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¡Participa! en el IV Concurso de Microrrelatos, convocan Ocean Sur, la AHS y Cubadebate (+ Video)

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Cubadebate, la casa editorial latinoamericana Ocean Sur y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) convocan a la cuarta edición de nuestro Concurso de Microrrelatos, que desde 2017, dedicamos al advenimiento de la Feria Internacional del Libro en Cuba.

¡Participa! Demuestra en un relato corto tus capacidades como narrador. El ganador obtendrá una colección de novedades editoriales de Ocean Sur, presentes de la AHS y Cubadebate, así como la oportunidad de publicar su obra en este sitio web.

Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil (1 000) caracteres (sin espacios), que nos permita descubrir al escritor que eres. Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un cuento, el inicio de una novela o testimonio…

Deja tu microtexto como un comentario en esta entrada. El plazo de admisión vence el domingo 16 de febrero, el día que concluye la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana.

Escogeremos tres premios. El jurado estará integrado por reconocidos escritores y periodistas cubanos seleccionados por la AHS. Los resultados se publicarán el 12 de abril, justo el día que concluye la Feria en Santiago de Cuba.

Nos comunicaremos con los ganadores a través del correo electrónico que escriban al enviar el comentario con su obra.

Ocean Sur, la AHS y Cubadebate quieren premiar a los amantes de las letras con este concurso dedicado a la microliteratura.

En video, convocatoria al IV Concurso de Microrrelatos

Se han publicado 1069 comentarios



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  • Interminable dijo:

    Esta sería la primera carta de lo que me gustaría fuera mi libro, todo dedicado para tí. AGQ.
    ¿Quién sabe y por qué? De donde llegas, hacia dónde vas, porque ríes así de linda, cuando en realidad, solo quieres llorar; puede y me equivoco, y es la felicidad la mayor de tus virtudes, pero mírate, sencillamente sensual, ridículamente hermosa, rosando los extremos de la perfección, y es que si existiera un patrón internacional para la belleza, de seguro serías tú; pero hay algo que me trae medio loco, no puedo leer tu rostro, es tu mente para mí un completo misterio, es como si tuviera prohibido conocer lo más oscuro de tus pensamientos, quizás sea solo porque no he estado a tu lado, o en realidad no puedo, y créeme, eso me molesta. Es raro no tener explicación para algo tan sencillo como los sentimientos, esos tristes sentimientos que juegan a parecerse al amor, que pierden tiempo buscando respuestas a preguntas que son incapaces de entender, ¿podemos tocar la luna con las manos?, la respuesta sería no, pero ¿y si la dibujamos en un papel? Mi pregunta sería ¿quieres hacer el amor conmigo? La respuesta sería no, ¨el amor no se hace¨ se siente; es cierto, ¨somos tan diferentes¨, como las preguntas que podríamos pensar, pero, ¿y si las creamos juntos? A veces estamos tan centrados en lo que queremos encontrar, que condicionamos aquello que buscamos, y somos incapaces de ver lo que existe a tu alrededor, calculamos el amor por los precios de una tienda, o por el tiempo que dura el viaje, después nos lamentamos y culpamos al amor por que nos hizo sufrir, cuando en realidad vale para nosotros tan poco como una prenda de vestir, y lo hacemos tan frágil como una lágrima de cristal.
    PD: haz el amor, aunque solo sea dibujar la luna en un papel, o crear preguntas diferentes, con respuestas que no entendemos, pero haz algo, no dejes que tu vida solo dure el viaje que haces para comprar la felicidad, haz que cuente cada segundo, no ahorres tiempo, no puedes guardar los minutos para después, y recuerda, que por lo general la conciencia te pide cuidado a la hora de hacer ciertas cosas, pero si no te equivocas hoy, que tendrías que rectificar mañana.
    Cuídate, yo intentaré hacer lo mismo cuando paces por mi lado, es broma, me congelo cuando pasas por mi lado, ¿no sientes el frío?

  • Maño dijo:

    PLATANO MICROJET

    ...Me recordaron tiempos
    de sueños e ilusiones.
    Perdonen a este viejo,
    perdonen...
    (Silvio Rodriguez, "Monologo")

    Estábamos todos apretados, la desesperación por llegar se imponía, había sido muy difícil al subir, todas las almas se golpearon, parecía que más de treinta años abogando por la solidaridad humana se habían esfumado, recuerdo que como a las 4 a.m. cuando llego el camión yo estaba listo para empujar con el codo a quien se me interpusiera, escuchaba en el medio del alboroto a una anciana que suplicaba que le dieran la mano, yo no miraba hacia atrás, eso me costaba trabajo en aquel entonces, lo extraño del asunto es que si bien en la subida al camión todos éramos los salvajes que la humanidad había conocido en los inicios de los tiempos al llegar arriba no sé porque razón la gente se sentía responsable con lo despiadado que habían sido y con gentileza cedían un puesto mejor a los que más lo necesitaban, corría el año 1993.

  • JRM dijo:

    ¨Perfección¨

    Me di cuenta al instante, era casi perfecta, solo le faltaba un detalle:
    le nacieran mis manos a sus caderas.

  • David dijo:

    DE LA MUERTE A LA VIDA

    Corría el mes de enero de 2008.

    Una llamada telefónica a eso de las diez de la noche de uno de esos días, me despojo del sueño que trataba de rendirme.

    Era una invitación para realizar un recorrido que nunca pensé que quedaría para siempre en mi memoria, debido al profundo impacto de humanismo que genero.

    Subí al auto de Lázaro Expósito Canto, a la sazón, primer secretario del Partido en Granma y de entrada cometí una pifia al preguntar hacia donde nos dirigiríamos.

    El me dijo, eso no se pregunta. Ya te enteraras de eso y del objetivo de este recorrido que paso, ampliamente, de la media noche fría, muy fría de entonces.

    El vehículo se desplazo por la Avenida Francisco Vicente Aguilera y pensé que estaríamos en pocos minutos en el Hospital Infantil o en la fábrica de productos dietéticos.

    Pues no.

    El auto siguió rumbo al puente sobre el rio Bayamo y a los pocos metros torció hacia la entrada al cementerio de la ciudad Monumento Nacional y se detuvo ante su cerrada puerta de metal.

    Ya ante la entrada, Lázaro llamo al custodio que estaba acostada sobre un banco de madera atravesado en la puerta y envuelto en una especie de frazada para guarecerse del frio de la medianoche.

    La puerta no se abría y Lázaro volvió a llamar, ya dando algunos golpes sobre el metal con la intención de que alguien escuchara sus reclamos para que se abriera.

    De pronto, una voz se escucho desde el interior diciendo: ¨¨Quien coj… esta jodiendo aquí a esta hora?¨¨.

    A lo que el Primer Secretario del Partido respondió: ¨¨ Soy Lázaro Expósito y quiero entrar al cementerio¨¨.

    Como por arte de magia, la puerta se abrió y entonces pudimos entrar, siendo observados por aquel hombre que apenas pudo balbucear algunas palabras casi sin poder sostenerse sobre sus piernas.

    El alcohol lo había vencido y pasaba la resaca sobre aquel banco de madera que le servía de cama en su horario laboral, cuando debía estar atento a su trabajo.

    De inmediato nos dirigimos hacia el final del cementerio por su calle central, oscura enyerbada, dando una imagen deplorable para un sitio de tanto recogimiento, donde descansan nuestros familiares y amigos.

    Era tan deprimente la imagen, que Lázaro comento: ¨¨¨Si me muero aquí no me entierren, esto está muy sucio, feo y oscuro¨¨.

    Tomó el teléfono y llamó al funcionario al frente de esa esfera, al que pregunto si estaba descansando, este le respondió que
    estaba ya en su casa y Lázaro le dijo: ¨¨ Y yo aquí haciendo tu trabajo. Aquí te espero.

    Llego raudo, a tiempo para escuchar palabras muy fuertes, una crítica basada en la objetividad de lo presenciado en el cementerio y que justificaba el señalamiento.

    El funcionario escuchó sin interrumpir, al parecer tomo las señas de lo escuchado y solo pregunto qué hacía con el custodio, a lo que el primer secretario del Partido respondió: Edúcalo.

