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¡Participa! en el IV Concurso de Microrrelatos, convocan Ocean Sur, la AHS y Cubadebate (+ Video)

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Cubadebate, la casa editorial latinoamericana Ocean Sur y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) convocan a la cuarta edición de nuestro Concurso de Microrrelatos, que desde 2017, dedicamos al advenimiento de la Feria Internacional del Libro en Cuba.

¡Participa! Demuestra en un relato corto tus capacidades como narrador. El ganador obtendrá una colección de novedades editoriales de Ocean Sur, presentes de la AHS y Cubadebate, así como la oportunidad de publicar su obra en este sitio web.

Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil (1 000) caracteres (sin espacios), que nos permita descubrir al escritor que eres. Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un cuento, el inicio de una novela o testimonio…

Deja tu microtexto como un comentario en esta entrada. El plazo de admisión vence el domingo 16 de febrero, el día que concluye la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana.

Escogeremos tres premios. El jurado estará integrado por reconocidos escritores y periodistas cubanos seleccionados por la AHS. Los resultados se publicarán el 12 de abril, justo el día que concluye la Feria en Santiago de Cuba.

Nos comunicaremos con los ganadores a través del correo electrónico que escriban al enviar el comentario con su obra.

Ocean Sur, la AHS y Cubadebate quieren premiar a los amantes de las letras con este concurso dedicado a la microliteratura.

En video, convocatoria al IV Concurso de Microrrelatos

Se han publicado 1069 comentarios



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  • delvalle dijo:

    Hace unos días vi en Facebook una foto que mostraba una broma de zapatillas “originales” que despintaron y se podía observar, además, los pies de su presunto dueño con el mismo color de su calzado; éstas imágenes me hicieron recordar una anécdota de mis padres que les quiero compartir; ellos tenían ya más de 80 años, pero muy funcionales (fallecieron de 93 años mi papá en 2014 y 92 mi mamá en 2016). Una de las veces que se fueron con mi hermano a una casa en la playa, mi mamá se llevó un traje de baño confeccionado de una tela de dudosa reputación, entonces, en una cálida tarde de verano se meten al agua y entrando, casi en la orilla, una ola no tan fuerte hace caer a mi mamá y la tela al instante comienza a colorear el agua de rojo intenso, mi viejo sosteniendo de una mano a mi mamá, tratando infructuosamente de levantarla y con ese tremendo humor criollo que siempre le acompañó, gritaba a mis sobrinos a pocos metros del lugar “corran que se me desangra la vieja”. Les cuento que la única consecuencia lamentable del incidente fue la enuresis diurna de mi cuñada por efecto de un ataque de risa.

    • mimosa dijo:

      linda anecdota

    • Un Cubano dijo:

      jajaja. eso está bueno

  • Manuel Espinosa Mill dijo:

    Es una muy buena idea y ya puse un trabajo mio en este espacio, pero ¿puede enviarse mas de un microcuento?
    Saludos:
    M Espinosa Mill

  • Nestor dijo:

    Los relatos pueden ser inmaginarios o reales, incluso pasajes de ellos de nuestra rica historia?

  • luzmaria dijo:

    mi padre me conto que en tiempo muerto como se le llamaba ese tiempo que no habia trabajo su padre y hermanos se iban a pescar para traer el alimento a la casa y en esas aventuras que podian durar todo el dia desde temprano en la mañana hasta tarde en la noche llevaban un poco de galletas y una barra de dulce de guayaba y asi andando se precipitaban a la aventura pero en esos lugares de lagunatas existia mucho fango y dentro de esos podia existir los llamados temblores de fango o tembladeras y resulta que uno de los hermanos cayo en uno de ellos casualmente el que llevaba el saco donde estaban las galletas y la barra de dulce y los demas en el afan de sacarlo de esas hacian malabares pero tanto era las necesidades que en esos momentos en que se vivia que el solo atinaba a decir salven el saco de las galletas

  • Humberto Rodriguez dijo:

    YO LLEGUE PRIMERO.

