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¡Participa! en el IV Concurso de Microrrelatos, convocan Ocean Sur, la AHS y Cubadebate (+ Video)

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Cubadebate, la casa editorial latinoamericana Ocean Sur y la Asociación Hermanos Saíz (AHS) convocan a la cuarta edición de nuestro Concurso de Microrrelatos, que desde 2017, dedicamos al advenimiento de la Feria Internacional del Libro en Cuba.

¡Participa! Demuestra en un relato corto tus capacidades como narrador. El ganador obtendrá una colección de novedades editoriales de Ocean Sur, presentes de la AHS y Cubadebate, así como la oportunidad de publicar su obra en este sitio web.

Si quieres ser el ganador, solo tienes que escribir un texto, que no exceda los mil (1 000) caracteres (sin espacios), que nos permita descubrir al escritor que eres. Inspírate y echa a volar tu imaginación, escribe un cuento, el inicio de una novela o testimonio…

Deja tu microtexto como un comentario en esta entrada. El plazo de admisión vence el domingo 16 de febrero, el día que concluye la XXIX Feria Internacional del Libro de La Habana.

Escogeremos tres premios. El jurado estará integrado por reconocidos escritores y periodistas cubanos seleccionados por la AHS. Los resultados se publicarán el 12 de abril, justo el día que concluye la Feria en Santiago de Cuba.

Nos comunicaremos con los ganadores a través del correo electrónico que escriban al enviar el comentario con su obra.

Ocean Sur, la AHS y Cubadebate quieren premiar a los amantes de las letras con este concurso dedicado a la microliteratura.

En video, convocatoria al IV Concurso de Microrrelatos

Se han publicado 1069 comentarios



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  • Clau del km dijo:

    Vigencia

    Mery supo de pérdidas bien temprano. Huérfana desde pequeña, vivía con su tía en Catalina de Güines cuando llegó el Ejército Libertador al mando de Quintín Bandera. Tenía seis años en 1896, pero recordaría el resto de su vida al imponente jinete, pues le dijo:

    – Cubanita, tienen que salir, que vamos a quemar el pueblo.

    Hubo que arrasar la isla hasta Occidente en aras de la independencia, aún al precio del sacrificio más alto. Lo había dicho el Delegado: era una guerra necesaria. Marcharon a las órdenes de Maceo y Gómez, con el ejemplo de Martí en la memoria, y el Himno Invasor como alimento:

    “De la guerra la antorcha sublime
    en pavesas convierta el hogar;
    porque Cuba se acaba, o redime,
    incendiada de un mar a otro mar”.

    Medio siglo después, durante la celebración del Centenario del Apóstol, un emocionado nieto de Mery recibió la distinción académica “El beso de la Patria”. En el patio de la escuela, en la Cuba de entonces y de hoy, cobran vida los ideales mambises y los versos del Maestro que hablan de amor al lugar donde nacemos, que no es el “ridículo a la tierra, ni a la yerba que pisan nuestras plantas; es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca”.

  • ANGEL LUIS REYES ALBERJAS dijo:

    ESTABA TRISTE Y NO SABIA LA RAZON, ERROR SI LO SABIA PERO NO QUERIA RECONOCERLO, ESTABA TRISTE POR TI, POR EL Y POR MI, ESTABA TRISTE, PORQUE AL FIN SIN TI SERIA FELIZ.

  • Mario dijo:

    DESENCANTO
    De solo imaginar que lo vería, le temblaban las piernas. Entre ellas le subía un calor que ya había sentido algunos atrás. Entró al cine como aquella primera vez, con temor a ser vista. Eligió una silla bien distante de los restantes espectadores, sin proponérselo, por su mente pasaron cada una de aquellas caricias de una década atrás antes de la guerra. En ese momento no supo definir si deseaba más que comenzara la proyección de la película o disfrutar de ese momento erótico y romántico. Era como si ella, volviera a ser ella, después de tanto tiempo. Hizo un esfuerzo por no excitarse más. Cuando se apagó la luz, y aparecieron las primeras escenas, en las que vio su rostro y escuchó su voz, resultó un desencanto. El no fue así. Era dulce y arrullaba con su voz. Además, se dijo, nunca fue bien parecido, pero tenía un alma más bella que la que semeja ahora ese actor.

    • Mario dijo:

      Corrección:...algunos años atrás...

  • Reinaldo dijo:

