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¡Participa! en el IV Concurso de Microrrelatos, convocan Ocean Sur, la AHS y Cubadebate (+ Video)

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Cubadebate, la casa editorial latinoamericana Ocean Sur y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) convocan a la cuarta edición de nuestro Concurso de Microrrelatos, que desde 2017, dedicamos al advenimiento de la Feria Internacional del Libro en Cuba.

¡Participa! Demuestra en un relato corto tus capacidades como narrador. El ganador obtendrá una colección de novedades editoriales de Ocean Sur, presentes de la AHS y Cubadebate, así como la oportunidad de publicar su obra en este sitio web.

Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil (1 000) caracteres (sin espacios), que nos permita descubrir al escritor que eres. Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un cuento, el inicio de una novela o testimonio…

Deja tu microtexto como un comentario en esta entrada. El plazo de admisión vence el domingo 16 de febrero, el día que concluye la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana.

Escogeremos tres premios. El jurado estará integrado por reconocidos escritores y periodistas cubanos seleccionados por la AHS. Los resultados se publicarán el 12 de abril, justo el día que concluye la Feria en Santiago de Cuba.

Nos comunicaremos con los ganadores a través del correo electrónico que escriban al enviar el comentario con su obra.

Ocean Sur, la AHS y Cubadebate quieren premiar a los amantes de las letras con este concurso dedicado a la microliteratura.

En video, convocatoria al IV Concurso de Microrrelatos

Se han publicado 1069 comentarios



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  • CHABELA dijo:

    LA LUNA ESTABA PERDIDAMENTE ENAMORADA DE VENUS POR SU BRILLO, PERO NUNCA SE PODIAN ENCONTRAR, UN DIA OCURRIO EL MILAGRO POR UNA CONJUNCION SE ENCONTRARON Y SE AMARON POR 2 HORAS.....

    • Razmill Joel Gopar Pasternak dijo:

      Me gustó mucho..

  • Josè Garcìa Àlvarez dijo:

    UN DÌA BAJO EL SOL

    El aterdecer se tornaba tempestuso .La noticia de la desapariciòn repentina de uno de los jòvenes del barrio ,trajo la puesta del sol màs triste de toda su historia ;Julian era como una de aquellas personas que nacen con un cintillo de oro dentro del corazòn .Cda sonrisa ,expresiòn o gesto que regalaba con su forma tan natural conquistaba los sentimientos màs rebedes y resecos que existieran en cualquier ser humano.
    No pudo ser este dìa màs desdichado .Todo indicaba que la gente ,que aquella humilde gente ,les hubieran arrancado parte de lo màs preciado de sus vidas.
    Fue cometido el asesinato la noche antes ,en el mismo borde de un puente abandonado ,encontràndose solo a tres kilometros del empobrecido barrio.
    Luego ocurriò el velorio ,donde familiares y amistades dieron su ùltimo adios ,entre llantos y murmuraciones ,dejandro entrever la incògnita del suceso violentamente ocurrido.
    Años màs tardes las investigaciones confirmaron la identidad y el porquè del hecho;Resulto ser un individuo cuya obsesiòn en su vida era la de vivir en penitenciarìa.

  • Juan Rogelio Ferrer Vergara dijo:

    Fragmento del testimonio muy verídico de este autor “En la Batalla de Santa Clara”. Luego de infiltrarse en la ciudad en horas de la noche el Che muy certeramente ha ordenado levantar la línea del Crucero en la carretera de Camajuaní. Este testigo perteneciente a la Sección Obrera del M 26 7 ya está integrado en la Columna 8. Se encontraba al inicio de este relato en una Clínica a 150 metros del Crucero………………

    LA TRAMPA
    Yo estaba en la Clínica Médico Quirúrgica apenas a 150 metros del Crucero. Ayudaba en ese momento a pasarle sangre a un rebelde herido. Unos instantes antes en el vestíbulo de la clínica una bala había roto los cristales y me rozó el cuerpo. Segundo percance que tuve. Horas antes al ir a mi casa vacía a comer algo ( Mi familia estaba en un refugio profundo que se había habilitado en una casa en construcción allí cerca), sentí un golpe en la calle y luego un rebote en la sala a medio a hacer por la que salía.

    Pensé en una piedra de un bromista, pero entonces vi. la bala. Era blindada, muy puntiaguda y seguro de un B-26 que había picado contra la zona del cuartel 31 instantes antes desde la zona. Ese avión decían disparaba por la cola también. Aunque la bala parece venia muerta podía haberme hecho daño. La guardé por años como un recuerdo.

    ¡DE PRONTO SENTÍ UN ENORME ESTRUENDO¡ .Miro por la ventana de la clínica. A 200 metros apenas el tren blindado se había descarrilado. Una nube de polvo dejaba ver varios vagones volcados. La garita alta de madera del guardavías estaba en el suelo producto del impacto. Yo sabía que había en el tren un gran número de soldados fuertemente armados. Sin embargo en todos aquellos alrededores sólo había un rebelde con un revolver.

    Por primera vez sentí miedo. Pero no por mí aunque no era alguien exageradamente valiente. Miedo por los heridos y el personal de la clínica, miedo por mi familia que estaba 3 cuadras más abajo, miedo por los vecinos del reparto Sta, Catalina.

    Pensé que los soldados se iban a desplegar y avanzarían tomando posiciones y masacrando gente inerme, era lo lógico y probable. Pero la moral de ellos estaba por el suelo.

    Al cabo de un rato al desplazarme hasta la esquina de la bodega pegado a las paredes vi que aparecieron por esa calle lateral (la calle D) 3 o 4 rebeldes armados corriendo a tomar posiciones pasándome por el lado. Ya más confiado y desde la privilegiada aunque peligrosa posición en la Clínica observo claramente como se iba desarrollando el combate al menos del lado de acá del Crucero.
    Del lado de la ciudad, (me enteré después) la tropa comandada por Pardo Guerra había empezado a atacar el tren. Sentí el sonido de una ametralladora que parece hacía fuego al blindado desde el edificio del Hospital de Maternidad. El tren era blindado por todos lados menos por el piso y ese fue un punto débil.

    Luego de un rato de combate hay una tregua pedida por oficiales del tren para que se atienda a sus heridos.

    Observo la llegada de soldados heridos y sobre todo contusionados a la Clínica. Traen un negrito casquito que muere por herida en el vientre. Lo veo en el cuarto de autopsias o “de las papas” como se le llamaba. Fue el único muerto en el combate del Tren. Veo desmoralización en la tropa. Un soldado de la dictadura con un quepis conversa con Rodríguez de la Vega y Núñez Jiménez (que por supuesto yo no sabía entonces quienes eran) los que en nombre del Che estaban allí. Nada más que hace decir constantemente: “Quiero tumbar un avión”. “Quiero tumbar un avión”. Era el artillero de un cañón de 20 mm. El Che ordenaría instalarlo luego de la toma del tren en un camión y efectivamente actuó contra la aviación con ese soldado operando el mismo. Salió retratado en Bohemia dicho soldado junto al cañón en la primera edición luego del triunfo.

    Había en la Clínica gran confraternización entre soldados y rebeldes. Ya se comprendía que la gente de Batista no seguiría combatiendo allí.