    Era temprano y aparqué el auto al lado derecho de la vía de doble sentido. Realmente no era muy ancha así que lo hice a la distancia prudente del auto que en sentido contrario estaba aparcado frente al mío para que los autobuses pudieran maniobrar sin que ambos obstruyesen la vía. Todos allí esperábamos la apertura del laboratorio clínico para hacernos las pruebas médicas correspondientes. No pasó mucho tiempo cuando aquel señor con su auto ancho y viejo, acompañado de un joven que pudo ser su hijo o su nieto aparcó en sentido contrario en su lado correspondiente, casi frente al mío, obstruyendo la vía a los automóviles que a esa hora comenzaban a ser más frecuentes. Los más pequeños sorteaban sin dificultad el angosto tramo, pero a los más grandes se les dificultaba, poniendo en peligro los espejos y la latonería, sobre todo del mío que ya me comenzaba a preocupar. Yo miraba al señor que no se inmutaba y ante los consejos de quienes me acompañaban para que corriera el auto les respondía: YO LLEGUE PRIMERO. El duelo de miradas entre el señor, su acompañante y yo se hacía cada vez más desafiante. En algún momento lo vi intentar arrancar el viejo auto, sin resultados. Finalmente decidí correrme, más por temor a una ralladura que por el intercambio de miradas con el obstinado señor, lo que me valió la aprobación de mis familiares ya cansados de aconsejarme. Finalmente llegó la hora en que el laboratorio abre sus puertas. Las personas que esperaban se aglomeraron para entregar los formularios. El señor del viejo auto se bajó, dio la vuelta y abrió la puerta de su copiloto, inmediatamente se inclinó, cargó al joven, cruzó la calle y alcancé a ver las piernas atrofiadas del muchacho. Cambié la mirada, miré a los míos que distraídos no se dieron cuenta de mi vergüenza. Al concluir salimos y sólo atiné a decirles: No se dieron cuenta, yo llegué primero, pero ellos tenían mil razones para aparcar frente a la puerta del local.

    • Clic_Derecho dijo:

      Si alguien leyera mis comentarios dijera, a este le gustan todos los comentarios, pero es que algunos están muy emotivos. Este en particular me hizo erizar...

  • Siringo dijo:

    Hoy el cielo está oscuro, y mi corazón desgarrado

    la ausencia de tú voz, quiebra mi aire

    el silencio me aturde, como estridente alarido

    la razón me abandona, ante tanta lejanía

    En mi alma sombras, sombras y nada más.

  • bauta dijo:

    Era un árbol, común, uno más. Solo hacia lo que le correspondía. Todos los días contribuía, al murmurar del bosque junto a la brisa, brindaba su sombra y sus raíces a los animales de paso.
    No le gustaban las aves, ensuciaban su pedazo de tierra y le regaban las hojas.
    Un día un pájaro se metió entre sus ramas. No le gustó aquello, pero el pájaro le susurró:
    - Te conozco- dijo- hace tiempo pasé por aquí.
    ¿Cómo este pájaro se acurda de él?
    Pasaron los días y el pájaro fue logrando una amistad.
    El árbol descubrió que había estado solo en sus casi 100 años, y ya no lo estaba.
    - Tengo que irme,- dijo el ave- el invierno se acerca y tus ramas no podrán protegerme del frio.
    El árbol no entendió. Su mundo giró sobre una frase.
    - No tienes que irte.- contestó - Si mis hojas no están para taparte usa mis ramas, mi troco para hacerte una hoguera, mis raíces para guarecerte.
    - Es mi naturaleza, tengo que migrar, si me quedo moriremos los dos.
    El árbol no pudo volver a ser uno más. Otros llegaron, pero no era quien esperaba.
    Ahora conversa con todos, y no le interesa su pedazo de tierra. Parece un árbol alegre, como otros, pero no lo es.
    Espera a que llegue la primavera, y el ave que dejó una pluma tatuada a un lado de su corazón.

  • Miguel Márquez Díaz dijo:

    Título: ¿Quién consulta?
    Valeriano fue a consultarse con el psiquiatra, le contó su vida palmo a palmo. Habló de las peleas con su hermano para que el hijo no viera la serie nacional hasta tarde en la noche, las que avivó en la compra del periódico con Arturito, las que protagonizó con Jaimito—con los años sobre su sombrero— y de muchas otras.
    Al final del día el psiquiatra arremetió contra el gato de la vecina, el perro de Lolo el mandadero que perseguía al gato, la cotorra de su suegra que narraba la batalla felino—perruna y hasta con las pulgas de Sultán que en su descuido terminaban regadas por donde quiera.
    Ahora se sienta con tapones en los oídos y asiente con la cabeza cada vez que su paciente realiza una pausa.

