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Las políticas económicas neoliberales matan: Hay que cambiarlas

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El mundo vive tiempos de pandemia. No es una crisis sanitaria exclusivamente; es política, económica, social y de valores. Se habla de edades de riesgo, pero no de clases de riesgo. Junto a las enfermedades que concomitan, la pobreza constituye un agravante para quienes adquieren la COVID-19. El sálvese quien pueda no funciona, el neoliberalismo desnuda sus trágicos límites, la humanidad necesita ser más humana.

En esta serie de trabajos pretendemos hacer una radiografía de las causas detrás de la extensión de la pandemia y de su letalidad. Esta es la segunda entrega

Portadores de féretros con máscaras protectoras llevan el ataúd de una mujer que murió de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en su funeral, en Seriate, Italia. 28 de marzo de 2020. REUTERS/Flavio Lo Scalzo

 

El impacto de la pandemia del coronavirus en el deterioro de la calidad de vida y bienestar de las poblaciones (y, muy en particular, de las clases populares), así como la respuesta de los Estados para intentar contenerla están afectando todas las dimensiones sociales, económicas, políticas y culturales de cada uno de los países impactados por este fenómeno. Poca gente podría haber imaginado hace solo cuatro meses que, hoy, casi una tercera parte de la población mundial estaría viviendo en condiciones de confinamiento, incluidas las tres cuartas partes de la población que viven en el mundo capitalista desarrollado. Y lo que es también extraordinario es que, como consecuencia de la pandemia y de las medidas tomadas contra ella, la economía mundial está sufriendo una crisis sin precedentes.

Como resultado de todo ello, es más que probable que la cultura económica del mundo post-pandemia sea diferente a la del mundo actual. Y uno de los cambios será (ya lo está siendo ahora) el gran descrédito de los dogmas que han orientado el pensamiento económico dominante en la época pre-pandemia –el neoliberalismo–, y cuya aplicación a través de la imposición de las políticas públicas (derivadas de tal dogma) está causando tanto sufrimiento. Dicho dogma (que continúa siendo dominante en los establishments político-mediáticos de la Unión Europea) ha mantenido la tesis de que el éxito de la actividad económica tenía que basarse en la austeridad del gasto público social, conseguida a base de recortes que han dejado a los países afectados por la pandemia sin los medios necesarios –como por ejemplo sanitarios y de servicios sociales– para protegerse frente a ella. No es sorprendente que, en general, aquellos países donde tales políticas neoliberales se han aplicado con mayor dureza sean hoy también los países donde el daño causado por la pandemia está siendo mayor (ver mi artículo "Las consecuencias del neoliberalismo en la pandemia actual", Público, 17.03.20).

España, Italia y EEUU son claros ejemplos de ello. Son los países que tienen mayores índices de mortalidad debido a la pandemia hoy en el mundo, resultado en gran parte del debilitamiento de sus sectores sanitarios y sociales (así como otros esenciales), consecuencia del empobrecimiento del sector público y de la expansión del privado como resultado de las políticas de recortes del gasto público social llevadas a cabo por gobiernos conservadores, liberales y socioliberales. Es en estos tres países del mundo occidental donde está habiendo más muertes por coronavirus (en parte, debido a la gran escasez de respiradores) y donde hay un porcentaje mayor de profesionales y trabajadores del sector sanitario que han sido contagiados por el coronavirus, resultado de la escasez de material protector. Los datos hablan por sí mismos. Según datos de la Global Health Expenditure Database (de la Organización Mundial de la Salud), entre 2009 y 2017 el gasto público sanitario gubernamental como porcentaje del PIB descendió en España de un 6,4% a un 5,9%, y en Italia de un 7% a un 6,5%, mientras que en EEUU –punto de inspiración del modelo neoliberal– apenas creció de un 4,2% a un 4,5%, con una cobertura sanitaria muy limitada, con casi 30 millones de estadounidenses sin protección sanitaria; por otro lado, según datos de la OCDE, entre 2008 y 2016 España redujo sus camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes de 3,2 a 2,97, Italia de 3,79 a 3,17 y los Estados Unidos de 3,13 a 2,77.

