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Pensar y hacer Cuba con todas las voces

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Aunque la exhortación del Presidente Miguel Díaz-Canel no necesita traducción literal, miles de cubanos interpretan el concepto como un llamado a desterrar el individualismo y a fortalecer la unidad nacional

Después de Agabama, en Fomento, donde parece no existir más mundo, al lado de un horno de carbón José Téllez sostenía años atrás que Cuba era como aquella mole de troncos de marabú que teníamos enfrente. Y ante nuestra incredulidad, graficó el símil. «Todos esos palos apretuja’os que ustedes ven son diferentes, pero ni se atrevan a quitar dos o tres, porque por ahí mismitico el horno hace una boca y se forma la reventazón».

Aferrado a su oficio, Téllez le entraba con el pecho a sus trajines diarios para que su brigada forestal cumpliera los pronósticos del carbón a exportar a Italia. «Ya hecho, si se rompe como el cristal, va derecho pa’llá; por eso, no le saco el ojo a la candela, y le aseguro que no pienso solamente en mi bolsillo. Mientras haya un palo corta’o, estoy montando un horno», aclaraba quien a esa altura de sus años había remontado la isla casi completa llenando sacos de carbón, lo mismo en Guanahacabibes, Rancho Luna, que en Trinidad y la Ciénaga de Zapata.

—¿Y cómo usted ha llegado, ha sobrevivido hasta hoy?, indagamos aquella mañana.

—En la vida no hay que acoquinarse. Andando la carreta, se acomodan las calabazas.

Sabia filosofía la de este cubano, quien sin haberse preguntado jamás qué es pensar como país, consiguió con su actuar una respuesta concreta a la reciente exhortación del presidente Miguel Díaz-Canel, que ha suscitado las más diversas interpretaciones, destinadas a empujar esta isla-carreta en la que habitamos.

Algo debe quedar muy claro: si en todos estos años el proyecto romántico y altruista que construimos no ha caminado más rápido se debe en primerísimo lugar al cerco externo que muchos tratan de invisibilizar, o sea, el pernicioso bloqueo económico, comercial y financiero impuesto oficialmente por el gobierno de Estados Unidos a Cuba el 3 de febrero de 1962 mediante la Orden Ejecutiva Presidencial 3447, hoy más vivo que nunca, y también a lo que hemos dado en llamar el bloqueo interno –enmascarado en la insensibilidad, el burocratismo, la apatía y hasta la corrupción–, males que los cubanos reconocemos y, en consecuencia, venimos enfrentando.

La idea de pensar como país, a la que nuestro presidente Díaz-Canel convocara en julio pasado en su discurso de clausura del Tercer Periodo Ordinario de Sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, no solo ha encontrado eco en la conducta de los cubanos que por estos días se las ingenian para sortear las contingencias derivadas del desabastecimiento energético, sino también un mar de propuestas y conceptualizaciones prácticas, una síntesis de cuales –casi 900– aparecen recogidas en el sitio oficial de la Presidencia y en el portal Cubadebate.

Osmany Linares Morell, un campesino de la Cooperativa de Producción Agropecuaria Enrique Villegas, dice que no le ha hecho falta asomarse a estas plataformas para comprender que la idea de pensar como país debe adquirir una dimensión práctica: ser eficientes, productivos, desde la posición de cada cual, opinión que, si usted la analiza al derecho o al revés, sintetiza el bregar de Téllez, el carbonero.

Sin embargo, Linares Morell también habla de desterrar del vocabulario la socorrida frase «Vamos a ver…», en boca de algún que otro funcionario e hija consanguínea de la desidia, que no solo da urticaria a quienes buscan una respuesta o solución a su problema; sino que muchas veces siembra el desgano y la desmovilización en los otros.

«Un país se piensa y se hace con todos a partir de una mentalidad y una actitud proactivas», subraya la Doctora en Ciencias Diana Rosa Martín Sospedra, de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez. Esta psicóloga le atribuye relevancia cardinal a la participación ciudadana en la toma de decisiones, y lo ilustra con el proceso de consulta popular del proyecto de Constitución de la República, desarrollado del 13 de agosto a mediados de noviembre del pasado año en Cuba.

Con  vistas a debatir el susodicho proyecto, en ese lapso en el país se celebraron unas 133 681 reuniones a las que asistieron 8 945 521 personas, quienes formularon 783 174 propuestas concretas al documento en cuestión.

