendente: en el caso específico del sector no estatal, existen un grupo de medidas administrativas aprobadas para sancionar las contravenciones en el ejercicio del trabajo por cuenta propia. “El recurso penal se emplea una vez agotadas otras vías”.

De acuerdo al Decreto Ley No. 357 del 2018, las normas prevén desde las notificaciones preventivas hasta la confiscación de la vivienda, siempre en dependencia del tipo de infracción o la reincidencia. Por ejemplo, violar el alcance de la actividad —una de las faltas cometidas con mayor frecuencia en el sector—, recibe una multa de dos mil pesos cubanos y la cancelación de la licencia por el plazo de hasta dos años.

Sin embargo, el artículo 4 de ese documento deja claro que “cuando la contravención cometida pueda ser constitutiva de delitos, la autoridad facultada impone la medida que corresponda y da cuenta de tales hechos a las autoridades correspondientes”. Entonces llega el eterno dilema: sancionar por vías administrativas o penales. Y mientras se resuelve esa cuestión, en mercados físicos y virtuales el delito no se detiene.

Quizás por eso, cuando en algunos espacios se tratan estos temas, una pregunta siempre aparece entre abogados, jueces y fiscales: ¿existen en Cuba herramientas legales para juzgar actos delictivos cometidos en Internet o con empleo de medios digitales? Si se le pregunta a Arianny Casas, su respuesta llega casi al instante.

“El hecho que taxativamente no estén escritos en el código penal delitos o sanciones vinculadas específicamente al uso de Internet o las redes sociales para la venta de productos ilícitos, no significa un gran impedimento. Los jueces tenemos la posibilidad de interpretar los artículos y contamos con las herramientas para hacerlo. Lo importante es que nuestro pensamiento marche parejo a la evolución de la sociedad”, asegura.

No obstante, la joven jurista sí confiesa que tanto para el enfrentamiento como para el acto de impartir justicia sería mucho más factible la existencia de un título en el Código Penal dirigido expresamente a ese tema. La Presidenta del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara piensa similar y recuerda la importancia de la especialización en este y otros asuntos.

Entonces, si existen instrumentos legales para enjuiciar este tipo de actos, y si administradores como Erick reconocen que “no estamos hablando de un nicho de negocios en la Internet profunda, sino de un lugar donde la información está disponible también para las autoridades, ¿cómo es posible que los tribunales de Villa Clara hayan esperado hasta junio de 2020 para recibir su primer caso surgido de este tipo de prácticas?

19 compras en ocho semanas

En Santa Clara, las autoridades del Ministerio del Interior operaron su primer caso a partir de los anuncios de ventas en redes sociales. Foto: Captura del perfil personal en Facebook.

Era un rostro habitual en los portales de la tienda Las Villas, la única de la provincia dedicada a la venta de equipos electrodomésticos en moneda libremente convertible. Uno de los grupos de Facebook surgidos en Santa Clara y dedicados a la compraventa de productos lo tenía como uno de sus miembros más activos. Al parecer el negocio daba frutos, o al menos así fue hasta que el 10 de junio de 2020 un operativo policial lo detuvo.

Según informaciones brindadas por el Ministerio del Interior en Villa Clara, el trabajo operativo detectó las ofertas de equipos electrónicos de alta gama que habitualmente promocionaba en la red social. A todas luces era una venta ilícita, pero los primeros resultados de la investigación no hacen más que asombrar.

En las últimas ocho semanas, este ciudadano realizó 19 compras en el establecimiento comercial, todas con una misma tarjeta magnética registrada a su nombre. En cada ocasión no adquirió más de dos equipos y cualquiera podría pensar que hasta aquí no ha cometido ilegalidad alguna. Sin embargo, la pesquisa continúa arrojando luces.

La Oficina de Seguridad de Redes Informáticas de la provincia confirmó que las fotos colgadas en su perfil personal para promocionar la venta coinciden con los productos adquiridos en la tienda. Asimismo, el celular que ofrece en los post como número de contacto efectivamente le pertenece y está en su poder.

De acuerdo a los primeros datos, solo en los últimos dos meses asistió trece veces a la tienda y compró diez hornos, un fogón, cuatro sandwicheras, dos moledoras de especias, una nevera y otra bicicleta eléctrica. En total invirtió 2130 dólares.

Romper la barrera de lo virtual

Para la Vicefiscal de Villa Clara, tiempos nuevos merecen maneras distintas de enfrentar el delito. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.

Yulexay Domínguez Serrano tiene su oficina al final de un largo pasillo. Es un lugar sobrio y organizado con una mesa de reuniones que ocupa casi todo el espacio. En una esquina tiene una computadora; a menos de un metro, un buró con varios documentos encima. Lo ideal sería que más de uno tuviera elementos sobre los casos que aun no llegan a los tribunales. Pero Yulexay es discreto y prefiere no divulgar detalles hasta no cerrar cada proceso.

