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Plantas de marihuana descubiertas en una casa del sur de Miami-Dade en 2018. La cantidad de plantas de marihuana encontradas en operaciones hidropónicas residenciales ha bajado considerablemente en años recientes. Foto: Miami-Dade Police

No hace mucho, los cultivos residenciales de marihuana abundaban en Miami-Dade. En 2012, por ejemplo, detectives antinarcóticos hicieron redadas en 257 laboratorios hidropónicos ilegales de marihuana. En la mayoría de los casos estaban en casas en los suburbios del suroeste de Miami-Dade.

Este año, una instalación eléctrica indebida provocó que una casa de West Kendal donde cultivaban marihuana explotara, haciendo volar el techo por los aires. En otro caso, un cultivador de marihuana hirió de bala en el estómago a un detective de Miami-Dade. Y agentes federales desbarataron un conocido grupo vinculado con al menos dos asesinatos, junto con el policía corrupto que protegía los laboratorios secretos.

Pero la legalización de la marihuana en varios estados del país ha afectado seriamente el otrora dinámico mercado de la yerba en el sur de la Florida, y también a los cultivadores.

Las redadas de laboratorios residenciales de marihuana en Miami-Dade se han desplomado, con solamente 36 en los últimos 12 meses. Y a medida que la yerba llega en grandes cantidades de otros estados, el precio de la yerba en la calle también ha bajado. La razón, dicen expertos policiales: muchos cultivadores residenciales de Miami se han marchado a Colorado, donde el negocio florece en momentos que pierde fuerza en Miami. Pero aunque la marihuana es legal aquí, algunos emigrantes miamenses se las han ingeniado para chocar con la ley.

El resultado de la migración de cultivadores residenciales de marihuana es que los sembrados hidropónicos en el sur de la Florida han dado paso a una nueva cadena de suministro, que hace llegar el producto a los clientes por medio de paquetes enviados por correo. Durante los últimos cinco años, la cantidad de paquetes con marihuana interceptados por inspectores del Servicio Postal federal se ha disparado, un asombroso 510 por ciento, muestras estadísticas federales dadas a conocer recientemente

“Esto está cambiando la situación”, dijo Anthony Salisbury, agente especial de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) a cargo del sur de la Florida, que realizó más de 200 entregas encubiertas de marihuana en 2018. “Los envíos por correo son una prioridad para el HSI”.

Ahora, una redada típica es parecida a lo ocurrido en diciembre de 2018, cuando detectives de Miami-Dade —alertados por agentes del HSI en Atlanta— interceptaron un envío de una empresa de encomiendas cerca del Aeropuerto Internacional de Miami desde California: 48 libras de marihuana en 10 cubetas de detergente.

Pero el correo no es una nueva herramienta en el tráfico de las drogas. Los detectives antinarcóticos de Miami-Dade dedican ahora más atención a una ola de cocaína y metanfetamina, además del mortal fentanilo y la heroína, que han afectado severamente a los adictos. Muchas de esas drogas llegan a través del Servicio Postal y compañías privadas de entregas, como reportó el Miami Herald en 2015 sobre al aumento de los narcóticos sintéticos que llegan de China.

Hace solamente un decenio, los cultivos hidropónicos residenciales de marihuana estaban de moda en el sur de la Florida. Los rápidos avances en el sistema hidropónico —en que se cultivan las plantas con agua enriquecida con nutrientes en vez de agua— ayudaron a impulsar esa tendencia.

Los cultivadores, que operaban desde viviendas alquiladas con puertas y ventanas selladas, podían producir marihuana más potente en menos tiempo. Los sofisticados cultivos tenían luces brillantes, temporizadores, humidificadores y climatizadores, que imitaban el ciclo del día y la noche y mantenían las plantas a una temperatura óptima de 68 grados.

El mercado estaba controlado por cubanoamericanos de Miami, según las agencias policiales. Para mediados de los años 2000, habían mejorado la calidad y el contenido de tetrahidrocannabinol (THC), el componente activo de la marihuana, perfeccionaron los laboratorios y reclutaban inmigrantes recién llegados de la isla para que se ocuparan de los cultivos.

Luis Hernández-González, cubano residente en Miami, se declaró culpable después que la policía le encontró $22 millones en efectivo ocultos en cubetas en su casa de Miami Lakes en 2016. Foto: MIAMI-DADE POLICE

Uno de los líderes de ese mercado negro era Luis Hernández-González, ingeniero eléctrico nacido en Cuba quien ahora está en una penitenciaría federal después que le encontraron $22 millones en efectivo dentro de cubetas en su casa.

