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Producción porcina en Cuba III: ¿Qué sabemos sobre los impuestos al sector agropecuario?

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Producción porcina en Artemisa. Foto: Irene Pérez/Cubadebate.

Cuba vive momentos en que resulta urgente incentivar —y aumentar— la producción nacional de alimentos. La carne de cerdo se ha tornado esencial en la mesa de la familia. Sin embargo, desde hace varios meses, este importante renglón es cada vez menos accesible para los cubanos debido a la disminución de sus volúmenes productivos.

En dos reportajes anteriores sobre el tema, Cubadebate explicó varias de las causas que han motivado la baja disponibilidad de carne porcina en el país, así como cuestiones relativas a su comercialización en la provincia de Villa Clara, tradicionalmente una de las mayores aportadoras.

Dichos trabajos motivaron a indagar con profundidad en otra arista: la aplicación de impuestos a los productores agropecuarios, entre los que se incluyen los porcicultores.

Múltiples comentarios de foristas en nuestro sitio apuntaban que, si bien la escasez de pienso durante el último cuatrimestre de 2018 y los primeros tres meses del actual año impactó negativamente, otro “problema” radicaba en la “desestimulación” de los productores debido al pago de tributos sobre sus ingresos personales.

Se trata de una medida que tiene base legal en la Ley No. 113 del Sistema Tributario de 2012, y que fue aprobada el año anterior por la Asamblea Nacional del Poder Popular, en la Ley No. 125 del Presupuesto del Estado para el 2018, tras siete años de estar congelada su aplicación, con el objetivo de fomentar el desarrollo del sector agropecuario al amparo de un régimen especial de tributación.

¿Cuáles son los nuevos tributos para el sector agropecuario?

  1. Impuesto por la ociosidad de tierras agrícolas y forestales (en las provincias de Pinar del Río y Cienfuegos).
  2. Impuesto sobre utilidades a las Cooperativas de Créditos y Servicios.
  3. Liquidación anual del impuesto sobre los ingresos personales de los productores individuales del sector no cañero, mediante la Declaración Jurada (DJ).

¿Quiénes están sujetos a este tributo?

  • Usufructuarios de tierras agrícolas estatales.
  • Propietarios de tierras agrícolas.
  • Tenedores de ganado sin tierra.
  • Otros productores individuales de alimentos.

Vladimir Regueiro Ale, viceministro de Finanzas y Precios, explicó a Cubadebate que los criadores de cerdo, como el resto de los productores agropecuarios, ya venían pagando un impuesto sobre sus ingresos personales en una modalidad de un importe mínimo —a razón del 5%—, por las ventas a entidades acopiadoras o comercializadoras.

Lo que se añade, por primera vez, es la liquidación adicional del impuesto que se realizará al final del año fiscal, mediante Declaración Jurada.

Ahora “estamos hablando de un deber que entraña una contribución superior y que, formalmente, tiene otros requisitos como la presentación de la DJ, lo que implica conservar documentos y llenar el modelo correspondiente”.

De acuerdo con el vicetitular, para el inicio de esta campaña fue necesario atemperar las reglas que están desde la Ley Tributaria a las características del sector y a las condiciones actuales.

¿Impuestos de última hora?

Vladimir Regueiro Ale, viceministro de Finanzas y Precios. Foto: Roberto Garaicoa/ Cubadebate.

Contrario a lo que se pueda pensar, esta no fue una medida tomada a la ligera ni de un día para otro, como asegura el alto funcionario del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP).

“Se vino trabajando durante más de un año, con una estrategia concebida de conjunto con varias entidades como el Ministerio de la Agricultura (MINAG), la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), el Grupo Empresarial AZCUBA y los sindicatos nacionales de trabajadores agropecuarios, forestales y tabacaleros y los azucareros”.

Además, “fue establecido un cronograma de trabajo que abarcó a todos los involucrados: instituciones nacionales, representaciones municipales y provinciales de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT), y bases productivas de manera directa”, especificó.

Todo ello respaldado por un proceso de capacitación y preparación a través de materiales audiovisuales e intercambios directos con productores. También se particularizó en las características de cada uno de los cultivos y las producciones para adecuar la aplicación del impuesto.