    De allí salimos y pensé que todo había terminado. Otra pifia, pues el auto volvió sobre su recorrido por la Avenida Francisco Vicente Aguilera y entro al recinto de la funeraria de Bayamo.

    Nadie de los presentes, ni los dolientes ni trabajadores esperaban tal visita ya pasada la medianoche, pero allí estaba el Primer Secretario del Partido en aquella invernal madrugada de enero.

    Lázaro hablo con todos. Pregunto a los dolientes sobre la calidad del servicio fúnebre y a los trabajadores acerca de las condiciones laborales existentes en la funeraria.

    Inmediatamente se traslado a la cafetería ubicada en esa instalación, comprobando la existencia de tazas para el café con las azas partidas y la poca cantidad para la venta.

    Volvió a tomar el teléfono y llamo al director provincial de Comercio al que le pregunto cómo podía dormir tranquilo con esa situación en la cafetería, reclamando su presencia en el lugar de manera inmediata.

    El reloj marcaba la 1 y 30 ante meridiano y cuando nos disponíamos a salir de la funeraria, una trabajadora de la fábrica de coronas lo invito a visitarlas y hasta allí fue para atender una queja vinculada con el salario.

    Me dije: ¨¨Ya nos vamos¨¨. Pensando yo en que tenía que entrar a trabajar a las cinco de la madrugada para preparar el programa Hoy en la Noticia, de Radio Bayamo que se inicia a las seis de la mañana.

    Fue mi última pifia de la noche, ya ni preguntaría ni imaginaria más el final de aquel recorrido que deparaba aun algunas sorpresas que hoy me satisfago de haber vivido.

    Nuevamente a la Avenida Francisco Vicente Aguilera, seguimos por la calle José Martí, Augusto Márquez, carretera central y el auto giro a la derecha, estábamos entrando al Hospital Carlos Manuel de Céspedes.

    Allí el punto inicial fue la morgue, sabiendo lo que se hace en ese sitio, opte por esperar afuera hasta que Lázaro culminara la razón de su estancia allí.

    Al salir seguimos en el hospital y entramos en la Maternidad del centro asistencial, recorrimos el recinto, se escucharon las voces de las mujeres, algunas por parir, otras ya siendo madres.

    Al final, el Primer Secretario del Partido, Lázaro Expósito Canto me dijo: ¨¨ David ahora si terminamos, hemos hecho un recorrido de la muerte a la vida¨¨.

    • Lecomo dijo:

      No es un micro relato pero es una de las mejores historias de vida que viviera un revolucionario que quiera bien para esta isla, felicidades por esa anécdota que ojalá todos los dirigentes la leyeran y tomarán lección de la muerte hacía la Vida.

  • Govea dijo:

    Y fue un niño: ¨no te preocupes, de situaciones peores hemos salido¨. Y tuvo razón, y la preocupación que me atormentaba por la medida imperial de impedir que los barcos petroleros llegaran a Cuba, se me fue de la mente...

  • 49ers dijo:

    La taza amarilla

    - ¿Encontraste tu taza amarilla?
    - No, aún no la encuentro, estoy bien molesta, seguro que alguien la cogió y yo no se la presto a nadie.
    - ¿Segura no la pusiste en otro lugar?
    - Segura, yo siempre que la uso la pongo en el mismo sitio, es un sitio muy mío, solo mío, y todos saben que de ahí no la pueden coger.
    - Tendrá que estar por ahí cerca entonces, busca bien.
    - Si, eso hago.
    - Yo también un día perdí mi taza, la presté a quien pensé la iba a cuidar pero no lo hizo.
    - ¿La rompió?
    - Más bien la ensucio al punto en que no la reconocí mas y renuncie a ella, no era la misma taza.
    - Mira que exageras. ¿No podías haberla fregado?
    - Por mas que lo intenté no se le caían las manchas, no era la misma, no me ilusionaba beber en ella de la misma forma. Desde entonces solo tomo agua en vasos ordinarios, es mas sencillo, aunque en ocasiones siento nostalgia de mi taza.
    - Por eso no presto la mía, no quiero andar por ahí sin taza donde beber cuando tenga sed. La encontré!
    - ¿Dónde estaba?
    - En la alacena a buen resguardo.
    - Que bien!. ¿Me ayudas a encontrar la mía?

  • Razmill Joel Gopar Pasternak dijo:

    ¡Vendo frutas! ¡Vendo frutas! ¡Mango ,naranja, fruta bomba, plátano! ¡Frutas,frutas,compra frutas! ...Escuchar ese mismo pregón casi a diario en la voz de un vendedor al que jamás le compré nada pero se hizo parte de la cotidianidad de varios años me hizo echar de menos a aquel hombre e indagar por el..Después de preguntar a varios vecinos y conocidos sin recibir ninguna información aumentó mi inquietud y fui a la unidad de la policía..Ellos tan amables me trajeron a verlo a usted doctor y gracias a su ayuda. Puedo escuchar desde mi nueva cama a través de la pequeña ventana en mi habitación otra vez los pregones de aquel vendedor de frutas. Aunque igual no le compro nada.

  • Yuri Suarez Casado dijo:

    COBAYOS

    De niño siempre estuvo de alguna manera vinculado a la actividad agropecuaria, en casa, siempre criaron cerdos, recuerda aquellas pascuas que se celebraban con la presencia de toda la familia con turrones y todo, siempre se hablaba de campo, su abuela fue descendiente de dueño de tierras, el que luego se incorporara a las guerrillas mambisas ya a finales de la guerra del 95.
    Oír hablar de fincas y tierras era algo común, aunque su abuela luego viviera en la Ciudad de Santa Clara cuando conociera al abuelo, periodista que llegó a tener una imprenta ubicada en el fondo de la casa, en su momento, puesta al servicio de la lucha clandestina contra la tiranía que ahogaba al pueblo cubano en baños de sangre antes del año 1959.
    Campo y tierra ya le estaban siendo familiares, En el patio de la casa, situada en la calle San Miguel, comenzó sus primeras escaramuzas, hecho todo un recolector de guanábanas y mangos ya se sentía un campesino. De esta época devino su primera obsesión: estudiar ingeniería agrónoma.
    Durante casi toda su infancia, amén de la fuerte influencia que el uniforme verde olivo de su padre imprimía en él, pensaba en su agronomía.
    Mudados para la Habana, el año 1969, después de haber estado algún tiempo viviendo junto con su hermano y sus abuelos por tierras villareñas, donde sin dudas nació, se encuentra con un enorme jardín, del cual queda en la actualidad solo un tercio pero ¡bien sembrado!
    Para entonces “con vastos conocimientos de agricultura recolectora” creía tener toda una finca productora de flores, su emoción crecía por días y gastaba “enormes cantidades de minutos” atendiendo el vergel; hasta pensó en un colmenar, producir miel y todo, iluso capturó algunas abejas que puso en un pomo pretendiendo de esta manera obtener la dulce y viscosa “resina”.
    Jardín, huerto, parcela, patio, para él era un edén y cuidaba con esmero infantil de plantas, flores y tepe.
    Vista su obsesión por ese mundo de la agropecuaria se les ocurre a sus abuelos regalarle una pareja de conejos canadienses para su cumpleaños, al verlos llegar con aquellos hermosos ejemplares de la fauna doméstica campesina, en primera instancia pensó que serían para preparar el almuerzo del fin de semana.
    Era viernes 6:00 de la tarde y regresaba su abuela de casa de un hermano mayor quién por entonces dirigía una granja porcina estatal, y, su propia finca, de una caballería de tierra.
    El muchacho adoraba aquel lugar y criticó mucho a la abuela por no haberlo llevado…, -siempre tuvo la frente muy alta y la lengua muy larga. Ella era muy estricta, así que, ni soñar dejar de asistir a la escuela.
    La bravura duró poco, de pronto se vio a las puertas del cielo al ver lo que, en un cajón de cartón perforado, le traía:
    -Hijo, ¿por qué no armas la jaula con las mallas que trae tu abuelo? –le dijo su abuela con enorme ternura.
    En la emoción del momento no se percató de las jaulas desarmadas que acompañaban a otros bultos.
    -¿Y cómo se arma esto abuelo?
    -Es muy sencillo ya que son paños prefabricados que se unen entre sí por estos anillitos abiertos, son 6 paños por jaula incluyendo el delantero donde está la puerta ¿entiendes?
    -Claro, claro abuelo ya yo sé, déjame solo.
    Pasó trabajo pero las armó, terminó a media noche y los infelices depredadores de pasto al fin podrían dormir seguros si es que llegaran a sobreponerse al estrés del viaje y de su desmañada manipulación.
    Ahora solo faltaba ubicarlas, así que se le ocurrió, al día siguiente, armar una empalizada en el pasillo lateral de la casa debajo de las arecas, ponerle encima las ¨celdas¨, fijarlas a la pared y techarlas como pudiera. A ello le dedicó todo el fin de semana junto a su hermano a quién embaucó en la empresa a pesar de la protesta de sus padres que no querían saber de animales en la casa.
    Conociendo del riesgo que representaba desatenderlos se dedicaba a ellos en cuerpo y alma.
    -¡Como no los atiendas me los como! -Repetía constantemente su padre con su “terrorista” amenaza.
    Se instruyó mucho en el manejo de este tipo de “ganado”, cuidado alimentación y reproducción hasta lograr su primera camada de 6 gazapos.
    Días posteriores a la monta de la hembra por el macho ubicó, dentro de la jaula de la futura madre, una casilla, madriguera para el parto donde nacieron 6 bichos grotescos, desprovistos de pelo, ciegos y parecidos más a ratones que a conejos. No fue hasta el cuarto o quinto día que los pudo contar, para entonces, ya habían muerto dos.
    A los 45 días se los quitó y los ubicó en una jaula improvisada.
    La felicidad duró poco, los gazapos fueron víctima del ataque de los gatos del vecindario, perdió dos de los cuatro que le quedaban.
    De alguna manera se las agenciaron los felinos para penetrar en la insegura jaula y dar muerte inmadura a sus preciadas mascotas las que encontró muertas en el jardín de la casa.
    Su padre, encontrando la justificación que necesitaba, mandó sacrificar el resto de los animales.