  • Raulink dijo:

    Ya no había vuelta atrás, todo estaba oscuro el aroma a incienso y perfume se mezclaba con un agrio y repugnante olor a sudor. Todo vibraba , al compás de un fuerte ruido que parecía ser música, por una rendija entraba un soplo de aire que era lo único que me tranquilizaba y no me dejaba perder la cordura . De pronto me entran unas descontroladas ganas de vomitar y sentía que me estaba desmayado o algo peor. Cuando ni mi cuerpo ni mi mente aguantaban ni un segundo más en aquella tortura eterna , retumba una voz gruesa y enfadada diciendo parada y no me tiren la puerta que la junta es nueva.

  • Chris dijo:

    Pero son mil caracteres!!! Envié uno con mucho menos de mil pero aquí hay novelas completas, así no se vale.

  • José de Jesús Márquez dijo:

    Recostado entre la espada y la pared, mi alter ego se vale de ambas: recostado a la pared, deja que le claven la espada. Luego, ante los ojos asombrados del público, se levanta la camisa y todos ven como la herida se sierra sola. Aplausos a rabiar. Mi alter ego, asombrado, me tiende la mirada: en mi país es delito curarse ante los ojos de todos, y aquí me premian. Eso es hoy, mañana te pueden decapitar, le digo, y mucho más bajo: no te olvides que tú y yo estamos en un sueño. Después lo llevo a un bebedero de cerveza para que se refresque.

  • Harold dijo:

    Cierta tarde en el preuniversitario donde estudiaba, estaba de guardia el equipo del PMI, pero yo tenía unos deseos de irme para mi casa que no lo soportaba, me dije para mi, si dios existiera me daban pase por alguna razón hoy, y en menos de 10 minutos en PMI me llama para su oficina y me pregunta si quería salir de pase, le dije que sí y me da unos tubos que pesaban algo y me dice, me los dejas en mi casa, el hombre vivía cerca de mí, ya con los tubos a cuesta en el hombro y caminando por la carreterita que entraba para el Pre, pero yo salía, buscando la carretería principal, me dije nuevamente, si dios existiera, me mandaba algún camión para pinar, pues ahí vivía yo, y estaba en Troncoso, como a 20 km de mi casa, y sin sentir sonido alguno miro para la derecha y me para un camión que me dice, muchacho, directo para Pinar………

  • Borys dijo:

    Ya yo tenía unos 12 años por lo que él estaba por los 72 o 73, pues tuvo a mami con 35 o 36 y yo nací cuándo mami tenía 25,+ 12, la cuenta está por ahí.
    La cosa es que Emiliano guajiro recio de dedos gordos en la manos por el trabajo, al mismo tiempo daba una impresión apacible de anciano por su andar lento y con una ligera cojera que nunca supe pq era, pero que al ser tan ligera nunca motivó preguntas al respecto.
    Estando de visita en camajuaní fui como de costumbre al campo con él y en la tarde al mudar las reses, un toro que no se había capado al sentir que Emiliano sacaba la estaca de la tierra y se aflojaba la soga, aprovechó y se disparó contra mi con la cabeza baja con la intención de tarrearme y como un resorte me grita que me metiera en el aromal cercano, pero casi sin tiempo para eso él entonces afincó los pies al piso, agarró la soga con una mano se la enrolló en el antebrazo y con la otra mano se agachó, cogió una laja de piedra plana y se la lanzó al toro, rápido y duro, que le dio en la cabeza, eso provocó que el animal se paralizara de golpe, parece más por la impresión que por la piedra en si, que por cierto, se partió en su frente, pero todo esto que cuento así tan largo, sucedió en un segundo y Emiliano se olvidó de sus más de 70 años y de su andar lento de anciano, además impresionó como un hombre fuerte y determinado. Parecía un vaquero de película. Esta es mi impresión claro, pero así lo sentí y como tal llegué a la casa contándoselo a todo el mundo con tremenda pasión y él sin embargo decía riéndose como sin importancia, - ah no fue nada, - fue él el que corrió, si no corre lo coge, pero lo decía bajito y medio riéndose como dando a entender que yo exageraba y que él no había hecho nada. Lo gracioso del caso que otra vez en la casa en medio de todo aquello, volvía a lucir como un viejito trabajador de andar lento y medio encorvado!!??. De cualquier forma su imagen erguida con la soga enrollada en el brazo izquierdo, aguantando al toro y con la laja en la derecha, quedó grabada en mis recuerdos.
    Saludos,
    Borys