Es el Jefe de la Unidad de Investigaciones de Delitos Económicos del Ministerio del Interior en Villa Clara y sabe que enfrentar ilegalidades vinculadas al mundo digital tiene particularidades significativas. Aunque asegura que sí existe un seguimiento a esta modalidad, sobre todo a partir de la situación generada en el país por la COVID-19, reconoce lo complejo de llevar adelante una pesquisa en este ámbito.

En primer lugar, habla de la necesidad de conocer quién es verdaderamente el anunciante. A fin de cuentas, una persona puede utilizar un perfil falso o incluso suplantar la identidad de alguien más para camuflar su actividad. De igual manera, tiene la opción de poseer varios perfiles y alternarlos para evitar una sobreexposición en las redes.

“Otro elemento a tener en cuenta es que muchos de estos anuncios incorporan números de teléfono como contacto entre el comprador y el vendedor. Entonces habría que comprobar a quién pertenece ese número y si el dueño y el anunciante son la misma persona. Luego de esos pasos, el camino es identificar también la procedencia de la mercancía”, comenta.

Si bien los sitios y grupos para la compraventa no aparecieron realmente con el nuevo coronavirus, al menos reconocer su existencia y comenzar a estudiar cómo enfrentar el problema significa un muy importante primer paso. A su vez, aunque en verdad el contexto digital impone maneras distintas de combatir el delito, lo virtual termina necesariamente en un espacio físico.

Para Elina Ávalos Manresa, Fiscal Jefa del Departamento de Procesos Penales de la Fiscalía Provincial de Villa Clara, no es imposible llevar adelante investigaciones centradas en las ilegalidades que se cometen a través de los espacios digitales para la compraventa. No obstante, reconoce la necesidad de adoptar nuevos mecanismos, pero también formas distintas de pensar.

“Se trata en primer lugar de comprender el escenario donde nos movemos. Por ejemplo, el final de la compraventa concluye con la entrega del producto y la recogida del dinero, ya sea porque el cliente lo busca en un lugar acordado o porque el vendedor lo lleva a domicilio. Entonces ya no hablamos de una posible persona camuflada detrás de códigos digitales, sino de un ciudadano físico, en un espacio físico, cometiendo un delito a ojos vista”, explica

Por su parte, para la Presidenta del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara, un asunto clave en cualquier investigación radica en el cumplimento de las normas para garantizar el debido proceso. Para ello, la obtención de “elementos concretos que permitan comprobar el dicho en toda su extensión” tiene una relevancia capital.

“Cualquier persona tiene el derecho de formular una denuncia y abogamos porque así sea, pero llevar un caso ante los tribunales, y aun más, juzgarlo, requiere de pruebas físicas. La investigación debe ser muy efectiva para garantizarlas y poder impartir justicia en correspondencia con ellas”, agrega.

En lo que sí todos coinciden es en un elemento: la necesidad de elevar la cultura jurídica para que muchas personas no continúen viendo sucesos delictivos permitidos por largo tiempo como algo común. “El mercado somos nosotros y si tenemos convicción de que muchas cosas habituales en sitios y grupos de compraventa no están bien, ya tendremos un primer paso para enfrentar el problema”.

Eliminar las ilegalidades en sitios y grupos virtuales no ocurrirá de la noche a la mañana. Tantos años de crecimiento e impunidad, tanto dinero invertido en compras fuera de la ley y en articular cadenas delictivas al interior de mercados y almacenes, complejizarán el proceso.

Vencerla implica además, por encima de todo, aumentar las ofertas y garantizar en los mercados estatales productos muy demandados hoy. Luego, solucionar los mismos problemas que dañan al comercio tradicional: desvío de recursos, corrupción, ausencia de un mercado mayorista para abastecer al sector no estatal y escaso rigor tanto por parte de los inspectores como por las autoridades policiales a la hora de enfrentar estos delitos. Sin embargo, es un realidad que no se puede ocultar.

En medio de un panorama tan complejo la clave está en no demonizar iniciativas que legalmente pueden servir de mucho a la vida del cubano. Se trata de asumir su imparable crecimiento, y también sus intentos por desviarse, con inteligencia, actualización jurídica, constancia y eficiencia para cerrar los agujeros oscuros por el que muchas veces se fuga buena parte del esfuerzo de un país.

Se han publicado 651 comentarios



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  • Pedro dijo:

    Yo comparto algunas opiniones con el periodista pero no creo que sea la dirección correcta en los momentos que estamos viviendo.
    1. En cuanto a los administradores de los sitios, no hacen daño alguno a la sociedad y si su actividad no es lícita pues lo correcto es que los autoricen y pagen su aporte a la onat.
    2. Los que compran en las tiendas de divisas y almacenes de estas y revenden, no hay justificación, pero el verdadero delito no está en el sitio, sino donde están adquiriendo la mercancía y ahi es donde hay que revisar, en la forma de adquirirla, no la de venderla.
    3. Los que compran colas y venden colas en las tiendas de USD, pues la alternativa es que compre, pague y se le de la garantia del producto el dueño de la tarjeta cuyo carné de identidad está en la lista de la cola .
    4. Los que compran en estas tiendas para revender Si el Carné de identidad se registra en la compra pues se puede limitar la cantidad (no la tarjeta) de productos de un tipo que compra esa persona en un año por ejemplo.
    5. En cuanto a los que compran y venden mercancia importada creo que no hacen el daño al pueblo que ocasionan casos como los anteriores pues no le están quiitando al lo que por derecho propio no pueden adquirir a un precio módico, sino que están ofertando lo que no existe en las tiendas por la situación que tenemos e el pais. Pienso que si se suspende o restringe esta actividad en estos momentos, el estado no tiene los recursos para llenar las tiendas de estas mercancías y que son productos que tiene que adquirir en MLC para después vender en MN, y que caeríamos en un desabastecimiento similar al del período especial, . Además, en el caso de la ropa, calzado y demás productos de miscelánea, se tienen que llenar almacenes y tiendas de diferentes marcas, colores, modelos, tallas y modas para satisfacer la demanda, que varía costantemente y que hace que estos productos puedan quedar obsoletos. sería una enorme inversión que no rota a la velocidad que lo hacen los productos electrodomésticos. Si no tenemos en este momento MLC ni mercado para adquirir los productos de primera necesidad, no podemos pensar todavía en limitar las vías de acceso de estos otros productos a la población.
    este es mi humilde criterio y me gustaría que se tuviese en cuenta

  • Focal dijo:

    Creo que el análisis desde las cuentas jurídicas está excelente, sin embargo desde el punto de vista económico no tiene solución. Tuve una amiga vietnamita en la universidad que no tenía presupuesto para ir a Varadero, sin embargo vino hace unos años de Vietnam después de graduada y visitó la playa más linda del mundo. Me comentaba que Cuba para ella no había cambiado, que estaba estática. Me comentó que en Vietnam estimularon tanto la producción de alimentos que los jóvenes primeramente solicitan créditos para producir y luego con las ganancias de varios años se mudan a las grandes ciudades. Conclusión, en Vietnam no hay problemas de producción de alimentos. Las políticas aplicadas en Cuba deben ser más pensadas desde la base y eliminar de una vez y por todas la verticalidad de decisiones que aplica el país. Lo más cercano que ha legislado Cuba respecto a la democracia es la nueva constitución, no obstante les molesta su implementación en algunos temas. Desde una oficina reguladora no se hace políticas efectivas. Lo digo desde cualquier nivel. En la ciencia se les llama a los que reciben el producto o servicio final "clientes", pero en Cuba somos "consumidores". Está última palabra nos aísla de participar en el diseño de lo que consumimos. Cómo conclusión creo que el problema descrito en ese artículo es sin dudas ejemplificador de cómo funciona hoy nuestro comercio interior. Por lo tanto la causa del problema es estructural. Recomendaciones: evaluar cómo está estructurado nuestro ministerio rector del comercio interno. Separar el funcionamiento abastecedor por plan de los lugares de asistencia social, educacional y de salud del comercio libre y en este último liberar totalmente las fuerzas productivas y regular precios con ofertas nacionales que sean competitivas. Saludos

  • Carlos Ernesto dijo:

    Buen articulo, creo que necesitamos que el aparato legal permita de manera mas efectiva velar por la legalidad del comercio en las redes, sin embargo males mayores como la improductividad, el desavastecimiento, la corrupcion y la ineficacia de muchas de las empresas estales son los generadores de estas y otras modalidades de la ilegalidad y mientras persistan se podrá intentar combatir el mercado negro, pero el mismo solo se adaptará a las nuevas circunstancias como ha ocurrido durante todos estos años. Solo grandes transformaciones en el funcionamiento economico del pais pudieran paulatinamente ir revirtiendo los males mayores que padecemos. Por otra parte una serie de actividades deberian de despenalizarse y los tcp deberian tener junto con las regulaciones una mayor libertad a la hora de llevar a cabo sus negocios ya que hoy en dia es casi imposible ejercer como cuentapropista sin caer en la ilegalidad. Al final, la ilegalidad hay que combatirla pero el comercio hay que favorecerlo.

  • Ernesto dijo:

    He leido mas los comentarios que la noticia en si pues le daban demasiada vuelta al asunto que podian ser mas directos, la reventa de productos a sobreprecio que vienen de nuestro mercado nacional y las leyes y que hac seguridad informatica. No han cogido el toro por los cuernos, hare como algunos mas arriba la historia del tabaco.

    Primero: Hoy se hace en redes sociales lo que normalmente se hacia cuando no existian, de ser ilegal la venta es lo mismo, eso esta claro. Pero pueden quitar el sitio, bloquearlo o hasta cortar el cable de fibra optica, perfecto, gano seguridad informatica, pero se seguira haciendo como toda una vida se ha hecho, de boca en boca. No es la solucion.

    Segundo:No todo el que vende algo en las redes sociales lo hace desde el punto de vista comercial o ilegal. Usted tiene un carro y ya no lo quiere usar mas, es suyo o se compro un mejor celular legalmente y quiere vender el suyo, debe echarlo en la basura porque esta prohibido venderlo?