“Hay que reconocer que, dentro de todos los productores, fue más difícil llegar con nuestro mensaje a los criadores de cerdos; a ello se añade que estuvieron impactados por la carencia de alimentos y de insumos, pero también con los medicamentos para mantener su masa”.

Vladimir refiere que este proceso implicó un arduo trabajo que demandó “muchos recursos, tiempo y personal”, aunque “no todo estuvo perfecto desde el punto de vista organizativo” debido al amplio carácter de dichas acciones.

“Hubo reportes de incidencias en determinados territorios y, en función de ello, se les brindó particular atención con personas más preparadas y la visita en varios momentos por especialistas y dirigentes de la ONAT acompañados por la ANAP y el MINAG”, aclaró.

Allanando el camino…

Como respuesta a los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, existe un Régimen Especial de tributación para el sector agropecuario —establecido en la Ley 113—, con el objetivo de estimular el desarrollo de esta rama de la economía.

De acuerdo con uno de los documentos rectores para la aplicación de estos impuestos, dicho régimen “se define a través de liberaciones del pago de tributos (exenciones) y reducciones de las cuantías (bonificaciones), así como otras adecuaciones que se traducen en una carga tributaria más baja en este sector que para el resto”.

Vladimir Regueiro Ale apunta que uno de los beneficios de esta primera campaña ha sido la extensión del término de presentación de la DJ a 90 días, cuando la Ley concibe que los demás contribuyentes lo hagan en 60 días.

El término de presentación general para los productores agropecuarios culminó el 30 de abril último. El incumplimiento de la presentación de la DJ o su presentación fuera de término, según explicó el viceministro, constituyen infracciones tributarias para las que se prevé la aplicación de recargos y sanciones fiscales correspondientes.

Como otra de las facilidades se mantuvo la bonificación por el pronto pago del tributo: cuando el contribuyente presenta su DJ y paga antes del 28 de febrero, tiene una bonificación del 5% del impuesto a pagar. Ello es un estímulo a que se pague con rapidez.

La simplificación del modelo de DJ fue otro de los beneficios, aunque las autoridades del MFP consideran que aún continúa siendo complejo debido a las propias características de la actividad tributaria.

En este caso, Regueiro Ale asegura que se favoreció además el llenado de la documentación a través de soportes digitales y de una aplicación (.apk) que se puso a disposición de los contribuyentes con el apoyo de los equipos económicos y contables de las formas productivas.

Pero, sin dudas, de acuerdo con la opinión del vicetitular de Finanzas y Precios, “este es un sector al que le falta cultura de conservar la documentación y registrar todos los datos de su trabajo; muchos de sus procesos productivos dependen de prestaciones de servicios o de compra de determinados productos y medios, y estamos conscientes de que algunos no se hacen por las vías oficiales”.

Por tanto, se aprobó que de los gastos deducibles de hasta el 70% de los ingresos, sólo deben justificar el 50% ante la ONAT con evidencia documental; es decir, se exige la justificación de la mitad de los gastos deducidos.

“Esto da la posibilidad de que se reconozcan gastos para los cuales hoy no tienen comprobantes (pagos a personas que sirvan de mano de obra de manera puntual, compra de alimentos o insumos a otros productores agrícolas)”.

No se está ajeno —como muchos foristas de Cubadebate plantearon—, que los gastos en transportación son un tema “de peso” en la actividad porcina, pues no siempre que hay disponibilidad de alimentos o insumos existen medios para trasladarlos de manera rápida.

Se ven entonces en la obligación de acudir a terceros —en ocasiones privados— que no siempre cuentan con la autorización para ejercer la actividad; incluso, cuando la tienen, no les expiden el comprobante correspondiente del servicio prestado.

“Una ventaja que tiene el sector es que, a través de las empresas comercializadoras de insumos (o las propias CCS), sí queda una trazabilidad y facturación de todas las operaciones que pueden emplear”, evalúa Regueiro Ale.

Finanzas y Precios no está aislada de todas las inquietudes que han generado estas medidas en una parte del sector agropecuario y reconoce que “se trata de un proceso muy complejo”, donde “lo principal es garantizar la continuidad en esa labor productiva”.

Regueiro Ale agrega que en ese sentido, el razonamiento ha sido brindar una facilidad de pago a quien no cuente con la liquidez en este primer momento. “Se hace un análisis puntual por la Administración Tributaria y se le puede conceder un aplazamiento, aunque el compromiso debe ser honrado durante el propio año”.

