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Fidel y una institución generadora de humanismo en Camagüey

El politécnico ocupa una superficie de cuatro hectáreas y posee un conjunto arquitectónico de cinco edificios de cuatro plantas. Fotocopia: Alejandro Bonet Piñón.

Fidel llegaba a la tribuna presidencial instalada en los predios del instituto politécnico de la salud Doctor Octavio de la Concepción de la Pedraja, de Camagüey, aquel 4 de septiembre de 1978, sobre las seis de la tarde, para dejar inaugurada esta obra y con ella el curso escolar en el país. Constructores, estudiantes y profesores aclamaron al líder histórico de la Revolución.

Antes de iniciarse el acto recorrió, en compañía del entonces ministro de Salud Pública Doctor José A. Gutiérrez Muñiz y de otras personalidades, los laboratorios, la base material de estudio y demás instalaciones del que fuera el primer politécnico de su tipo en Cuba, diseño concebido por la arquitecta camagüeyana Caridad Amador Caballero y replicado posteriormente en el resto de las provincias cubanas.

A cuarenta años de aquel inolvidable momento, la entonces subdirectora del plantel María Cristina (Piquitina) Nápoles López, hoy jubilada, recuerda la llegada de Fidel al laboratorio clínico.

Ella recibió la misión de permanecer en el laboratorio multidisciplinario “porque esa área iba a ser visitada por el Comandante. Lo esperé en la puerta central, él saluda, me da un beso, entonces se coloca frente a la primera mesa de trabajo del laboratorio e inicia una conversación con la arquitecta que diseñó la inversión”.

La entrevistada relató que a Fidel le llamó la atención que los microscopios que estaban allí no eran los que debían utilizarse por los estudiantes y explicó, con ese conocimiento que siempre tuvo, que se trataba de un equipo de platina fija, de Pasteur, no el  que exigía la especialidad y cuya adquisición se había solicitado.

En otro momento del recorrido por el amplio salón, el Comandante en Jefe se percató de que no había hablado con ella, regresó hasta donde estaba Piquitina y le puso la mano en el hombro.

—¿Tú que estudiaste?— preguntó Fidel.

—Laboratorio clínico— me dio palmaditas en el hombro y continuó su camino. Eso fue algo maravilloso, me quedé impresionada de Fidel, temblé y lloré de emoción.

No sería la única vez que vio de cerca a Fidel. Lo hizo también cuando niña en el poblado de Minas, su pueblo natal, y durante la visita que realizara al Instituto Superior de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay (hoy Universidad de Ciencias Médicas) para compartir con los estudiantes y profesores.

“A decir verdad, esta instalación ha quedado, nos parece, muy bien. Hemos tenido la oportunidad de visitar los laboratorios, la base material de estudio, y es realmente excelente. El proyecto parece funcional, la terminación se ve bien hecha, y creo que podemos sentirnos satisfechos de empezar a contar con instituciones como esta. Y nos llena de alegría pensar que cada provincia tendrá la suya, y que algunas tendrán varias”,dijo Fidel en una de las partes de su discurso:

“El equipo que lleva una de estas escuelas, el equipamiento como base material de estudio, cuesta alrededor de 300 mil dólares, de modo que no piensen que es una cosa muy barata. Y hay que hacer gastos y hay que hacer esfuerzos.

“Por lo tanto, se requiere de ustedes un buen mantenimiento y el mayor cuidado con esos equipos. En algunos casos, como el de los microscopios, los que tiene son prestados, puesto que los que corresponden a la escuela todavía no han arribado al país. Pero en general se cuenta con un material de óptima calidad”.

Otras veces se inauguraban escuelas vocacionales, secundarias o deportivas, pero la intención fue de abrir el curso 1978-79 con un centro de este humanitario sector, contexto en el que se resaltara la importancia de la formación de los médicos y técnicos de la salud que hoy, además de atender a nuestro pueblo, tiende sus manos solidarias a otras naciones del mundo.

Para la Doctora en Ciencias Fidela Reyes, rectora de la Universidad de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay, la creación del politécnico: “significó la consolidación de la docencia para brindar, posteriormente, docencia a nivel superior y, por supuesto, dar seguimiento  de las investigaciones que han tenido como misión el bienestar en materia de salud de nuestro pueblo camagüeyano”.

El periódico Granma anunció que Fidel hablaría en la inauguración del politécnico de la salud de Camagüey. Fotocopia: Otilio Rivero Delgado.

Algunos datos de interés sobre la institución educativa

Fidel en uno de los laboratorios multidisciplinarios. A su lado, a la izquierda, el Ministro de Salud Pública; al frente Gilberto Jardines García, entonces director del politécnico y a su lado, María Cristina Nápoles López.