    Recuerdos. Sobre mi viaje frustrado a Africa!
    Yo quería ir, había visto partir a muchos en barcos, en aviones, en cada viaje los miraba con el férreo deseo de estar en alguno de ellos y así cumplir mi sueño de estar allí, donde se podían medir muchas cosas dentro del ser humano, lo intente varias veces pero sin éxito, cada vez se ponía un obstáculo más grande, alto, insalvable frente a mí, quería cumplir mi sueño, muchos de mis amigos, conocidos, compañeros de estudios partieron y con ellos se iban cada vez más algo de mis esperanzas, estaba cerca pero cada vez más lejos, con mi juventud a plenitud era la edad ideal para hacerlo y yo lo sabía, cuantas veces trate de engañar, de burlar los sistemas, hasta pensé en suplantar mi nombre una vez, pensando en una trama detectivesca, pero nada, nada me dio resultado, veía a la gente regresar, sonrientes, con la piel tostada y con toda una carga de las cosas que más se necesitaban, contaban cosas increíbles que nunca habían visto y con las cuales siempre me identifique y pensé que alguna vez las tendría frente a mis ojos. Así pasaron años que fueron como siglos para mí, supere los veinte, llegue a los treinta y pensé que el tiempo se terminaba, cada día se antojaba con nuevas noticias y acontecimientos que a todos nos dejaban con más sed de saber que ocurría y como marchaba todo, pero era casi imposible pues la comunicación era escasa, una orilla estaba muy lejos de la otra y excepto por el correo y alguna que otra noticia pocos sabíamos que seguiría después, mi vida continuo y me sentí derrotado, tengo que reconocerlo: me di por vencido. Hasta que un día la noticia de la pérdida de un conocido me dio como un tirón y de nuevo me sentí motivado por hacer lo que había deseado hacía ya varios años, esta vez sí lo lograre, me dije, y de nuevo empezó mi batalla por llegar a la otra orilla. Al final nunca lo logre, fue una batalla triste y alegre a la vez, pues ante cada fracaso y caída tocaba levantarse y tomar nuevas fuerzas, fueron años difíciles, pero si les puedo decir que lo intente desde lo más profundo de mi corazón, mi enfermedad fue el único obstáculo que no pude vencer, me mantuvo siempre esclavo de ella y aunque no me impidió hacer otras cosas en la vida como estudiar, amar, tener maravillosos hijos, ser un hombre de bien consecuente con mis pensamientos lo único que me impidió fue acompañar a trescientos mil compatriotas al otro lado del océano, donde cada uno de ellos demostró lo que había que demostrar, lo que yo quise hacer para probar que si podía y que nadie nunca me obligo a hacer, al contrario los médicos me decían cada vez que trataba de pasar el chequeo que si me mandaban era a morir de seguro, nunca los comprendí del todo y con más de uno tuve una batalla campal de argumentaciones, tengo que reconocer que me superaron en toda la línea, me mantuvieron vivo con sus decisiones. El final llego como todos los finales, de ahí nos llevamos lo que había que llevarse, el orgullo del deber cumplido y a los que cayeron creyendo en lo que hacían. Pero esta vez si nadie me pudo impedir estar donde debía, yo si pude cargar en mis brazos a los que no pudieron volver y besar su tierra con los labios vivos y solo pudieron recibir de sus gentes el beso en la caja que arribaron, los recuerdos se me agolpan y nunca los olvido, nunca olvido mi batalla nunca ganada, pero al final pude ganar la guerra. Los cargue a todos en mis brazos.

  • R0b3rt dijo:

    Maltratando los años

    Para el era un día normal, su hija le había dicho la noche anterior que el médico le había indicado un chequeo; esto lo puso muy contento, esa era la única manera de pasar unas horas con ella. Mientras esperaba que su hija se engalanara miraba con orgullo el diploma que colgaba en la sala. Desde que murió su esposa se volvió mago para con su humilde sueldo de obrero sacar adelante a su hija y lograr el sueño de su esposa de que fuera Ing.
    – Padre espere aquí, voy a ver al doctor –. Dijo al llegar al lugar.
    – Está bien niña mía, no te tardes – aunque no lo escuchó con la rapidez que se alejaba.
    Minutos después una enfermera apareció.
    – Por favor sígame.
    – Estoy esperando a mi hija.
    – No se preocupe, está todo arreglado.
    Al final de un largo corredor con puertas a ambos lados se paró y le dijo:
    – Esta es su habitación, ¬su cama es esa – le señaló.
    – ¿Yy mii hiija, doonde eestá? – Logró decir después de unos segundos de incertidumbre.
    La enfermera sonrió bajando la cabeza.
    – ¿Dónnde eestoy? – exigió, todavía con un nudo en la garganta.
    – Este es el Hogar de Ancianos Jesus Menendes – respondió alejándose, sin presenciar las lágrimas que corrían como arroyos en el rostro rugoso del anciano.

  • Akemi F. I. dijo:

    Ser como mi maestra
    Mi hija no se pasa el día merodeando por la calle, ella adora ese lugar con retrato de mártires y artistas famosos que es su aula. En las vacacione quiere desde temprano preparar los uniformes, cada vez más minifalda y las libretas forradas con imágenes de artistas. Cada vez que le pregunto qué será de su vida responde quiero ser como mi maestra. Esa jovencita ha sabido ganársela, yo quisiera conocerla más pero mi mujer no cree en mis intenciones de padre preocupado. Me he desviado del camino de tanto pensar, creo que he perdido el rumbo en estas calles oscuras, por suerte estoy solo este barrio donde solo encuentro siluetas con ropas exageradas, oigo una muchacha que me hace un gesto provocativo y cando la luz del carro la ilumina reconozco a la profesora que trata de ocultarse.

  • Sofía Miragaya dijo:

    La ve por primera vez desde hace sesenta años. Pálida en su vestido blanco, la flaca está tan flaca como siempre.
    El padre contempla sus ojos cerrados y recuerda los días en la casa de acogida. Tumbados en el suelo, mirando a la nada.
    — No puedes irte al seminario — decía ella.
    — Flaca, es lo que quiero. Llevo años estudiando.
    — Es que no te entiendo. Vivir así…
    — ¿Cómo, feliz?
    — Serás testarudo. A ver quién cuidará de mí.
    — Él — le explicaba, señalando el cielo.
    — Yo no lo quiero a él, te quiero a ti. ¿Es que no entiendes?
    — Y yo a ti flaca, y yo a ti.
    — Basta de tonterías. Me voy.
    — ¿A dónde?
    — Lejos de aquí. Me estás matando.
    — Te extrañaré, pero es inevitable.
    — Tú y tu jodida indiferencia. Anda, bésame.
    — ¿Besarte?
    — ¿Qué? ¿Es que no me darás tu bendición?
    — Sabes que no podemos…
    — ¡Es solo un beso! ¡Por Dios!
    — Espera, no te vayas aún.
    — ¡Vete a la mierda!
    Salió de un portón, con rabia triste, y no se le volvió a ver. No hasta ahora que él la despide de la vida, sin tantas palabras; la flaca odiaba los sermones.
    El padre se lastima las manos de tanto apretar la cruz.
    — Tenías que ganar — susurra, y le besa la frente.