  • ele dijo:

    Esos ojos

    Esos ojos. No eran bellos. Sobre lo achinados, mostraban, por el paso del tiempo y los descuidos, grandes arrugas que se extendían casi hasta las orejas.

    Esos ojos. Me miraban y en ellos observé un brillo especial.
    -- Algo me quieren decir—dije. Atrapé con mis manos una de las suyas y la llevé a mi corazón que latía aprisa.

    Esos ojos. Se fueron apagando desde el fondo del sillón. Era mi madre. Murió en mis brazos. Cuando mi hermana nos vio, lloramos juntos.

    • Alejandro Garrido dijo:

      bello

  • Runciter dijo:

    —Debes estar bromeando —dijo Daniel al guardia que le impedía el paso poniéndole su enorme mano sobre el pecho—. El soldado dirigió una mirada amenazadora al muchacho y sacudió la cabeza, cubierta por un grueso casco verde olivo.
    —Nadie pasa sin un salvoconducto.
    Los restantes veinte jóvenes del grupo que ya habían pasado al otro lado de la cerca presenciaban atentos la escena.
    A excepción de un manojo de soldados que custodiaban el perímetro y el personal que investigaba las anomalías, muy poca gente se aventuraba cerca de la burbuja. Daniel, de dieciocho años pertenecía al segundo grupo, y aunque durante todo el trayecto se había comportado, algunos reclutas eran muy reticentes con las caras nuevas.
    Por lo general no acostumbraba a suceder gran cosa. Los guardias eran feroces cuando se trataba de mantener la disciplina y castigaban de forma ejemplar a cualquiera que diera problemas.
    — ¡Ah, vamos hombre! —dijo uno de los hombres al otro lado de la cerca—.
    —Es un estudiante nuevo, viene con nosotros.
    El chico se mantenía en silencio, mirando a los ojos de aquél gorila que le impedía el paso, casi dos palmos más alto que él. El portero torció la boca hasta que la convirtió en una sonrisa cínica.
    —Ningún saltamontes va a pasar por aquí.
    Tratándose de la frontera, el chico tenía un aspecto de lo más normal, advirtieron los otros. Lucía cabellos de un color castaño oscuro, que sobresalían ligeramente por los bordes de la gorra y una piel un poco pálida, donde los indicios de un incipiente bigote empezaban a mostrarse. Pero sin escamas verdosas en los brazos ni mandíbulas o antenas prominentes atravesándole los labios. Por otra parte, los dilatados ojos, de un desbordante amarillo, como la superficie reflectante de las señales de tráfico, eran evidencia casi inequívoca de las transformaciones que provoca atravesar la burbuja demasiadas veces.
    El muchacho le sonrió, mostrando una fila de dientes afilados como navajas.

  • FOREVER dijo:

    ¨´Fragmento de un diario en tercera persona”.
    Cualquier día después del 17 de diciembre:
    Hoy es la primera vez que te refiero alguna palabra escrita en primera persona, hoy sin esconder tras metáforas lo quiero decirte abiertamente. No quiere decir que vaya a dejar de ser imaginativo en esta etapa, pero bueno…tú sabes. Quien lea estos escritos, debe entender por sobre todas las cosas, que bueno, este debería de haber sido lo primero en leer dentro de esta serie de “reflexiones” (de mi corazón). Se debe entender también, que soy pésimo en español, sobre todo en gramática, que no soy poeta, ni tengo la impresión de serlo, como tampoco soy narrador para escribir una buena prosa, simplemente te ofrezco la poesía que he querido sea el plantearte abiertamente y con claridad mis sentimientos, poesía que debe responder a la métrica de la concordancia de mis pensamientos con mis acciones delante de ti; como también ofrezco narrativamente las peripecias y aventuras, de mis elementos interiores, de mi imaginación, de mi corazón, etc. En resumen, sin ser prosa recitada, ni poesía narrada, son mis palabras para ti.
    Aunque hay cierta inspiración en poetas ajenos, pues he conocido a Buesa, Neruda, Tagore, Benedetti, he devorado fervientemente al Gabo(García Márquez), sí, me han ofrecido palabras, inspiración, imaginación, pero ellos han escrito a sus amores, no al mío, sus palabras aunque bellas y llenas de emoción, no son las palabras que quiero ofrecerte, de ahí que te diga, y te regale alguno de sus poemas, pero simplemente porque sus palabras me ha recordado en ese momento que existes, y que nace amor por ti; pero prefiero mis palabras para ti, sé que habrá unas más sencillas, otras más imaginativas, pero al final son mías y son las que puedo y quiero darte de esta forma, son las que nacen conjuntamente con el amor que siento al recordarte mediante los otros.

  • El tankeee dijo:

    Este relato empieza en una casa donde la familia vivía en completa armonía.El padre era miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionaria ,la madre estaba sin vínculo laboral,osea era ama de casa ,el hijo más grande estudiaba en la escuela de medicina ,el del medio estaba en la secundaria y el más pequeño estaba bajo los cuidados de su madre. Un día la madre llega de hacer las compras en el agro y al abrir la puerta se encuentra a su hijo mayor bajo los efectos de sustancia ilegales ,al encontrarse con este problema pensó que había hecho mal en su labor como madre ,después de que llegó el padre le contó lo sucedido.Los padres al haber entablado una conversación de lo que había sucedido,llegaron a la conclusión de que debía de ser ingresado en un hospital especializado en su problema , porque el hijo les había confesado de que no era la primera vez que lo había realizado.Despues de haber asistido a varias consultas,el médico corrobora a la decisión de los padres osea internarlo en un centro de rehabilitación.El hijo después de un tiempo de estadía en esa lugar reflexiona y le comenta a sus padres de que esa vergonzosa situación no volverá a pasar. Los padres al confiar en el testamento de su hijo lo sacan .Después de aquel tiempo tan duro que habían sufrido sus padres y hermanos, volvieron a ser esa familia cariñosa y amable que siempre habían sido.