Aquí en Catalunya, los recortes del gasto público sanitario fueron de los más acentuados en España y en la UE-15. Se recortaron 1.500 millones de euros, y se eliminaron 1.100 camas hospitalarias, reducciones que han afectado muy en particular a las clases populares, todo ello mientras se reducían los impuestos de sucesiones y de patrimonio para las clases de renta superior. Los recortes más acentuados fueron los realizados por el gobierno de Convergència (partido neoliberal), hoy JxCat, siendo presidente de la Generalitat de Catalunya el Sr. Artur Mas y Consejero de Sanidad el Sr. Boi Ruiz, presidente de la Patronal Sanitaria privada, cuyas primeras declaraciones como máxima autoridad de la sanidad pública catalana fueron animar a la población a que contratara un seguro de sanidad privado. Toda esta realidad quedó ocultada por el llamado "procés" independentista, dirigido por tal partido, cuyo apoyo procede mayoritariamente de las clases de renta superior y media superior.

El número de personas contagiadas en España supera las 110.000. La notica positiva está en los pacientes recuperados, que ya son casi 27.000. Foto: Reuters.

El neoliberalismo mata

Repito, la evidencia de que los países en el Atlántico Norte que han sufrido más debido a la pandemia son aquellos que han aplicado con mayor severidad las políticas de austeridad, así como reformas laborales regresivas, tales como los tres citados (ver mi artículo en Público "Lo que se está ocultando en el debate sobre la pandemia", 24.03.20) es abrumadora.

La respuesta de dichos países a la pandemia ha sido intentar cubrir las enormes deficiencias de sus sistema público sanitario a base de comprar material para curar a los enfermos y para proteger a los profesionales del sector, pues es en estos países donde hay mayor demanda para que se obtengan dichos materiales, pero esta alternativa está resultando ser, como era previsible, insuficiente, incluso para alcanzar los objetivos limitados definidos por sus gobiernos, importantes (como conseguir mascarillas para todos los profesionales y trabajadores de los sectores esenciales), pero, repito, insuficientes, pues la medida correcta sería conseguir mascarillas para toda la población. La OMS, por fin, ha admitido que los países que han tenido más éxito para controlar la pandemia han sido aquellos, como Corea del Sur, donde las mascarillas fueron utilizadas por toda la población (así como los guantes) a fin de protegerse del contagio.

Es urgente cambiar el tipo de producción económica en el país

La primera respuesta de estos países a tales déficits ha sido, pues, intentar resolver la demanda por la vía mercantil, es decir, comprar los materiales en el mercado internacional, donde estamos viendo que hay una gran saturación provocada por una carencia global de tales productos, motivo por el cual sus precios se han disparado, alcanzando cifras astronómicas. Y como un signo del deterioro de tal mercado, se han establecido malas prácticas de todo tipo, incluyendo la devolución masiva de productos defectuosos ya adquiridos, tales como mascarillas (hecho que ha ocurrido con autoridades públicas en EEUU, España, Italia, Países Bajos y otros países importadores de dichos productos), provenientes en su mayoría de fábricas (muchas de ellas, ilegales) en China. Y, para complicar más las cosas, dentro de los mismos países importadores, varias autoridades a distintos niveles (sean CCAA en España, regiones en Italia o Estados en EEUU) han estado compitiendo entre ellas para conseguir cuanto antes estos materiales tan necesarios, competición que ha ido en contra de los intereses de los compradores y a favor de los intereses de los proveedores.

La enorme insuficiencia de este mecanismo mercantil está creando una protesta popular muy extendida, exigiendo a los Estados que cambien sus prioridades y resuelvan esta escasez de otras maneras. Ello explica la creciente presión para que haya una transformación profunda del sistema productivo industrial, dando prioridad al bien común sobre cualquier otra consideración, exigencia que puede tener un impacto enorme en el orden político y económico de estos países. Existe ya una creciente demanda popular (que se refleja en el aplauso diario de las 8 de la tarde en honor de los profesionales y trabajadores sanitarios de todos estos países –EEUU, España e Italia– que están arriesgando sus vidas para salvar las vidas de los enfermos de coronavirus) para exigir a las autoridades públicas que antepongan el bien común a todo lo demás, haciendo lo posible e imposible para obtener tales materiales. Así, estamos viendo ya cómo en Italia, bajo la presión popular, hay cambios en las políticas públicas exigiendo, por ejemplo, a industrias textiles del país que sustituyan la fabricación de vestidos de alta costura (destinados a la población de renta superior) por la producción de mascarillas, batas y otras prendas que se necesitan urgentemente entre los trabajadores y profesionales de la sanidad y de los servicios sociales, así como de otros servicios esenciales. Y en EEUU, bajo los poderes del Estado federal, la industria automovilística (y, muy en especial, General Motors) está sustituyendo la producción de coches por la producción de ventiladores, que pueden significar la diferencia entre la vida o la muerte para los enfermos graves de coronavirus en aquel país.

