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Fidel es Cuba, Cuba es Fidel

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Ahí está el heroico pueblo de Cuba, resistiendo, luchando, creando y venciendo, mientras esa continuidad creativa y renovadora esté presente, ahí estará por siempre Fidel. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Quiso el destino, como para alertarnos que solo se trataba de un nuevo viaje hacia otros horizontes de lucha y épica revolucionaria, dotar de gran simbolismo la fecha del fallecimiento del Comandante, ocurrida el 25 de noviembre de 2016, precisamente a 60 años de que el líder de la Revolución Cubana, desafiando todos los imposibles se lanzara al mar desde Tuxpan en el yate Granma junto a sus compañeros, decididos a liberar o entregar sus vidas a la patria.

Desde que comenzó sus luchas en la Universidad de La Habana hasta su último suspiro, Fidel se caracterizó por decir lo que pensaba y hacer lo que decía. El 8 de enero de 1959, el Comandante había señalado en su histórico discurso pronunciado en el campamento de Columbia:

“Sé, además, que nunca más en nuestras vidas volveremos a presenciar una muchedumbre semejante, excepto en otra ocasión —en que estoy seguro de que se van a volver a reunir las muchedumbres—, y es el día en que muramos, porque nosotros, cuando nos tengan que llevar a la tumba, ese día, se volverá a reunir tanta gente como hoy, porque nosotros ¡jamás defraudaremos a nuestro pueblo!”.

Y Fidel jamás defraudó a su pueblo, y esas muchedumbres volvieron a reunirse –multiplicada en millones– a lo largo y ancho de toda Cuba para despedirse y rendirle honores a su líder. Antes de morir, Fidel dejó planteada su última voluntad, no quería ni calles ni monumentos que llevaran su nombre, toda una lección de vida y expresión de la cualidad más extraordinaria que puede llevar en sí un revolucionario: la sencillez, donde descansa la verdadera grandeza.

Meses antes, el 19 de abril, el Comandante había hecho su última intervención pública en el 7mo Congreso del Partido, palabras que aun hoy nos estremecen al leerlas o escucharlas. Fue una especie de despedida, pero para nada luctuosa, sino cargada de espíritu de victoria:

“Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo; fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá.

Tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala. He votado por todos los candidatos sometidos a consulta por el Congreso, y agradezco la invitación y el honor de escucharme. Los felicito a todos y, en primer lugar, al compañero Raúl Castro por su magnífico esfuerzo.

Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible”.

Así fue Fidel hasta los últimos minutos de su vida, un luchador incansable en pensamiento y en acción, dispuesto a entregar toda su existencia a la causa de los humildes de este mundo, a la emancipación humana de todas las dominaciones y discriminaciones posibles. Martiano hasta la médula, asumió el marxismo y el leninismo desde esa profunda raíz cubanísima y lo enriqueció desde una práctica política original y antidogmática.

Fue un estadista político de talla universal, pero también un ser desbordado de sensibilidad humana. “Revolución es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos, nos dijo en su concepto de Revolución”, y él mismo practicó ese principio durante toda su vida con la gente de pueblo, sus colaboradores y toda persona que se le acercaba con algún problema personal. Valoraba siempre la singularidad de cada ser humano, con sus defectos y virtudes, pero potenciando siempre éstas últimas en función de la Revolución.

Supo ser ético hasta con el adversario desde sus luchas en la Sierra Maestra. Y es que Fidel no concebía la política sin ética. Diez administraciones estadounidenses intentaron todo por derrotarlo y hasta eliminarlo físicamente y todas terminaron en el más rotundo fracaso. Soñaron con la solución biológica y lo que obtuvieron fue un Fidel multiplicado en millones, un Fidel hecho pueblo. Confió siempre en la juventud como garantía de la continuidad de la Revolución y asignó a ella grandes tareas.

Su pensamiento antiimperialista, anticolonialista, antirracista, internacionalista y ambientalista, serán por siempre banderas para las luchas presentes y futuras de los movimientos y fuerzas progresistas y de izquierda en el mundo. La historia no solo lo absolvió, sino que le abrió las compuertas para que a su paso dejara una constelación de ideas, hechos y realizaciones concretas que constituyen ya referentes ineludibles y permanentes para los revolucionarios de todo el orbe.