  • Ana Ibis dijo:

    saludos y gracias por esta oportunidad
    Rompimiento
    Estaba en la parada del ómnibus. No podía creer lo que había sucedido, estaba en silencio, no podía dejar de pensar en aquel rompimiento.
    Trato de caminar hasta la sombra y cada vez que se movía era peor, sentía que se despedazaba. Había permanecido con él durante mucho tiempo… bueno creo que desde fin de año…y estábamos justo a 14 de febrero, ¡qué día para esta ruptura! Aún no podía creerlo. Todo parecía estar tan bien y ahora esto.
    Por fin, llegó a la casa, su madre la miraba desde el balcón, enseguida notó que algo pasaba. Caminaba con dificultad y apenas levantaba la mirada.
    -¡Hija, por Dios que ha sucedido! estaba segura que no duraría mucho- dijo la madre con voz compasiva.
    -Mamá, tu tenias razón, pero no te hice caso.
    -Mi hermana, ¿qué te ha pasado? No me digas que otra vez !Se te rompieron los zapatos!

  • Nellys dijo:

    hermosos relatos¡¡¡

  • maikel diaz rosales dijo:

    Autor. Maikel Diaz Rosales

    Diseño perfecto.

    Las primeras piezas costaron mucho trabajo, y solo se acomodaron luego de infinitos ajustes, el diseño y desarrollo fueron agotadores y casi estuvo a punto de abandonarlo todo, pero al final decidió retomar su labor, los proyectos anteriores fueron mucho más fáciles, tanto así que los fabricó por miles incluso millones, pero este en particular le resultó concretamente complicado, quiso alejarse de lo común, romper con los moldes, hacer algo completamente nuevo.
    Lo más pesado fue el sistema operativo que debía ser altamente adaptable y más que nada capaz de aprender por sí mismo, eso lo obligó a rediseñar todo el conjunto para que fuese más eficiente y además con el problema añadido de que necesitaría una capacidad de procesamiento extraordinaria; pero sin olvidar un detalle, el espacio no podía variar.
    Tampoco podía excederse en las proporciones, porque si no, los requerimientos de energía serian insostenibles, Pero entonces se volvería muy frágil, y no estaba seguro de cómo respondería en las pruebas de campo.
    Otra cosa que no se debía dejar de lado: la estética, buscó inspiración en sus creaciones anteriores y ninguna le gustó, así que se decantó por que fuese a su imagen y semejanza. -un diseño perfecto-pensó satisfecho.
    y lo llamo: Adán.

    M.D. Rosales

  • Juan Carlos Subiaut Suárez dijo:

    Nightmare (Cauchemar).
    El niño se había dormido temprano. Antes, la familia había disfrutado un Discovery sobre la vida salvaje, y ahora, para ver la telenovela de turno, habían mandado al pequeño para su cuarto. Por suerte, ya no había que acompañarlo ni contarle cuentecitos para que se durmiera. La madre suspiró: - Era ya todo un hombre.
    En la mañana, los tres habían ido de visita a casa de los vecinos. Estos, con la complicidad o tolerancia del vecindario, criaban puercos. Una lechona había parido hacía poco y un veterinario se había encargado de extirparle los colmillitos a los chanchitos, con la explicación de que molestarían a la madre, al mamar y que después, se volverían peligrosos. Añadió, quizás para reafirmar su experiencia ante el auditorio, e impresionar al muchacho, quien lo contemplaba con los ojos muy abiertos, que en el monte estos puerquitos se volverían jíbaros y, con esos mismos colmillos podrían herir de gravedad a un hombre o animal, que se cruzara en su camino en los espesos matorrales donde se escondían.
    El sueño era profundo. El niño estaba sumergido es un estado entre la inconciencia y la vigilia, por lo que le era imposible comprender que el dolor infernal que le venía desde los dedos de la mano y le llegaba por todo el brazo derecho hasta el cuello, provenía de las mordidas repetidas de un animal que lo estaba literalmente devorando.
    Gruñendo y rumiando, el jíbaro había atacado por el extremo de los dedos, la carne suave de la palma, la piel tierna del antebrazo. Su apetito estaba estimulado por el gusto sumamente exquisito de aquella extraña e inhabitual carroña, jugosa, apetitosa, que parecía incluso moverse por momentos, temblar bajo los golpes y tirones de sus dientes, después, a impulsos de su glotonería, había desmenuzado los dedos de la mano, arrancado la piel, cortado venas y tendones hasta el hombro y la espalda. El niño, inmovilizado, impotente ante el sufrimiento de ser devorado, desmenuzado, masticado, sin poder hacer nada para impedirlo, solamente sufrir en gritos ahogados, llorar y sufrir sin incluso comprender, de dolor y de terror, emergiendo de la semiinconsciencia para encontrarse asido y mordido por un animal cuatro veces más pesado y fuerte. Incluso en la frontera del coma, los ojos cerrados, el mundo extinto, todavía se sufre. En medio del pavor, el niño se sentía además como imposibilitado de escapar, de moverse a un lado u otro, incluso alejar con la otra mano el fétido aliento de la bestia sobre su cara, ni siquiera tenía la fuerza de abrir los ojos. El jíbaro ahora muerde a la altura del estómago, buscando las entrañas. Al dolor de las heridas en la mano y el brazo se une el de la piel sobre la barriga, que pronto se va a abrir. El infante siente los colmillos rajar la piel, el trasero del bruto está a la altura de su cara y la diminuta cola al moverse percute en su rostro y su pelo hirsuto pincha electrizando cada nervio en impulsos que llegan al cuerpo entero en ordenes de alejarse, de huir, de escapar del terrible dolor y nada sucede, una fuerza más poderosa lo retiene inmóvil, impotente, sin poder incluso gritar. Siente la mordida siguiente, y la otra, y no le queda más que desear que esa sea la última. Sufre solamente, de un sufrimiento puro, cristalino, como un infierno en su verdadera definición, peor incluso que la muerte, pues viene con la certidumbre nunca termina, que solo está comenzando. Lo que vive el infante no tiene espacio dentro del tiempo. El sufrimiento es un lugar, del cual uno no sabe si podrá salir. Sólo se tiene la esperanza de desear que todo acabe lo más pronto posible. Más rápido no ocurre. No estás vivo para medirlo. No estás muerto antes de que se acabe.El pequeño comprende de la peor manera que el sufrimiento del martirio no necesita cara, que el sonido, el grito de terror que es solo un suspiro que crece sin garganta y suena sin lengua, y grita aún más y sufre, y desciende más profundo en el horror que seguirá desarrollándose de permanecer allí. Cuánto tiempo desde que comenzó? Cuánto restará? Una necesidad apremiante de llorar, llorar y gritar “mamá”, los ojos cubiertos de sangre y lágrimas, solo siente el olor nauseabundo, el pinchazo de sus cerdas, el roce de sus colmillos, la mordida final a pleno cuello que abre camino a los últimos borbotones de sangre. El grito final, que brota de la garganta desgarrada, encrespa a la bestia, que recula.
    La telenovela fue interrumpida por un grito desgarrador llegado del cuarto. Los padres corrieron hacia la habitación. La madre, aterrada, cargó al vástago, bañado en sudor y en llanto.
    Sobre el cristal de la cómoda brillaban los diminutos colmillos arrancados en la mañana a uno de los cochinitos de la camada de la puerca de los vecinos, que el veterinario le había regalado al muchacho. Ahora, de ellos manaba un hilo de sangre.

  • YVTuriel dijo:

    Ana Ibis, me encantó tu minicuento, es bello y encierran todos los elementos de la narrativa. felicidades

  • Manuel Raíces Pérez-Castañeda dijo:

    Sendero a la Inmortalidad.

    Hay guerra y el campo luce un colosal tablero de ajedrez donde las negras atacan. Como tantas veces, un avispero de balas asume su rol de macabros mensajeros, cuando dos impactan en el hombre elegante que galopa. Al golpe seco, lo sigue un estremecimiento. El cerebro prioriza a los sentidos, y estos se espantan ante la puerta del abismo que se abre. El herido quiere alejarse de la gigantesca boca que lo absorbe, pero cada instante es una agarradera que se disipa al tratar de asirse. Cae del caballo y al contacto con el suelo, logra ver el verde del pasto bajo un sol que baña su cara. La tierra huele a algo y al tratar de memorizar ese aroma, un tercer disparo lo baña de oscuridad.
    En ese instante, en el “Centro Que Controla Los Designios”, ocurre una anomalía y la primera en darse cuenta es Mortha, la tercera Parca. Tan pronto ha escrito el nuevo nombre en su lista de difuntos, el texto se disipa. Una y otra vez repite la rutina hasta que deja de insistir. El hombre caído se le ha vuelto semilla, quedando fuera de su control. Ella sabe que, de vez en vez, hay pasadizos muy secretos por donde a través de la muerte, se entra en la inmortalidad. Anota la fecha del incidente: Es 19 de Mayo de 1895.