    Tercero: Los productos llegados del exterior, Se trancaron las leyes de la aduana para impedir que se comprara fuera del pais todo y se aumentara la produccion nacional. Vamos a estar claros, mientras no se produzcan determinados productos aqui van a seguir importandolos, y muchos de ellos no se fabricaran aqui y no son de interes global o del estado pero si personal o de algunas personas. Sin contar que los productos a veces que se ofertan en las tiendas recaudadoras de divisas son en ocasiones de pesima calidad, la ropa mejor ni hablar, es como si el comprador trajera mercancia que nadie desea en ele xterior obteniendo regalias por librar al proveedor de mercacia ociosa.Solo basta mirar los colores de la ropa y calidad de los zapatos. Donde estan nuestros zapatos Amadeus que eran comprados por nosotros mismos en el exterior?. Por tanto, la aduana debe permitir la importacion de productos, ah, traes mas de lo requerido, pagame un impuesto comercial entonces y no el que hoy esta establecido, que no deja de estar elevado tambien, el mundo evoluciona, por tanto las tarifas aduanales deben variar tambien, no cambiarse cada 10 o 15 años.

    Tercero: Los precios en las tienda de divisa deben ajustarse a la realidad, mientras exista un televisor de produccion nacional a 399.95 CUC en nuestras tiendas y alguien pueda comprar uno en el exterior por 206.00+ 50.00 o 100 usd por si no lo dejan tarer como equipaje extra mas los 250.00 pesos de aduana que serian 10 CUC, sigue siendo mas negocio comprarlo fuera el que tenga la posibilidad.Un mouse de una computadora vale en nuestropais cerca de 7 CUC y en el exteruor uno comun no llega a 2 CUC. Estos ejemplos sn haciendo comras minoristas, si fuera mayorista el precio en el exterior seria un 25% mas bajo quizas.

    Cuarto; Lograr que los productos de necesidad se mantengan y se vendan no en una sola tienda sino en todas para evitar que los compren en una tienda y vayan a revenderlos a otro lugar porque solo se vendieron en una sola.

    Sabemos que tenemos dificultades monetarias, que el salario no alcanza para compra a veces ni lo basico para vivir un mes, que los vendedores de las tiendas se corrompen por ese motivo. Pero si compararamos lo que realmente necesitamos y dejamos de comprar productos basura que pasan meses y nadie lo compra tendriamos ese dinero para agregarlo a lo que realmente necesitamos, en salud, en las empresas se hace, por que no hacerlo en el sector del comercio?. En mi municpio estan vendiendo guantes de goma, todos de la misma mano, a quien se le ocurre semejante locura?, donde esta quien compro eso? en las tiendas en divisas productos enlatados de comidas que no son tipicas de Cuba,no son 5 latas, estantes llenos asi como productos que aparecen facilmente en moneda nacional y para colmo en grandes envases, por ejemplo maiz. Alguien controla al comercial que se encarga de comprar toda esa basura?, que hay de las antiguas barredoras de nieve?, hasta cuando?.

    Por otra parte la accion de control de los auditores, policias y personal encargado de velar directamente por estas reventas de productos de primera necesidad. No existe un trabajador por cuenta propia de lo que estan en catres que produzca lo que venden y si mira su carnet dice una actividad que nada tiene que ver con lo que oferta ni un carretillero que venda algo que produjo, no, revenden lo que trajo un camion que debio llegar al mercado poer como el le paga mas, pues primero surte al carretilero y si queda algo lo deja en el mercado.

    No es botar el sofa con las redes sociales, en el mundo entero se vende en linea legalmente, pues ordenemos el muñeco.

  • frank dijo:

    Excelente artículo Sifonte, eso eso es lo mas que mas molesta, la reventa de articulos de produccion nacional,de personas que no trabajan, no aportan nada a la sociedad,no panga impuestos,pero reciben los mismos beneficios de los trabajan con el Estado o como cuaentapropista.

  • e dijo:

    El dilito comienza en red de tiendas q venden ha estas personas por cantidades los productos . La poblacion sufre las consecuencias q tenemos q comprar a altos precios dicho producto ya q donde unico existe es en manos de estas personas q se dedican a revender la mercancia adquirida de una forma ilegal hasta cierto punto .

  • Juanito dijo:

    La mayoría de los servicios en buena parte del mundo son privados, no tiene el estado que ocuparse de ellos, solo regularlo.
    En ningún país usted compra un televisor, freezer, ropa o calzado en una tienda del estado, porque no existen.
    Los servicios públicos que son los que debe mantener el estado socialista son la educación, la salud, agua, electricidad, defensa y algún otro que sea estratégico. Del resto debe desprenderse.
    Fuera de estos servicios de carácter público, se debe dejar espacio a las empresas privadas cubanas y extranjeras, permitir franquicias y la importación con carácter comercial a las personas naturales para que dispongan de tiendas y sitios online para comercializar sus productos de manera legal y ordenada.
    Al privado no le roban porque su negocio tiene dueño.
    Considero que se debe perseguir judicialmente a los coleros y revendedores que lucran hoy a costa del sudor del pueblo con los bienes que adquieren en la red de tiendas para revenderlos, más si se trata de alimentos y productos de primera necesidad.