Fidel devolvió el orgullo y la dignidad a los cubanos, dirigió no solo una Revolución que garantizó una más justa distribución de las riquezas, sino que produjo en pocos años una profunda revolución cultural que llegó hasta el nivel del sentido común de los ciudadanos. Colocó a Cuba en el mapa mundial, y a la vez con su liderazgo contribuyó a modificar en favor de la independencia y las ideas progresistas la geografía de otras importantes regiones del mundo. Sin duda, uno de los mayores legados de Fidel, fue haber logrado tejer con paciencia y sabiduría la unidad de las fuerzas revolucionarias, antes y después del triunfo, de cuyo fruto nació nuestro glorioso Partido Comunista de Cuba.

Fidel se rebeló y practicó la herejía frente al imperialismo estadounidense, pero también frente a los imposibles, los dogmas, las verdades establecidas y el derrotismo. Irradiaba confianza y optimismo en la victoria. Mientras más difíciles eran las circunstancias más férrea se mostraba su voluntad de lucha. Sabía convertir el revés en victoria y el imposible en infinita posibilidad. El sentido del honor, el patriotismo y apego a los principios eran para él cuestión de vida o muerte. Concebía el socialismo como la ciencia del ejemplo personal. Sabía abordar cada coyuntura con flexibilidad táctica, pero sin perder la hoja de ruta hacia el destino estratégico. Manejaba todos los temas y situaciones teniendo en cuenta hasta el más mínimo detalle. Fue, sin duda, un maestro en el arte de hacer política.

El Comandante, el Jefe, El Caballo, Caguairán, así nos referimos a quien no concebía la derrota mientras había posibilidad de luchar, a quien nos enseñó a resistir, pero sobre todas las cosas nos enseñó a vencer.

Todo esto y más nos legó Fidel, de ahí que podamos explicarnos porque resulta casi imposible hablar de Cuba hoy sin hablar de Fidel, como imposible encontrar algún esfera de la vida interna y proyección internacional de la Mayor de las Antillas, donde no esté la huella de Fidel. Fidel es Cuba, Cuba es Fidel, y eso lo palpamos sobre todo cuando viajamos a otros países y vemos lo que representa el ejemplo de esta isla rebelde y quien fue su timonel durante más de cinco décadas. Como expresara el más fidelista de los cubanos, el General de Ejército, Raúl Castro, desde el año 1959:

“Fidel está dondequiera que se trabaje, Fidel espiritualmente está dondequiera que la Revolución avance. Fidel está dondequiera que una intriga se destruya, dondequiera que un cubano se encuentre laborando honradamente, dondequiera que un cubano, sea el que fuere, se encuentre haciendo el bien, dondequiera que un cubano, sea el que fuere, esté defendiendo la Revolución, allí estará Fidel”.

A pesar de los grandes retos y amenazas que enfrenta hoy la Revolución, nuestra patria sigue en pie, dando pasos sólidos hacia el perfeccionamiento de nuestro modelo socialista de desarrollo. Ahí está Raúl, ahí está Díaz-Canel, nuestro Partido Comunista de Cuba, nuestros trabajadores, nuestras mujeres, nuestros jóvenes, nuestros pioneros, nuestras organizaciones políticas y de masas, nuestra amplia, activa y diversa sociedad civil, ahí está el heroico pueblo de Cuba, resistiendo, luchando, creando y venciendo. Mientras esa continuidad creativa y renovadora esté presente, ahí estará por siempre Fidel.

Fidel es Cuba, Cuba es Fidel. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Los santiagueros peregrinan desde la Plaza Antonio Maceo hasta Santa Ifigenia. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Nota:
  • De las palabras pronunciadas en inicio de jornada de actividades de los trabajadores del Palacio de la Revolución, en homenaje al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, 15 de noviembre de 2019, Memorial José Martí.

Se han publicado 54 comentarios



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  • yudit dijo:

    gracias FIDEL por ser tan especial con tu pueblo y gente aun después de muerto te amo por siempre

  • Rey-E.P.I dijo:

    Sus ideas y sus enseñanzas no moriran jamas.Cada día que pasa y vemos las cosas que ocurren en este mundo, encontramos mas razon y claridad de su pensamiento. Que vivan por siempre sus ideales en nuestro pueblo.

  • Dafne dijo:

    Los agradecidos estamos contigo. !Hasta la victoria siempre Comandante!

  • Rene Parapal dijo:

    A Fidel hay que vivirlo en toda su magnitud.Alguien quien como el siempre esta presente jamas se olvidara.Es muy dificil que la Historia pase por alto su obra.