A raíz del debate masivo a nivel de país, el proyecto evaluado por la Asamblea Nacional del Poder Popular en diciembre del 2018 incluyó unos 760 cambios, con lo cual, obviamente, el nuevo texto ganó en calidad y quedó desmoronada la falacia de que la consulta popular era un cumplido del gobierno para pasar de contrabando los preceptos más controvertidos que contenía la entonces propuesta de Carta Magna.

Como señaló a la prensa el profesor universitario Fabio Fernández Batista, desde centurias anteriores Cuba ha sido pensada como país; sin embargo, no todas esas líneas de pensamiento sobre nuestra realidad conectaron con el carácter inclusivo del concepto defendido hoy por Díaz-Canel, que asume la participación de las grandes mayorías, distanciado, al mismo tiempo, del proyecto elitista del Autonomismo del siglo XIX por apenas referir un ejemplo.

Hurgando en la historia, la génesis de la perspectiva actual puede encontrarse en el independentismo cubano y sus Asambleas Constituyentes; en el proyecto martiano y su horcón unitario, el Partido Revolucionario Cubano; en la «década crítica» (1920-1930), denominada así por Juan Marinello…, que derivaron en la Revolución cubana, que no dejó zozobrar Fidel Castro, junto al pueblo, a pesar de los vientos y tempestades, venidos del norte y de otros confines del mundo.

Si no fuera así, entonces ¿cómo interpretar el desprendimiento de aquellos hombres que decidieron incendiar sus propias riquezas en Bayamo antes de rendirse a un enemigo muy superior y mejor preparado?, ¿cómo comprender a los que se empecinaron en regresar la lucha a la isla tras los fracasos del 68, la Guerra Chiquita y La Fernandina?, ¿cómo calificar a quiénes, en 1958, atravesaron la mitad de Cuba semidesnudos, hambrientos, bajo los ciclones y el fuego de la aviación?

El pensar como país que convoca en este minuto, se enlaza con el concepto de Revolución, expresado por Fidel el primero de mayo de 2000, compendio de su legado, en opinión de la enfermera Yacmila Fernández Hernández, del policlínico Rosa Elena Simeón, de La Sierpe, quien sugiere sentir a Cuba como una casa, una familia inmensa, donde el problema de uno deber ser también del otro.

«Hay mucha gente que dice: lo mío primero; sería mejor: lo nuestro primero –agrega–. Eso haría que no haláramos la guataca nada más para uno, como vemos bastante por ahí. Además, tendríamos que responder con actitudes concretas las preguntas que hacía Díaz-Canel: ¿qué puedo hacer?, ¿qué puedo aportar? En nuestro caso, que cada paciente, nuestra razón de ser, se vaya satisfecho con la atención recibida; aunque quizás el dolor físico por el que vino no se le haya aliviado por completo».

Lo asevera esta enfermera que a deshora puede vérsele asistir a algún vecino de su barrio ante el reclamo de un familiar, como lo ha apreciado la jubilada Haydée Rodríguez, para quien pensar como país es no abstenerse ante lo que corroe a esta isla, es sentir en el microcosmos personal, la alegría y las dolencias de la nación.

Ello se traduce, en palabras de Yolanda Brito Ávila, reconocida comunicadora, en que la realidad no nos puede ser indiferente, que el proyecto de la Cuba soñada debe sostenerse en el principio de una ciudadanía activa, es decir, en la construcción colectiva, sin olvidar la heterogeneidad de nuestro tejido social, que implica oír opiniones diversas, incluso divergentes.

Entrevistado para el programa televisivo Mesa Redonda, el Doctor Raúl Garcés Corra, decano de la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana, comentaba que pensar como país deviene oportunidad para descentralizar la inteligencia, de convencernos de que el pensamiento no se genera únicamente de arriba hacia abajo, viceversa o en el medio, sino desde todas partes; es una oportunidad para reivindicar la posibilidad de la ciudadanía, de los decisores, de la sociedad toda, de encontrar soluciones en una nación con tradición de unidad y de resistencia.