    Ya cayendo la tarde veo de bastante lejos al Che quien parlamentaba con el jefe del tren, ambos parados en el medio de la carretera.

    l

  • Juan Rogelio Ferrer Vergara dijo:

    Fragmento del testimonio muy verídico de este autor “En la Batalla de Santa Clara”. Luego de infiltrarse en la ciudad en horas de la noche el Che muy certeramente ha ordenado levantar la línea del Crucero en la carretera de Camajuaní. Este testigo perteneciente a la Sección Obrera del M 26 7 ya está integrado en la Columna 8. Se encontraba al inicio de este relato en una Clínica a 150 metros del Crucero………………

    LA TRAMPA
    Yo estaba en la Clínica Médico Quirúrgica apenas a 150 metros del Crucero. Ayudaba en ese momento a pasarle sangre a un rebelde herido. Unos instantes antes en el vestíbulo de la clínica una bala había roto los cristales y me rozó el cuerpo. Segundo percance que tuve. Horas antes al ir a mi casa vacía a comer algo ( Mi familia estaba en un refugio profundo que se había habilitado en una casa en construcción allí cerca), sentí un golpe en la calle y luego un rebote en la sala a medio a hacer por la que salía.

    Pensé en una piedra de un bromista, pero entonces vi. la bala. Era blindada, muy puntiaguda y seguro de un B-26 que había picado contra la zona del cuartel 31 instantes antes desde la zona. Ese avión decían disparaba por la cola también. Aunque la bala parece venia muerta podía haberme hecho daño. La guardé por años como un recuerdo.

    ¡DE PRONTO SENTÍ UN ENORME ESTRUENDO¡ .Miro por la ventana de la clínica. A 200 metros apenas el tren blindado se había descarrilado. Una nube de polvo dejaba ver varios vagones volcados. La garita alta de madera del guardavías estaba en el suelo producto del impacto. Yo sabía que había en el tren un gran número de soldados fuertemente armados. Sin embargo en todos aquellos alrededores sólo había un rebelde con un revolver.

    Por primera vez sentí miedo. Pero no por mí aunque no era alguien exageradamente valiente. Miedo por los heridos y el personal de la clínica, miedo por mi familia que estaba 3 cuadras más abajo, miedo por los vecinos del reparto Sta, Catalina.

    Pensé que los soldados se iban a desplegar y avanzarían tomando posiciones y masacrando gente inerme, era lo lógico y probable. Pero la moral de ellos estaba por el suelo.

    Al cabo de un rato al desplazarme hasta la esquina de la bodega pegado a las paredes vi que aparecieron por esa calle lateral (la calle D) 3 o 4 rebeldes armados corriendo a tomar posiciones pasándome por el lado. Ya más confiado y desde la privilegiada aunque peligrosa posición en la Clínica observo claramente como se iba desarrollando el combate al menos del lado de acá del Crucero.
    Del lado de la ciudad, (me enteré después) la tropa comandada por Pardo Guerra había empezado a atacar el tren. Sentí el sonido de una ametralladora que parece hacía fuego al blindado desde el edificio del Hospital de Maternidad. El tren era blindado por todos lados menos por el piso y ese fue un punto débil.

    Luego de un rato de combate hay una tregua pedida por oficiales del tren para que se atienda a sus heridos.

    Observo la llegada de soldados heridos y sobre todo contusionados a la Clínica. Traen un negrito casquito que muere por herida en el vientre. Lo veo en el cuarto de autopsias o “de las papas” como se le llamaba. Fue el único muerto en el combate del Tren. Veo desmoralización en la tropa. Un soldado de la dictadura con un quepis conversa con Rodríguez de la Vega y Núñez Jiménez (que por supuesto yo no sabía entonces quienes eran) los que en nombre del Che estaban allí. Nada más que hace decir constantemente: “Quiero tumbar un avión”. “Quiero tumbar un avión”. Era el artillero de un cañón de 20 mm. El Che ordenaría instalarlo luego de la toma del tren en un camión y efectivamente actuó contra la aviación con ese soldado operando el mismo. Salió retratado en Bohemia dicho soldado junto al cañón en la primera edición luego del triunfo.

    Había en la Clínica gran confraternización entre soldados y rebeldes. Ya se comprendía que la gente de Batista no seguiría combatiendo allí.

    Ya cayendo la tarde veo de bastante lejos al Che quien parlamentaba con el jefe del tren, ambos parados en el medio de la carretera.

  • Juan Rogelio Ferrer Vergara dijo:

    Fragmento del testimonio muy verídico de este autor “En la Batalla de Santa Clara”. Luego de infiltrarse en la ciudad en horas de la noche el Che muy certeramente ha ordenado levantar la línea del Crucero en la carretera de Camajuaní. El tren se descarrila sobre las 3 de la tarde y es tomado por los rebeldes. Este testigo perteneciente a la Sección Obrera del M 26 7 ya está integrado en la Columna 8. Recibe órdenes de buscar personal para descargar el tren.

    NOCHE EN EL TREN BLINDADO

    ------------
    El tren había caído en poder de la Revolución. Yo observaba como los rebeldes iban desarmando a los soldados. Algunos de ellos que no eran oficiales intentaban llevarse pistolas pero se las quitaban. Llegaron camiones y salieron rumbo a Caibarièn. Se pidió ayuda para la descarga del tren. Fui a buscar a mi padre y a algunos voluntarios más. Un vecino, luego buen revolucionario pero temeroso en ese momento, cuándo lo invitamos a colaborar nos dijo “ustedes están locos”. “Los van a matar, ustedes no saben lo que va a pasar aquí luego”. Esa es la vida.

    Comenzó la descarga en medio de la oscuridad. Tropiezo con un hombre muy bien cargado de fusiles. Es de nuevo el Estigmatizado. Yo tuve la impresión no sabía por qué de que quizás Aleida le tomó làstima.por lo medio loco que era y lo tenía de ayudante pero sin armas. No lo vi más nunca en mi vida. Pasados años traté de saber de él pero infructuosamente. Había pasado ya mucho tiempo………

    Resuena un disparo muy cerca. Es el Chino un dependiente de la Bodega y almacén de Víveres Vázquez Ayala en L.Estèvez y San Pablo a quien yo conocía pues era cerca de mi trabajo. En la penumbra se vió su palidez de agonizante. Los soldados dejaron los rifles con bala en el directo y se le disparó uno al cargarlo. La bala penetra y la herida es mortal. Va a unirse al casquito muerto en la clínica. Se oyen voces advirtiendo que se tenga cuidado con los fusiles.

    Ahora descargamos unas cajitas pequeñas mi padre y otros compañeros más. Las tiramos sin saber que son detonadores. UNA VOZ SE OYE. ¡VAN A VOLAR TODO ÈSTO , SON FULMINANTES! ES EL ARGENTINO, MUY IRRITADO. Nos sorprendió su presencia. No se ve casi en la oscuridad. EL HOMBRE está al tanto de todo.

    Pregunta entonces: ¿DÓNDE ESTÀ EL CAÑÓN ANTIAÈREO? Mi padre que fue siempre muy dispuesto dice: - Creo que está para allá- Y señala hacia el este donde efectivamente estaba el cañón. Viene la respuesta cortante del Che :CREO NO , ESTÀ O NO ESTÀ. EN EL EJÈRCITO ES ESTÀ O NO ESTÀ. El nuevo incidente pasa sin otras complicaciones. El Che sigue dando vueltas en la noche a todo el largo del tren.

    Penetramos a los vagones en la descarga. No entendemos por qué las armas se las llevan en una camioneta para la Universidad Central como se dice. Pienso y comento con otro compañero que debieran dejarlas allí para repartirlas. Al día siguiente vería la previsión y lucidez militar del CHE. Antes de las 7 am la aviación atacó el tren.

    En ese momento me encuentro con un sobrino de Melba Hernández, la Heroína del Moncada que trabajaba también en mi misma Empresa y que participaba en la tarea.