¿Qué va a ocurrir? Irán pagando en el año en función del nivel productivo, la capacidad del productor, del tiempo que lleve ejerciendo en esa actividad o de acuerdo con las características de la misma.

Potencial de productores agropecuarios involucrados

Campesino. Foto: ACN.

Regueiro Ale aclara que, para incorporar a un sector de la población en un proceso como la aplicación de tributos, se realiza un levantamiento estadístico y un censo, pues se trata de una información que no se genera desde la Administración Tributaria, sino sólo a través de la estrecha colaboración con varias fuentes.

En este caso existió un vínculo institucional con el Registro de Tenencia de la Tierra y el Centro Nacional de Control Pecuario, además de las delegaciones de la agricultura y empresas agropecuarias, que suministraron la información necesaria para conformar un potencial, o un registro de los contribuyentes.

El viceministro del MFP asegura que se identificó 214 mil productores agropecuarios; entre ellos se encuentran los usufructuarios de tierras estatales, para quienes la Ley Tributaria prevé un beneficio de exención de la liquidación anual del impuesto por un período de dos años, contados a partir de la fecha de entrega de las tierras.

Para aquellos casos que recibieron las tierras infectadas de marabú y requieren de un proceso de saneamiento, el beneficio se extiende por un período de cuatro años.

Ambos términos están reconocidos en los contratos de entrega de las tierras en usufructo.

“Por tanto, queda claro que no todos los productores individuales están obligados de una primera vez al pago del tributo”, como los criadores de cerdo que tienen convenios con el Estado, quienes —según lo estipulado— deben poseer tierras en usufructo.

Algo sí se hace necesario, según el vicetitular de Finanzas y Precios, y es “engranar” los mecanismos de conciliación y ser más disciplinados en la entrega de los datos porque —reconoce— han existido trabas de índole técnica y organizativa, y aún no se cuenta con la plena capacidad para mantener los registros actualizados.

¿Era este el mejor momento para comenzar?

La agricultura es la clave de la producción de alimentos. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.

Uno de los reclamos más recurrentes en los comentarios de Cubadebate fue el comienzo de la aplicación de tales impuestos en momentos en que se necesita aumentar la producción de alimentos en el país y, en el caso del cerdo, cuando se vio impactado por los suministros de pienso.

Los productores agropecuarios son, precisamente, un eslabón primordial en la cadena para garantizar los rubros destinados el consumo nacional (arroz, granos, viandas, vegetales y carnes), además de estar abiertos a la posibilidad de exportación.

Ante tal inconformidad, el viceministro de Finanzas y Precios aclara que son “cuestiones relativas”. A su juicio, no se trata de un período específico, ya que la producción agropecuaria lo mismo puede verse dañada por fenómenos asociados al clima, como por otros de índole logística y organizativa (retrasos en importación de fertilizantes y plaguicidas, cuyo mecanismo de distribución no siempre es el más efectivo).

Regueiro Ale dice que “debe reconocerse que en medio de este escenario, el país también prioriza el cumplimiento de los planes y, justamente para eso, el Presupuesto Estatal respalda las producciones con altos niveles de subsidios”.

“En el caso del cerdo, por su importancia, y en calidad de sustituto de otros componentes de la dieta, es uno de los que tiene mayores niveles de financiamiento”.

Por eso, ejemplifica, “han crecido los convenios porcinos, la masa e, incluso, cuando ha faltado el alimento animal o los medicamentos se logra conservar la genética de ese ganado”, abunda el funcionario.

Aun cuando reconoce que el año pasado y el inicio de este 2019 resultaron complejos por problemas con los suministros, “no se está cobrando el impuesto por el cerdo que no nació, no engordó o no se entregó; se está cobrando por ese valor creado en el ejercicio de la producción y la comercialización”.

El dinero para los municipios

Pesos cubanos en un mercado en La Habana, Cuba. Foto: Desmond Boylan

Acercar recursos al Estado para sustentar los programas sociales. Foto: Desmond Boylan.

No pueden verse los impuestos solamente como un mecanismo de recaudación, aunque esa es su primera y más esencial función: acercar recursos al Estado para sustentar los programas sociales. También es un mecanismo de regulación económica.