  • Yunior Stevenson Matos dijo:

    Héroe
    Cuando tenía 12 años visité La Habana por primera vez. Nunca había sido tan feliz viajando en tren y descubriendo los hermosos paisajes de mi Cuba querida. Desde mi inocente figura todo era nuevo y extraordinario, edificios altos, un malecón interminable, el ir y venir de autos y personas, una ciudad bella y llena de encantos. Dos cosas marcaron mi vida, un paseo por la Habana Vieja hasta una memorable casa en la calle Paula y un regalo que me hiciera mi madre, tesoro que guardo con mucho amor, el libro “La Edad de Oro”.
    Indudablemente conocí a mi Héroe, no se trataba de un superhombre perfecto, con grandes súper poderes al estilo Hollywood; mi hombre sencillo de donde crece la palma, que sufrió con grilletes el dolor de la esclavitud y la falta de Libertad que imponía una nación extranjera. Ese cubano que junto a otros supo levantar la Bandera de la Estrella Solitaria, que nos enseñó a leer para crecer, a que honrar honra y que la patria es humanidad, que dio su vida por la libertad de Cuba, y su ejemplo inspiró a las nuevas generaciones, que nos alertó del brutal imperialismo y sembró en nuestros corazones la solidaridad; no podría tener otro nombre que mi amigo sincero José Martí.

  • Darbis dijo:

    Micro relato en formato de carta:
    Querido Esteban:
    Ha pasado un tiempo ya desde mi última carta, y creo que te debo una disculpa. Los pequeños asuntos diarios nos toman más tiempo y energías del que deseamos. Pero me consuelo con el pensamiento de Martí "Solo la flor de mala tierra necesita el riego de todos los días". Me preguntas acerca del estudio y de continuar en la universidad, que ahora la vida se te hace muy difícil y que necesitas trabajar. Al comienzo todo resulta incomodo, molesto. o difícil. Que ya llevas dos años estudiando y sientes que no avanzas y has perdido el entusiasmo. Ya hace unos años que terminé mis estudios en la universidad, si, pude terminar mi carrera a pesar de trabajar por las noches (en ese tiempo estaba prohibido trabajar para los estudiantes) ya que mi hijo nació cuando estudiaba. ¿Fue fácil? ¿Me fue cómodo trabajar y estudiar? Para nada, todo fue complejo al inicio, pero es necesario continuar y ten la certeza que luego veraz que todo vale la pena. El estudio no es solo en la universidad, es en verdad triste que lo veas de esa forma. Yo estudio diariamente a pesar de haberme graduado. Esto es una carrera de larga distancia, o un maratón, trata de disfrutar el cansancio y verás el fruto.
    Ya basta de comentarios en esta carta, quizás la próxima semana te escriba, un abrazo de tu amigo.

  • Zaida del Valle Blanco dijo:

    Subió hasta el quinto piso, arrastraba la pierna izquierda, apenas podía sostenerse, el cruel dolor le impedía la marcha, iba en búsqueda de la reumatóloga Karina; a trabajar, no voy a darte certificado, a trabajar, replicó la doctora. Una década después el médico Roberto, le preguntó en el quirófano, por qué perdieron tanto tiempo con tu rodilla? Título: Delator? El tiempo.

    • Zaida del Valle Blanco dijo:

      Ya no se harán las premiaciones del concurso?

  • Belkys vera Cruz dijo:

    Incalculablemente Viva mi Revolución. En un lugar mustio del que no quiero recordar, viví dos emociones; son dos obras del teatro cubano. Un grupo de actores Irrumpió aquel lugar, en el que crees eres invisible para los demás. No éramos los mejores espectadores para interpretar estos clásicos, pero sí muy convencidos que aquella escena, era una muestra de excelencia; pues unos lloraban, otros quedaban atónitos. No pude disfrutar, pues era algo increíble, compartir un breve tiempo con artistas de admirada sencillez, entregando felicidad, digno recordar con gratitud a pesar del tiempo trascurrido; pues vale la pena resaltar su humildad al compartir con personas que al amparo de la revolución, vivíamos en un lugar triste, a las que colmaron de alegría. Con plenitud guardo hermoso recuerdo en mí y pensamiento y lo vivido allí, lo plasmo en este micro relato, también acompañado del llanto que me invadió con luz de esperanza, que totalmente sorprendida pensé solo puede ser un gesto de nuestra invencible Revolución, de nuestra cultura y de nuestros artistas. Deseo que aquellos que con amor nos entregaron su corazón algún día, conozcan que nunca los olvido. Gracias les digo.