Pensar como país, que debiera convertirse en un ejercicio cotidiano, no en una consigna, es izar las velas de la innovación, de la creatividad, en lo más alto del mástil; potenciar la reservas de hacer que habitan en cada persona; limpiar de la mentalidad todo atisbo de herrumbre; abrirles las puertas de par en par a los jóvenes, sin que medien prejuicios. Es, como diría Nicolás Guillén,  cerrarle la muralla a las trabas y a su pariente más cercano, el burocratismo; es anteponer el nosotros por encima del yo, sin anular la individualidad; es, en suma, el crecimiento colectivo, entender que a Cuba le va vida en cada gente, como lo creyó Téllez, el humilde carbonero de Fomento, parado frente a aquella pirámide de troncos verdes, todos diferentes pero necesarios para su horno.

El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel, planta un árbol en el reabierto Jardín Japonés de Cuba. Foto: Angélica Paredes López.

Un tractor tira de un remolque que se convirtió en una piscina mientras circula por las calles del barrio El Infernal en San Andrés, en la provincia de Pinar del Río, Cuba. Los padres locales idearon la idea de la piscina móvil de tractores para hacer felices a sus hijos y luchar contra el duro calor del Caribe. Foto: Ramón Espinosa/ AP.

Saidy Diamela trabaja en la clínica 28 de Septiembre, de la barriada de Lawton, en el municipio de Diez de Octubre. Foto: Roberto Suárez/Juventud Rebelde.

Calentando los músculos para empezar a jugar mi béisbol, aquí en mi área del Pontón. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Trabajar juntos. Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera/ Cubadebate.

Desfile inaugural del Festival Internacional de Cine de Gibara (FICGibara), en esa ciudad costera ubicada en el norte de la provincia de Holguín, Cuba, el 7 de julio de 2019. Foto: Juan Pablo Carreras/ ACN.

Trabajadores azucareros. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Trabajadores de la empresa eléctrica de Artemisa laboran sin parar. Foto: Andy Jorge Blanco/ Cubadebate

Una niña recibe atención médica en el Hospital Pediátrico Borrás-Marfán de La Habana. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Niños jugando. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Contructor de vivienda por esfuerzo propio. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

(Tomado de Escambray)

Se han publicado 15 comentarios



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  • Rene Parapal. dijo:

    Ahorrar no es renunciar a los servicios necesarios y vivir tan apretados todos los dias con poco transporte,apagoncitos,sin arroz,frijoles y otras producciones que aunque algunas se recuperan paulatinamente aun son insuficientes para la demanda y el bolsillo.Ahorrar es que si tienes 6 lámparas,utilices 3,programar viajes mas frecuentes de omnibus en horarios picos y garantizar los necesarios en otros horarios,desplazar producciones y acciones de los horarios picos para disminuir el consumo de energía electrica,mantener los inspedtores y agentes de la PNR en las principales paradas para ayudar a la transportacion de personas y seguir convocando a la solidaridad de todos los choferes para que no circulen vacíos.AHORRAR NO ES VIVIR COMO HEMOS VIVIDO ESTOS DIAS DE SEPTIEMBRE,ES VIVIR MEJOR CON EL MISMO COMBUSTIBLE Y GARANTIZAR TODOS LOS SERVICIOS Y PRODUCCIONES.Si algo aprendimos de éste SEPTIEMBRE COYUNTURAL es que podemos hacer mucho más por el país porque tenemos la guía de nuestro presidente y sus orientaciones oportunas seguido por autoridades del Partido y el gobierno.Y estos ultimos que aprendan a pensar y actuar como país porque hay acciones que pueden hacerse puntualmente antes de que el presidente las indique porque ''se caen de la mata''.Lamentablemente esas visitas de control y ayuda avisadas tiene el defecto en ocasiones que la ayuda es avisar que ahí vá la visita a cada territorio.#SomosCuba

  • Rafael Emilio Cervantes Martínez dijo:

    Un pueblo que dice de mil maneras distintas que es fiel a su historia, que sueña con un país mejor, que se entrega haciendo lo que le corresponde, que está consciente de los desafíos, que comprende el momento histórico y marcha el cuadro apretado con sus dirigentes, que en Raúl y Diaz Canel simbolizan este momento de lucha, siempre con las ideas de Martí y Fidel.

  • Tajante dijo:

    Hay que apoyar a nuestro presidente en esta batalla por el bien de Cuba y la humanidad.

  • Nicoa dijo:

    Sugerente el titulo.