Ha sido la presión popular canalizada entre otros por el gobernador del Estado de Nueva York (el estado con más afectados de EEUU), Andrew Cuomo, lo que ha forzado al presidente Trump a utilizar la Ley de Alarma General para forzar a la industria manufacturera, incluyendo la automovilística, a producir dichos respiradores. El presidente Trump, representante de la ultraderecha neoliberal y el más acérrimo enemigo del Estado federal, se ha visto forzado a tomar esas decisiones debido, como digo, a la presión popular, unas medidas a las que se había opuesto en un principio argumentando, predeciblemente, que dicha intervención estatal transformaría EEUU en un país como Cuba o Venezuela, argumentos que se volvieron en su contra cuando el gobernador de Nueva York le respondió que el tema a discutir no era "intervención del estado federal sí o no", sino el "objetivo de tal intervención", pues EEUU es el país con mayor intervención federal en el desarrollo económico del país, intervención que se realiza a través del enorme gasto militar, incrementado todavía más por el presidente Trump, el cual ha utilizado la máxima ley de alarma en múltiples ocasiones para forzar al sector industrial a que produzca primordialmente para responder a las necesidades del establishment militar. Con el argumento de que el gobierno federal no debía intervenir para forzar al sector industrial a producir productos que prevendrían la muerte de ciudadanos, Trump mostraba de una manera clara su visión de lo que más le importa. Como lo acusó Cuomo, prefería más proteger los intereses del establishment militar y las grandes empresas de defensa que los intereses de la ciudadanía. La creciente popularidad de un movimiento social que se está expandiendo rápidamente en el país ha forzado a Trump a cambiar su estrategia, favoreciendo el intervencionismo federal en el sector industrial con finalidades sociales. Sería deseable que algo semejante ocurriera en España.

Miembros del personal médico en trajes de protección tratan a pacientes que padecen la enfermedad por coronavirus en una unidad de cuidados intensivos en el hospital San Raffaele en Milán, Italia, 27 de marzo de 2020. Foto: Flavio Lo Scalzo/ Reuters.

La importancia del bien común sobre el particular

Todos estos hechos muestran cómo, gracias a la presión popular, los Estados están tomando mayor protagonismo, interviniendo activamente en la reconversión industrial, anteponiendo el bien común a cualquier interés particular minoritario. Esta petición se está extendiendo a otros sectores, expresando un gran hartazgo popular contra las políticas neoliberales y los intereses económicos y financieros que las han promovido, y también contra los economistas a su servicio y su excesiva influencia sobre el Estado y sobre los medios de información y comunicación. Es por esta razón que el intento, en España, de aprovechar el enorme sufrimiento ciudadano para intentar desgastar al gobierno de coalición de izquierdas que están haciendo los partidos conservadores (como el PP en España) o neoliberales (como Vox, Ciudadanos o JxCat), presentándose como los grandes defensores de la ciudadanía frente al gobierno, acusándolo de incompetente, es de un cinismo extremo, pues fueron ellos –y sus políticas de austeridad- los que causaron la indefensión de la población, debilitando los servicios públicos. La rebaja de impuestos a las rentas superiores, la privatización de los servicios públicos y los recortes del gasto público sanitario y social son los que causaron el exceso de mortalidad (mucho mayor que en otros países).

Estos partidos políticos han sido responsables de la situación extrema a la que se ha llegado en este país. El gobierno de coalición ha abierto un nuevo capítulo de esperanza. Pero se requieren pasos más radicales, pues la tragedia es enorme. Y es ahí donde se debería redefinir la relación entre lo público y lo privado para priorizar lo primero sobre lo segundo, a fin de conseguir el bien común por encima de cualquier otra consideración. El gobierno de coalición ha estado tomando medidas de gran importancia, que se irán extendiendo como resultado de la presión popular, que siempre verá lo público y no lo privado como la mejor garantía para su salud, calidad de vida y bienestar. El orden económico actual, que prioriza lo privado sobre lo público, ha perdido toda la credibilidad, pues comparte la responsabilidad de que haya una mortalidad tan alta en este país. Así de claro.