  • OERM dijo:

    Reitero, artículo muy bueno. Ahora pregunto, el estado, las autoridades locales no saben lo q se vende en las llamadas ferias de los cuenta propia, lo saben y hasta compran en algún momento, ahora bien, el estado cobra una licencia por vender supuestamente útiles del hogar q no fabrica, compra en las tiendas minoristas y luego revende, esto es más viejo q el agua. Lo que se cobra primero la licencia, luego el espacio de la mesita, luego, luego y luego. Resultado ingresos al presupuesto, pago a los viejito y demás, entonces quien le pone el cascabel al gato. Esto se conoce desde q comenzó pero no tienen como hacerle la competencia al particular por la ineficacia del comercio interior, por las razones q sean. Esta demostrado q el estado no puede tener todo bajo su control, se necesita controlar pero de otra forma, creando oportunidades reales y q la precios estén al alcance real de los salarios de la mayoría. En el siglo XXI el cubano con la información tiene mucho más conocimiento y posibilidades q tiempo atrás. Ahora q solución le daremos a esta situación, como lo resolvemos.

  • Nelson dijo:

    A ver, que hay ilegales quede hacen más visible con el auge de los negocios de venta online, eso está claro, pero por otro lado se han implementado mecanismo para la adquisición de equipos electrónicos de gama alta en MLC que acentúan las diferencias entre los cubanos que vivimos en Cuba y no tenemos familiar en el extranjero y aquellos que si lo tienen, que han dado al traste con la creación de todo un negocio detrás de comprar los equipos y revenderlos a aquellos que no pueden adquirir ninguna MLC, porque está más que claro que en nuestro país no se pueden adquirir estás divisas, si no que alguien me diga cómo se adquieren. Por otro lado hay problemas con la cadena de suministro, imagina que ese ciudadano compra 100 neveras, mientras estás existan en la tienda no es posible que esté haga algún tipo de negocio de reventada, porque como es lógico su precio es superior al de estás en la tienda, creo que partiendo de esto se debe analizar de nuevo el asustó, es más fácil decir que todo lo que no está escrito como legal es ilegal y hacer interpretaciones de todas las leyes (como platea la jueza), para jugar todos esos "nuevos" focos de delitos que se han venido destapando...hay muchísimo más de lo que hablar de esto, como los productos industriales y otras cosas, pero ahí ni me voy a meter porque me parece insólito que se vendan por acá uno existan en los establecimientos donde deberían estar en venta... Saludos

  • katherin dijo:

    hola creo que la venta por internet es beneficiosa, claro como todo no deja de existir acaparadores que revenden los productos a precios excesivos y que provocan desconecto en la multitud. Pero pensemos gran parte de estas ventas no son legales , pero bien nuestra poblacion en su gran mayoria tiene que realizar otras actividades para poder subsistir las cuales en gran parte no son legalese que van desde la venta de un simple durofrío, de una paleta, aquellas persona de viajan y trae algo mercancia para vender y de aquellos q realizar colas y colas para acaparar y revender(para mi imperdonable). Pero seamos sincero no veo nada de malo en aquellas personas q no tienen una cafetria pero venden en el barrio una paleta o un durofrio, no tampoco en aquella que viaja y trae su mercancia si la.misma ya paso por la aduana y pagaron sus impuestos, que muchas veces esas mercancias son mas economicas y de mejor calidad que la del mercado nacional, lo que si pienso es q deberia de existir alguna forma de legalizar y controlar dicho proceso. Si creo que debe de existir un stop co los revendedores y acaparadores que para mi la unica forma de terminar eso es existiendo una mayor distribución de los productos.

  • Marisela dijo:

    Creo q deberían analizar las opciones de ese mercado , cdo provienen de la importación , por viajes y valorar su ofrecimiento a través de un mercado autorizado, los excesivos precios podrían desaparecer al encontrar mejores ofertas estatales al estado, si el problema fuese por calidad o mejor marca seria el cliente el q escogiera, gastar más o menos y de ahí su beneficio a su.consideracion, en productos importados por los propios viajeros, quizas serian muy pocos los casos, además se podrían encontrar artículos q nuestro mercado quizás no pueda ofertar o carezca d su existencia, vuelvo.y repito la competencia depende de la mejor oferta, con respecto a la venta ilícita d productos internos, eso es.arena de otro costal, y debe analizarse la causa, muchas podrían ser , incluso si analizamos en su ptoliberación pueden incidir muchas causas por ejemplo, si usted compra un producto en la tienda virtual q por problemas de déficit en los productos se reduce su compra y prácticamente se iguala su costo al doble por la transportacion, quizás usted prefiera pagarlo al mercado negro, a eso sumele la demora d entrega , como ve los particulares incluso lo llevan al hogar.d residencia y hacen ofertas de gratuidad es q realmente no lo son, además un impedido, personas enfermas y mayores,madres d pequeños hijos, razones d tiempo te pueden hacer preferir ese merecado negro q sin un estudio d.debilidades, aprobé cha estas oportunidades, por eso el fortalecer la atencion al cliente y el verdadero estudio d mercado, es esencial para obtener un efectivo resultado sin violacione,
    Muchas gracias