  • David Peña Ribot dijo:

    Morirme contigo.
    Yo la vi, yo lo sé. La vi cerrar sus ojos y simplificar su vida hasta la mínima expresión de un suspiro en el cual escapó su alma. Nada de color quedó en su rostro, salvo la opaca flor roja que insinuaban sus labios ¡Esos labios que fueron tan suyos como míos! Los mismos labios que ahora me acusaban de culpable. Yo no quise hacerlo, no quise hacerle daño, ni nunca me pasó siquiera por la cabeza robarle su vida; más bien quise darle la mía aunque ello implicara perderla.
    Después de esto no tienen sentido ni la matemáticas porque entre ella y yo, 1+1=1, a pesar de que éramos dos almas; y ahora que se esfumó la de ella, la mía se ha hecho cero. Un cero que yace bajo mi piel y no es neutro. Un seropositivo que lo tiene todo negativo. ¿Qué hay de positivo en ser la muerte ambulante? ¿Qué hay de positivo en ser el arma que asesina sin discriminar y sin intención al ser que más amas?
    Este veneno nos separó, y será este mismo veneno el que nos una. No le temeré a la muerte si yo soy uno de sus instrumentos y ella mi vía a la felicidad junto a tu destino. Mi despedida de este sucio y despreciable mundo será lenta y angustiosa, pero tan placentera como ese primer peligroso beso que fue el inicio de nuestro fin.

    • Victor Andrés Delgado Suárez dijo:

      esta historia me ha gustado mucho. debe ser difícil vivir con ese cargo de conciencia y experimentar tan opuestos sentimentos

    • Alejandro Garrido dijo:

      me ha gustado mucho esta, espero pueda llegar a premio

    • Un Cubano: dijo:

      ciertamente el SIDA es una enfermedad cruel y en esta historia es doblemente cruel. muy buena

    • Ale dijo:

      Ufff, que triste.

    • Oscar dijo:

      tuve un amigo cuya historia es similar. lo recordé y lloré con esta. gracias

    • E. Charles Katsup dijo:

      escalofriante!

    • dmrt dijo:

      Cuanto amor y dolor en tan pocas líneas, me encantó.

    • cribot dijo:

      Me encantó este, corto, pero no por eso menos profundo. Espero gane

    • Niurka dijo:

      Wow qué fuerte!!! Precioso relato!

    • Yaritza dijo:

      De esos pequeños relatos, salen obras inimaginables, David, sigue comprometido con el hermoso arte de escribir, mereces premio. Ya eres mi ganador

  • Carmen dijo:

    El oso polar

    Estaba yo muy entretenida limpiando la casa un sábado cualquiera. Recogiendo y quitando polvo de muebles y dando gracias de que mi niña de 6 años estaba muy tranquila mirando la televisión lo cual no era muy común en ella pero no le di mucha importancia solo quería que estuviera quieta y me dejara trabajar sin interrumpir. Estaban poniendo en la televisión un documental sobre animales especificamente hablaban de los mamíferos mas grandes del mundo animal. Lo que ocurrió en ese momento no se me olvidará en toda mi vida inesperadamente mi niña me llamó con voz de urgencia y me dice !!! Mamá el oso polar es mas fuerte que mi papá!!!!. De mas está decir que no atiné a responder nada me quedé paralizada que podía decirle a la pequeña que hasta ese momento pensaba que su papá era lo más fuerte que existía en este mundo.

    • cucalambeana dijo:

      el suyo es uno de los que más me ha gustado

    • Ale dijo:

      todos pensamnos eso alguna vez, pero yo aún lo creo. bonita

  • Jorge González dijo:

    Un encuentro con los marcianos:
    Después de llegar al planeta Marte, encontrarme con los marcianos y, acompañarlos al interior de una ciudad bajo una gran montaña; pregunte, a uno de mis interlocutores -¿Que le sucedió a este planeta? -terrícola el miedo, la avaricia y el egoísmo hicieron que nuestro planeta sufriera de un cambio climático y una devastadora guerra atómica. -¿Y los demás habitantes donde se encuentran? -en el pasado muchos de los que no murieron en las guerras o por los efectos del cambio climático abandonaron el planeta y se dirigieron a la tierra -¿Porque ustedes no abandonaron este planeta? –no tuvimos tiempo, ni avían naves para todos y, vivíamos en un caos. Yo agradecí el recibimiento y la atención brindada por estos marcianos y, pude comprobar que en Marte como en cualquier lugar del universo a los seres humanos nos unen más cosas que las que nos separan. Mañana regreso a la tierra; ojala que un día los seres humanos podamos lograr sentarnos en la mesa de negociaciones para lograr una paz verdadera y una economía respetuosa con nuestra madre naturaleza.

  • Juan Carlos Subiaut Suárez dijo:

    Ahora comparto un testimonio (ya publicado en Cubadebate varias veces, pero estarán de acuerdo conmigo que lo merece)
    Crónica de mi: ¡Hasta Siempre!
    Estamos desplegados a lo largo de la carretera que une al poblado de Coliseo con Cárdenas. Algunos están siguiendo por sus celulares las noticias del paso de la caravana y las nuevas se repiten de boca en boca. Nos tiramos unos a otros fotos con la bandera o sosteniendo una de sus imágenes más conocidas, la misma que ha presidido los múltiples lugares habilitados desde días antes para que reafirmemos nuestro compromiso, la que lo muestra de pie sobre la montaña, fusil y mochila al hombro, victorioso. Todos estamos expectantes. Será la última vez de tenerlo cerca, tener el honor de vivir este momento, del paso de la Historia frente a nosotros. Alguien divisa al helicóptero que precede y acompaña por aire al cortejo. Todos lo vemos. Retrocedo mentalmente casi medio siglo en el tiempo…
    Unos niños del barrio juegan conmigo a las bolas. Nos disputamos las esferas de vidrio en cada juego, probando suerte y puntería. Un ruido a lo lejos en el cielo nos interrumpe. Es un helicóptero. No sabemos ni siquiera su rumbo ni que tripulantes alberga en su vuelo, sin embargo, como siempre, hacemos lo mismo: Dejamos a un lado los juegos y nos ponemos a saludar al helicóptero y vocear lo más alto que pueden nuestras voces infantiles: - ¡Fidel!, ¡Fidel!, ¡Adiós, Fidel!
    El helicóptero describe un semicírculo y después retrocede, casi paralelo a la carretera, sobre nuestras cabezas, rumbo a Coliseo. Pasa una patrulla indicando bajar a la cuneta de la carretera. La gente se ordena en una línea que serpentea a ambos lados del camino. Nadie quiera estar en segunda fila. Preparan sus móviles para grabar el momento. Para ellos. Para los que no pudieron venir o tuvieron que quedarse asegurando las tareas en sus puestos. Para sus hijos. Para el futuro.
    El niño que fui yo crece. Ya para él el nombre no es sólo una referencia en labios de los mayores. Comienza a identificar Su imagen, a oír Su voz en sus discursos, a escuchar anécdotas de los privilegiados que lo han visto personalmente (en su pueblo viven varios combatientes de Girón). Más tarde, en la escuela, comienza a entender la relación del Hombre y la Historia. Pide y encuentra explicaciones. Bebe de sus primeros libros.
    Ya se acerca el cortejo. El silencio es total. Respetuosamente, no se agitan las banderas ni se gritan consignas. Las cabezas descubiertas, los pechos henchidos en la mezcla de emociones de agradecimiento, dolor y coraje, las manos sujetando una bandera. Pasan los primeros vehículos, el jeep con los generales y detrás, el armón con la caja de cedro cubierta con la bandera. Sencillamente, un nombre: Fidel Castro Ruz. Seguimos el cortejo con la vista hasta que se pierde.
    El niño se hace joven. Ya conoce lo suficiente para saber de la grandeza del Hombre, del nombre que repiten plazas y naranjales, aquí y allá, también en Jagüey, donde está becado. Un día, se entera que se ha cosechado un millón de quintales de cítricos y, como les ha sido habitual a sus compatriotas, lo mismo ante cada desafío, del enemigo o de la naturaleza, ante cada hazaña, ante cada conmemoración, ahí está Fidel. Y va, como todos sus condiscípulos, al acto en la Vilo Acuña. Lo ve de muy cerca y reafirma, para siempre, su fidelidad.
    Se había anunciado que tendríamos la oportunidad de presenciar la caravana de regreso de Cárdenas. Todos queremos volver a verlo. Algunos, para precisar detalles no clarificados la primera vez. Es un momento para grabar en lo más íntimo con la mayor precisión, para poder recordarlo después, con todos sus pormenores. Poder decir, contar: ¡Yo estuve allí! Ante la demora, surgen los comentarios. No se ve el helicóptero. Al fin, anuncian que regresa el cortejo. Poco a poco, nos volvemos a alinear al borde de la carretera.
    El joven es ya adulto. Se gradúa de profesional. Conoce de ejército y de movilizaciones, de cortes y siembra de caña, de papa y de nuevo, de naranjas. Por doquier acrisola la obra del Hombre. No solo conoce la historia, en su pequeño espacio participativo, la vive. Conoce de Angola y de Etiopía, se enorgullece de su tiempo y de la participación de su generación, que sigue con firmeza las huellas de sus mayores. Acrecienta su admiración, respeto y comprometimiento con la obra mayor del Hombre. La Revolución. Recibe emocionado un carnet con Su firma. Llega el Periodo Especial y Baraguá revive en Si se puede. La Batalla de Ideas y Elián. El retorno del Ché y su siembra final en Santa Clara. Las Marchas Combatientes y Los Cinco. Una de las Tribunas Abiertas coincide con un aniversario de Girón. Allá en el Central Australia lo ve y escucha, a solo unos metros. Es la tercera vez que lo ve en persona. El Hombre, al frente de cada combate. Cada vez más universal. Cada vez más preocupado por el futuro de la Humanidad. Una luz entre las tinieblas que crece y crece. Chávez, Petrocaribe y el Alba. La unidad latinoamericana, al fin. Un primer contratiempo y Cagüairán muestra la firmeza de Su obra y de su pueblo. Después el Hombre entrega los cargos públicos, pero no la primera línea. Continúa su labor formadora, esta vez a través de la pluma. El adulto que fue joven y niño una vez devora con avidez cada Reflexión, sigue con apetencia cada aparición en la prensa o las referencias de quienes tienen la suerte de visitarlo. Se emociona hasta las lágrimas con su última comparecencia en el Congreso.
    Nos pasa la caravana por delante. Se repite el silencio y las muestras de respeto. Se nos antoja que esta vez va más rápido. Nos cuesta pensar que todo termina. Se va perdiendo en el camino. Sin embargo, la imagen de la urna con su nombre permanece en la retina, aún después de que ya no se divisa siquiera el cortejo. La gente va rompiendo la alineación y se dirige hacia los ómnibus apartados en un entronque lateral.
    El ómnibus atraviesa la ciudad de Cárdenas. Como en todo el país en estos luctuosos días, impera el silencio. Pasan algunos jóvenes y otros no tan jóvenes, apenas hablan, sobrecogidos por el impacto y la solemnidad del tributo en que han participado momentos antes. En una esquina juegan niños. Vuelvo a retroceder mentalmente medio siglo atrás y me veo con ellos, jugando. No, no es juego. Repiten entre ellos algo que han recién gritado y que quizás apenas aquilatan en todo su significado: - ¡Yo soy Fidel!, ¡Yo soy Fidel!, ¡Yo soy Fidel!
    30 de noviembre del 2016.