    • Cap. dijo:

      Me gustó. Gracias por compartirlo.

  • Adiley Cilleros dijo:

    Cinco, cuatro, tres, dos, una vida
    Sé que el espéculo entró sin que lo esperaras. Lo sé porque conozco bien todas tus caras. Las miradas de los médicos mirándonos no te importaron. Apretaste mi mano cuando el pequeño “él “o la pequeña “ella” fueron desalojados de tu útero. Me diste la espalda encogiendo ambas rodillas. En cinco días no has hablado conmigo ¿Te dolió tanto? ¿Tanto así? Cuatro semanas atrás caminábamos de regreso de La Fábrica. Cada vez que salías de allí tenías que repasar tu apreciación crítica de todo lo que viste enganchado en las paredes. Tus discursos sobre viejos pensadores y sus retóricas para instruir a humanos instruidos ya me las sabía de memoria. Viste una estrella fugaz. Pedimos deseos. Esa triste noche un óvulo tuyo fue fecundado. Tres años antes corría detrás de ti para colarte una carta con mis poemas de amor desesperados en tu mochila. Dos meses después nos besamos disfrazadas y subimos la selfie a Snapchat. Una hora antes de que me dejaras te escribí esta carta. Quiero que sepas que ese día a mí también me pasó lo mismo que a ti. No declaré como tú. No le dije nada a la policía. Quiero quedármelo. Si está mal o no, eso no me importa ¿Recuerdas la estrella fugaz?

    • pillina dijo:

      Muy bueno y profundo. Si, se siente así

  • CsiFiGirl90 dijo:

    Superhumanos.
    “Soy un híbrido. De carne y hueso, como cualquier otro ser humano, pero las tecnologías de vanguardia y equipos de expertos me transformaron en superhumana: mi cuerpo fue modificado para convertirse en un arma que respira y piensa. Fui el primer prototipo exitoso de mi país. Por ello, mi misión es tan excepcional: venir acá al 1975 para impedir que las fuerzas Apartheid cambien el rumbo de los combates más importantes por la liberación de Angola. ¿Y sabes qué ha sido lo más difícil? Pues mesurar mis emociones, sobredimensionadas por los horrores de la guerra. “El único manual es apagar la humanidad”, me enseñaron mis instructores –al menos así funcionamos nosotros, los híbridos– y yo lo apliqué al pie de la letra. He sobrevivido explosiones, heridas de bala, derrumbes y detractores. He vencido todos los obstáculos. Siempre fría, letal y calculadora. Pero ayer mi humanidad latió como nunca antes… Ayer, tras los enfrentamientos, cuando apareciste por las trincheras me subyugó una mezcla de vértigo, azoramiento, angustia y alegría. Todo junto. Creí no volver a verte. “Un capitán cubano no es hueso fácil de roer”, sonreíste ya ante mí, como si enfrentar la muerte en Cuito fuese lo más natural del mundo –tú, que no eres híbrido, hombre común y corriente, de este tiempo. Inmóvil, como una autómata, sentí cómo me abrazaste. Y solo cuando me soltaste advertí que la enorme barrera del tiempo entre nosotros se había derrumbado. Y comprendí que nada de mi siglo –ni nanotecnología, ni entrenamientos especiales, ni medicamentos de vanguardia para mejorar mi rendimiento–, nada me hace mejor ser que este recién descubierto sentimiento, intenso e inoportuno, que parece ser amor…”

    • Ícarus dijo:

      Me gustó,quedé con ganas de saber más detalles. pudiera tener una línea argumental interesante. suerte

  • Nelson dijo:

    Título: Razón tenía el compadre

    Escribo estas lineas como el único probatorio de que lo que pasará, realmente pasó. Los cuentos de camino dejaron de serlo en el momentico que me vi yo mismo en el camino del cuento, allí todo enrumbó, vi cosas que solo escuche antes y no quisiera ahora haber oído ni visto, apre...me duele, están cerca del bohío y se que me van a encontrar, que razón tenias Gumercindo, mi compadre, cuide por favor de mi familia…..busca una MATA DE MANGOS… Amelia te amo.