  • Alejandro dijo:

    Excelente artículo, casi toman todos los ángulos sobre las actividades ilícitas, casi, porque en este nuestro querido país son más que las que podemos analizar en un artículo así. La informatización es necesaria muy necesaria, pero también lo es la seguridad y vigilancia del ciberespacio. Este es un sitio web gubernamental, todos los órganos de seguridad y la policía conoce sobre lo que está sucediendo hasta en sus propios organismos, pero no pasa nada, aquí como en otro país capitalista o socialista impera la corrupción y nadie hace nada salvo a personajes muy expuestos, hay que esperar tanto para que las fuerzas del orden realicen las acciones para las que fueron creadas. La impunidad, una vergüenza para los “de a pie” y los que trabajan honradamente en sus trabajos para poder subsistir... espero que algún día se pueda existir un mercado digital en el que no me sienta estafado o tenga que dejar de dormir para poder realizar una compra. Gracias por su buen trabajo.

  • RG dijo:

    este es el artículo que más me ha gustado en mucho tiempo de los que hacen denuncias, tiene toda la razón, absolutamente

  • Yudelis dijo:

    Ni termino de leer el artículo y aunque concuerdo en muchas cosas que da mucha rabia , porque es que como quieren que esto termine si las mismas tiendas virtuales estatales son un antro de corrupción , que aún espero mi compra y acabo de llamar y me dicen que hasta fiscalía está en Villa Diana , pero de lo mío nada... Y entonces pues aunque encarecido a veces cubanos como yo prefieren comprar en sobreprecios , si al final el disgusto diario de ver que ni tú compra ni tu dinero está disponible es recompensado con los altos precios .

  • Rosita dijo:

    El tema jurídico se resuelve tomando a internet como un mostrador para vender lo que se roba o revende, es un instrumento para cometer el delito, no un ciber delito. El resto, ya están regulados en el C°Penal. Coincido con Max, es necesario ser proactivos y crear grupos especializados para peinar las redes, no solo revolico, porlalivre, etc, hay grupos especializados en facebook, WhatsApp y telegram, por mencionar los que conozco en los que se compran y venden productos, es fácil darse cuenta a ojos no expertos quien ofrece productos que le sobraron, ya no le son útiles, trajeron de fuera o compraron aquí y están revendiendo. El momento es oportuno para limpiar un poco, ahora no hay viajes, ni mulas trayendo mercancía. El que vende culeros, toallitas, a excepción de algunos casos en que a los bebés se les quedó esa talla, es porque está revendiendo. Hay cooperativas que producen lozas para pisos, cocina, etc pero es sabido que el cemento se produce en las fábricas estatales y los rollos de alambre no vienen en contenedores de Panamá o México. Se sabe que productos son fruto del trabajo y cuáles de la corrupción, el robo y el descaro de algunos. Nunca me ha gustado generalizar, por ejemplo, que en determinado sector haya personas corruptas, no quiere decir que si un administrador malversa, todos lo hagan o si un juez comete cohecho, todos hacen igual. Aunque es cierto que la mayoría de estos males denunciados en el artículo tiene la raíz no en el que vemos vendiendo sino en el que le facilitó el producto a ese que solo va a lucrar y no lo necesita. Si los productos no alcanzan para todos, duele además encontrarlos encarecidos.

  • Naty dijo:

    El principal desvío ocurre impunemente desde los almacenes estatales, el ejm más reciente está en las tiendas virtuales q son recientes y son estatales, Villa Diana y 5ta y 42, vendieron infinidad de productos, los cobraron, tenían hasta 7 días según sus contratos para entregarlos y despues de 1 mes sin cumplir, no tienen eso q vendieron y cobraron, enseguida se llenó revolico de Ofertas de café Serrano, Regil, shampoo, detergentes entre otros, eso es recurrente y estatal y no pasa nada, es un robo y una falta de respeto.
    Sí van a hacer algo q empiecen por las empresas estatales

  • Eldris dijo:

    Pero y que han estado haciendo las fuerzas del orden hasta ahora?; la cuestión ha tomado ese auge porque "ellos" mismos han permitido esas actitudes; parece hasta mentira que ocurra esto en un país donde hay (3 policías por habitante); hablando subjetivamente. Lo que tienen que hacer es linchar todo eso; "pero para ayer". Entiendo que debe haber grandes cadenas delictivas implicadas. Pero ya es tiempo de acabar con eso. Para ver si así uno sale a la tienda y encuentra las cosas y no las tiene que pagar a sobreprecio. Si la ONAT tiene su mecanismo para monitorear los anuncios de los contribuyentes en los clasificados para comparar con las declaraciones juradas; la PNR también debe tener un mecanismo así. Hay que ver los precios de las casas y de los autos; aparte de otras cosas...