  • secretaria dijo:

    Este es mi relato espero lo disfruten:

    Se estremecen mis pies, el buró tiembla, me siento mareada, aturdida por unos segundos, miro a mi compañera de trabajo, nos miramos, ella mira hacia atrás, también se estremece, ¡está temblando la tierra!!Salgan de la oficina! Rápidamente apagué el aire acondicionado y la computadora, mi corazón comenzó a latir más fuerte, del susto fui a parar al jardín lejos del edificio, todos nos reunimos en el jardín, así estuvimos por 30 minutos por temor a las réplicas. Los celulares no dejaban de sonar..

  • Omar Medina dijo:

    Camarones cienfuegueros. Ante una distinguida mesa donde me honró ocupar un honorable espacio; presentaron, a solo un antebrazo de distancia frente a mí, en depurado arte culinario a tres camarones cienfuegueros que en manso y apetitoso reposo resplandecían la cocina lugareña. Los tres componían el contorno ovalado del plato cuya pulcritud combinada en aquel conjunto de coloridos blanco, amarillo-rojizo y sueve brillante del marinado que los tres mariscos vestían en una perfección casi irrepetible; formaban una curva suave como una ola al retozar con el paladar una y otra vez . Tal era la intensidad de su llamado que apenas dejaba aliento para pensar y repetir el verbo y las emociones de aquel fabuloso interlocutor cuya sabia credibilidad requería de mi plena concentracion para intentar trasladar toda la fuerza de su palabra e interpretar con la mayor exactitud a mi alcance el sentido conque se decían. Tarea que en mi caso con poco ejercicio de la profesión podía lograr solo si era capaz de olvidar las perturbaciones provocadoras de aquel tridente frente a mi. Así en el decursar del tiempo el mismo permanecía intacto en ordenada alineación, listos a ser degustado sin un orden protocolar premeditado, ya sea en sentido del cuchillo al tenedor o del tenedor al cuchillo. Seguramente en otro lugar, pensaba yo, podría hacerse indistintamente con la mano derecha o con la izquerda. Mi mayor sorpresa cuando en un momento casi al finalizar el tiempo de presentación para consumo de aquel plato, oigo una voz amable, suave que me sacudió en mi papel, sobre el cual conozco que el mismo es exitoso en la medida que se consiga la invisibilidad mientras traduces: --¡Oye, tu no has comido nada!... No tuve otra satisfacción mayor, me senti una persona visibilidada y humanamente orgulloso, y sin pensar respondí: --Comandante, en este trabajo si comes no trabajas.-- La verdad es que oculté y guardé para mi la razón de haber preferido disfrutar cada detalle de los relatos traducidos: entre otros sobre cómo los guerreros de los Hunos, lograron conquistar territorios tan distantes y amenazar imperios europeos en jornadas de caballería; sobre formas de suplir suministros de retaguardia para un ejército que avanzaba veloz montado a caballos; me pareció increíble que alguien fuera capaz de recordar películas documentales, con los nombres completos en otro idioma de los directores y principales protagonistas de muchas de esas películas, incluyeno aquellas que fueron vistas en plena lucha guerrillera de la Sierra Maestra, recuerdo que uno de estos materiales filmicos vistos en tales condiciones fue "La batalla por los heridos ", acción dirigida por el mariscal Joseph Broz Tito en el rio Neredva.

  • REDDOG dijo:

    Expectativa

    Era la enésima vez que el estridente ruido del Coloso lo despertaba, suponía las 2 y 30. El destartalado radio confesaba 2 y 33… mientras volvía a la cama murmuraba: ¡mierda, otra vez se retrasa!

  • Juan Rogelio Ferrer Vergara dijo:

    EL SUICIDA
    En testimonio del autor titulado “En la Batalla de Santa Clara” este que perteneció a la Sección Obrera del M 26 7 relata este episodio . Esto es un fragmento de ese testimonio. El testimoniante tuvo la suerte ser testigo excepcional y en algo participante de hechos importantes de esa Batalla.Narra algo que sucedió en la noche del 28 de Diciembre de 1958. Se asevera que todo se ajusta a la verdad más estricta. Nos apegamos a palabras que nos dijo el historiador Newton Briones Montoto, las que son lema de ese trabajo: “La Historia es como fué, no como ud. quiere que sea o como alguien la adulteró”.

    El 28 de Diciembre por el día avanzadillas de la Columna 8 chocan con el Ejército de la Dictadura en la Carretera de Camajuaní. El Che dictó la orden de replegarse y por la noche infiltrarse en la ciudad …………………….

    Cayó la noche la que recuerdo no fue excesivamente fría a pesar de la época. Conocí por unos vecinos también vinculados al Movimiento que vivían enfrente de casa, que se esperaba el ingreso a la ciudad por esos lugares de las tropas rebeldes en las próximas horas . Junto con esos vecinos y mi padre me senté a esperar en la acera de la calle Segunda donde el Reparto terminaba en un potrero.

    Esperábamos, esperábamos, esperábamos...... La noche avanzaba.

    Una oscuridad intensa no dejaba ver ningún detalle. De improviso algo rompe la quietud. En un lagunato que había cerca de allí y pegado a la línea del FF CC se sintió un chapaleteo bastante ruidoso. Era indudable que un grupo de hombres o reses se movía por allí.

    El tiempo seguía pasando y la espera era cada vez más angustiosa...