    Las cantidades de armamento y suministros eran fabulosas . En el tren hay de todo. Hasta 3 o 4 días después del 1 de enero se estuvo saqueando el mismo por la población sobre todo sacando camas. En el camarote del Comandante veo un tocadiscos. Pero eso no interesaba a nadie en ese momento. .

    La inexperiencia me hace decidirme por un revólver de reglamento Colt 45 con 3 o 4 balas, donde hay pistolas de distintos tipos. En ello influyó la vaina negra y el cinto crema que tenía. Me lo ciño sin pensarlo mucho. De las armas largas ni hablar. Esa cuenta la llevaba el Che personalmente. Se colocaron todas en un gran montón bajo su vista y de allí se llevaban para la Universidad poco a poco pues la camioneta era pequeña.

    Luego esa misma noche nos encontramos con un rebelde amigo del Viejo que era obrero de una distribuidora de combustible y bajó con grados de teniente o capitán. Los aviones vuelan rasantes. El rebelde confiesa que eso lo pone muy nervioso, más que nada. No le agradan los aviones volando de noche. Por ironía de la vida moriría pocos días después del triunfo no de una bala ni de una bomba sino en un accidente de tránsito en la Central.
    Ya es de día, concluyó la descarga del tren y me encuentro en los sótanos de Obras Publicas. Allí se repara por un viejo obrero ferroviario el cañón antiaéreo que el soldado de la dictadura del quepis opera.
    El Che anda por allí cerca siempre controlando todo y con mucho interés en lo del cañón. En ese momento una bomba que destruye las viviendas a unos 200 metros de donde estábamos. Se estremece violentamente todo el edificio. Otra bomba cae enfrente de Obras Públicas. Al salir de allí es que la veo.” Menos mal que no estalló” pienso. La gente se aleja de ella. La bomba cayó en el mismo lugar donde luego se colocó luego una estatua del Che. El cañón es reparado. La camioneta sale con él y dispara a los aviones . A partir de ahí se alejaron de la zona.

  • Razmill Joel Gopar Pasternak dijo:

    Ya había entrado en su mente. Lo hizo cuando la vio por primera vez aquella tarde en que la casualidad los reunió en el mismo sitio. Fue nuevamente la casualidad la que los hizo compartir un taxi, donde intercambiaron su primer hola y ella empezó a entrar en su corazón. El fue mucho más atrevido que nunca en su vida y la convido a salir. Para su alegría ella asintió lo que lo puso en el aprieto de agarrar todos sus ahorros. Pero en fin después de una noche mágica logró entrar en su piel. Aunque a el le llegó hasta los tuétanos. Intentó decirle algo más y empezó la última frase de su historia de amor con un te amo. Ella se levantó, se vistió y se fue sin decir palabra.

  • Jose Carlos Aguila Perez dijo:

    Salió corriendo a la calle principal bajo un aguacero tremendo y en una esquina se montó en el auto que conducía en uno de mis sueños pasados. Fue algo raro, estuve en el pasado, pero no el real, sino en el pasado de un sueño. Mi cabeza se tornaba cada vez más volcánica y confusa. Comprendí que Stephanie solo tenía despecho, quizás después de todo, no me amaba. Deseaba fuertemente que llegara ese momento en el que pudiera dejar de ser un fantasma y me viera, decidiera seguir su vida nueva junto a mí. Lo intenté cada noche, la busqué por todos los lados y la veía distante, alejándose de todo, haciéndome despertar cuando más cerca estaba de tomar su mano. Llegué a confundir la realidad, hice de ella una parte de mi vida. No dejaba de pensar en su rostro, deseaba que las horas corrieran rápido en el día y se detuvieran en las noches.
    Uno de los sueños fue peculiar. Estaba yo en un campo muy hermoso. A mi lado había un hombre meciendo a una niña pequeña en un columpio sostenido de un árbol.
    -Padre, cuando crezca me gustaría ser embajadora, visitar otros lugares. -dijo la pequeña.
    -Eso es imposible Lorain, somos unos simples campesinos, nuestro destino es terminar como empezamos.
    Desperté sabiendo que la pequeña cumplió su deseo. Estaba alegre de saber que ella no se rendía tan fácilmente. Esos nanorobots no solo me llevaban a tiempos cercanos en el pasado, sino a años distantes de su vida, a lugares totalmente desconocidos para mí.
    Seguía siendo el pobre sepulturero del cementerio, pero era feliz. Sin duda alguna se me entregó un regalo maravilloso, una posibilidad increíble. Ángelo y Pierre querían que terminara de una vez con mi locura, pero me sentía tan solo en la realidad, verla me llenaba e vacío inmenso que existía en mi corazón.
    Un sueño más me llevó a un hospital materno. Estaba yo en una sala de partos. El padre de Lorain acompañaba a su mujer. Se sintieron los primeros gritos de una niña en la mañana invernal.
    -Que nombre le ponemos dijo- la madre.
    El padre me miró fijamente a los ojos, yo seguía invisible y asustado del otro lado de una ventana de cristal empañada. Se demoraba en tomar la decisión, comencé a desesperarme y escribí en el cristal su nombre.
    -Lorain, se llamará Lorain Stephanie-dijo el padre y desperté sorprendido.
    -Habrá sido así en el pasado-pensé.
    Cada vez más me sentía parte de su vida entera. Llegué a conocer cada detalle suyo, que le gustaba, que buscaba para su futuro.
    La hora de dejar mi espectralidad terminó. Lo supe porque ella me veía, me hablaba. Estábamos en la azotea de un elevado edificio donde observábamos tranquilamente el ocaso. El viento movía su largo pelo castaño, dibujaba y moldeaba su sonrisa.
    -Donde has estado todo este tiempo, te he estado esperando-dijo
    -Estaba conociéndote.
    -Como-preguntó incrédula.
    -No sé cómo explicarte es raro.
    -Estaba ansiosa por decirte que te amo y te deseo demasiado-dijo
    -Yo también, no puedo vivir sin ti Lorain.
    -Como sabes mi nombre, nunca te lo he dicho.
    -Yo te lo puse. -comenzó a reírse.
    -Que tonto eres, de seguro lo preguntaste.
    -Mañana es mi cumpleaños, que tal si nos vemos a las ocho y media de la mañana en el bar donde nos conocimos. Después podemos ir a la playa, al bosque... a un auto. -se acercó suavemente y me besó mientras la noche se hacía presente.
    Desperté, era de día y Angelo me llamaba y tocaba la puerta de mi habitación.
    -Karl tienes que salir a ver esto-gritaba.
    -Que pasa -dije abriendo la puerta.
    -Mira han llegado muchas personas a la tumba de Lorain, están poniendo flores.
    -Claro, hoy es su cumpleaños. -dije entusiasmado.
    -Como lo sabes-preguntó el anciano.
    -Me lo dijo en el sueño.
    -No puede ser -dijo el anciano sin poderlo creer.
    Tomé algunas flores del jardín y me dirigí a su tumba para depositarlas. Tenía montones y montones de rosas, sus favoritas. Muchos lloraban porque no estaba con ellos, pero yo estaba alegre, siempre estaría conmigo a menos que muriera en mis sueños. Decidí leer una vez más la lápida: Aquí yace Lorain Stephanie, la joven que murió el día de su cumpleaños.
    Me asusté demasiado. Esta vez el que no lo podía creer era yo. Esa noche tendría un sueño en el que ella moriría, pero podía evitarlo. No tenía otra opción si es que quería seguir viéndola. Pasé todo el resto del día pensando en ello. Tenía la certeza de que nadie podría impedir que la salvase.
    Fui a la cama temprano, mas no conseguía dormir. Tuve que tomarme algunas pastillas para poder conciliar el sueño.
    Por suerte me encontraba cerca de su casa, mi reloj de pulsera marcaba las ocho menos diez. Corrí sin parar. Cuando me acerqué ella salió y paró un taxi, se subió. Acto seguido paré otro taxi y le dije al chofer que siguiera a Lorain. Poco a poco nos aproximábamos más.
    De repente entramos en un cruce de la avenida principal. Enfrente de mí iba ella arreglándose el pelo. Un auto negro chocó brutalmente con el taxi donde ella estaba. Todos los demás vehículos en la carretera se detuvieron incluyendo el que yo estaba. Me bajé rápidamente para ayudarla a salir del vehículo incendiado. El auto negro permanecía parado a algunos metros de nosotros. Traté de sacar a Lorain por la ventanilla, estaba envuelta en sangre, el cuello destrozado, murió en el impacto. Yo lloraba sin sentido y le gritaba al chofer del auto:
    -Maldito imbécil, me has quitado a la persona que más amo.
    Luego en el auto negro se abre la ventanilla del conductor, dejándome verme a mí mismo por varios segundos, luego pisó el acelerador y se marchó, dejando atrás el desastre.