  • Juan Carlos Subiaut Suárez dijo:

    Mi homenaje al Comandante:
    Lo que sigue lo escribí al regresar a mi centro de trabajo, de haber tenido el honor de participar, junto a mis compañeros, a la orilla de la carretera de Coliseo a Cárdenas, en el acompañamiento del paso de la Caravana, hace tres años. Fueron mis impresiones personales surgidas en el calor de aquel luctuoso momento y que después, llevadas al papel, he enviado y han sido publicadas como comentarios a otros tantos artículos que han abordado esta temática. Considero, si Cubadebate lo permite, añadirlas al pie de este artículo del Dr. Elier Ramírez.

    Crónica de mi: ¡Hasta Siempre!
    Estamos desplegados a lo largo de la carretera que une al poblado de Coliseo con Cárdenas. Algunos están siguiendo por sus celulares las noticias del paso de la caravana y las nuevas se repiten de boca en boca. Nos tiramos unos a otros fotos con la bandera o sosteniendo una de sus imágenes más conocidas, la misma que ha presidido los múltiples lugares habilitados desde días antes para que reafirmemos nuestro compromiso, la que lo muestra de pie sobre la montaña, fusil y mochila al hombro, victorioso. Todos estamos expectantes. Será la última vez de tenerlo cerca, tener el honor de vivir este momento, del paso de la Historia frente a nosotros. Alguien divisa al helicóptero que precede y acompaña por aire al cortejo. Todos lo vemos. Retrocedo mentalmente casi medio siglo en el tiempo…
    Unos niños del barrio juegan conmigo a las bolas. Nos disputamos las esferas de vidrio en cada juego, probando suerte y puntería. Un ruido a lo lejos en el cielo nos interrumpe. Es un helicóptero. No sabemos ni siquiera su rumbo ni que tripulantes alberga en su vuelo, sin embargo, como siempre, hacemos lo mismo: Dejamos a un lado los juegos y nos ponemos a saludar al helicóptero y vocear lo más alto que pueden nuestras voces infantiles: - ¡Fidel!, ¡Fidel!, ¡Adiós, Fidel!
    El helicóptero describe un semicírculo y después retrocede, casi paralelo a la carretera, sobre nuestras cabezas, rumbo a Coliseo. Pasa una patrulla indicando bajar a la cuneta de la carretera. La gente se ordena en una línea que serpentea a ambos lados del camino. Nadie quiera estar en segunda fila. Preparan sus móviles para grabar el momento. Para ellos. Para los que no pudieron venir o tuvieron que quedarse asegurando las tareas en sus puestos. Para sus hijos. Para el futuro.
    El niño que fui yo crece. Ya para él el nombre no es sólo una referencia en labios de los mayores. Comienza a identificar Su imagen, a oír Su voz en sus discursos, a escuchar anécdotas de los privilegiados que lo han visto personalmente (en su pueblo viven varios combatientes de Girón). Más tarde, en la escuela, comienza a entender la relación del Hombre y la Historia. Pide y encuentra explicaciones. Bebe de sus primeros libros.
    Ya se acerca el cortejo. El silencio es total. Respetuosamente, no se agitan las banderas ni se gritan consignas. Las cabezas descubiertas, los pechos henchidos en la mezcla de emociones de agradecimiento, dolor y coraje, las manos sujetando una bandera. Pasan los primeros vehículos, el jeep con los generales y detrás, el armón con la caja de cedro cubierta con la bandera. Sencillamente, un nombre: Fidel Castro Ruz. Seguimos el cortejo con la vista hasta que se pierde.
    El niño se hace joven. Ya conoce lo suficiente para saber de la grandeza del Hombre, del nombre que repiten plazas y naranjales, aquí y allá, también en Jagüey, donde está becado. Un día, se entera que se ha cosechado un millón de quintales de cítricos y, como les ha sido habitual a sus compatriotas, lo mismo ante cada desafío, del enemigo o de la naturaleza, ante cada hazaña, ante cada conmemoración, ahí está Fidel. Y va, como todos sus condiscípulos, al acto en la Vilo Acuña. Lo ve de muy cerca y reafirma, para siempre, su fidelidad.
    Se había anunciado que tendríamos la oportunidad de presenciar la caravana de regreso de Cárdenas. Todos queremos volver a verlo. Algunos, para precisar detalles no clarificados la primera vez. Es un momento para grabar en lo más íntimo con la mayor precisión, para poder recordarlo después, con todos sus pormenores. Poder decir, contar: ¡Yo estuve allí! Ante la demora, surgen los comentarios. No se ve el helicóptero. Al fin, anuncian que regresa el cortejo. Poco a poco, nos volvemos a alinear al borde de la carretera.
    El joven es ya adulto. Se gradúa de profesional. Conoce de ejército y de movilizaciones, de cortes y siembra de caña, de papa y de nuevo, de naranjas. Por doquier acrisola la obra del Hombre. No solo conoce la historia, en su pequeño espacio participativo, la vive. Conoce de Angola y de Etiopía, se enorgullece de su tiempo y de la participación de su generación, que sigue con firmeza las huellas de sus mayores. Acrecienta su admiración, respeto y comprometimiento con la obra mayor del Hombre. La Revolución. Recibe emocionado un carnet con Su firma. Llega el Periodo Especial y Baraguá revive en Si se puede. La Batalla de Ideas y Elián. El retorno del Ché y su siembra final en Santa Clara. Las Marchas Combatientes y Los Cinco. Una de las Tribunas Abiertas coincide con un aniversario de Girón. Allá en el Central Australia lo ve y escucha, a solo unos metros. Es la tercera vez que lo ve en persona. El Hombre, al frente de cada combate. Cada vez más universal. Cada vez más preocupado por el futuro de la Humanidad. Una luz entre las tinieblas que crece y crece. Chávez, Petrocaribe y el Alba. La unidad latinoamericana, al fin. Un primer contratiempo y Cagüairán muestra la firmeza de Su obra y de su pueblo. Después el Hombre entrega los cargos públicos, pero no la primera línea. Continúa su labor formadora, esta vez a través de la pluma. El adulto que fue joven y niño una vez devora con avidez cada Reflexión, sigue con apetencia cada aparición en la prensa o las referencias de quienes tienen la suerte de visitarlo. Se emociona hasta las lágrimas con su última comparecencia en el Congreso.
    Nos pasa la caravana por delante. Se repite el silencio y las muestras de respeto. Se nos antoja que esta vez va más rápido. Nos cuesta pensar que todo termina. Se va perdiendo en el camino. Sin embargo, la imagen de la urna con su nombre permanece en la retina, aún después de que ya no se divisa siquiera el cortejo. La gente va rompiendo la alineación y se dirige hacia los ómnibus apartados en un entronque lateral.
    El ómnibus atraviesa la ciudad de Cárdenas. Como en todo el país en estos luctuosos días, impera el silencio. Pasan algunos jóvenes y otros no tan jóvenes, apenas hablan, sobrecogidos por el impacto y la solemnidad del tributo en que han participado momentos antes. En una esquina juegan niños. Vuelvo a retroceder mentalmente medio siglo atrás y me veo con ellos, jugando. No, no es juego. Repiten entre ellos algo que han recién gritado y que quizás apenas aquilatan en todo su significado: - ¡Yo soy Fidel!, ¡Yo soy Fidel!, ¡Yo soy Fidel!
    30 de noviembre del 2016.