    ! De pronto por el medio de esa calle Segunda y brotando de la oscuridad se acercaba una sombra. Un hombre con un sombrero campesino y las botas chirriando ruidosamente por el agua se acercaba a nosotros ¡

    Llegó a la altura de donde estábamos sentados, se detuvo y luego de observarnos un breve momento dio de pronto media vuelta en la calle sin pronunciar palabra...

    Se retiró en la misma forma ruidosa en que vino hacia las malezas , de donde había salido. Lo que siempre yo recordaría:

    ¡ Ese hombre aparentemente no tenia armas, ¡Era un suicida dispuesto a todo enviado a investigar ¡

    El tiempo siguió transcurriendo. La impaciencia se hacia sentir…….
    Un rato después mi madre nos llama bajito e inquieta, muy nerviosa y nos dice:
    . “Están en la cocina”.

    Efectivamente habían entrado por el patio mientras los esperábamos por el frente. Al entrar a la casa vi. a dos o tres rebeldes en la cocina. El que mas recuerdo era un joven rubio de melena larga como una muchacha que parecía el jefe.

    Nos preguntaron por los vecinos de al lado- .”Son buena gente “les dijo el Viejo... –“Me negaron agua y me cerraron la puerta”- dijo el rebelde de la melena. – “Habrán cogido miedo” -les aclaro mi padre - “pero ellos no son batistianos, al contrario - ”. Mi mamá les brindaba algo de comer y tomar mientras tanto.
    -“Vengan”- nos indicó de pronto el jefe de los rebeldes a mi padre y a mí.
    En la oscuridad del patio varios rebeldes tirados en el suelo. Al echarme junto a ellos , el que estaba a mi lado, un muchacho aparentemente campesino me preguntó muy bajo:
    _¿ El Regimiento esta muy lejos ¿ - Mira – le dije- es allì,- indicándole la luz de una antena microonda a unos 3 km., de donde estabámos. “

    ¿ Es verdad que hay muchos soldados allì.? - Nos hablan de mil y más-“ . Tranquilicé al rebelde._ “No no hay tantos” - y no quise hablarle con detalles de fortaleza donde había casi la cifra dicha de militares de la dictadura.. Noté el olor a monte, que expelía el hombre. Siempre recordaría ese olor por lo fuerte que era.

    Luego vino la petición de los rebeldes y con cierta inquietud ví partir a mi padre rumbo a la ciudad por el fondo del patio a alcanzar la línea del FFCC con un grupo de ellos y seguir a través de la misma con dirección al puente y luego acercándose a la parte donde estaba el Expreso. El Viejo lo hizo muy resuelto acorde con su juventud .El había sido miembro de la Joven Cuba de Guiteras . (Los llevaría hasta cerca de las plantas móviles arriesgando la vida)

    A otro vecino y a mí se nos dio la misión de guiar otras escuadras hacia el Distrito Este de Obras Publicas lugar hoy sede del PCC Provincial, donde el Che colocaría al día siguiente su avanzado puesto de mando. Me impresionó sobre todo el momento en que antes de acercarse a la carretera, todos los rebeldes a una orden del jefe rastrillaron sus armas poniendo balas en el directo. Ahí, -pensé- , en ese sonido que se sintió, estaba la diferencia entre la vida y la muerte.

    Avanzo por la calle E hacia la carretera seguido unos metros atrás por los rebeldes desplegados a ambos lados de esa calle Por el camino rompí varios bombillos de alumbrado público para facilitar el paso sin ser observados.

    Paso la transversal calle Primera sigo avanzando y llego a la carretera. La tropa ya junto a mí. A unos metros el edificio de Obras Públicas …..

    Por suerte todo salió bien. Obras Públicas fué ocupado sin combate y mi padre ubicó a los rebeldes en una buena posición para empezar la lucha contra el fortín enemigo que cubría la lìnea y las plantas móviles. Allí se combatió duro a partir de horas tempranas de la mañana………..

    No queremos terminar este testimonio sin colocar una frase que utilizamos en él trabajo citado como exergo:

    “Los hechos narrados están llenos para el autor de esa indefinible tristeza porque pasaron hace mucho tiempo y se han ido para siempre” ………….

  • Leovanis dijo:

    Toc toc toc, un padre nuestro una oratoria vendrá? A si ya viene está por ahí, -Buen Día como está usted- le pregunte -sabes que no te puedes molestar es un pacto.
    Sus ojos me respondieron, encandilado como asustado - y ahora que- riposto- un pequeño trabajito fácil! Quiere huir a donde sea, tiene título pero no trabaja, no es jinetero pero su mujer viaja de misión, no es bonito pero es negro alto y fuerte, es fácil como ves. El silencio se hizo después de preguntas y respuestas cantos y plegarias de llenar una cuartillas de enseres con respectivos derechos, nos quedamos solos nuevamente y muy calmadamente me susurró al oído, con voz cansada como cuando recorres todo el universo en búsqueda de lo inimaginable- y si es fácil por qué no lo haces tú-

  • Neo dijo:

    Título: Traición.

    Mi sombra se marchó. Supongo que siguió a una persona más interesante. Hace una semana la veo merodear cerca de mí. Parece que quiere regresar, yo no la dejo. Ahora tengo otra sombra.

  • gaBriel dijo:

    A la Muerte
    El autobús estaba atestado de un extremo a otro. Apenas podía moverse dentro de aquella masa de desconocidos, rostros que nunca se repetirían no importa cuántas veces volviera. Las calles se sucedían una tras otra al otro lado del sucio cristal. Solo los vaivenes de la caprichosa inercia interrumpían la monotonía del viaje. Nunca se sintió tan libre.
    Enorme le parecía ahora su habitación. Su única compañía era la canción que le había llenado de energía durante esos incontables días. Aquella que no lo había abandonado, que lo ayudó a pasar los momentos donde hasta los deseos de existir flaquearon. Esa que le hacía recordarla.
    Había oído una vez que las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por las huellas que dejan. Pero hay cosas que solo se aprenden por las malas.
    Su nombre era Emma. Habían compartido cubículo y algo más durante los días de estar ingresados en aquel penoso hospital. Aquel hospital que hasta hace poco permanecía invisible, como si abarcar toda una manzana no fuera suficiente mérito para llamar la atención. Ahora debía evitar ese camino si no quería revivir fantasmas. Si tan solo la maldita enfermedad hubiera terminado su trabajo con él también. Pero ella le hizo entender que debía permanecer fuerte y seguir, por los dos. Y él se lo prometió.
    Ahora era su responsabilidad disfrutar esta segunda oportunidad. Tenía tantas cosas nuevas que experimentar y una vida tan corta que se sentía abrumado. Pero no podía detenerse por pequeñeces, lo había prometido. Se dispuso a salir; billetera lista, camiseta lista, gorra lista, canción lista…ella se la había enseñado y no tenía intención de dejarla ir tan fácilmente. El tiempo seguía corriendo y para luego era tarde. La tarde prometía lluvia, pero qué va.....nadie lo detendría ahora. Y salió del edificio y cruzó la calle. No lo vio venir.
    En la fracción de tiempo de pasmoso silencio que precedió al estallido de gritos y maldiciones se dejó escuchar la canción que iba oyendo una vez más…….
    …y aun comprendiendo/ la necesaria convivencia biodiversa, / al animal irracional más respetable, / a los puristas, ortodoxos de la lengua,/ que siempre el verso va a sonarles deleznable,/ a los que cuelgan herraduras tras la puerta,/ grito sereno que la muerte es una yegua….

    • Oscar dijo:

      tuve que leerlo dos veces, y al segunda lo comprendí. me gustó mucho pq es muy explícito y caben muchas historias en ella.

  • Arianna dijo:

    Este cuento lo hice hace un tiempo. Espero que les guste, pocos lo han visto porque no suelo enseñar lo que escribo.