  • Mario dijo:

    A su edad había logrado mucho más de lo que habían logrado sus coetáneas. Era talentosa y la perseguía el éxito. Pasó años de relación en relación hasta que lo conoció. Necesitada de no quedar sola no valoró lo que la separaba de ese hombre y decidió casarse. Se amaban, pero él se sentía amenazado. Por su cultura, por su preparación, por su éxito. Él era de esos hombres de hablar muy alto y ella se acostumbró a sus gritos. Entonces él cambió de estrategia y convirtió el silencio en herramienta de castigo. Comenzó a mostrar desinterés por todo lo que se relacionara con sus labores diarias y se negaba a colaborarle cuando ella debía viajar al extranjero. Sabía muy bien la frustración que ella sentía, sobre todo si se trataba de ocuparse del hijo. Se había acostumbrado a los gritos, pero no se acostumbraba a ese silencio. Vaciló muchas veces y estuvo a punto de renunciar a todo. Pero ella no iba a convertirse en sombra en su propia casa. No. Ella no iba a seguir siendo maltratada. Terminó con los monólogos de los últimos años y lo obligó a dialogar. Solo así pudo desterrar el silencio maltratador que la hubiese hundido.

  • Mario dijo:

    SILENCIO
    Solía ser tan ruidoso, que aborrecía el silencio. Hasta que conoció a alguien que sólo podía estar en silencio. Empezó a valorar que el silencio era mil veces más poderoso que las palabras. Aprendió que la distancia no provoca ausencias y el silencio es enemigo del olvido. Comenzó a hablar con sus dolores y sus logros en silencio. Sólo así se sentía entendido. En silencio se hizo fuerte, cuando en silencio vio a un pueblo despedir a su líder. Hizo del silencio su mejor aliado y renunció a él, solo para enfrentar abusos, chapucerías, maltratos, traiciones e incompetencias. Siguió siendo ruidoso, pero ahora, en silencio. Descubrió los sonidos del silencio y los convirtió en su ruido más fuerte, en su fuente de saber y de poder.

  • Jeorquis Hernández Moreno dijo:

    La mancha de lo hermoso

    Cuando Andy vio por primera vez a Rosa, su corazón comenzó a palpitar con fuerza, y sus pupilas se dilataron. En su mente, todos los estudiantes del primer año de Ingeniería Informática que se hallaban a su alrededor, desaparecieron. El tiempo lo percibía más lento, viendo cada detalle de la joven mientras ésta andaba. E incluso, le parecieron horas los segundos que empleó ella en caminar desde la puerta del aula, hasta la única mesa en donde una de las dos sillas no estaba ocupada por nadie.

    —¿Me puedo sentar? —preguntó la fémina en un tono de voz bajo, denotando una educación bien inculcada.

    Él seguía lelo, pero por automatismo movió la cabeza en señal de afirmación. En su primer día de clases en la universidad había sido hechizado por la última persona en entrar al local, y aunque no creía en el amor a primera vista, sintió un flechazo en aquella ocasión, como sucede en los cuentos. Su distracción era total, tanto que le parecía que la profesora que impartía la materia de Programación hablaba en chino, y lo que escribía en la pizarra se asemejaba a los jeroglíficos. No obstante, su vista era atraída por la mujer que estaba sentada a su izquierda, como un imán atrae el metal. Y en su cabeza ideaba la manera de comenzar una conversación con quien compartía la mesa, sin embargo, su lengua se trabó la única vez que lo intentó, pareciendo ser tímido, sin serlo. Apenas se acabó el tiempo de la docencia, él fue a pedir ayuda a su amigo de la infancia, que tenía fama de buen consejero: Pepe Grillo, de quien pocos sabían su nombre y muchos lo llamaban por su apodo. Y éste enseguida le hizo tres recomendaciones a Andy: “Mañana ve a la barbería y hazte un corte de pelo a la moda”.

    El aconsejado pasó las manos por su cabeza, y recordó que ayer, por un desliz el barbero lo dejó calvo.

    “Siempre, antes de hablar con ella —continuó Pepe— échate encima un frasco de perfume, que da buena suerte.”

    Andy metió la mano en su bolsillo, y tocó lo único que había en éste: cinco pesos. Entonces creyó que mejor disminuiría a unas gotas la cantidad de perfume recomendada por su amigo.

    “Y lo más importante, debes ir todos los días al gimnasio”, concluyó Pepe Grillo, y agarró un balón.

    Y como casi todos los días, ambos caminaron hasta un terreno, en donde se practicaba fútbol, y minutos después ellos jugaban en equipos diferentes. Mientras uno hacía de portero, el otro estaba en la posición de delantero. Al ocultarse el Sol, los veintidós aficionados decidieron terminar el juego.

    Ahora eran las tres y veintinueve de la mañana, pero Andy no había dormido nada, pues estaba pensando en Rosa y en los consejos que le dio Pepe Grillo para conquistarla a ella. Sin más se levantó de la cama, y anduvo hasta la sala, donde se tendió en el suelo con el cuerpo estirado y boca abajo, e inmediatamente comenzó a subir y bajar el cuerpo varias veces, estirando los brazos y sosteniéndose únicamente con las manos y las puntas de los pies. Entre cada tanda de flexiones utilizaba cuarenta segundos para descansar. Después de estar cuatro horas y veintiséis minutos sudando mucho e intentando agrandar sus músculos con el único objetivo de llamar la atención de Rosa, llenó un cubo con agua fría y lo llevó para el baño. Y con la ayuda de un jarro plástico se vació el contenido del balde encima.