  • Borys dijo:

    Emiliano:
    Ya yo tenía unos 12 años por lo que él estaba por los 72 o 73, pues tuvo a mami con 35 o 36 y yo nací cuándo mami tenía 25,+ 12, la cuenta está por ahí.
    La cosa es que Emiliano guajiro recio de dedos gordos en la manos por el trabajo, al mismo tiempo daba una impresión apacible de anciano por su andar lento y con una ligera cojera que nunca supe pq era, pero que al ser tan ligera nunca motivó preguntas al respecto.
    Estando de visita en camajuaní fui como de costumbre al campo con él y en la tarde al mudar las reses, un toro que no se había capado al sentir que Emiliano sacaba la estaca de la tierra y se aflojaba la soga, aprovechó y se disparó contra mi con la cabeza baja con la intención de tarrearme y como un resorte me grita que me metiera en el aromal cercano, pero casi sin tiempo para eso él entonces afincó los pies al piso, agarró la soga con una mano se la enrolló en el antebrazo y con la otra mano se agachó, cogió una laja de piedra plana y se la lanzó al toro, rápido y duro, que le dio en la cabeza, eso provocó que el animal se paralizara de golpe, parece más por la impresión que por la piedra en si, que por cierto, se partió en su frente, pero todo esto que cuento así tan largo, sucedió en un segundo y Emiliano se olvidó de sus más de 70 años y de su andar lento de anciano, además impresionó como un hombre fuerte y determinado. Parecía un vaquero de película. Esta es mi impresión claro, pero así lo sentí y como tal llegué a la casa contándoselo a todo el mundo con tremenda pasión y él sin embargo decía riéndose como sin importancia, - ah no fue nada, - fue él el que corrió, si no corre lo coge, pero lo decía bajito y medio riéndose como dando a entender que yo exageraba y que él no había hecho nada. Lo gracioso del caso que otra vez en la casa en medio de todo aquello, volvía a lucir como un viejito trabajador de andar lento y medio encorvado!!??. De cualquier forma su imagen erguida con la soga enrollada en el brazo izquierdo, aguantando al toro y con la laja en la derecha, quedó grabada en mis recuerdos.
    Saludos,
    Borys

  • Douney Albella dijo:

    Y así sin pensarlo, casi, sin quererlo
    Brotaron las flores de nuestras raíces
    Y como viejos árboles nos aferramos a ellas, como abejas al polen, como plantas a la tierra.

    Brotaron desde el escamor de nuestro tronco casi seco casi echado, las ramas que enardecian de verde el entorno
    De partes secas, del otoño
    Se creaba nuestro retoño

    Y así partió mi bella flor
    Donde el viento la sorteó
    A fundar otros bosques , otras tierras.
    Casi sin besarla, casi sin tenerla.

  • Juan Rogelio Ferrer Vergara dijo:

    Nuestro Testimonio "En la Batalla de Santa Clara" tiene un capítulo que brindamos a continuación.

    EL CRUCERO

    En la mañana del lunes 29 me encontraba en las inmediaciones del crucero del ferrocarril de la carretera de Camajuanì. Ya me estaba habituando a algo inusual para mí: el silbido de las balas.

    Vi a un mulato joven y bajito con un traje kaki oscuro( VERDE OLIVO) y armado con una pistola ( CARABINA M 1) que conversaba con algunos rebeldes. Al observar que portaba un brazalete que decía Sección Obrera ( SECCIÓN PROPAGANDA) me acerqué e identifiqué con él. (Lo que está en paréntesis es lo que me ha dicho Demetrio que era luego que hice contacto con él cincuenta y pico de años después)

    Demetrio (que era el nombre de guerra del mulato) y era el responsable de esa Sección Obrera( SECCIÓN PROPAGANDA) en la Columna 8 me pidió el nombre en clave del Coordinador para confirmar si era cierta la militancia en el 26 nuestra. “Carlos “- le respondí -. Así era el nombre en la clandestinidad y secreto de Joaquín (Quino Torres), ese jefe del Movimiento a nivel provincial. “- Espérate por aquí-“, luego te voy a dar instrucciones”- me dijo Demetrio.

    Cuando vi. que el buldózer amarillo empezó a levantar la línea me acerco curioso e intrigado más al crucero. Tiraban del Gran Hotel o de otros lugares pero se sentía el paso de las balas algo alto. ¡ENTONCES LO VÍ POR PRIMERA VEZ ¡Del otro lado de la lìnea a unos 8 - 10 metros apenas. Recostado de espaldas a la ciudad y protegido en un ángulo muerto por el pequeño kiosco de mampostería y placa de Avilès que servia fiambres y bebidas, estaba el CHE con su brazo en cabestrillo. Junto a él estaba Aleida March lo que me sorprendió pues la conocía de vista en mis tiempos de estudiante del Instituto y ella pasaba mucho por el Parque Vidal. Pero no sabía que estuviera alzada ni mucho menos
    ¡ Nueva sorpresa ¡ . Estaba también junto a ellos un ex compañero de mi Empresa obrero eventual en la construcción de una subestación como yo que había causado baja para incorporarse como casquito de la Dictadura. Era guajirito y medio alocado y le decíamos el “Estigmatizado” por parecerse a una mujer de igual mote que salió en Bohemia por un asunto de fanatismo religioso. Los tres tranquilamente recostados al kiosco. Che observando como la línea era levantada por el bulldozer. Seguramente meditaba previendo lo que iba a pasar después.

    DE PRONTO EL CHE NOS DIRIGIÒ LA PALABRA A MÍ Y A OTRO CURIOSO. Con aquella voz y estilo característico nos dijo: “AHÍ LOS VA A MATAR UNA BALA PERDIDA”.
    Ni siquiera nos pidió que nos quitáramos de allí como diciendo para sí quizás: “Estos son un par de C.................. por estar parados en ese lugar”. (Al menos esto es lo que piensa el que relata ello). Nunca olvidaré su voz ni su mirada y siempre narré con orgullo que ese héroe me hablara aunque fuera solo para advertirme del peligro.