    La noche dejó caer su oscuridad por los pasillos del palacio, ni una estrella se percibía en el cielo...
    En el patio del palacio se podían escuchar los gritos ensordecedores de los soldados el crepitar del fuego, el replicar de las espadas y el silbar de las flechas, el palacio estaba siendo atacado. En la silla del trono se encontraba una dama de aspecto dulce, con una sonrisa en el rostro y unos ojos verdes brillantes, su pelo marrón ondeado caía sobre sus hombros, en cada mano sostenía una espada negra como la noche. Estaba esperando, no había miedo en su mirada, más bien era una mirada de deseo, deseo de que abrieran las puertas, de atravesar el corazón de quienes atacaban el palacio, de pronto sintió los golpes en la puerta y los gritos de batalla de sus guardias, estaba sola en la sala, pero aún así no se movió del trono, ni siquiera cuando entraron por la puerta se movió, los doce hombres que habían irrumpido en la sala se quedaron quietos mirándola, entonces ella hizo un ademán con los hombros se levantó y dió un solo paso, solo eso bastó para que los soldados corrieran en su búsqueda con singular furia*
    *ella ligera como un águila se abalanzó sobre los soldados con una sonrisa en los labios, esquivando los golpes con singular destreza y en su camino hacia la puerta fue eliminando a todo el que se interpusiera en su camino, cuando llegó a la puerta no quedaba un soldado vivo, sus espadas negras se habían tornado rojas por la sangre y aún goteaban el líquido, su dulce rostro estaba manchado de sangre pero aún mantenía su sonrisa, entonces cuando parecía que había terminado su batalla entró él en la sala, su piel morena y cabello negro brillaban a la luz de las velas, en su mano su espada era roja como la sangre y sus ojos pardos brillaban de emoción, ella lo miró y sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre el haciendo gala de su habilidad de combate, pero cada golpe que intentaba darle el lo esquivaba, de pronto sintió como su movimiento era detenido, con su mano el joven había sostenido su muñeca apretándola tan fuerte que la hizo soltar su espada, ella desesperada lanzó un golpe con la otra mano pero el joven lo detuvo también soltando su espada y sujetando su muñeca, ya los labios de la dama no sonreían y por primera vez en su vida tenía miedo, entonces el la sujeto fuerte por la cintura y le dijo _lo único que me interesa en este castillo eres tú, rindete_ ella mirándolo a los ojos sonrió y contestó _nunca me voy a rendir_ y el mirándola a los ojos susurró _tampoco yo_ y diciendo esto la besó apasionadamente, la alzó en los brazos y se la llevó.

  • Mercedes Baró dijo:

    Saludos.
    De nuevo les envío mi largo relato.

    RAÍCES

    El barrio, la patria empequeñecida. Fue techo de mis abuelos, de mis padres. Siempre mío.
    Es muy bonita mi casa con puerta casi en la calle cimiento de la familia donde quedo, solitario como un todo, viendo al barrio que ha cambiado. Más no cambian los pregones, ni el hablar con dicharachos ó el desgarre de palabras que le da paso a la bronca enredandola en mi puerta. Ya termina cuando salgo apelando a la cordura y después, no sé explicarlo. Todo se vuelve silencio.
    Ahora me tocan la puerta y ésta vez es Juliancito para ver en el espejo si el vestido que se puso le resalta bien las piernas. Se mejora el maquillaje y sale, gritandome en la partida, que va a alcanzar las estrellas.
    Pasa todo ése ajetreo, me recuesto al mediodía y oigo plena la noticia:
    - Mataron a Juliancito!. Andrés mató a Juliancito!.
    Me levanto sin zapatos, corro hasta el solar de enfrente, y al ver de lleno al Forense tirándole tantas fotos, y la sorpresa en un rostro que hace poco tenía ojos sedientos y centellantes, al verlo con su vestido y los zapatos de punta, dentro de un charco de sangre grité crispando los puños:
    - Coño, me voy de éste barrio!.
    Así fue. Cambié mi casa con balaustres de hierro, sala, saleta un buen patio, por un apartamento del más refinado barrio. Con gentes de:
    - Buenos días. El periódico llegó. Desea leer a Neruda?. Verá que va a disfrutarlo.
    A los quince días y medio me pesaba tanto el cambio, que ya me sentía allí, como un Ruiseñor sin canto.Con la mirada en el techo pasando un catarro malo, tenía fija en mi mente la parte buena del barrio pensando: Si allá estuviera alguien me traía un caldo, ó el doctor de la familia al notarme tan matungo, no saldría de mi casa, hasta verme bueno y sano. Recordaba la caldosa que el día del Comité, se cocinaba en mi patio, a Gustavo el ingeniero bailando toda la fiesta, con Migdalia la que limpia el mercado agropecuario.
    Con todos esos recuerdos y un carretón de nostalgia, salí arrastrando los pies, para morirme en mi patria.
    Cuando divisé mi casa, se fue aprisa la arrengada. Corrí, besé la pared, las puertas y la ventana, y hasta le hablé a los faroles que me vieron de muchacho, correteando por la cuadra. Salió tímida una voz:
    -Quién está ahí en la ventana?.
    - Soy yo señora. El que hace menos de un mes, se mudó para su casa. Cómo está?.
    - Mal, muy mal. No soporto a los vecinos, ni las cosas de éste barrio. Apenas duermo de noche, si oigo un perro me levanto. Desde que llegué a ésta casa, permanezco así encerrada, con un deseo infinito de volver a mi lugar que está allá, en aquel barrio.
    - Yo también siento lo mismo. Verdad que es linda su casa, con ventanas de cristal, y el mar, se ve dondequiera. Y la gente con un porte, y unos trapos, que a la legua se nota que son de alcurnia. Con buenas casas y carros. Pero, me siento allí, como un árbol trasplantado, llorando por mis vecinos, y añorando todo ésto que a usted le parece malo.
    - Entonces. De nuevo nos permitimos?.
    - Nos permitamos señora!. Y elevo al cielo los brazos.
    Al otro día por la tarde. Ya me encontraba en mi barrio. Abrí puertas y ventanas, limpié con yerba la casa, llevé a su rincón al viejo, presenté dulce a los santos Un vecino trajo ron, otro con una gallina cocinó un caldo en mi patio, puse a la Orquesta Aragón. Y celebré mi regreso...Con todito el vecindario.

  • Arianna dijo:

    Este cuento lo hice hace un tiempo. Espero que les guste, pocos lo han visto porque no suelo enseñar lo que escribo.

    La noche dejó caer su oscuridad por los pasillos del palacio, ni una estrella se percibía en el cielo...
    En el patio del palacio se podían escuchar los gritos ensordecedores de los soldados el crepitar del fuego, el replicar de las espadas y el silbar de las flechas, el palacio estaba siendo atacado. En la silla del trono se encontraba una dama de aspecto dulce, con una sonrisa en el rostro y unos ojos verdes brillantes, su pelo marrón ondeado caía sobre sus hombros, en cada mano sostenía una espada negra como la noche. Estaba esperando, no había miedo en su mirada, más bien era una mirada de deseo, deseo de que abrieran las puertas, de atravesar el corazón de quienes atacaban el palacio, de pronto sintió los golpes en la puerta y los gritos de batalla de sus guardias, estaba sola en la sala, pero aún así no se movió del trono, ni siquiera cuando entraron por la puerta se movió, los doce hombres que habían irrumpido en la sala se quedaron quietos mirándola, entonces ella hizo un ademán con los hombros se levantó y dió un solo paso, solo eso bastó para que los soldados corrieran en su búsqueda con singular furia, ella, ligera como un águila, se abalanzó sobre los soldados con una sonrisa en los labios, esquivando los golpes con singular destreza y en su camino hacia la puerta fue eliminando a todo el que se interpusiera en su camino, cuando llegó a la puerta no quedaba un soldado vivo, sus espadas negras se habían tornado rojas por la sangre y aún goteaban el líquido, su dulce rostro estaba manchado de sangre pero aún mantenía su sonrisa, entonces cuando parecía que había terminado su batalla entró él en la sala, su piel morena y cabello negro brillaban a la luz de las velas, en su mano su espada era roja como la sangre y sus ojos pardos brillaban de emoción, ella lo miró y sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre el haciendo gala de su habilidad de combate, pero cada golpe que intentaba darle el lo esquivaba, de pronto sintió como su movimiento era detenido, con su mano el joven había sostenido su muñeca apretándola tan fuerte que la hizo soltar su espada, ella desesperada lanzó un golpe con la otra mano pero el joven lo detuvo también soltando su espada y sujetando su muñeca, ya los labios de la dama no sonreían y por primera vez en su vida tenía miedo, entonces el la sujeto fuerte por la cintura y le dijo _lo único que me interesa en este castillo eres tú, rindete_ ella mirándolo a los ojos sonrió y contestó _nunca me voy a rendir_ y el mirándola a los ojos susurró _tampoco yo_ y diciendo esto la besó apasionadamente, la alzó en los brazos y se la llevó.