(Tomado de Público)

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Se han publicado 13 comentarios



Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

  • Renecito dijo:

    El neoliberalismo es el enemigo numero uno de los pueblos, la Covid19 ha venido a enseñar al mundo que la solidaridad y la union es la receta para vivir en paz y armonía, los pueblos serán ahora más fuertes e inteligentes, la Covid19 ha sido una lección y será la solución para todos. ¡ Viva mi Cuba!

    • Remberto galiano dijo:

      EL NEOLIBERALISMO PREDICA CON DIOS Y ACTÚA COMO EL DIABLO

  • Renecito dijo:

    El neoliberalismo es el enemigo numero uno de los pueblos, la Covid19 ha venido a enseñar al mundo que la solidaridad y la union es la receta para vivir en paz y armonía, los pueblos serán ahora más fuertes e inteligentes, la Covid19 ha sido una lección y será la solución para todos. !Viva mi Cuba!

    • madelyn dijo:

      El problema es que la mayoría de los que saben que es así, que lo han podido comprobar por la insuficiente respuesta que da este sistema al ser humano, no le importa que puede ser de la raza humana en sí, solso quieren garantizar llenar las arcas para su retiro y heredarlo a su familia. Así enseñan a sus predecesores y es un cáncer que está en estado fulminante. Solo tenemos al gigante asiático que ha podido demostrar que se puede desarrollar la economía pensando en el bienestar de las personas y nuestros gobiernos progresistas que luchamos día a día por demostrar lo importante que es cada ser humano. Desgraciadamente la sociedad capitalista está diseñada para consumir y conumir, a cualquier costo, no importa si este significa disminuir el beneficio de la mayoría en función de alenar y ayudar a los grandes empresarios, que luego del coronavirus serán cada día una minoría, pero, eso sí, bien poderosos como para atacar a cualquier país en nombre de la "libertad" y los "derechos" del pueblo.

    • Remberto galiano dijo:

      EL NEOLIBERALISMO PREDICA CON DIOS Y ACTUA COMO EL DIABLO

  • Susana Ma. Gonzalez dijo:

    Me uno al comentario de Renecito

  • Luis Enrique Araujo dijo:

    Ahora no pocos compatriotas que querían se entregarán muchas empresas al sector privado se darán cuenta de porque no debe ser.Cementerios privados que sólo entierran a quien pueda pagar sin importar la sanidad,ATENCIÓN médica selectiva,falta de oportunidades para trabajar,estudiar,fuga de materias primas y mucho más es lo que deja el neoliberalismo a los países que lo implementan.

  • Yo dijo:

    Es una fotografía de lo que está ocurriendo en España

  • Mc dijo:

    Según el presidente de estados unidos cuantas personas ciento de miles faltan por morir en ese país para sentirse satisfecho de haber echo un gran trabajo 200 000 y van por un poco más de 11000 es un criminal no se como el mundo soporta a ese mal nacido

  • Arturo dijo:

    Pero no sólo EE.UU. y Europa,,, CHINA, por donde comenzó todo esto, es el país de mayor contaminación del mundo,,, no lo dejen fuera. Es que no lo menciona el autor.

  • Remberto galiano dijo:

    EL NEOLIBERALISMO PREDICA CON DIOS Y ACTÚA COMO EL DIABLO

  • Alexis dijo:

    Muy de acuerdo con Galiano.

  • AlejandroJCG dijo:

    El UNICO CULPABLE de la actual tragedia por la COVID19 es el CAPITALISMO cuyo desprecio al ser humano hoy se expresa en el neoliberalismo, una teoria economical para MAXIMIZAR LAS GANANCIAS DEL CAPITAL PRIVADO DEJANDO DE INVERTIR EN LOS PROGRAMAS SOCIALES. La actual pandemics Covid19 esta demostrando la OBSOLESCENCIA DEL CAPITALISMO: no es capaz de garantizar la salud publica, no puede asegurar la vida de los individuos de una sociedad y que es una sociedad sin individuos? EL CAPITALISM ES YA INCOMPATIBLE CON LA SUPRVIVENCIA DE LA HUMANIDAD: ha provocado el deterioro del Medio ambiente donde vive el hombre y por su egoismo innato no puede resolver la Emergecia de tales consecuencias. Las crisis generan soluciones, revoluciones. La humanidad esta avocada a sobrevivir, para hacerlo tendra que cambiar todo lo que deba ser cambiado.

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Vicenç Navarro

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