  • Marcell dijo:

    Ésta es la historia de dos jóvenes que se encuentran frente a frente, a una distancia que cada uno puede sentir el aliento agitado del otro, donde intercambian miradas penetrantes y el deseo irresistible de lograr ese roce de labios que anhelan desde hace tiempo. Era de noche ya, en un lugar donde habían quedado para conversar y al fin conocerse, con solo una luz a unos pocos metros y rodeados de una brisa que hacía mover las hojas de un antiguo árbol a una corta distancia de ahí. Era tranquilo todo, tal parece que el momento estuviese escrito con la fina pluma del destino para que algo mágico ocurriera entre ambos chicos y quedara grabado para siempre en sus memorias. Continúan las miradas profundas y poco a poco la cabeza del muchacho se inclina hacia la de ella, pero él no pretende recorrer toda la distancia, le deja paso a su compañera para que decida si continuar con la apasionante acción o retirarse de una vez de aquel intenso momento. Ella no quiere dejarlo pasar, de su mente se borra todo y solo queda el pensamiento de cómo sería su boca, qué sabor tendría, cómo lo sentiría y si le gustaría. Algo extraño comienza a suceder en su interior cuando contactan ambas narices, aun estando sus cabezas inclinadas lateralmente hacia el lugar opuesto del otro, y al fin se unen sus labios con los de él. Como una explosión en su pecho, su corazón se agita, su respiración se acelera, en su estómago todo parece alterarse y se encuentra su cuerpo muy lejos del estado habitual. En su cerebro todo es perfecto en ese momento, los miedos e inseguridades que antes tenían desaparecen. Se encuentran con los ojos cerrados, realizando movimientos rítmicos con los labios rojos, calientes, contrayendo y relajando los aproximadamente 34 músculos que trabajan al unísono para que ellos pudiesen vivir esa experiencia que los hace flotar; y cómo no hablar de sus lenguas, que se encuentran explorando un espacio donde nunca antes habían estado. También sus piernas tiemblan y por eso deciden romper la invisible barrera que separa sus cuerpos hasta llegar a abrazarse. Esta situación de bienestar y placer, que parece eterna y dibujada por ángeles de camino al paraíso, solo dura algunos minutos, pero son minutos que valen la pena. El beso se termina, pero ambos sienten que algo ha cambiado, es como si los planetas y el sol se asomaran para ver lo felices que están, como si la luna brillara más y nada alrededor de ellos existiera. El tiempo se detuvo mientras besándose se encontraban, en el universo todo estaba en pausa y solo pensaban que querían repetir ese beso una y otra y otra vez, hasta que sus vidas se terminaran.
    Muy convencida ella quedó,
    de lo mucho que le gustó
    aquel beso apasionado que el muchacho le brindó………

  • Rendón dijo:

    La profe.
    Nunca impuso el silencio para comenzar la clase. Después de pasar lista comenzaba con voz clara, que iba alzando poco a poco, su lectura de narraciones o versos con exacta dicción y cadencia. Se apagaban entonces los murmullos, un silencio de imanes iba cayendo sobre el aula, y quedábamos absortos, en la senda hacia la magia que nos lleva a inclinarnos ante el bien más sublime: la belleza.

  • Marcell dijo:

    "El beso"