  • Amandy dijo:

    Fidel; cuanto necesita hoy la America tus sabias reflexiones.

  • Milkis dijo:

    Fidel:
    Aunque sé que estás por ahí, protegiéndonos, te extraño un montón. No imaginas como me sorprendió tu decisión de no utilizar tu nombre y figura, pero me dí cuenta que fue brillante lo que hiciste, eres mas que una estatua, que un cartel, que un nombre, eres inspiración perpetua.

  • mileydis dijo:

    Unas letras para ese Fidel que devolvió el orgullo y la dignidad a la nación cubana:
    Aunque un 25 de noviembre el falleció
    Yo prefiero recordar
    Que 93 cumplió
    Porque vivo está por siempre
    Vivo, vivo se quedó
    Entre cubanos y amigos
    Fidel nunca nos dejó

    ! VIVA FIDEL!

  • Dariel castro dijo:

    Nuestro comandante invitó es parte de nuestra cubania, si varela nos enseño en pensar fidel nos enseño a ejecutar,nos demostró que si se podía , se puede y se podrá mientras no olvidemos la historia , y no le fallemos a los principios y nuestros lideres históricos y al presidente

  • Froylan Alejandro dijo:

    ******Viva Por siempre Fidel******

  • Cabrera dijo:

    Gracias Fidel he logrado mi sueño gracias a ti porque nos diste a todos tu pueblos la luz de la enseñanza Fidel eres luz y guía gracias

  • Esther Martinez dijo:

    Fidel es Fidel y los cubanos agradecidos defenderemos la paz la independencia que él conquistó para nuestro país.Viva Fidel.