  • alain dijo:

    Organizar y limitar (dentro de lo razonable y legal) deberían ser las palabras de orden en este rompecabezas. Eliminar trabas y prohibiciones sería un empezar y esperar resultados para ver su pertinencia. Siempre pensando en el bienestar del pueblo. Hace años se ha impuesto un forcejeo entre los cuenta propistas y la población en las tiendas por la inexistencia de lugares ó contratos dónde los primeros se puedan abastecer de los productos necesarios para desempeñar su actividad y producción.

  • J.C.Ro dijo:

    En medio de un panorama tan complejo la clave está en no demonizar iniciativas que legalmente pueden servir de mucho a la vida del cubano. Se trata de asumir su imparable crecimiento, y también sus intentos por desviarse, con inteligencia, actualización jurídica, constancia y eficiencia para cerrar los agujeros oscuros por el que muchas veces se fuga buena parte del esfuerzo de un país.

  • Mileny Riveron dijo:

    Eso no pasa solamente en Villa Clara aquí en La Habana es igual o peor en las riendas en MLC es imposible comprar ningún equipo electrodoméstico ni teniendo la tarjeta ya que los revendedores lo compran y luego a vender. Eso no es solo culpa de ellos es de los dependientes o quien sabe que avisan y separan productos. Eso tiene que tener algún interés detrás. En estos últimos meses se han recibido en esas tiendas muchos frizzer, split entre otros productos que son imposibles comprar por una cola oficial y luego lo ves en Facebook los mismos con un precio duplicado eso no es traído eso es comprado aquí en nuestro país hace muchos meses que todo por el coronavirus está cerrado por lo que no se puede ir a otro lugar y entonces cómo se entiende que existan tanta diversidad en revolico. Cómo entender? Hace falta acabar con eso duele mucho

  • Eva dijo:

    El análisis sobre este tema va más allá de un buen artículo periodístico, abre al debate sobre un problema que permanecía en silencio aunque todos lo conocían . Se necesitan medidas fuertes para los que malversan , acaparan y desvían productos de procedencia estatal y sugiere se piense más en el establecimiento de pequeños y medianos comercios que con financiamiento propio o familiar puedan establecer ciudadanos cubanos a partir de su importación pagando los aranceles aduanales , arrendamiento de establecimientos y otros deberes tributarios. No tendría que ocuparse el estado de pequeñas compras de objetos y productos de marcas o modelos específicos que atrae a una pequeña parte de
    la población.
    No solo por la vía digital se comercializan medios y productos de dudosa procedencia. En todas las "candongas" o ferias qué hay en los barrios con licencia y se supone que inspectores que fiscalizan se vende de todo: de lo que se importa, de lo que traen las mulas , de lo que compran y agotan en los mercados del Estado y de lo que se roba y se desvía de centros de trabajo. Por ahí pasamos todos y vemos los movimientos cuando hay aviso de que viene alguna autoridad de control

  • Edel dijo:

    1ero las ilegalidades suceden x el poco control estatal de las mismas 2do en cuanto a las ventas de articulos equipos electrodomèsticos y celulares donde estàn las abundantes ofertas de nuestras tiendas? De esos productos?x poner un ejemplo etecsa vende celulares hasta 3 veces el precio de su costo sin embargo en el mercado negro como le dicen lo encuentras màs barato y de mejor calidad y repito no estoy de acuerdo con los precios exhorbitantes de personas inescrupulosas pero hasta tanto no mejoren la disponibilidad y precio de los equipos en las tiendas la gente seguirà comprando x fuera lo que en las tiendas oficiales no encuentra,carece de calidas y tiene el precio x las nubes

  • PGS dijo:

    Delicado tema, apartando el tan delicado tema de la promoción, comercialización y venta de mercancías y artículos mal habidos producto del robo, desfalco, soborno, etc... Considero que el asunto de la comercialización en todas sus variantes, incluidas las online merece un exhaustivo estudio multifactorial e interdisciplinario, la ilegalidad es producto a hacer algo que la ley prohíbe, ¿y quién hace la ley?, el propio hombre, a no ser las leyes naturales, entonces, si se hacen las leyes, no se crean los mecanismos para controlar su cumplimiento, ni las herramientas necesarias (logísticas), no se cuenta con el personal apto y suficiente para controlarla, pero además si esa ley no responde a verdaderos problemas de seguridad, independencia, moralidad, estrategia, etc, etc, entonces se prostituye esa ley y se convierte al ciudadano común y corriente, que tiene unas cuantas insatisfacciones y necesidades por resolver en un ilegal, porque el estado, con independencia a los esfuerzos que hace y los cuantiosos recursos que invierte no logra satisfacer esa demanda. Necesitamos cambios, todos coincidimos en ello, pero nos falta mucho trecho que recorrer, y que conste, no abogo por la ilegalidad, abogo por disminuir excesos que convierten simples gestiones en ilegalidades.