  • rleon dijo:

    Confusión fatal.
    LLamé a Luisa mi compañera de trabajo, para preguntarle donde había dejado el mando del Aire acondicionado.
    - Quién es usted, yo no lo conozco.
    - Deja la broma, estoy apurado, ¿Tu no eres Luisa, la esposa del piti?
    - Me llamo Luisa, pero no sé quién eres tu, ni quien es el piti.
    Me colgó, pensé que era otra de sus bromas y volví a llamarla, necesitaba apagar el Aire, no podía dejarlo encendido hasta el otro día. Y para mi sorpresa esta vez el que respondió fue su esposo.
    - Quién coño llama a mi mujer, quien eres tu, deja las bromas esas…
    Me dijo unos cuantos insultos un poco más subidos de tonos, yo incrédulo de lo que estaba oyento y un poco aturdido le pregunté.
    - ¿Quién tu eres, El Piti?
    Ahí se desencadenó la tormenta del siglo, me vi obligado a colgar, pero en la próxima hora recibí más de 10 llamadas, hasta que decidí responder y era Luisa llorando, me dijo todo tipo de insultos y que había acabado con su matrimonio.
    Al llegar a mi casa pregunté si alguien conocía alguna Luisa y si habían registrado algún numero a su nombre en mi teléfono, saltó mi niña.
    - Si, mi profesora de matemáticas.
    Solo le dije, cuando la veas le das mis felicidades, acabo de librarla de un gran idiota.

  • J. L. Rojas dijo:

    I

    La tarde de Enero lloraba unas frías lágrimas. Entre el lodo cruzó un cortejo la verja oxidada hacia el campo santo donde un hoyo en la tierra, sería la morada de aquellas dos almas: Raúl y Aurora que eran la envidia del pueblo por su gran amor y su casa que lucía dos joyas: La pequeña Eva de un blanco de alba y un varón de 8 que Andrés se llamaba y fue él el colmó en la cruel matanza.
    Raúl llegó temprano y a sus dos tesoros los vistió de gala. Con cualquier pretexto lo mandó a un vecino y quedó esperando a que ella llegara.
    Llegó cual su nombre: Alegre alborada y al pasar la puerta, él de un solo golpe cercenó su testa, que cayó chorreante bajo una butaca.

    Los niños volvieron y viendo a su padre sentado en su hamaca, se acercó Andresito y él que estaba ciego le rompió de un tajo el pecho y la cara y así ya gritaba y corría, la beba descalza.
    Él melló aquel fierro y con sus dos manos aserró su garganta. Esa noche el río rellenó sus aguas. Ella, de ojos abiertos estaba a un lado de las turbias aguas. Él en la otra orilla de idéntica facha.
    - Juntemos los cuerpos. Que la paz les venga. - y se hizo: A un lado, la cajita blanca.
    Serraron sus ojos y así los sembraron en la misma caja: Raúl y Aurora. Enero de 1980, hoy reza su lápida.

  • CubanOS dijo:

    Quién se lo iba a imaginar? Tan dulce y tierna. No es posible que se pueda pensar de otra manera en ella. Quiero devorarla sin perder nada de ella. Quiero tener su olor en mi todo el tiempo. Deseo abrazarla, olerla, morderla. Quiero sentir como salen sus jugos de mi boca y recorren mi barbilla y cuello. Quiero tenerla solo para mi.
    Pero no!!! No puedo. Solo si pudiera vomitar otra vez. Es que son 40 000 caloría en ese solo pedazo de carne.

  • fermin dijo:

    NADA ES IMPOSIBLE
    Alguien grito desesperanza y otro articuló futuro prospero y sostenible,el antecesor infirió como?,la chica argumentó esto significa cambios sustanciales en las estructuras economicas y en la mentalidad de nuestros empresarios,pensar como pais,significa que se debe emprender desde la propia personalidad actuando con paso firme y seguro pero desde la perspectiva que el cambio debe darse en nuestra forma de actuar diario,en el compromiso de trabajar con .ainco para ese pais que tantos soñamos.
    Tomás sonrió con malicia,aldo le miro y señaló de eso se trata todo,del desanimo es mas facil criticar y dejarse vencer que luchar,llevamos mas de 100 a´ños de lucha,vencimos a los colonizadores a machete puro,fidel inico una revolucion con doces hombres y vencio a todos un ejercito apollado por los yanqui,en el 91 no quedamos solo comiendo polvo pero aqui estamos.Argelia la jodedora de la oficina exclamó siempre alegres,bailadores y nos reimos hasta de nuestras propias dificultades y eso ni el bloqueo ni nadie no lo podrá quitar,viva cuba libre y pongamonos a trabajar

  • Abel dijo:

    Ella estaba ahí...

    Yo estaba solo, mala racha, mal aspecto en circulo vicioso y ella tenía esa pinta de poder ser la solución de todo aquello.

    - Como me acerco?

    Había una caja de cigarros en el piso (muchas tienen una hoja en blanco dentro). Podía escribirle algo, dárselo...

    - Si se ríe es mía
    - No tengo nada con que escribir.
    - Así mismo, en blanco, cuando la tenga delante algo se me ocurre.

    Le toqué el hombro, le extendí la hoja:

    - Por favor, házme una lista de la gente que tengo que matar para ser tu novio.

    Se rió. De esto hace doce años, y ahí esta sentada en la banqueta de la casa, mientras los niños corren y yo intento hacerme pasar por escritor.

  • Alex dijo:

    Caminos

    Al acercarse a la esquina que tantos años habia transitado, dudó...,mas continuó su camino si mirar atrás .

    Esa mañana se habia prometido mo meterse en más líos.

    Mientras organizaba las ideas sentía que algo le iba taladrando la memoria y le recorríia un sentimiento nunca antes percibido.

    De una vez regresó sobre sus pies, lo tomo por el cuello de la camisa y sin mediar palabras le lanzó con todas sus fuerzas hacia un lado, a la vez que levantaba con tristeza a esa muchacha sin nombre; a la que acompañó hasta que se alejaron del lugar...

    Sonrió miró hacia atras y caminó... o tomó un camino... no sabría decirles.

  • Diego Miguel Rodríguez Cabreja dijo:

    El olvido
    Decía pertenecer a una tal generación perdida. Vivió en un mundo de verdades a medias, sueños inconclusos e ideas truncadas. En su universo quedó anulado el estudio de las ciencias justificado por una realidad, los problemas no tenían solución.
    Conocedor del arte moderno perfeccionó su técnica preferida "el olvido". La casa, especie de expo permanente, exhibía obras de in-dudable valor artístico. Una pared a medio repellar, un frío convertido en repisa con muñecos mutilados y vasijas adornadas con naturaleza muerta. Sillas de tres patas y media donde el visitante podía descansar y mecerse al mismo tiempo. Lienzos con ligeros olvidos a exprofeso de rostros con un solo ojo y una sola oreja.
    Al morir fue olvidado en un rincón del cementerio. A un costado una lápida que rezaba "Aquí yace ? quien murió como vivió". El escultor del epitafio, ferviente estudioso y seguidor de la obra del difunto, olvidó el nombre del maestro.
    Y así marchó al más allá convencido de que su obra había calado en lo más profundo, en el fondo mismo, de aquellos que alguna vez la admiraron. Murió satisfecho con su legado, seguro que su olvido quedaría en el recuerdo de todos los que le conocieron.

  • Cealys dijo:

    Yo estaba ahí....

    Ya lo había visto varias veces y a pesar de la mala pinta y que apenas pesaba 150 libras con sus más de 6 pies me llamaba la atención. LLevaba un rato mirándo para donde yo estaba pero por más que me alejé y traté de quedarme sola entre tanta gente no se acercaba, parecía indeciso...

    - Ahí viene, ojalá tenga algo inteligente que decirme.
    - Tiene toda la pinta de servir para padre de mis hijos.