    Ésta es la historia de dos jóvenes que se encuentran frente a frente, a una distancia que cada uno puede sentir el aliento agitado del otro, donde intercambian miradas penetrantes y el deseo irresistible de lograr ese roce de labios que anhelan desde hace tiempo. Era de noche ya, en un lugar donde habían quedado para conversar y al fin conocerse, con solo una luz a unos pocos metros y rodeados de una brisa que hacía mover las hojas de un antiguo árbol a una corta distancia de ahí. Era tranquilo todo, tal parece que el momento estuviese escrito con la fina pluma del destino para que algo mágico ocurriera entre ambos chicos y quedara grabado para siempre en sus memorias. Continúan las miradas profundas y poco a poco la cabeza del muchacho se inclina hacia la de ella, pero él no pretende recorrer toda la distancia, le deja paso a su compañera para que decida si continuar con la apasionante acción o retirarse de una vez de aquel intenso momento. Ella no quiere dejarlo pasar, de su mente se borra todo y solo queda el pensamiento de cómo sería su boca, qué sabor tendría, cómo lo sentiría y si le gustaría. Algo extraño comienza a suceder en su interior cuando contactan ambas narices, aun estando sus cabezas inclinadas lateralmente hacia el lugar opuesto del otro, y al fin se unen sus labios con los de él. Como una explosión en su pecho, su corazón se agita, su respiración se acelera, en su estómago todo parece alterarse y se encuentra su cuerpo muy lejos del estado habitual. En su cerebro todo es perfecto en ese momento, los miedos e inseguridades que antes tenían desaparecen. Se encuentran con los ojos cerrados, realizando movimientos rítmicos con los labios rojos, calientes, contrayendo y relajando los aproximadamente 34 músculos que trabajan al unísono para que ellos pudiesen vivir esa experiencia que los hace flotar; y cómo no hablar de sus lenguas, que se encuentran explorando un espacio donde nunca antes habían estado. También sus piernas tiemblan y por eso deciden romper la invisible barrera que separa sus cuerpos hasta llegar a abrazarse. Esta situación de bienestar y placer, que parece eterna y dibujada por ángeles de camino al paraíso, solo dura algunos minutos, pero son minutos que valen la pena. El beso se termina, pero ambos sienten que algo ha cambiado, es como si los planetas y el sol se asomaran para ver lo felices que están, como si la luna brillara más y nada alrededor de ellos existiera. El tiempo se detuvo mientras besándose se encontraban, en el universo todo estaba en pausa y solo pensaban que querían repetir ese beso una y otra y otra vez, hasta que sus vidas se terminaran.
    Muy convencida ella quedó,
    de lo mucho que le gustó
    aquel beso apasionado que el muchacho le brindó………

    marcelv@nauta.cu
    58043510

  • Jesús Meneses dijo:

    Eva, Adán y el otro

    Eva estaba comiendo una manzana cuando los vio cruzar la calle. Se escondió detrás del árbol en el centro del parque para darles una sorpresa, pero la sorprendida fue ella cuando sus ojos vieron que Adán y el otro se besaban apasionadamente. Entonces furiosa salió de su escondite y dijo:
    – ¡Eres un desgraciado! ¡Olvida que existo!
    – Déjame explicarte, no es lo que...
    – ¡Adán, no me expliques nada!
    El otro intentó decirle algo, pero Eva se puso de espaldas y se fue.

  • Juan Rogelio Ferrer Vergara dijo:

    Quiero enviar un microrrelato para el concurso. Deseo me contesten mis preguntas:

    ? Mando una reseña del autor.? ? Que datos necesitan?
    ? Puedo incluir una introducción para mejor comprensión.
    ? Lo envio por aquí? ? Que otro consejo pueden darme?

    Gracias de antemano.

    Juan

  • Adiley Cilleros dijo:

    :)

  • Adiley Cilleros dijo:

    Cinco, cuatro, tres, dos, una vida
    Sé que el espéculo entró sin que lo esperaras. Lo sé porque conozco bien todas tus caras. Las miradas de los médicos mirándonos no te importaron. Apretaste mi mano cuando el pequeño “él “o la pequeña “ella” fueron desalojados de tu útero. Me diste la espalda encogiendo ambas rodillas. En cinco días no has hablado conmigo ¿Te dolió tanto? ¿Tanto así? Cuatro semanas atrás caminábamos de regreso de La Fábrica. Cada vez que salías de allí tenías que repasar tu apreciación crítica de todo lo que viste enganchado en las paredes. Tus discursos sobre viejos pensadores y sus retóricas para instruir a humanos instruidos ya me las sabía de memoria. Viste una estrella fugaz. Pedimos deseos. Esa triste noche un óvulo tuyo fue fecundado. Tres años antes corría detrás de ti para colarte una carta con mis poemas de amor desesperados en tu mochila. Dos meses después nos besamos disfrazadas y subimos la selfie a Snapchat. Una hora antes de que me dejaras te escribí esta carta. Quiero que sepas que ese día a mí también me pasó lo mismo que a ti. No declaré como tú. No le dije nada a la policía. Quiero quedármelo. Si está mal o no, eso no me importa ¿Recuerdas la estrella fugaz?

  • Marianela dijo:

    Era su primer día en la escuela primaria. Yo cómo todas las madres pregunte' por el almuerzo.Buenisimo, dijo ella, me dieron tremendo muslo de pescado frito

Se han publicado 1069 comentarios



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