Lo aportado por los productores agropecuarios se destinará al presupuesto municipal, salvo la contribución a la seguridad social que erogan (840 pesos), que va a un presupuesto específico gestionado centralmente.

Este aporte directo debe emplearse en los servicios básicos de asistencia médica, educación y culturales, entre otros. “Se logra una relación directa del productor con la localidad”, afirma Regueiro Ale.

Tipo impositivo: Espantando el fantasma de los cálculos

Una de las preguntas recurrentes ha sido sobre el tipo impositivo para estas formas productivas. Está basado en una escala progresiva en el rango del 10% hasta el 45%, diferente a la aplicada al resto de los contribuyentes, que es del 15% hasta el 50%.

Dicha escala progresiva, por tramos, permite aplicar el principio general de tributación: que se pague el impuesto en correspondencia con la capacidad económica y que aporten más quienes mayores niveles de ingresos obtengan.

Ya mencionamos con anterioridad que la escala, en este caso, es más baja, al amparo de la Política Tributaria —aprobada en 2013 junto con la Ley 113—, que reconoce que los gravámenes en el sector agropecuario “deben ser menores para que sirvan de incentivo a las producciones”.

Ante la preocupación sobre los “cuantiosos” montos a pagar, Vladimir Regueiro Ale explica que “la escala no se aplica al volumen total de los ingresos, sino a una parte de ellos, el concepto es diferente a la impresión que tiene el productor”.

Para la determinación de los ingresos imponibles se deducen de los ingresos brutos obtenidos:

  1. Un mínimo exento de 10 mil 500 pesos.
  2. Reconocimiento del gasto hasta el 70% de los ingresos obtenidos.
  3. Tributos pagados asociados a la actividad, excepto el Impuesto por Ociosidad de las Tierras.
  4. Importe mínimo del impuesto (5%).
  5. Escala progresiva del 10% al 45%.

Cuando se habla de mínimo exento es en alusión a una cuantía que, al momento de presentar la DJ, se excluye del gravamen. Es una protección a todos los contribuyentes, específicamente a quienes menos ingresen.

Mientras para el TCP o los artistas es de 10 mil pesos, para el productor agropecuario es de 10 mil 500 pesos.

Entre los gastos reconocidos en la actividad productiva se encuentran los insumos; portadores energéticos y agua; amortización de inversiones para el aseguramiento de la producción (implementos, maquinarias, sistemas de riego, posturas para plantaciones permanentes, entre otros); pago de servicios recibidos de personas naturales y jurídicas, a la fuerza de trabajo contratada, entre otros.

Es entonces que a la escala progresiva va el resultado de descontar —de los ingresos totales— todos estos conceptos antes referidos, obteniéndose la base imponible o cuantía de ingresos que se lleva a la escala progresiva, para determinar el impuesto a pagar, como liquidación anual del tributo.

“No se debe obviar que todo lo anterior guarda estrecha relación con las ganancias que genera cada actividad, pues no es lo mismo un productor de café que uno de cerdo, tabaco o cultivos varios, porque los rendimientos no son los mismos”, reflexiona el viceministro.

En el caso de un productor de cerdo...

Para ilustrar el pago de este impuesto, tomamos como ejemplo una producción anual de 1000 cerdos, que equivale a 90,91 toneladas. El precio de Acopio por tonelada es de 21 mil 500 pesos, por lo que el productor obtuvo un ingreso bruto de un millón 954 mil 465 pesos.

Ejemplo de aplicación de los impuestos a un criador de cerdo. Infografía: Edilberto Carmona Tamayo/ Cubadebate.

Una primera vez con resultados halagüeños

Lo cierto es que esta primera campaña, al parecer, comenzó con buen pie. El vicetitular del MFP asegura que los resultados son satisfactorios en términos de presentación de la DJ.

Al momento de nuestra investigación, se estimaba en un 97% la presentación de la DJ, un nivel que no se alcanzó en tan poco tiempo por otros sectores que ya se han visto involucrados en procesos anteriores, como el de los trabajadores por cuenta propia o el artístico.

“Apreciamos, por el comportamiento histórico de otras esferas, que aquí se ha logrado un aceptable nivel de presentación de la DJ”, sostuvo Regueiro Ale.

“Hemos encontrado una aceptación del tributo que ha venido evolucionando en la medida en que fuimos explicando estos temas a los productores de conjunto con la ANAP, las delegaciones de la Agricultura y la administración tributaria, además de la preparación de facilitadores”.