    • Hendris Manuel dijo:

      Sí. Con todas las voces. No el falso triunfalismo, ese que mucho criticó Raúl con razón y sabiduría

  • Ridiel dijo:

    Algunos ciudadanos cubanos pensaron q cuando Raúl soltó el mando esto se iba a pique pero no aquí hay cuba para rato viva Fidel viva Raúl viva Díaz canel

  • Orlando dijo:

    Son momentos de hacer prevalecer nuestra valía, Jamas ceder un paso a las intenciones de quienes nos provocan, sabemos que sus fines es ahogarnos de necesidad en medio de la escasees que provoca el bloqueo económico a nuestro país. Que también puede catalogarse terrorismo económico. Cada uno de nosotros hacer nuestra parte del deber que nos corresponda e inclusive interactuar para aportar soluciones inmediatas a los problemas.Toda persona tiene un tiempo definido en la vida y un papel en la historia, ocupémonos, este es el momento. A Trump le reafirmamos lo que dice un viejo proverbio Árabe. Los ojos no sirven de nada a un cerebro ciego como el de Trump y sus lacayos. VIVA NUESTRO PARTIDO, LA REVOLUCIÓN Y CUBA SOCIALISTA, LIBRE Y SOBERANA. Adelante Hermanos, mantengamos en alto nuestras conquistas y nuestra historia.

  • Daner dijo:

    Que bueno que hay muchos criterios

  • Remberto dijo:

    Es la hora de lavantarnos y decir, yo soy CUBANO, YO, SOY FIDEL!!!

  • HG DelForn dijo:

    El robo mas grande del bloqueo no ha sido económico, comercial o financiero, el robo mas grande ha sido el de Pensamiento de Avanzada. La calidad de la tranquilidad del ambiente es absolutamente necesario para pensar claro. Se tiene que evitar distracción del enfoque mental durante largos períodos. Esta actividad, que no solo incluye la mente interior pero también la voz, lápiz y papel, enfoque de ojos, etc.., es decir, la mente exterior, esta actividad en condiciones ideales es extremadamente difícil para mantener sin que alguien o algo te descarrile. Y aunque el bloqueo es una distracción de nivel exterior, sostengo que el bloqueo también bloquea el proceso de pensamiento a un nivel profundo que no se reconoce por el mas inocente de las víctimas. El pensamiento, que es mucho mas importante que aprender a leer, debe ser parte de todos los institutos cubanos desde primaria, pasando la universidad, hasta la muerte. El pensamiento separa el ser humano y el animal, el pensamiento es lo que nos hace humanos, y mientras mas pensamiento se haga, mas humanos nos hacemos.

  • mileydis dijo:

    Sin miramientos en vez de un mal nos han hecho un tremendísimo favor, nos unieron que era algo que necesitabamos, con algunas costumbres que se habían perdido. Ahora saquemos el provecho, por favor ni un paso atrás, vivamos con esta experiencia el futuro de nuestra REVOLUCION, VAMOS POR MÁS , AQUI NO SE RINDE NADIE.

  • Clara Danger Cleger dijo:

    Pensar como pais es una filosofia de vida que los cubanos como Tellez la aplican en su cotidianidad, todos los cubanos hemos interiorizado el inmenso valor de este estilo de vida, que nos permite sentir satisfacción cuando observamos los pequeños y grandes avances en todas las esferas de la vida cotidiana de la Cuba de hoy, es no esperar que me llegue, es no sentarme a que me caiga el mana del cielo o que la Revolución me lo va a dar es no pedir si yo y mi colectivo podemos hacer.
    Sí, hay cosas que deben colegiar los decisores de la nación, actitudes negativas que no podemos permitir, morosidad en los servicios, en los tramites, si puede salir en 5 dias porque demorarlo 10, debemos preguntarnos a diario que más puedo hacer por mi pais.
    ASI HACEMOS CUBA, APLICANDO LA FILOSOFIA DE PENSAR COMO PAIS.

  • danilo santiesteban mayor dijo:

    http://www.cubadebate.cu/especiales/2019/09/28/pensar-y-hacer-cuba-con-todas-las-voces/

    Censurar un comentario que cumple con las nornas del sitio no es pensar como pais. En el sitio de de la presidencia escribí un comentario sobre el asunto y no lo encontré.