  • GGN dijo:

    Fidel sigues aquí y seguirás para siempre, ahora mas que nunca te necesitamos porque sigues siendo la luz que alumbra nuestros pasos aun con toda la poderosa maquinaria esa de Trump y sus acólitos y desprestigiados mafiosos de Miami con Rubio a la cabeza, sigues aquí y en otros paises que como nos enseñaste aman la justicia. Viva Fidel!!!!!

    • rafael emilio cervantes martínez dijo:

      Sí, Fidel es una luz que alumbra nuestros pasos. Somos afortunados de que lo salvó la hombría de Sarría cuando los sucesos del Moncada, que no cayó en los combates de la Sierra donde sus propios compañeros llegaron a pedirle que cuidara su vida, como lo hecho antes Abel, que no pudo matarlo el imperio en incontables intentos, ni las aguas del ciclón Flora en Oriente. Nada pudo impedir que se hiciera cierta aquella profética nota del padre Llorente en el pie de foto de graduado del Colegio de Belen, "...no dudamos que llenará con páginas brillantes el libro de su vida. Fidel tiene madera y no faltará el
      artista." Con humildad llegó a decir que el mérito es estar vivo, y ahora estará vivo su pensamiento y su ejemplo mientras haya una injusticia que reparar y una sonrisa
      emane de relaciones sociales verdaderamente humanistas.

  • Zaylin dijo:

    Fidel siempre estarás en mi corazón PorSiempreComandante

  • Lissette Ftes dijo:

    Hay quienes creen que la ciencia y el espiritismo van de la mano, yo soy una de ellas y por eso pienso que si el cuerpo, como dicen, es materia, esa es la parte tuya que ya no está con nosotros pero tu espíritu, sigue siendo nuestro faro guía y esa estrella con la que naciste, nos alumbrará por siempre el camino correcto.
    Vive por siempre Fidel!!!!

  • Carlos Manuel Balan Carballo dijo:

    Fidel, único e irrepetible. Forjador de ideas, de sueños y realidades. Que orgullo se siente uno de ser cubano y de ser Fidelista. Viva Fidel.

  • rebelde dijo:

    Fidel mos dijo una vez con especial crudeza, que sólo nosotros podríamos revertir la Revolución, por cometer errores en lo táctico y en lo estratégico.
    No podemos olvidar ni un minuto esa advertencia, especialmente en estos años, cuando comienzan a aflorar personajes que solapadamente, con un lenguaje pseudorevolucionario nos llaman a cambiar, a aceptar renunciar a algunos principios, en aras de estar a tono con el mundo circundante. Todos estos personajes que están entre nosotros que claman por cambios se apoyan en el concepto de Revolución en el que se dice "cambiar todo lo que deba ser cambiado". Pero fíjense si Fidel es un genio, que dijo "cambiar lo que DEBE ser cambiado", lo que indica que los principios y las ideas que nos trajeron hasta aquí de igualdad, de humanismo, de solidaridad, de patriotismo no DEBEN ser cambiados.
    Tenemos que ser fieles al legado de Fidel no con consignas, sino con hechos, exigiendonos a nsotros mismos y a nuestros dirigentes dar el máximo en nuestros puestos de trabajo y estudio.
    Podrán producirse retrocesos en países de latinoamérica donde los pueblos engañados elijan gobiernos neoliberales y fascistas, pero Cuba y los cubanos no tenemos derecho a equivocarnos ni marearnos con cantos de sirenas. La desaparición de la Revolución Cubana sería un golpe demoledor para los pobres del planeta, porque nuestra Revolución, no dólo es nuestra, es patrimonio de los humildes y olvidados de la Tierra. Fidel vive y vivirá para siempre en el alma y el corazón de los revolucionarios cubanos.

  • maguero dijo:

    YO SOY FIDEL

  • dpr dijo:

    Cuanta nostalgia comandante de sus sabias reflexiones y cuánta falta nos hace lo seguiremos amando siempre.

  • Milagros dijo:

    El Comandante será siempre el ejemplo de todas las generaciones venideras y estará por siempre en el corazón de todos los cubanos, porque unidos somos Fidel.