Sin embargo, los resultados en la recaudación de este impuesto son inferiores a los planificados, por lo que se abre un proceso de revisión en la calidad y cumplimiento de esas obligaciones, con un enfoque educativo, para lograr recaudar los importes comprometidos con el presupuesto de cada municipio.

Yoandra Cruz Dovales, vicejefa primera de la ONAT, dijo que aunque ha sido positiva la respuesta del sector agropecuario, “existen insatisfacciones con respecto a la cuantía de lo liquidado hasta la fecha, aproximadamente el 50%”, según datos preliminares.

“Para nada nos sentimos victoriosos, nos ha faltado mucho con relación a las facilidades, aun cuando este sector se trabajó de manera diferenciada. Es necesario simplificar más el modelo”, aseguró la funcionaria.

“Como resultado de todo este proceso vamos a hacer un levantamiento de lo que se pueda mejorar, a fin de perfeccionar los mecanismos actuales”. También se hará necesario continuar estudiando la aplicación de este impuesto, a tono con las características del sector agropecuario.

“Cuestiones de procedimientos, el diseño de la declaración jurada, la fecha de presentación, son algunas de las que podemos ir trabajando”, aseveró el viceministro de Finanzas y Precios.

Lo cierto es que estos aportes tributarios, más allá de implicar un deber ciudadano —con respaldo en el Artículo 90, incido d, de la nueva Constitución de la República—, se sustentan en el principio de solidaridad de nuestra sociedad y constituyen un acto que beneficia a todos.

Se han publicado 237 comentarios



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  • Armando dijo:

    La lectura de este artículo me hizo recordar la anécdota (y libro del mismo título) “la culpa es de la vaca”, en este caso sería “de la puerca”. Endeble y subjetiva la respuesta del viceministro del MFP a la pregunta: “¿Era este el mejor momento para comenzar?”, la respuesta sería similar a la siguiente pregunta: ¿Por qué no se ha declarado el “día cero” (para la unificación monetaria), pese a que está legislado por el MFP desde el 2014? Por otra parte, pese a todos los argumentos del viceministro, lo cierto es que el régimen fiscal a los productores porcinos ha resultado contraproducente, porque ha desestimulado la producción, en un momento en que el estado no puede importar y debe estimular la producción interna. Para el comentario en este blog de Manuel DLque dijo: “no veo lógico aplicar un sistema impositivo del primer MUNDO”, cito: “el maíz es el cultivo que más subsidios (gubernamentales) recibe en Estados Unidos: más de $37 mil millones de dólares entre 1995 y 2003. El doble de los subsidios que recibe el trigo, tres veces los subsidios para la soya y 70 veces los subsidios que recibe el cultivo de tabaco”. (Artículo de la Agencia Interamericana de Prensa Económica, https://www.elcato.org/). Esta política fiscal, por lo antes expuesto, debería reformularse.

  • Uno más... dijo:

    Aparentemente!!!!! lo explicado e ilustrado mediante cálculos en el ejemplo solo el productor pagó un inofensivo 15 %...eso es como dije LO APARENTA. Soy productor porcino y estoy al corriente de toda la situación pues ya pague mis impuestos mediante la declaración jurada y conosco el procedimiento.
    Cuando ALGUIEN digase, productor agropecuario, TCP, una empresa estatal socialista, una empresa capitalista, o sea el que realiza una inversión o negocio el objetivo final es obtener un % de GANANCIAS, UTILIDADES y sobre esas ganacias se realizan los nuevos planes y espectativas, porque nadie que pierda en un negocio lo continúa o lo aumenta. Lo que pretendo explicar es que al analizar el ejemplo por dentro, ese productor de 1000 cerdos (no es mi caso, ni siquiero llego a la mitad) obtuvo una ganacia de real de $585523.63 (sumando el mínimo exento y el pago del 5 % y de eso pagó $290650.63. Si calculamos que porciento representa podemos ver que el 49.64 % de las GANACIAS las pago como impuestos. Si ese productor realiza dos convenios porcinos al año (uno cada 6 meses) ese porciento que paga de las ganacias sobrepasa el 50 %. Reconosco la importancia del aporte de impuestos y su destino; esto se realiza en todos los países del mundo y es una forma de que el estado obtenga un beneficio para sectores presupuestados; pero considero que esta escala progresiva desestimula la producción, algo que en Cuba no podemos darnos el lujo de hacerlo. Sería considerable revisar de conjunto, y centrarse en las GANANCIAS, en nuestro país hay muchas carencias y necesidades, el productor pasa mucho trabajo para ganarce decorosamente lo que se gane. No podemos comparar el trabajo de un TCP, de una cafetería o un paladar con el productor porcino; y no dejo de reconocer el esfuerzo de esos productores que también se esfuerzan para obtener sus utilidades; LA PRODUCCIÓN DE CERDOS ES DIARIA, NO HAY SABADO, DOMINGO, DIA FERIADO, VACACIONES, HORARIOS DE ABRIR, DIA DE DESCANSO. Los cerdos hay que atenderlos diariamente y no entienden si pretendes darle una explicación. En fin NO ESTA DEMÁS REVISAR NUEVAMENTE, con datos reales, con los productores.