    Pienso que si de verdad se quiere pensar como país lo primero que se debe hacer es eliminar, desterrar, acabar con lo peor que está pasando en este país: la indefensión de sus ciudadanos ante los funcionarios y dirigentes administrativos y del gobierno, que no cumplen con lo legislado ni con sus obligaciones para con estos que son la única razón de ser de este país y para los que gobiernan y dirigen en su nombre.

    Mientras al ciudadano no se le trate por lo que es, y ahora no está ocurriendo y ejemplos sobran, jamás se podrá pensar como país.

  • Eduardo Miguel dijo:

    He escrito en varias ocasiones en el sitio "Pensar como país " y no encontré ninguno de mis comentarios. Así que doy fe del señalamiento de Danilo Santiesteban.
    No me creo capacitado para sugerir como pensar, pero infiero que el sitio está hecho para "recaudar" el pensamiento de los ciudadanos en torno a un mejor país.
    Hice sugerencias alejándome de las críticas que nada resuelven.
    Soy artesano y me ganó la vida reciclándo madera antigua y lo hago a conciencia, poniendo mi granito de arena en lo que a protección del medio ambiente se refiere.
    Presisamente una de mis sugerencias íba en Ese sentido. Como plan del gobierno tenemos entre mano la Tarea "Vida". En ella participa un minúsculo grupo de la población cubana. Pero Cuba, como país, puede hacer muchísimo más ayudándonos de paso a salvar muchísimas dificultades.
    El Estado no puede hacerlo todo solo.
    Por ejemplo. Un paso decisivo para menguar los efectos del bloqueo es cambiando la matriz energética de la nación con lo que le haríamos un gran aporte al medio ambiente. El Estado cubano lleva ya ¿cuantos? un montón de años comprando e instalando aerogeneradores... al paso que lleva tardará (que se yo) 20, 30 o 40 años en los que viviremos situaciones coyunturales por la carencia de hidrocarburos.
    ¿Por qué - me pregunto yo- el Estado no libera de aranceles la importación de motos eléctricas y hasta autos (eléctricos, por supuesto)?
    Pudiera estimular la importación por particulares de partes, baterías, piezas y accesorios a emprendedores cuentapropistas que garantizarían el funcionamiento, mantenimiento y suministros a particulares con esos equipos. ¿Se tiene una idea de como aliviaría (resolvería) el principal problema que más robustece el bloqueo: el transporte público.
    En cinco años a más tardar, Cuba se convertiría en el país más limpio del mundo.
    ¿Qué impide hacer algo tan beneficioso como eso?
    ¿La vieja mentalidad?
    ¿Cuando vamos a hacerle caso a Raúl? y no sólo a él, ¿cuándo vamos a "bajar" de los murales eso tan valioso de : "Revolucion... es cambiar todo lo que tiene que ser cambiado".
    ¿Cuantos están dispuestos a cambiar la mentalidad en el sentido de que si una persona trabaja duro y se hace rico, es para bien de su familia y de su comunidad y no para "hacer contrarrevolución? Hemos crecido demasiado para tener esas consideraciones... hemos crecido, salvo aquellos que no se sabe que talla "calza" de cerebro.
    El Estado debe cumplir con su misión de Estado y proteger, educar, representar al pueblo y ayudarlo a que prospere individualmente por el bien y la felicidad de él y de su familia y así estará dispuesto a hacer de todo para que su patria sea próspera.
    Aquí, vuelvo a mencionar a nuestro Martí que dijo: "Ser bueno es el único modo de ser dichoso y ser próspero es el único modo de ser bueno "
    El cubano es bueno por naturaleza y ha prosperado mucho espiritualmente. Pienso que es llegado el momento de serlo también materialmente.

  • Juan Carlos CFG dijo:

    Cito: Doctor Raúl Garcés Corra, decano de la Facultad de Comunicación, de la Universidad de La Habana... pensar como país deviene oportunidad para descentralizar la inteligencia, de convencernos de que el pensamiento no se genera únicamente de arriba hacia abajo, viceversa o en el medio, sino desde todas partes; es una oportunidad para reivindicar la posibilidad de la ciudadanía, de los decisores, de la sociedad toda, de encontrar soluciones en una nación con tradición de unidad y de resistencia.

Se han publicado 15 comentarios



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Enrique Ojito

Enrique Ojito

Juan Antonio Borrego

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