Samuel Mahlamäki, el futbolista finlandés que sueña con representar a Cuba (+ Fotos y Video)

Hay, en YouTube, una compilación de jugadas de Samuel Mahlamäki Camacho (Finlandia, 1996). Aparece, casi siempre, por la izquierda. Recorre la banda en pocos segundos. Va hacia el otro costado. Despeja balones. Se mueve hacia el centro. Busca al compañero mejor ubicado. Lanza alguna falta con la zurda. Pone centros casi perfectos que fallan los delanteros. Pone un centro que un delantero empuja con el pecho. Hay, en ocasiones, nieve a los lados de la cancha. Hay pinos. Hay, a veces, un techo en el estadio. En los estadios con techo, mucha gente mira el partido de pie. En los estadios con techo, la mayoría de las luces están en los laterales.

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Ángela, la madre de Samuel, nació en Camagüey. Trabajaba como recepcionista en un hotel en La Habana. Tenía un hijo de cuatro años. Mika, el padre, viajó a Cuba. En esa semana se hospedó en el hotel. Se conocieron. Regresó a Finlandia. Mantuvieron el contacto. Esto ocurre en los noventa. La comunicación con el extranjero es, casi, un privilegio extraño.

Ángela viaja a Finlandia con su hijo. Nace Samuel en la ciudad de Salo, al suroeste del país. Cuatro años más tarde se van a Sao Paulo. Ahí viven durante ocho años. En 2001, Samuel empieza en la academia infantil de un Palmeiras que ha terminado como subcampeón en la última Libertadores. El Palmeiras de finales del siglo XX e inicios del XXI es un equipo inolvidable: el arquero Marcos, Francisco Arce, Roque Junior, Alex, Cesar Sampaio, Paulo Assunção, Taddei, Asprilla. “En Brasil lo único que se hace cuando no estás en la escuela o en la casa es jugar al fútbol”, dice Samuel. En las inferiores del verdão permanecerá los siguientes siete años. Empezó como delantero.

Al regreso a Finlandia, lo primero que hace Mika es llamar al entrenador del equipo de la ciudad de Lahti, donde viven. El FC Kuusysi lo prueba durante una semana. Le va bien. No le es difícil adaptarse al frío. En invierno hay temperaturas de -35. Hay, para ello, campos bajo techo que se calientan. La temperatura llega entonces a los 10 grados.

Juega como mediocampista defensivo. Después pasará a ocupar la “punta izquierda”, que es “una posición arriba del lateral”. El FC Kuusysi se une con el Reipas. Se forma el FC Lahti y llegan allí los mejores jugadores de la zona. Samuel estará con ellos hasta que cumpla los diecinueve años. Después pasará el PS Kemi, luego al TP-47 y, por último, al FC KTP, su club actual. Durante ese trayecto le llegan ofertas de la United Soccer League, una de las competiciones del sistema de ligas de Estados Unidos. Decide no ir. La liga finlandesa es buena, explica, “es una excelente ventana para salir hacia otras de Europa”.

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A Cuba llegó por primera vez a los siete años. Regresaría en varias ocasiones. En algún momento pensó jugar por Finlandia. Se dio la posibilidad cuando estaba en edad juvenil. Estuvo en campos de entrenamiento a nivel nacional en esa categoría. No existía en Cuba aún el procedimiento relacionado con los “elegibles” y los “convocables”.

Samuel se entera de esto a través del colega Osmany Torres. Lo ayuda para que los directivos de la AFC conozcan su historia. En febrero de este año viene a La Habana por una semana. Durante ese tiempo entrena con el sub-20 nacional. Lo ve el técnico Raúl González Triana. Le gusta su fútbol. Vuelve a Finlandia. Sigue en contacto con el abogado de la Asociación, Rolando Reynaldo, y también con Osmany, y otros que lo han ayudado.

En un momento de nuestra conversación me dice que, a pesar de poder decidirse por la selección de Finlandia, sueña con representar a su país. Hay términos, como 'país', que son intransferibles. Hay términos que, si uno se vuelve perfeccionista, deberían designar, únicamente, cuestiones parecidas a lo patriótico.

En video, una compilación de jugadas de Samuel Mahlamäki