  • Raul Perez Nordet dijo:

    Ahora se veran las ventas por la izquierda, para bajar impuestos,otros si con menos produccion pagan menos y ganan mas; bajaran la produccion. Por ahora dejarlo como estaba,importante y mas estrtegico seria venderle a precio rasonable a los grandes productores un vehiculo para q distribuyan sus producciones.

  • Abel Ernesto dijo:

    Cuba es un país eminentemenete agrícola, entonces como subsidiar la agricultura??
    Lo que yo pienso es que hay que continuar buscando formas de incentivar la producción en este sector, desencadenar porgresiva y totalmente esas fuerzas productivas facilitándole lo necesario para incrementar sus aportes. Es ahí donde está el potencial que permitirá alcanzar mejores resultados.

  • Felix Rodriguez Figueroa dijo:

    Desde que comenzaron los debates con los campesinos se notó que lo estipulado había sino diseñado con superficialidad, ahora todos los análisis siguen sin llegar al centro del problema, porque parten de que lo escrito es sagrado y que lo que debemos debatir está de ahí para allá.
    Eso nos pone en una situación muy difícil porque los cambios tienen que ser profundo.

    Tomando como ejemplo la actividad porcina:

    A los porcinicultores el esquema de 100 y 70 de gasto no les cuadra, ellos tienen una ficha de costo de 100 y 80, aquí tenemos un 10 % que se gasta y que se duplica despues cuando no se lo reconocemos.

    Ellos por las razones que conocemos no tienen nunca los ingresos en el mismo año dónde se registran los gastos, por lo tarde que le paga la empresa, eso hace que enfrentar el pago de tales impuestos tenga que resolverse con métodos económicos matematicos, simulación.

    Este impuesto favorece a los que producen poco, y castiga a los que producen mucho, haría falta publicar cuantas DJ de las presentadas dieron a pagar y cual fue el promedio por campesino, ya sabemos que los campesinos son disciplinados y que aman la revolución que más ha hecho por ellos en todo el mundo, pero hace falta también y eso no es lo que ha pasado.

    Analicemos el propio ejemplo que se pone, resten a 1.9 millones de ingresos el 1.5 de gastos (por la cuenta de 80% de gasto) y a lo que queda resten los 0.290 de impuestos. Resultado: El inofensivo 15 % DE los ingresos se convirtió en más del 74 % de las utilidades. es la fórmula de la quiebra para los grandes productores, como enfrentar el nuevo año y crecer desde estas condiciones ?, Ellos fueron prudentes, bajaron la produccion, fueron disciplinados en la entrega de la DJ y esperan a ver que pasa el próximo año. Eso fue lo que nos pasó, mas allá del tema con los piensos.

    Una de las ganaderías más difíciles del mundo es la porcina, a los productores hay que acompañarlos con todo, como si fueran empresas, no podemos dejarlos en la acera de enfrente para mirarlos con una lupa y quitarles la finca al más mínimo detalle.

    Aquí hay dos soluciones, el descuento en automático como el 5 que pagaban, aunque se lleve a un 10 %. O que para mayores productores presenten contabilidad simplificada de ingresos y gastos y aportar una suma prudente por las utilidades.