El hombre era propietario de Blossoms Experience, una tienda del norte de Miami-Dade que vendía equipos hidropónicos en todo el sur de la Florida y el país. Hernández-González ayudó a afinar la ciencia de los cultivos hidropónicos en interiores y aseguró derechos lucrativos para vender un fertilizante que se convirtió en el favorito de los cultivadores locales.

La tienda se convirtió también en uno de los lugares preferidos de las autoridades, que seguían a los sospechosos al salir del lugar.

A medida que el mercado ilegal de la marihuana creció, detectives antinarcóticos de Miami-Dade y agentes federales respondieron con redadas aparatosas. Los noticieros de televisión mostraban con frecuencia a los detectives sacando cientos de libras de marihuana de viviendas en todo el suroeste de Miami-Dade.

“El lugar donde se guardan las pruebas estaba lleno de marihuana, que tuvimos que colocar en barriles, así como focos de gran intensidad, transformadores, paneles eléctricos y tubos de PVC”, dijo Charles Nanney, mayor retirado de la Policía de Miami-Dade quien dirigió la oficina antinarcóticos de esa fuerza entre 2005 y 2012.

Los casos demostraron el ingenio de los cultivadores, pero también que, dada la cantidad de dinero que estaba en juego, lo peligroso que era ese negocio ilegal.

En 2008 los agentes encontraron un cultivo sofisticado con 200 plantas ocultas en un espacio de almacenamiento en el Mall de las Américas, en el oeste de Miami-Dade. Ese mismo año, al menos cuatro personas fueron asesinadas en atracos en casas de cultivo de marihuana en el condado.

La policía de Miami-Dade descubrió un terreno en el sur del Condado Miami-Dade preparado para labores de agricultura donde se cosechaban 1,692.5 libras de marihuana en dos casas con laboratorios hidropónicos. por Miami-Dade Police.

Cuatro años antes, en 2012, la policía se enfrentó a balazos con los que cuidaban una casa de cultivo, todo captado en un asombroso video de vigilancia. Un detective de Miami-Dade, John Saavedra, fue herido y un sospechoso perdió la vida. Ese fue el año en que las autoridades federales desbarataron la tristemente célebre familia Santiesteban, que lideraba un grupo de operadores de casas de cultivo, entre ellos un policía corrupto de Miami-Dade.

Las agencias policiales esperaban que el tráfico ilegal cambiara de tácticas en momentos que más estados legalizan la marihuana, así que han cambiado sus propias tácticas. Los detectives antinarcóticos de Miami-Dade ahora colaboran más con los inspectores del Servicio Postal y se hacen pasar por mensajeros para identificar las casas de cultivo.

Muchos estados comenzaron a aprobar leyes sobre el uso de la marihuana para fines médicos a mediados de los años 1990 y hoy 33 estados tienen programas autorizados. Además, 10 estados han implementado la autorización de la marihuana para fines recreativos, aunque la ley federal todavía la prohíbe.

En la Florida, los legisladores aprobaron en 2014 un programa que permitía el uso limitado de ciertas cepas de marihuana para tratar enfermedades debilitantes. Y en 2016 los electores aprobaron abrumadoramente una enmienda a la Constitución estatal para ampliar el uso de la marihuana con fines médicos. Pero los legisladores limitaron el acceso a la marihuana en forma de píldoras, aceites, sustancias comestibles y vaporizadores, pero no para fumarla.

Sin embargo, exhortados por el gobernador Ron DeSantis, los legisladores derogaron la prohibición en marzo y ahora la marihuana fumable por prescripción médica es legal en la Florida.

Pero el comienzo del fin del auge de los cultivos hidropónicos residenciales de marihuana fue cuando los electores de Colorado y Washington legalizaron la marihuana para uso recreativo, los primeros estados en hacerlo. La venta comercial de marihuana comenzó en Colorado en 2014.

Así las cosas, los cultivadores de Miami comenzaron a marcharse a Colorado, dicen expertos, estableciendo operaciones ilegales en viviendas en los suburbios y presionando los límites de una ley estatal que permitía tener 90 plantas de marihuana en la vivienda para uso medicinal. Desde entonces, la ley de Colorado ha cambiado para permitir solamente 12 plantas para cualquier uso por vivienda, regla que los emigrados del sur de la Florida infringen rutinariamente.

“Los cubanos del sur de la Florida son los que más producen”, dijo Deanne Rueter, agente especial de la DEA a cargo de la oficina de Denver. “Son muy buenos en eso. Probablemente son el mayor número de los que se dedican a ese sector. Los cubanos fueron los primeros y llegaron muchos”.