  • lisy dijo:

    Amándote en silencio
    ... y yo me quedo así, en silencio, mirándote. Me pongo a observarte y todo de ti me gusta, me rio sola... tú no me vez, nunca lo haces; yo sí te observo, desde aquí, en este apartado lugar que yo cree.
    Llego y te observo, lo hago todos los días, he creado una rutina con mis ojos y tu cuerpo. Saludas a todos los que te encuentras a tu paso; de repente me miras, miro hacia atrás, buscando en dirección a tu mirada, pero no hay nadie, vienes hacia mí y me besas en la mejilla, me quedo inmóvil; de repente reacciono y te veo alejándote de nuevo. No, definitivamente el problema no es tu presencia en mis sueños, sino tu ausencia en mi realidad.
    Llevo rato metida dentro de mis papeles, atareada con mi trabajo, de repente tocan a mi puerta, contesto ¿¡Pasa!?, de repente alzo la mirada y es él ¿Qué querrá? me pregunto y sin dar chance a nada rodea mi mesa y se para al lado mío. Me mira, lo noto nervioso y me dice ¡hace rato estoy loco por hacer esto! y me besa, esta vez no es en la mejilla; yo alucinada me quede quieta. Me dije ¡naaa! es un sueño como tantos otros, pero no, ahí estaba él sosteniéndome la cara y besándome como si fuera el último beso que le fuera a dar ante un largo viaje del cual no sabes si vas a regresar.

  • VICTOR HERNANDEZ TORRES dijo:

    ATERRIZAJES

    Moscú
    Debajo del ala del IL – 62 se divisan los campos cultivados y una aldea rectangular. Pienso que debe ser un koljós. El avión inicia el descenso. Ante mis ojos los bosques de abetos cubiertos por la blancura de la nieve limpia y fría. Tocamos tierra soviética. Siento las ansias de respirar la grandeza de los eslavos, conocer la historia del gran imperio ruso. Recorrer los escenarios de las grandes batallas contra Napoleón. Las victorias épicas durante la primera y segunda guerra mundial.
    La brisa fría me arropa con la misma pasión que me envuelven los versos de Mayakovski y Pushkin. Amplias avenidas. Olores de sopa y pan. Flotan cientos de banderas rojas. Emblemas con la hoz y el martillo. Una foto de Brezhnev. Congeladas las aguas del Moscova. Espléndida la plaza roja. Relucen los campanarios del kremlin. Vagan los fantasmas de los Zares por el jardín de Alejandro. Extraordinaria la marcialidad de la guardia de honor. Flores en la tumba del soldado desconocido. Murallas que guardan la historia de una nación. La tumba de Stalin, la de Gagarin y otros. Entro en una pirámide de color púrpura. Es el mausoleo a Lenin. Sarcófago elevado. Parece que se encuentra dormido. Ojala vuelva a despertar.

    • Chel dijo:

      me gustó!

  • Juan Rogelio Ferrer Vergara dijo:

    Fragmento del testimonio muy verídico de este autor “En la Batalla de Santa Clara”. Luego de infiltrarse en la ciudad en horas de la noche el Che muy certeramente ha ordenado levantar la línea del Crucero en la carretera de Camajuaní. Este testigo perteneciente a la Sección Obrera del M 26 7 ya está integrado en la Columna 8…….

    EL CRUCERO

    En la mañana del lunes 29 me encontraba en las inmediaciones del crucero del ferrocarril de la carretera de Camajuanì. Ya me estaba habituando a algo inusual para mí: el silbido de las balas.

    Vi a un mulato joven y bajito con un traje kaki oscuro( VERDE OLIVO) y armado con una pistola ( CARABINA M 1) que conversaba con algunos rebeldes. Al observar que portaba un brazalete que decía Sección Obrera ( SECCIÓN PROPAGANDA) me acerqué e identifiqué con él. (Lo que está en paréntesis es lo que me ha dicho Demetrio que era luego que hice contacto con él cincuenta y pico de años después)

    Demetrio (que era el nombre de guerra del mulato) y era el responsable de esa Sección Obrera( SECCIÓN PROPAGANDA) en la Columna 8 me pidió el nombre en clave del Coordinador para confirmar si era cierta la militancia en el 26 nuestra. “Carlos “- le respondí -. Así era el nombre en la clandestinidad y secreto de Joaquín (Quino Torres), ese jefe del Movimiento a nivel provincial. “- Espérate por aquí-“, luego te voy a dar instrucciones”- me dijo Demetrio.

    Cuando vi. que el buldózer amarillo empezó a levantar la línea me acerco curioso e intrigado más al crucero. Tiraban del Gran Hotel o de otros lugares pero se sentía el paso de las balas algo alto. ¡ENTONCES LO VÍ POR PRIMERA VEZ ¡Del otro lado de la lìnea a unos 8 - 10 metros apenas. Recostado de espaldas a la ciudad y protegido en un ángulo muerto por el pequeño kiosco de mampostería y placa de Avilès que servia fiambres y bebidas, estaba el CHE con su brazo en cabestrillo. Junto a él estaba Aleida March lo que me sorprendió pues la conocía de vista en mis tiempos de estudiante del Instituto y ella pasaba mucho por el Parque Vidal. Pero no sabía que estuviera alzada ni mucho menos
    ¡ Nueva sorpresa ¡ . Estaba también junto a ellos un ex compañero de mi Empresa obrero eventual en la construcción de una subestación como yo que había causado baja para incorporarse como casquito de la Dictadura. Era guajirito y medio alocado y le decíamos el “Estigmatizado” por parecerse a una mujer de igual mote que salió en Bohemia por un asunto de fanatismo religioso. Los tres tranquilamente recostados al kiosco. Che observando como la línea era levantada por el bulldozer. Seguramente meditaba previendo lo que iba a pasar después.

    DE PRONTO EL CHE NOS DIRIGIÒ LA PALABRA A MÍ Y A OTRO CURIOSO. Con aquella voz y estilo característico nos dijo: “AHÍ LOS VA A MATAR UNA BALA PERDIDA”.
    Ni siquiera nos pidió que nos quitáramos de allí como diciendo para sí quizás: “Estos son un par de C.................. por estar parados en ese lugar”. (Al menos esto es lo que piensa el que relata ello). Nunca olvidaré su voz ni su mirada y siempre narré con orgullo que ese héroe me hablara aunque fuera solo para advertirme del peligro.

  • Razmill Joel Gopar Pasternak dijo:

    Fue un día muy agotador. Y todavía tenía que hacer el acta de resumen. Había practicado la autópsia a varios occisos. Se sentía cansado pero ni modo, debía terminar su tarea. Empieza a escribir- Yahimi Torres Quezada, de 41 años,fallecida producto de una falla multi órganos producida por un carcinoma de servís con infiltración a los ganglios y los pulmones.- Afuera estaba la familia. Le habían comentado que Yahimi era una exitosa ejecutiva hasta que desdichadamente le dieron aquel terrible diagnóstico. Muy triste sin dudas. - Ernesto Frometa Hernandez, de 28 años, falleció producto de una sobre dosis- Este era un cantante famoso al que todos conocían.-Laritza Francia Argüelles, 39 años, falleció por asfixia producida por una crisis de asma- Esta era vesina suya. Una ama de casa que generalmente pasaba desapercibida, excepto cuando discutía a gritos con su esposo. - Javier Toramson Prieto, 76 años,falleció producto de un infarto masivo al miocardio. Aunque no le conocía a juzgar por el atuendo y el hedor a alcohol sin dudas se trataba de alguien que no cuidaba mucho de su persona. - Dayan Ismael Frías Cuello,27 días, falleció producto de un infarto intestinal producido a causa de estrangulamiento del mismo. .....Se tomó un instante, llamó a su residente-asistente y le pidió que por favor terminara el resumen. Y salió corriendo como un loco a abrazar a su esposa embarazada que trabajaba como enfermera en el mismo hospital.

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