    Entre bostezos acomodó en una mochila los libros y las libretas, y puso la bolsa sobre su espalda, encaminándose en dirección a donde se estaban impartiendo las asignaturas del semestre. Estando muy cerca, notó enseguida que todos sus compañeros de clase estaban dentro de la sala de enseñanza, y por un instante se sintió avergonzado por llegar tarde.

    En el momento en que estaba atravesando la puerta del aula, percibió el perfume de Rosa, y sus pies se le hicieron pesados al andar, hasta que finalmente se sentó al lado de la mujer delgada y esbelta. Él, ausente de lo que sucedía en el pizarrón, la observaba a ella como un guanajo en vela, pero ésta no le devolvía la mirada.

    Repentinamente ella gira la cabeza hacia él, y éste creyó oír “bésame ahora”. El joven muy sorprendido abre los párpados, y escucha con más claridad la voz de Rosa: “Te quedaste dormido”. Con disimulo, Andy intenta desaparecer el líquido viscoso, que mientras dormitaba asomó por la boca y fluyó hasta la mesa.

  • Pedro Manuel Cruz Dieguez dijo:

    La trampa
    Negar un beso al amor es una osadía y muy valiente debería ser ella para arriesgarse a caer en la trampa impuesta por su destino, pero ser ave en estos tiempos viene acompañado de ciertos riesgos, al nacer batallamos a muerte con el inquebrantable calcio que arma el cascarón, al alimentarnos nos arriesgamos a un atasco de gusanos en la garganta, al volar, por muy bello que nos parezca, partir solos dejando atrás las alas paternalistas nos aterroriza y no poder abrir las alas a los metros de altura que esperamos; este huracán de emociones encontradas lo compartimos las aves, pero no todos somos capaces de volar por sobre el campo del amor debido a su constante peligrosidad.
    Me negó el beso en la mañana aquella, y yo, todo un descorazonado, le di vueltas a su nido con mi canto y mis engaños pasionales le hicieron creer en mí, saltó del nido, sobrevoló los campos de los olivos a mi lado, le entregué en su pico la más suculenta de las aceitunas y la engañé con tal de arrastrarla, en una danza de aleteos, al campo del amor. No entré, yo no entro nunca con tal de no sufrir, pero ella sí, y me besó, se arriesgó a besar a su amor de una vez y por todas, y al desviar la vista del camino cayó en la trampa.

  • DAG dijo:

    El amor de su vida
    Hola, ¿Hay alguien ahí? busco desesperadamente el amor de mi vida. Denle cuando aparezca las más sentidas FELICIDADES, en invitenla sin falta y eso si con puntualidad a la funeraria mañana, ya que hoy moriré. Insístanle por favor que no me creme. !Que así pueda mi corazón a fuego lento quemarse en propia llama!

  • jerez de la Frontera dijo:

    Ya casi se llega a los mil relatos, se podrian coger y hacer un libro de anecdotas, imaginación, sueños plasmados en cada relato. partiendo del cuento más corto que dice: ¨cuando despertó , el dragón aún estaba ahí¨,se hace este concurso, algunos son macrorelatos, no importa, es un sueó, una anecdota o imaginación del autor, pero lo importante es concursar, felicidades a todos.

  • Amanda dijo:

    Y si volvemos a empezar........

    Caer en la rutina,
    así empezó todo,los dolores de cabeza, las salidas y el maltrato.
    Fuimos capases de dejar de amar en algún punto, la distancia marcaba nuestros días, y que decir de las noches. Eso que otros llamaban noches yo lo llamaba momentos fríos, dormir con extraños no empezaba a describir como se sentía el estar acostada a tu lado .
    Ya ni escusas me decías y yo ni te las pedía. Llegue al punto donde estar sola era mejor que estar contigo, que prefería el silencio tranquilo a tu silencio llenos de palabras no dichas, de recriminación, de culpa.
    Me preguntaba que pasaría si en vez de como lo hicimos lo hubiéramos hecho de otra manera, que hubiera pasado si fuéramos otras personas, si nuestro amor hubiera sido diferente e incluso me pregunte si lo que tuvimos fue amor. Pero sobre todo me pregunte que pasaría si volviéramos a empezar.
    Mucho de mi tiempo perdido en pensamientos y muchas lagrimas que jamas regresaran me dieron la respuesta,
    Si volviéramos a empezar.................

  • Luis J. dijo:

    La Filosofía del Pinareño
    Estoy seguro que de ver el título te dio risa y lo asociaste a la bobería y al chucho, a los cuentos de Limay o Robertico que siempre vienen dando la cara de una realidad que no es así, pero no, esto va mucho más allá porque el pinareño es un ser modesto, sencillo, jovial, excelente anfitrión, es el guajiro natural como nos bautizó el Gran Polo Montañés, el hombre que siempre saluda y dice buenos días por las mañanas aunque sea a un desconocido, el que al existir un problema es el primero en llegar para ayudar, el último en irse cuando de trabajo se trata porque hasta que no se termina lo que se está haciendo no abandona, el del mayor empeño, el optimista porque mira que han pasado huracanes, pero nosotros firmes ahí -ya la mayoría tenemos doctorados de la vida práctica en este tema-, el que se expresa correctamente, el que no se cree cosa, el que nunca falta el respeto, el que le gusta el beisbol y el ingenuo, donde esta última idea quizás es la promotora de las jaranas y los chistes que por ahí escuchamos, pero les voy a contar que hay cosas que ocurrieron en realidad y que pueden haber marcado el camino de los comentarios de las personas, lo de la concretera dentro del cine es verdad aunque eso pasó en San Cristóbal que es un municipio de Artemisa y los constructores eran de la Habana pero el cuento sigue corriendo con los pinareños de protagonistas –Negativos pero protagonistas-, lo del hombre que leyendo el prospecto del frasco de medicamento comenzó a correr y subir y bajar las escaleras porque decía agítese antes de usar, eso también pasó pero fue un error de interpretación, lo de poner el teléfono en el piso para que no se callera la llamada eso fue en una casa de unos campesinos muy humildes que no tenían mesa donde colocar el artefacto, bueno eso de la discoteca al lado de la funeraria fue un pequeño error de un compañero medio loco que aplicó mal los consejos del profesor Evelio de usar la ciencia en función de resolver los problemas de su comunidad porque pensó que si se alegraban a los familiares y amigos del fallecido los ayudaría a sentirse mejor, al final lo que ganó fue un ensarte de pescozones y una tendedera de insultos por los pobladores del lugar; en fin como ustedes pueden apreciar estos falsos comentarios se han generados por casualidades, errores y pequeñas equivocaciones que no son para tanto, se los dice un pinareño que está escapao en filosofía de su terruño, un cubano que donde quiera que esté va a ser un pinareño de pura cepa hasta la muerte.

  • Luz Marina Milian Duran dijo:

    Tomado de "Píldoras"
    ¿Qué hace una persona cuando se descubre dueño de una vida sobrante? ¿Morir no es la respuesta correcta? ¿Seguir aquí para qué?
    Esas preguntas me llegaron con solo diecisiete años; fue entonces cuando tomé consciencia del vacío existente en mi vida desde el momento de mi nacimiento, fruto del amor entre una drogadicta y un tipo abusador a los que hace tiempo dejé de culpar, al final los preferí creer víctimas de las circunstancias, esas mismas las cuales me llevaron a estar con una familia de extraños siendo aun muy pequeño.
    Aquellos días son los mejores tiempos guardados en mi memoria, sin embargo fueron efímeros, porque al ser el jugador sustituto uno vive con el riesgo de que el titular haga su entrada y como la vida del desafortunado está condenada, a los años llegó un bebé a la casa. Cuando se conoció la noticia me convertí en un objeto viejo y desechable de una niña malcriada y tanto desdén me comenzó a zambullir en las sombras de las que en cierto punto ya me era imposible salir.
    Hoy soy un hombre de veinticinco años quien se sigue haciendo las mismas preguntas, aunque ahora ya no me siento el mismo, porque luego de tanto tiempo una persona logró alojarse en mi nido de pájaros y me obliga a extrañarla como un loco.
    Ella es dueña de un cabello enmarañado y por encima de la mandíbula, una pálida piel permite ver los huesos empinados sobre su cuerpo y tiene un par de fanales hundidos en el rostro. Su aspecto la hace parecer una persona muerta; a pesar de todo: ella es hermosísima, intrépida, temeraria y tan perdida como yo.
    Decía ser un cadáver, quizás nunca tuvo conciencia de su viveza. Aunque nunca logré entenderla se convirtió en mi esperanza, en lo único que me dejaba respirar dentro de estas paredes. Pero como siempre me sucede, vi mi ilusión marcharse por las puertas de este hospital despidiéndose con una sonrisa, manteniéndose enigmática ante mis ojos.
    Me dejó atrás con la pesada carga de recuerdos colmados de curiosidad y lleno de la necesidad de conocerla. Sin poder sopesar mis deseos merodeo sobre los pasos que dio, por las instancias donde se escondió y de una forma desconocida aunque voluntaria llegué a su antigua habitación aun vacía, aprovecho para escurrirme y buscar su olor en las sábanas pero ni eso quedó. Desconsolado me recuesto sobre su almohada y al poner la cabeza allí siento que hay algo debajo, enseguida me recupero sobre mi cuerpo y saco un libro de tapa dura y negra, lo examino y de su interior cae una hoja al suelo, la tomo en mi manos y mi curiosidad me obliga a leer de inmediato.

    Ámber Llovet 12-4-2019
    “Recuerdo que cuando papi se fue mi mamá me contó como él había sido escogido para poblar otro planeta en el cielo, porque en la tierra no cabíamos más. Me dijo también sobre su lejanía; el ahora viviría a millones de años en avión, no podría visitarnos, las llamadas serían muy caras y además ni siquiera tenían teléfonos. Mientras crecía yo intentaba imaginarme aquel lugar y le preguntaba a menudo cómo era, ella me hablaba de su belleza y una vez me aseguró que para poder vivir allí no podías hacer cosas malas aquí y el nombre de su pueblo era ángeles. Han pasado años y ya olvidé el rostro de mi papá, pero no la historia del planeta lejano o bien podría ser una estrella cualquiera, ya no me importaba, porque con el tiempo entendí el cuento fantasioso de mi madre. Y más tarde conocí un nuevo rostro de mi padre y definitivamente el no merecía vivir allí, porque un hombre que maltrata y abandona a su mujer e hija no puede considerarse bueno frente a ningún juez. Cuando tenía veinte años recordé otra vez ese lugar mágico con un puñado de pastillas llegando a mi estómago y otro trago de Jack Daniels quemando mi garganta, creyendo en historias infantiles porque esa era mi última esperanza de escapar de las garras de quien en algún momento consideré mi persona favorita. Mientras mis ojos comenzaban a pesar y mis oídos apenas escuchaban la música de fondo, eché una mirada a mi cuerpo descolorido y huesudo. . Así lucía, era solo un caparazón lleno de abolladuras, sin energía ni deseos para continuar una lucha la cual no tenía forma de ganar. Mi mente estuvo en blanco y escuché un pitido al final, para mí desgracia, abrí los ojos y no estaba en el anhelado planeta. Era una sala de hospital y a mi lado estaban Katlyn y un doctor discutiendo de lo bella que era mi vida y de cómo esto tomaba de sorpresa a mi madre. . Dijo la mujer que me engendró con cara de afligida. Escuché esto desde mi posición de paciente y solo pude pensar una cosa. . La sangre se me volvió más ligera que de costumbre, subía y bajaba feroz por las venas. Mi pecho se sintió caliente, la frente se hinchó, mis labios dejaron ver dientes rechinantes y una última idea se adueñó de mis actos. . Un pensamiento y una acción en consecuencia me trajeron hasta este hospital y no me arrepiento de nada”.
    Termino de leer y mi curiosidad se agigantó. ¡No lo puedo creer este es el diario de Ámber!