  • Gertrudis Estrada Nelson dijo:

    Gracias Fidel

    Hasta la victoria siempre Comandante!

  • Catalina dijo:

    Hasta siempre Comandante vivirás por siempre en nuestros corazones.
    Tú legado es faro y guía de la hermosa obra que queremos forjar
    ¡¡¡ VIVA FIDEL POR SIEMPRE ¡¡¡

  • Peter dijo:

    Fidelista hasta mi muerte. Cada día se extraña tu presencia y dedicación a tu pueblo. Suerte que nuestro nuevo presidente siga tus pasos y le deseos muchos éxitos en su misión.
    A ti Fidel te sigo llevando en mi corazón y en mi mente.

  • Lucia Babastro Veranes dijo:

    Se trata de rendir homenaje al hombre que por su país lo dió todo y además nos enseñó a que ser solidarios es una d las cualidades más importante para un revolucionario, nos enseñó aser honesto leales a la causa, defender y no negociar con los principios,es poco cuanto digamos para un hombre tan grandeque ganó todas las batallas y que físicamente no está pero su legado es eterno, seguiremos tu ejemplo Comandante.

  • cristian alejandroi dijo:

    Fidel dijo los niños nacieron para ser felices por eso todo el pueblo grita asta siempre comandante usted no ha muerto porque usted vive y vivira en el corazón de todos los cubanos . Hasta siempre comandante .Usted fue una perdida para el pueblo de cuba

    • cristian alejandro dijo:

      Fidel es nuestro comandante en jefa tu nos sacastes adelante a el pueblo tu eres irrepetible e unico tu siempre estaras en mi corazon por eso me siento orgulloso de ser cubano Tu vives y viviras en el corazon de todos los cubanos ''Hasta siempre comandante''

  • Kmila dijo:

    Yo soy Fidel

    Cuando escucho Yo soy Fidel
    Muy por dentro me emociono
    Y profundo reflexiono
    Si me pareciera a él,
    Si yo fuera como aquel,
    Que a todo le puso el pecho
    Si enfrentara lo mal hecho
    Con valor y dignidad
    Entonces sí, de verdad
    Lo igualaría por derecho.

    Si construyo lo desecho
    Buscándole solución
    Oponiéndome en acción
    Mi propio campo cosecho,
    Si doy la mano al mal trecho
    Y enfrento al tirano infiel,
    Si acuso al imperio cruel
    Que se empeña en darnos guerra
    Si siento Amor por mi Tierra
    Entonces sí, Yo soy Fidel.

    En el tiempo transcurrido
    De bloqueo y difamación
    Nuestra gran Revolución
    Valiente se ha mantenido,
    Pues, su pueblo agradecido
    Está cada día más fiel
    Sin dar tregua, ni cuartel
    Porque seguimos creciendo,
    Pues la patria está pariendo
    Hijos dignos como él.

    Hay que cumplir las funciones
    Logrando un nuevo matiz
    Es Pensar como País,
    Es proseguir sus lecciones,
    Sus ideas y reflexiones,
    Es montarse en su corcel,
    Es jugar un buen papel,
    Es escuchar su llamado
    Porque seguir su legado
    Es decir, Yo soy Fidel.

    Por eso continuaremos
    Firmes y siempre adelante
    Recordando al Comandante
    En cada cosa que hacemos
    Patria o Muerte, así diremos
    A Raúl y a Díaz-Canel,
    Con un enorme pincel
    Lograr la frase escribir
    Entonces poder decir
    Con honor, Yo soy Fidel.
    Magalys Hidalgo Fernández

  • omar dijo:

    FIDEL,sabiduria y vision sin limites.Vivira por siempre en nuestros corazones

  • Leonardo dijo:

    Te agradecemos todo lo bueno que hizo por nuestro pueblo y el mundo , los agradecidos te acompañan , siempre estarás en nuestros corazones

  • odalys dijo:

    Fidel los agradecidos siempre te llevaremos en el corazón y te tendremos presente en cada acción que hagamos.

  • María Fernanda dijo:

    ¡Cuba hoy es una isla iluminada gracias a ti,Fidel!
    ¡Vive por siempre!

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Elier Ramírez Cañedo

Elier Ramírez Cañedo

Académico cubano. Doctor en Ciencias Históricas. Coautor del libro "De la confrontación a los intentos de normalización. La política de los Estados Unidos hacia Cuba". En Twitter: @islainsumisa

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