    Me enseño una hoja estrujada, en blanco... Sus posibilidades conmigo iban en picada...
    Me dice:

    - Hazme una lista de a quien tengo que matar para vivir contigo toda la vida.

    Me reí. Cayó en la trampa. De esto hace doce años. No se que hace que lleva un rato preguntándome por la ortografía de alguna que otra palabra, mientras los niños no paran de correr por la casa.

    • otra concursante dijo:

      ayyy que este me ha gustado!!!

    • Clic_Derecho dijo:

      Lo capté, jajajaj las 2 historias, Abel y la tuya, se pusieron de acuerdo, felicidades a los 2....

    • Zzz dijo:

      ABEL y CEALYS: increíble su bella historia... muy originales, gracias por compartirla...

  • Dr. Crespo dijo:

    Krushov nació en Matanzas.

    Si usted a los trece años no había prendido un cigarro a escondidas, ni tenía llaves de la puerta de su casa, ni había hecho obra de varón en el barrio húmedo, estaba próximo a recibir bullying de aquellos años. Los abuelos, habían trazado las líneas de vida. Sea una persona decente, respete a los mayores, no se inmiscuya en las conversaciones de los grandes, no se aparezca en las fiestas que no lo invitan, no olvide nunca “darse su lugar”. Y dos orientaciones: no se deje quitar nunca la merienda y con el que te miente la madre te fajas.
    A partir de un amanecer imprevisto, las circunstancias serían nuevas y otras, y nosotros, como ellas, Otros.
    Un cuartel se convierte en escuela, los campesinos vienen por primera vez a La Habana, Conrado se va a la Sierra para hacerse Maestro Voluntario, hay Reforma Agraria, ICAIC, pelota libre, círculos sociales, milicias y todo lo demás que está ocurriendo, y nosotros haciendo y discutiendo.
    El local de la asociación de estudiantes, los bancos del parque frente al Liceo se convirtieron en Tribunas Abiertas, en campos de batalla, a viva voz, con las venas encendidas, mientras nos involucrábamos, sin reparos, sin apetencias individuales, sólo por servir.
    Apasionados por nuestras utopías, sentíamos deseos de arreglar el mundo, desde una visión municipal. Las muchachas también inmersas en todo lo que se proyectaba y dispuestas a correr nuestra misma suerte. Eran momentos de definiciones.
    Un sábado en la tarde luego de un entrenamiento de la milicia y de recibir a un Bon que regresaba de Corralillo, el estimado Ariel que tenía voz de lector de tabaquería echó al vuelo unos poemas de Mayakovski como homenaje a un joven mártir de la Lucha contra Bandidos.
    El que pidió la palabra después era un orador de barricada que encontró el momento preciso para decir algo gordo “Para que nadie lo dude ni se llame a engaño Soy Ñángara, ni melón, ni aguacate, y aunque hoy estemos en minoría, se nos sumarán millones, que harán suyo lo expresado por Yuri Gagarin y citó: He visto que hermoso es nuestro planeta, gente preservemos e incrementemos esa belleza, no la destruyamos. Fidel nos está invitando todos los días a que lo acompañemos en esta obra monumental que estamos viviendo”
    Aunque han pasado muchos años, hay días en que creo encontrar a aquel orador llamado José Antonio González Marrero, más conocido como Pepito Krushchov, entre los muchachos de la Marcha de las Antorchas convocándolos a retomar las utopías para seguir viviendo Tiempos de Fundación.

  • Frankiel Hernández del Pino dijo:

    Justo en el momento de la partida cerró sus ojos, separó sus dedos de los de él, ocultó con sus pasos indecisos las lágrimas que amenazaban con desbordarla y entró al mar. El pescador yacía tendido en la fría arena, su corazón había dejado de latir.

  • José Ramón dijo:

    "Emboscada"
    Apreté el fusil contra el hombro. No recuerdo el dolor, pero debe haber estado ahí. El dolor que ayuda a mantener la cordura y el temple, tras un siglo de ráfagas; sangre propia y ajena; olor a vísceras quemadas y a pólvora, un olor que no he dejado de sentir nunca.
    Parecía de plomo, cada segundo pesaba más. Recuerdo querer soltarlo: incoherencias del agotamiento, del desgaste.
    Las balas silvan cuando pasan rozando la oreja, parece que corta el aire que echan. Así asustan más que cuando te entran en la carne. Lo sé. Allí ya no hay remedio, a eso viniste, pero el miedo a que pase es peor que el hecho mismo. Un miedo inmenso a temer, y a morir, sin verte otra vez.
    No quedaban más balas que enemigos. No los veía, pero ahí estaban. Podía oírlos, podía olerlos. Recuerdo querer matarlos para no tener que olerlos más, porque olían a la muerte de los míos, olían a mi muerte.
    Estaba solo, solo yo y mi fusil de una tonelada, casi sin balas. En el muslo la pistola de mi abuelo con los últimos siete cartuchos y uno aparte, en mi bolsillo, junto a tu foto, para que nadie más que yo me quitara el derecho de volverte a ver, para que nadie pudiera torturarme ni ver mis lágrimas, las de la distancia hasta tus piernas.

  • Angelux dijo:

    Torreblanca

    Hay historias que se escriben solas, porque forman parte de lo cotidiano, hay otras historias
    que se inventan porque necesitamos héroes y villanos para creer, pero hay historias que te
    mueven el universo y que sin lugar a dudas, te venden una idea que realmente nunca viste tan
    lejana, todos vamos por el mundo con los ojos vendados. Transcurría el mes de enero de uno
    de los últimos años que en Cuba el frío fue protagonista, todos con la expectativa que dejaba
    el último programa de Taladrid con respecto a Nostradamus y sus visiones de un holocausto
    que presuponía el fin del mundo en el año 2000. Esa noche me dirigía a un lugar en el que la
    estancia nunca resulta agradable, pero era necesaria mi presencia, al fin y al cabo Rosa era mi
    única hermana y ese desastre promotor de la gusanera más grande de La Habana, era por
    desgracia el padre de los sobrinos más bellos que pueda tener una tía.
    Desde que llegué a la funeraria la hostilidad era evidente me encontraba en una situación
    nada usual, la lluvia no era tan fuerte para usarla como excusa, y el chinchin que traía el frente
    frio lo único que conseguía era irritarme cada vez más. Todos eran rostros archiconocidos, que
    me miraban con desprecio, personas que a través de toda mi trayectoria en la división, en el
    departamento de la seguridad del estado, habían tenido roce conmigo de una forma u otra.
    Sabía de antemano que mi apellido era famoso entre aquellos que por unos cuantos dólares
    eran capaces de rebajarse a realizar cosas inimaginables. Allí en primera fila estaban sus
    compañeros de lucha más cercanos; Rojas “el enano”, tatico “el cojo” y Sebastián “el
    tesorero”; ese estaba más que fichado, porque era el encargado de pagarle la cuota mensual a
    las damas de blanco……Esa yo la conozco………La mayor Santiago……. que se traerá por acá esa
    bruja…….frases como estas escuché en más de una ocasión en tono burlón…….. No me digas
    que era familia del jefe………………. Qué mundo más chiquitico este cará…… jajajaja………..