  • yamil dijo:

    DUDA

    Había sido una noche larga. La mujer sintió alivio al ver la claridad del amanecer en la entrada de su aposento. Después de algunos ejercicios de hombros se puso en pie rumbo al espejo. Seguía siendo muy hermosa a pesar del paso de los años.

    El ladrido de los perros interrumpió la solemnidad de aquel instante donde practicaba la mejor de sus sonrisas. Se acomodó el pelo y ajustó el abrigo. Justo al salir y avistar el frío vacío a su alrededor recordó que estaba en medio de la nada.

    Fue adentro, cambió su peinado, retocó su rostro con aquella grasa que la protegía del frio, probó un mordisco de carne y salió a montar su trineo. Mientras tomaban velocidad los animales y el hielo se le impregnaba en el rostro, se preguntó de qué le sirve tanta belleza a ella, mujer esquimal.

  • Laima Sánchez dijo:

    La clorofila
    Soy verde. ¿Y qué? Por suerte, en este país puedo ser del color que me dé la gana. La gente no me mira como un bicho raro, me siento… ¿cómo dicen aquí? ¡en talla! Jejeje. Me encanta la playa, como a todo el mundo…y coger sol. ¡OOOh! Eso sí me gusta. Mucho sol ¡qué rico! Ir en la bici, caminar por la acera del sol en pleno verano, ¡me encanta! La luz del sol es algo especial para mí, me alimenta, me llena, me revitaliza. Pero, ¡ah, no ¡tú ves a la gente por la sombrita, con licras, paraguas, sombreros y todo. Señores, el Sol es lo mejor que hay. ¡Ahí si me miran!... ¡Y me cuestionan y todo! A nadie le importa que sea verde, el problema es que me gusta el sol. Al principio, cuando comencé a “verdear” fui al médico, se formó tremenda intriga...que si cómo pasó eso, que si es imposible…vaya, estudios van y estudios vienen. Nadie le encontró explicación. Y miren que vi médicos, bueno, y que me vieron médicos. Todo ocurrió desde que me pinché un dedo en el laboratorio. ¡Ah!, porque se me olvidó decirles que trabajo en un laboratorio de biotecnología de plantas. ¡Que volao! ¡Eh! Estábamos haciendo un experimento con clorofila transgénica, y en eso alguien contó un cuento de Pepito.

  • Ilenia Días Rojas dijo:

    Otro día más, lo sé porque vuelvo a ver la luz y comienzo a recordar…
    El día en que fui arrancado de mi madre fue doloroso, no tanto por el sentimiento sino porque ella se marchitaba más por cada hijo que le quitaban. Solo uno de mis hermanos y yo fuimos traídos a este frío lugar. El encierro me impide medir el tiempo, pero creo que fue hace dos días que se lo llevaron y no lo he vuelto a ver, de hecho creo que no lo volveré a hacer.
    No he quedado totalmente solo, estoy rodeado de otros que no se comunican conmigo o por lo menos no los entiendo, al fin y al cabo somos muy diferentes. Hay varios calvos que se agrupan en huecos y son los más alejados. El resto, vestidos de verde me rodean y a pesar de tener colores en común no se parecen unos a otros. En una esquina hay un depósito de agua que es retirado cada cierto tiempo y se nos devuelve con menos cada vez.
    Las semanas pasan y muchos se van, algunos nuevos llegan y yo sigo aquí, pudriéndome. Creo haber escuchado a las personas de fuera hablar de mí, “ya debe estar listo” decían. Creo que cuando vuelva a mí la luz llegará mi hora. El tiempo que me queda pensaré en todo lo que he vivido…
    A estas alturas mi única pregunta es: ¿siempre he sido un tomate?

  • Fernando dijo:

    < Ahora viene a mi memoria que al oír el estampido que le anuncia la hora a la ciudad, volteabamos el rostro para ver la fortaleza que se alza en la otra orilla del canal y escuchando las explicaciones del abuelo, nos gustaba imaginar las figuras de los soldados españoles cerrando las puerta de la muralla.

    > ¡Cuánto disfrutamos los paseos por la parte antigua de la ciudad! Caminábamos alegres por las calles empedradas de adoquines que nos daban la impresión de estar grabados con el ruido de carruajes transitando sobre ellos. Nos deteníamos curiosos ante viejas casonas coloniales que guardan tantas historias y los años, apresados firmemente, en la piedra y la madera trabajadas mucho antes.