Daniel Vilallonga, de Miami, fue arrestado en abril de 2019 en el Condado Pueblo, Colorado, después que la Policía dijo que tenía un laboratorio de marihuana en una casa. Foto : Miami Dade Police

Para esos emigrados la razón era simple: las leyes estatales le permitían operar abiertamente, pero fuera de la fuertemente regulada industria.

En 2015, la DEA en Colorado emitió solamente 14 órdenes de registro de casas para el cultivo de marihuana y decomisó 943 plantas. El año pasado, los agentes participaron en 125 registros, y decomisaron 36,063 plantas ilegales de la yerba.

En el Condado Pueblo, Colorado, los primeros operadores de hidropónicos vinculados con el sur de la Florida llegaron en 2016. Un envío de marihuana encontrado en un camión detenido en Texas fue vinculado con un grupo que se acababa de mudar de Florida a Pueblo.

Desde entonces, varios surfloridanos en al menos una docena de casos separados de redadas en cultivos residenciales de marihuana han sido arrestados en Pueblo, un condado de solamente 165,000 habitantes, 120 millas al sur de Denver.

La semana pasada, policías de Pueblo arrestaron a Daniel Vilallonga, de 32 años, quien según los agentes tenía 38 plantas de marihuana en su casa. Vilallonga había llegado de Miami, donde la Policía de Miami-Dade lo había arrestado dos veces por posesión de grandes cantidades de marihuana.

Otro hombre de Miami, Yordany Basulto Vargas, fue relacionado con un cultivo casero de marihuana en el Condado El Paso, en Colorado, en mayo de 2018. Un mes después fue arrestado en Miami bajo las mismas alegaciones de operar un cultivo residencial de marihuana. En este momento espera juicio en los dos estados.

Los investigadores dicen que la marihuana por lo general se envía a la Florida y Nueva York.

En el sur de la Florida, la disponibilidad de marihuana hidropónica cultivada en Colorado y California ha hecho bajar los precios en la calle. Una libra de marihuana aquí ahora puede costar solamente entre $1,000 y $2,000, mucho menos que hace cinco años.

“El precio ha bajado, lo estamos monitoreando”, dijo Justin Miller, a cargo de la inteligencia en la oficina de la DEA en el sur de la Florida. “El mercado está sobresaturado”.

Y los servicios de entrega de paquetes, sin quererlo, contribuyen a ese comercio.

Aunque una gran cantidad de marihuana se transporta de un estado a otro en secreto en vehículos, muchos consumidores aprovechan un robusto sistema de entrega por correo, gracias a las ventas minoristas generales por internet, que llevaron al Servicio Postal a entregar 6,200 millones de paquetes a nivel nacional en 2018.

En 2014, inspectores del Servicio Postal en todo el país identificaron 5,782 paquetes con marihuana, según las autoridades federales. En 2018 decomisaron 35,317 paquetes con casi 100,000 libras de marihuana.

En la Florida, los inspectores postales decomisaron 4,490 paquetes de marihuana y casi 17,000 libras de la yerba en 2018, casi cuatro veces más que cinco años antes.

Yamil Cabral-Domenech, de 47 años y entrenador personal de North Miami Beach, fue sorprendido con 46 libras de marihuana.

Todo comenzó cuando inspectores postales y policías de Miami-Dade entregaron en marzo de 2018 tres cajas enviadas desde Santa Rosa, California, todas dirigidas a Cabral-Domenech, y todas llenas de marihuana en bolsas selladas al vacío. En un cobertizo, los policías encontraron dos cajas idénticas, pero estaban vacías.

Cabral-Domenech se negó a cooperar con las autoridades. Se declaró culpable sin negociación de cargos. El juez de circuito de Miami-Dade Milton Hirsch lo sentenció a 3 años de prisión.

Algunos alegan ignorancia, como Ryan Oliver Wilson, de 30 años, quien vivía en el lujoso edificio de condominios Marina Blue cerca del downtown de Miami. Hace dos mees, policías encubiertos entregaron dos paquetes procedentes de Sylmar, California. Dentro tenían puros de marihuana y pequeños frascos de vidrio del tipo de marihuana que se vende al por menor.

Según el informe del arresto, Wilson dijo que la marihuana “la había comprado para uso personal, que tenía una tarjeta para comprarla y que no sabía que eso era algo grave”. Ahora espera juicio en Miami-Dade por dos cargos graves de posesión de marihuana.

Antonio Gómez, a cargo del Servicio de Inspección del Servicio Postal en Miami, subrayó que el público tiene que entender que la legalidad de la marihuana se interrumpe en estados como Colorado, Washington y California.

Y agregó: “Todavía es un delito federal enviar marihuana por el Servicio Postal de Estados Unidos”.

(Tomado de Nuevo Herald.com)