    Supongo que hay situaciones de las que no puedes escapar y esta era una de ellas, lo que
    nunca imaginé que me tocaría vivir la muerte de Francisco Torreblanca en persona, cada vez
    que había una cumbre o un evento importante que involucrara la presencia de los máximos
    líderes de la revolución o la visita de jefes de estado, le doblábamos la vigilancia a “el Torre”
    como le apodaban sus secuaces, uno de los peces más gordos de la cadena usada por la
    embajada americana en Cuba, en su agenda mensual, nunca faltó una entrevista con la
    secretaría de la oficina de intereses frente al malecón.
    Padres fallecidos, hijo único y negociante por naturaleza, no tenía historial delictivo antes de
    su llegada a la capital, pero dicen que la Habana es la gran manzana donde los guajiros,
    después de la primera mordida se corrompen, supongo que a él le sucedió. El y Rosita se
    conocieron a principios del ochenta, vino a enamorarse del animalito más dócil de todo Santo
    Suarez, mi hermana Rosa que ni hablaba, pero que le sacó un susto a mi papá cuando le dijo
    que si su novio no podía visitar la casa ella se iba con él…imagínate mi papá con su historial de
    alfabetizador, héroe de Playa Girón, tener a eso bajo su techo… Y se fue, se fue con el hombre
    de sus sueños, tremendo tira y jala familiar se formó, hasta que terminando la carrera, mi
    sobrina puso fin a la pelea y Luna llegaba para cerrar un conflicto que parecía no terminar. Él

    había acabado de mudarse de Camagüey para una casa, que la prima antes de irse para el
    norte, inteligentemente, ya había puesto a su nombre antes que le llegara el bombo; esa
    historia la repetía una y otra vez; no pudieron quedarse con nada, con nada, decía siempre
    entre risas….
    Cuantas veces le rogué a mi hermana que dejara ese tipo, que él no servía como hombre, todo
    fue por gusto, la verdad, es que por su causa o por mi obsesión al trabajo, la dura y recia
    capitana y la noble doctora se fueron distanciando bastante por motivo de ese desastre que
    ella había elegido para compartir su vida, supongo que algo bueno debe de tener, porque
    Carlitos su segundo hijo veía por los ojos de su padre. Me parte el alma verlos a los tres en ese
    estado de desesperación, cuando una muerte ocurre sin que nadie se lo espere, supongo que
    duele un poco más, cuando un infarto masivo detiene tu corazón y no le da la oportunidad, de
    la necesaria despedida a tus seres queridos, es algo realmente frustrante, ahora me toca
    abrazar a mis sobrinos del alma y decirle que todo irá bien, que todo pasará…….. Pero hay una
    sola pregunta que aún no me contesto: ¿en realidad me afecta que él no este? ¿Cómo me
    siento con respecto a su muerte? ¿Soy mala persona por experimentar un sentimiento
    agridulce en lo más profundo de mi alma? ¿Es realmente paz, esta calma tormentosa que
    siento?
    Lo que estaba lejos de imaginar era que ese sentimiento de culpa que pasaba en ese momento
    por mis pensamientos, no me abandonaría jamás. El giro tan inesperado que daría el destino
    de todos los que estaban en el salón, sería suficiente para escribir un libro, un libro en el que
    todos los pensamientos de los presentes fueran plasmados , como una cascada de ideas
    infinitas, ideas a las que nadie le apostaría un centavo, incluyendo las mías. Al principio pensé
    que se trataba de mí, realmente no le hallaba otra explicación lógica al hecho de que tres
    Jippies verde olivo se estacionaran en el vestíbulo de la funeraria. De repente ocho soldados
    realizaban la marcha en revista que se les otorga a los héroes de la patria, tres de ellos con dos
    lotes de medallas y un tercero con una bandera cubana…….. Al fondo el coronel de mi división,
    acompañado de Tony y Carlitos, este último, Teniente Coronel y superior inmediato de mi
    centro laboral.
    Tiene usted cara de asombro Mayor Santiago, me dijo, nosotros nos equivocamos bien poco,
    ese que está en esa caja es un activo nuestro desde hace 20 años, el teniente coronel de la
    seguridad del estado mayor Francisco Torreblanca Machado; no se fue para Angola conmigo,
    pero peleo aquí día a día, peor que como lo hice yo en Cuito Cannavale, supongo que era
    mucho estrés para un hombre tan dedicado.
    El próximo paso de la misión era instalarse en los Estados Unidos. Para el próximo año va a
    ocurrir algo, no sabemos lo que es todavía, pero va a ser grande y cuando le informé que a
    finales de año iba para New York, quedó algo trastornado, la idea de abandonar a su familia
    era lo que más le preocupaba. Supongo que eso y el abandono de su presión arterial fueron la
    tapa del pomo, mira donde nos trajo. Te puedo pedir un favor, guárdate esa lágrima……….. Yo
    sé que tienes muchas preguntas y la respuesta a todas ellas están en lo que te voy a decir
    ahora……………Torreblanca, el guajiro bruto de Camagüey, era un buen hombre. Vamos
    cantemos el himno más fuerte que nunca y sin lágrimas………. O es que no ven que el salón se
    está quedando vacío.

  • Angelux dijo:

    gracias Cubadebate, es mi primera vez

  • Andy Alexey dijo:

    Hoy me levanto bien temprano para ir a la escuela, después que me aceo y trato de desayunar convirtiéndome en uno de los mejores magos de Hogwarts para poder preparar el desayuno. Posteriormente me dirijo a la parada para coger la guagua como de costumbre, en la parada hay un promedio de 150 personas todas con un mismo propósito, lograr abordar en la primera guagua que pare, viene un P2 pero este no para viene hasta con personas colgadas en las puertas, por fin después de tanta espera como 2 horas aproximadamente para un P7 a 300 metros antes de la parada, es aquí donde empieza el entrenamiento matutino, el INDER debería poner cazadores de talentos en las paradas ,no saben la cantidad de atletas que se están perdiendo, después de haber realizado el atletismo para poder montar al ómnibus vienen una serie de entrenamientos especiales para la escuela circense como el equilibrio, el cortusionismo, malabares, entre otros. De parada en parada tratas de mejorar y buscar una posición más estratégica, se bajan 10 personas y montan 15, por lo menos se puedo caminar un poco, al rato de encontrar una buena posición llegó la hora de bajarse, por lo que tengo que coger otra guagua repitiéndose lo mismo

  • Dangelo Mesa Torres dijo:

    Mi hijo me despertó en la madrugada, “papá, hay un monstruo debajo de mi cama”. Fui a mirar y allí no había nada, entonces escuché a mi hijo con voz temblorosa: “papá, hay un monstruo sobre mi cama”.

  • Andy Alexey dijo:

    El transporte:
    Hoy me levanto bien temprano para ir a la escuela, después que me aceo y trato de desayunar convirtiéndome en uno de los mejores magos de Hogwarts para poder preparar el desayuno. Posteriormente me dirijo a la parada para coger la guagua como de costumbre, en la parada hay un promedio de 150 personas todas con un mismo propósito, lograr abordar en la primera guagua que pare, viene un P2 pero este no para viene hasta con personas colgadas en las puertas, por fin después de tanta espera como 2 horas aproximadamente para un P7 a 300 metros antes de la parada, es aquí donde empieza el entrenamiento matutino, el INDER debería poner cazadores de talentos en las paradas ,no saben la cantidad de atletas que se están perdiendo, después de haber realizado el atletismo para poder montar al ómnibus vienen una serie de entrenamientos especiales para la escuela circense como el equilibrio, el cortusionismo, malabares, entre otros. De parada en parada tratas de mejorar y buscar una posición más estratégica, se bajan 10 personas y montan 15, por lo menos se puedo caminar un poco, al rato de encontrar una buena posición llegó la hora de bajarse, por lo que tengo que coger otra guagua repitiéndose lo mismo

  • Dangelo Mesa Torres dijo:

    Beso a mi esposa y mi hijo antes de irme a dormir. Cuando me despierto, estoy en una habitación acolchada en el salón de torturas en Mazorra y las enfermeras me dicen que fue sólo un sueño.