    Felix

  • alberto dijo:

    Mi más modesto comentario sobre el tema es que creo que nuestro país no está en las mínimas condiciones de obstaculizar, diría yo, la producción porcina en el sector campesino, que creo que aporta mucho en el plato de cada cubano, y digo obstaculizar, ya que con estos impuesto sobre impuesto lo que hacen es la desestimulación de los productores, no me he encontrado a un productor que quiera incrementar su masa porcina y mucho menos sobre cumplir con sus planes de producción, pero bueno lo principal es que no tenemos carne de cerdo en nuestros plato y el día que la ponemos como nos cuesta, hay que incentivar a los productores no desestimularlo, nuestro país necesita de estas producciones, se debería hacer más para que estas aumente y sus precio con esto bajen. Cada uno nos deberíamos hacer la siguiente pregunta ¿sabemos como un productor agropecuario produce la carne de cerdo, que le cuesta, como lleva el cerdo a los 90 kilos, que comida le da y si el que tiene que garantizar la comida no lo hace?

  • Guajihabana dijo:

    "LA AGRICULTURA DEBE FAVORECERLA TODOS LOS DECRETOS, TODOS LOS DERECHOS Y PROCURARLA TODAS LAS INSTITUCIONES" JOSÉ MARTÍ
    En los momentos actuales de crisis climatológica y difícil situación económica, no es correcto aplicar medidas impositivas que des estimulen la producción y vaya en detrimento del desarrollo de la agricultura familiar, la cual es libre de impuesto tanto en países de Latinoamérica como en Europa, precisamente para estimular el desarrollo agroecológico y productivo sobre todo en la preservación de semillas autóctonas. Considero que los que pagan impuestos son los que más producen y los que más invierten en tecnologías y desarrollo productivos y a la ves son el estímulo a los que no lo hacen para incorporarlos al movimiento.
    Una calculadora no resuelve el problema alimentario, la vida es más rica y sabia, espero que se tenga en cuenta.

  • Pachamama dijo:

    Olvidarse de los Impuestos y aislar la población porcina de la FIEBRE PORCINA Mundial, que esta causando serios estragos en todo lo porcino en el mundo. Avanza mas rápidamente que la infección anterior y ya ocupa mas territorio que aquella.
    NO IMPORTAR cerdos. Desarrollar un plan inmediato de cultura porcina cubana.
    Suerte hermanas y hermanos.

  • El moro dijo:

    No entiendo mucho la tabla de los impuestos, un forista dice que después de 150 000 solo se queda con el 15%; no se si es verdad este razonamiento, si es así, por eso es que no tenemos carne de cerdo, a mí me hacen eso y claro que no crio más, trabajar para que otros se lleven mi dinero no es justo, los impuestos deben existir pues de eso vive el estado pero deben ser ajustados a su realidad y necesidades, si el principal problema del pueblo es la alimentación, pues se deben tomar medidas para estimular la misma no hacer lo contrario, en los países ricos como EEUU subsidian muchos productos agrícolas, tal vez aquí no se pueda pues somos pobres y bloqueados pero si tomar otras iniciativas para fomentar el crecimiento; como puede ser disminuir los impuestos a los que más produzcan; olvídense de que se van hacer ricos y que van a existir diferencias de clases que es el principal temor que tiene el gobierno y por eso no progresamos, o es ¿que en realidad es más importante que no se hagan ricos que la satisfacción de las necesidades alimentarias de la población?.

  • Yunior Oliva dijo:

    Soy productor de porcino que quiciera que me aclararan una duda sobre el pago de los impuesto le explico yo trabajo con credito con el banco y el me cobra un interes del dinero que me presta por 6 meses para 90 cerdos me prestan 107958.47.polo que no entiendo porque me descuentan los intereses de ese dinero que ya el bancos cobro un interés lo que yo pienso y donde esta la duda es porque no descuentan delas ganancias anuales y no de las inverciones me estan cobrando un dinero doble por favor espero respuesta .

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Lisandra Romeo Matos

Lisandra Romeo Matos

Periodista de Cubadebate. Licenciada en Periodismo (2011), Universidad de Oriente. Trabajó en la Agencia Cubana de Noticias (2011-2018).

Edilberto Carmona Tamayo

Edilberto Carmona Tamayo

Subdirector de Desarrollo y Soporte a los Medios de Ideas Multimedios. Licenciado en Periodismo en 2016 por la Universidad de Holguín. Contacto: edilberto@cubadebate.cu

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