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Eglys, ¡qué grande!

Eglys Cruz se alzó con una peleadísima medalla de plata en el fusil a 50 metros de tres posiciones. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

La mañana del domingo 28 de julio del 2019 era histórica para Eglys Cruz. Sin estar pendiente de las estadísticas ni de sus medallas acumuladas en estas citas, la espirituana estaba a punto de marcar un hito en su deporte. Si lograba una presea en el fusil a tres posiciones sería la tiradora con más podios conquistados en Juegos Panamericanos.

Llegó temprano al polígono Las Palmas y se fundió en su vestimenta de chaleco y pantalón. Se arregló como de costumbre la visera que utilizan casi todas las fusileras e hizo las prácticas habituales. No es quizás la más expresiva de nuestras deportistas. Definitivamente no lo es, aunque irremediablemente sí es de las más grandes.

En la posición de rodilla no le fue bien. Se veía incómoda. Se percató del error con un gancho del fusil y una vez arreglado volvió a la línea de fuego. Tendida ahora sobre una alfombra azul apretó el ojo y casi logra una serie perfecta. Ya de pie firme rubricó los puntos suficientes como para entrar a la ronda decisiva entre las ocho primeras.

Tomó descanso. Media hora, según los reglamentos, aunque quizás a algunos nos pareció más tiempo. Conversó con su compañera Dianelys Pérez para liberar tensiones. Se abrigó de nuevo para salir al campo de tiro, sin importarle las rivales mundiales a enfrentar en sus quintos Juegos Panamericanos. Ella es una grande y hay que respetarla.

Empezó delante en los primeros 15 disparos. Se mantuvo así cuando le tocó echarse en el piso y afilar la puntería. Las rifleras estadounidenses fueron levantando poco a poco y a falta de tres disparos la amenazaban con fuerza. Un escapado tiro de 9 puntos le arruinó el oro a la cubana. Descansó el fusil sobre su hombro y lamentó lo sucedido. Son segundos inefables, un gatillo apretado antes de tiempo.

Pero aún le quedaban dos disparos y la clasificación olímpica incluida. Sacó paciencia de donde parecía enterrarse el mal momento. Volvió a sonar el gatillo y se quedó a 0.7 décimas de lo que hubiera sido su quinta dorada en estas citas. No obstante, ya es la que más preseas en su cuello tiene desde que debutara en lides continentales en Santo Domingo 2003.

Eglys sonrió, por fin, ante los aplausos. Y descubrimos así que su plata era inmensa, pero que el corazón es lo más grande que tiene como deportista.

La multicampeona panamericana Eglys Cruz. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Eglys Cruz en Lima 2019. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.

Eglys escribe en mayúscula su historia. Foto: Irene Pérez/ Cubadebate.