  • El Concursante dijo:

    "Concursante"

    El año pasado tuve varias experiencias raras que me sirvieron de material para una docena de cuentos. Todo el año lo pasaron revoloteando en mi cabeza, pero ninguno se atrevía a bajar hasta mis manos. Pasada la primera quincena del año nuevo, logré escribirlo todo en un tiempo récord para mí: siete cuentos en nueve días. Tuve que mezclar algunos, por eso no llegué a la docena.

    Mientras escribía el antepenúltimo párrafo del quinto texto me llega la convocatoria de un concurso de micro cuentos y me atrevo a participar. Condensé una de las siete historias en menos de mil caracteres (novecientos noventa y cinco, para ser exacto). No me gustó el resultado. Lo intenté con otras… Ninguna funcionó.

    Considerando que estaba en días de inspiración, decidí inventarme una nueva historia. Leía a Truman Capote en ese momento. Así es que, permeado por su no-ficción, escribí sobre un tipo y sus conflictos e inseguridades al inventarse un cuento para enviar a un concurso. Esta vez quedé contento con el texto. Mucho. Creí, incluso, que tenía posibilidad de ganar. Es más, creí que ganaría. No… sabía que ganaría.

    No lo hizo.

    Bueno… realmente… nunca lo envié.

    Perder con ese cuento…

    No lo soportaría.

    • Hazme cosquillas en la espaldita mas riquera dijo:

      Espero que soportes lo que se vendrá con este !!

  • Osmeidys pausada contreras dijo:

    Ella corto mis venas y se marchó sin más , no sangraban aún ,cuando ya cerró de un tirón la puerta ,me apuro a socorrerme ,más la duda en mi cabeza , ¿q me queda ,por q lucho?. Si los motivos ya se cansaron , si la musa se marchó para ya nunca volver ,si se aseguró el futuro dejándome en agonía de q me vale luchar , respirar ya no es vida , andar duele tanto , soledad ya no me inspira ¡ muérete de una vez ! Regresó tarde y arrepentida.

  • Reynier dijo:

    Creo q voy a exceder con este capítulo de una historia mía el límite permitido, pero ahí les va.
                                         
    La reina de la noche.
    1.1
    -¿Y nunca te has enamorado?- Se secó las lágrimas al tiempo que se levantaba suavemente del asiento cómodo que el psicólogo le había preparado para aquella consulta. - Si no lo ha hecho, nunca me va a entender.
    Dio la vuelta y se acercó a la puerta. Suspiró profundamente y dijo en voz baja, casi como en un susurro:
    - Disculpe doctor. Es que es el dolor más intenso que he sentido jamás.
    Abrió la puerta y se encaminó entre pasillos casi oscuros y de vez en cuando se cruzaba con alguien en aquel triste hospital. Apresuró el paso y salió de aquel edificio viejo, y se sumergió en un mar de gente, avanzando como por inercia, con los ánimos destruidos. Aquella consulta no le había curado la herida. Cruzó una calle, alejándose de la muchedumbre y se adentró en un callejón sinuoso, era estrecho, y las casas parecían venírsele encima, tal era el grado de precariedad. El tiempo y el abandono se cernía sobre aquella parte de la ciudad que pedía a gritos un atisbo de atención y cuidado. Observó como jugaban unos niños descalzos a darle con el pie a una vieja pelota, y sonrió, recordando quizás su infancia, y se sorprendió que sus labios hubieran dibujado una sonrisa .
    Apresuró el paso, el sol ☀ se escondía detrás de una nube espesa que presagiaba tormenta. Sabía que no iba a tener tiempo de llegar a su casa, así que en la primera esquina torció izquierda y descendió una escalinata que lo llevó hasta el río. Se acercó lo más que pudo y se inclinó suavemente, ya el cielo era gris, y continuamente las luces de los relámpagos lo iluminaban mientras que el ruido ensordecedor de los truenos anunciaba que algo eminentemente violento estaba por llegar. Mojó sus manos en la corriente turbia del río y se las pasó primero por la cara, luego por la nuca. Se levantó en un salto y reanudó el paso de prisa, buscando un refugio para guarecerse de la lluvia. Encontró una vieja parada de autobuses y allí buscó refugio.
    Se vino entonces un vendaval. El viento fuerte arreciaba mientras la lluvia se había vuelto torrencial. Se perdió la visibilidad de todo. La calle se había llenado de agua, toda la inmundicia de aquella zona pobre de la ciudad se venía abajo, desembocando en aquel río turbio que ahora se volvía gigante. Así lo percibía él. Fueron más de cuarenta minutos esperando, hasta que aquella fuerza destructora de la naturaleza se fue acabando poco a poco. Fueron minutos interminables, fueron siglos que le dieron tiempo para sumergirse muy profundo en sus recuerdos, y lloró desconsoladamente, lloró tanto que quedó sin fuerzas ni lagrimas para seguir llorando. La soledad cuando se junta con el dolor conforman una mezcla poderosísima que destruye corazones. El suyo ya no tenía reparación, al menos eso se decía una y otra vez.
    La tarde llegaba a su fin. El reflejo del sol ☀ se esfumaba lentamente mientras los vestigios de la noche aparecían tan precisos como el reloj suizo. El silencio era sepulcral, apenas el ruido de sus pisadas chapoteando el agua que corría todavía, y la del río crecido cuyo curso moldeaba casi un ángulo de 90 grados que lo llevaba directo al mar. Su teléfono sonó. Lo dejó en su bolsillo por unos segundos hasta que deslizó su mano y lo observó. Identificó el número y aceptó la llamada:
    - Daniel? ¿Daniel dónde estás? Niño que tienes que trabajar esta noche. ¿Por donde andas?.. - Tantas preguntas y no sabía por donde comenzar a responder.
    - Ni sé por dónde ando Violeta. - Se notaba el dolor en su voz.
    - Ven para la casa Daniel... - Violeta había comprendido que su amigo estaba ahogado aún en la depresión y la tristeza . - Dale te espero...
    - Violeta no...
    - Me quedo sin saldo mi niño, arranca para acá.
    No le dio tiempo a rebatir la propuesta. Sabía además que aquella mujer había dejado de ser su amiga y se había convertido en algo mucho más cercano. Era su confidente, era casi como una madre.
    Subió una pequeña pendiente y se encontró con una avenida amplísima, se había encontrado de nuevo con la ciudad de la que se había separado hacía un breve momento atrás. Sacó la mano a un taxi y pidió su destino. Unos cuantos minutos después estaba tocando a la puerta de una casa.
    Le abrió la puerta aquella señora. Una mulata gruesa, con una cara redonda y unos ojos expresivos, como quien conoce todos los secretos del ser humano. Las mechas blancas de cabellos delataban su edad, y la voz dulce contrastaba con la fuerza y la dureza que le imponía. Llevó a Daniel a su regazo, el muchacho cabía perfectamente en aquel abrazo y parecía diminuto, y lo besó una y otra vez.
    - No hay excusas Dani, tienes que ir a trabajar hoy mi amor , - levantó su barbilla y le secó suavemente las lágrimas y con autoridad continuó - tienes que comerte hoy ese escenario.
    Lo dejó en la sala de la casa por instante y se perdió por un corredor que la llevó a una de las habitaciones de la casa. Regresó con una peluca en la mano, y se la extendió a Daniel:
    - Hoy es tu noche. Hoy te conviertes en la Reina del espectáculo. Hoy Diana eclipsa a todas las demás...

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