  • Omel dijo:

    En respuesta a una de sus preguntas, puedo decirle que esas situaciones se pudieran combatir con una empresa socialista eficiente, que colme el mercado con esos productos. Culpar a los intermediarios, a los abusadores revendedores actuales, a los coleros es solasyar el meollo de la cuestión. El Estado, independientemente de su intenciones políticas, ha sido tradicionalmente ineficiente y con poca iniciativa y gracias a ello surgen elementos como los que se critican en el artículo.

  • Mayi dijo:

    Alguien se ha preguntado alguna vez, de donde los miles y miles de restataurantes que hay en cuba ya sea de gestión particular, cooperativa etc compran las carnes, los quesos, los pescados etc que no se ofertan en las tiendas y siempre están ahí? Y un ciudadano con el dinero solo a través de vías informales lo puede adquirir y si de casualidad se ofertará en alguna tienda a precios abusivos 200 % de ganancia.

  • Ago dijo:

    La carencia de todo en la red minorista es la que ha propiciado todo tipo de ilegalidades en este país, artículos tan necesarios como un paquete de culeros no se encuentra en las tiendas, las personas van a Panamá traen culeros y los venden, personas que tienen que comprar un boleto y pagar impuestos de aduana, q tanto puede costar a un país comprar un contenedor de culeros y abastecer toda la red, si estuvieran al alcance de todos nadie compraría online a precios más caros. Ojalá y este artículo no sea otra forma de culpar a otros para no dejar ver la mala gestión de quienes deben hacernos la vida un poco más fácil.

  • OCM dijo:

    Han visto la diversidad de productos promocionados en estos sitios que la población necesita y no lo vende el estado cubano? Han visto los precios?
    Si el gobierno pudiera vender esos productos inclusive a precios parecidos (altos), ayudaria y no tendría que pensar en multa.
    Igualmente el tema de las mulas. Si lo organizamos podemos "romper el bloqueo" externo y algo el "bloqueo interno".

  • Osmany dijo:

    Dime de qué careces y te diré que revenden

  • Modesto Alejandro Gómez valdes dijo:

    Ola quisiera dejar una pregunta y si pueden me respondan , porque si un cubano puede viajar a países de Latinoamérica hacer compras de un contenedor de haceo por ejemplo y enviar por vía marítima hacia cuba pagar todos los impuestos establecido por el estado cubano con los precios establecidos y comercializarlos , preguntó si eso pudiera ser posible y así con otras cosas del hogar .Creo que eso aliviaría un poco todos los precios altos que hay el la calle y en las redes sociales. Asi creó que debería ser con otras cosas y buscar la forma de no caer en lo ilegal y flexibilizar un poco todas esas cosas y creo que de esa forma se permitirá acabar con los revendedores en la calle

  • LRR dijo:

    Muy bien q se aborde este tema en Cubadebate, aunque por más q lo leo y releo, me deja un sin sabor, y es que no se describe el problema en toda su magnitud, más bien induce a la idea q ya se va haciendo habitual, de dejar caer la responsabilidad sobre el ciudadano y su deber de denunciar, o sobre los diferentes administradores de los grupos de clasificados; cuestión q no me parece totalmente desacertada. Me vienen a la mente algunas interrogantes: Dónde queda el rol de las instituciones del país?? Es realmente el ciudadano común el controlador de la legalidad por excelencia?? Creo q no. Recientemente se abrieron tiendas de electrodomésticos donde solo es posible comprar con tarjetas magnéticas, q a su vez responden a cuentas en moneda extranjera, abiertas en Banco Metropolitano (Cubano). En dichas tiendas ya resulta imposible adquirir los productos, pues también han ido a manos de especuladores q luego lo revenden en el mercado negro virtual. De veras es esto responsabilidad del administrador de un sitio web?? No lo creo. Acaso el estado cubano no tiene forma de rastrear las compras q se realizan con tarjetas bancarias?, o es q teniendo el dinero ya en sus arcas, deja de ser un problema aunque el producto pase directamente al mercado negro virtual? Cómo es posible q las tiendas estén totalmente desabastecidas, mientras q toda la mercancía esté expuesta en el mercado negro virtual? En serio a alguien se le ocurre q esto sucede por los coleros? No, los coleros son una pequeña e insignificante parte de un problema mucho más grande, al cual prefiero llamarle mafia organizada, formada por delincuentes de cuello blanco, escenario perfecto para el lavado de dinero; así q no nos llamemos a
    engaños, y llamemos las cosas por su nombre.
    Estamos ante una importante crisis económica, no hay respaldo productivo para la cantidad de dinero q circula, y absolutamente todo lo q ocurre tiene una explicación; pero mientras tanto, la situación es una gran oportunidad para quienes asumen un comportamiento mafioso, a costa de la necesidad del ciudadano común, q muchas veces no tiene otra alternativa q ser parte del problema y de acudir al mercado negro virtual, q es dónde único localiza el producto.

Se han publicado 651 comentarios



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Yunier Javier Sifonte Díaz

Yunier Javier Sifonte Díaz

Graduado de Periodismo en la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en el año 2016. Periodista de Telecubanacán. Colaborador de Cubadebate. En Twitter: @yunier_sifonte

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