    > Historias que el abuelo nos contaba para hacernos conocer cómo los hombres que vinieron, los que nacieron aquí y los traídos por la fuerza, separados de sus selvas, arrancados de sus mitos; se fundieron entre sí y rodaron por el tiempo hasta hoy y hasta quién sabe cuándo.
    > ¡Éramos tan felices recorriendo con el abuelo ese trozo viejo de la ciudad! Cada uno de sus rincones me sugerían algún recuerdo en el que se mezclaban el pasado y el presente para brindar, en una extraña dimensión del tiempo, la posibilidad de soñar con realidades imposibles de encerrar en una magnitud temporal determinada.

    > Adulto ya, me gustaba contemplar la ciudad desde lo alto de las cortinas de la

  • Fernando dijo:

    De una vieja carta.

    <>.

  • El Kiki dijo:

    Cierto día de un año se mudaron al lado de mi casa un matrimonio de ancianos .una mañana mientras trabajaba en mi patio escuché este diálogo ..Ella Marino ponmela por atrás, Marino suave que si me duele tienes que sacarla Marino por hay no Marino ponla recta Marino

  • Mario Hdez Jalilo dijo:

    Alto,más alto, espera medio segundo viajando a la velocidad de la luz y para. Justo ahí, asteroide B-612. Allí vive el Pricipito , las estrellas reflejadas en sus pupilas advierten de la pureza de su alma . Posiblemente sea el ser más sabio que ha pisado el universo y no tiene más de la mitad de mi edad....

  • mirla dijo:

    Este relato es real, y es realmente una mezcla de alegria y dolor..es el recuerdo que tengo del periodo especial aquel que tanto lastimó a mi gente y que a la vez hizo renacer en el corazon de Cuba lo más bello que puede tener un ser humano: ¨La Solidaridad¨¨

    EL MILAGRO DE LA CARNE.
    ...Siempre quise ser médico,creo que desde mi surgimiento mismo.El hecho de curar a alguien de lo más mínimo¨, me emocionaba tanto que no me importaba que luego de tanto soñar con mis primeras guardias ahora fueran una realidad que me mandaran al fin del mundo en esas montañas guantanameras y que me pusieran en el bolsillo de mi bata médica: tres benadrilinas, 8 prednisonas, 6 dipironas , 5 espasmoforte...y tuviera que pasarme la guardia haciendo ciencia y cuentas de a quien le ponia un medicamento según su riesgo y edad, porque no teniamos apenas medicinas para la población. ..Sencillamente viviamos el Periodo Especial, el pais hacia todo lo posible por salvar a su pueblo..No habia casi nada y no es secreto, todos lo vivimos.
    Alex López era mi compañero más cercano en aquellos parajes encantadores de Sdonde aún la gente campesina sigue viendo al médico de una manera muy especial, y donde a decir verdad a pesar de que no habia mucho, todos los dias aparecia uno, dos y hasta tres platos de comidas para nosotros..

  • Lauren dijo:

    El significado del café:
    Eran las 8 en punto de la mañana,demasiado temprano para una entrevista,perfectamente tarde para un café.Llamo a la pelirroja con delantal  y le pido un café fuerte y negro.Mientras despacho una humilde propina a la joven, con la otra mano deslizo el índice dentro del aza de la diminuta tacita de café y me la llevo a los labios.Me quema el vapor a la entrada de la boca¡Bien!-exclamación mental-justo como me gusta,aspiro levemente su olor amargo,aspiro hasta drogarme con esos granos tostados diluidos en un líquido oscuramente celestial.El delicado humo que brota del café humedece mis pestañas y  me duerme los ojos,preparo condiciones para dejarlo invadir mi paladar.Lentamente coloco la taza al borde de mi labio inferior y el primer sorbo hirviente entra quemando las glándulas de la lengua a su paso¡Oh,licor de escritores!Sin ti una inspiración no se aferra a mi mente,eres el engrane de mis neuronas.Todo lo que un buen libro necesita es un café amargo.El tiempo ni si quiera se movió de su lugar y luego de la indiscreta campanita de los "cafés"se acerca a mi alguien,matando mi lapsus de irrealidad.Un joven desgreñado y con lentes trapesistas camina en dirección a mí,sin invitación alguna se sienta,congestiona la mesa blanca con un montón;desconozco de que porque esos libros, no son,parece un basurero. Sin siquiera mirarme del basurero secuestra un blog;uno sacado de un manicomnio,para mi entender,carga una pluma con un "clic",me sorprende mirándolo desconcertado y luego de un toque leve a sus lentes trapecistas con el índice me dice:
    -Buenos días,soy Raúl y la primera preguntas es:¿Que significa el café,para usted?.

  • Clau del km dijo:

    Peligro de extinción

    Activan la alerta por amenaza de ataque químico y muchos corren a buscar refugio, pero no lo encuentran. El enemigo utilizó una segadora en un asalto reciente, y toda la superficie quedó muy expuesta.

    Pronto asumen que, esta vez, hay poca oportunidad de camuflarse. No obstante, en un intento desesperado por sobrevivir a la catástrofe, se agrupan en dos zonas de difícil acceso para los exterminadores.

    Lo último que se escucha es el grito desgarrador de aquellos cerca de la oreja izquierda: “¡Agáchense, piojos, que están rociando Permetrina!”.

Se han publicado 1069 comentarios



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