Florece en ramilletes casi escondidos una tradición que por mucho tiempo distinguió a este lugar. Foto: Oscar Figueredo/ Cubadebate.
Ya no sobre el río, sino sobre los pequeños espacios que dejan la roca o las farolas que iluminan las noches del Sena, vuelve a nacer la historia de los candados en París.
Nada ha impedido que el amor renazca con más fuerza que antes, y que ni leyes, ni los paneles semitransparentes de vidrio que ahora adornan los pasamanos de uno de los puentes más famosos del mundo, impidan la promesa de un amor eterno.
De diversos tamaños, y con nombres que tatúan para siempre sobre el hierro el cariño de miles de parejas, florece en ramilletes casi escondidos una tradición que por mucho tiempo distinguió a este lugar.
El “Puente de los candados” es un sitio común para las personas que habitan en este lugar, que transitan sin reparar en los mensajes de amor escritos. Sin embargo, para los turistas continúa como un espacio llamativo, en el que la mirada se detiene y donde se descifran pasiones lanzadas a la eternidad.
En 2015, las autoridades municipales de París retiraron los candados del Pont des Arts, tras el colapso de una reja de 200 kilogramos. Se consideró que el peso de aproximadamente 50 toneladas de los candados amenazaba la estructura, inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Cuenta la historia que todo inició en este siglo exactamente en el Puente Milvio. Los enamorados empezaron a colocar los candados en el farol del puente con sus nombres o alguna frase especial que los identificara. Después de eso, la moda llegó a París, específicamente al Puente de las Artes, y luego se propagó hacia todos los demás puentes en los cuales las parejas evidenciaban su amor.
Tal es el caso del Pont Neuf y de otras barandillas de la plaza Vert Galant de París, donde durante las últimas semanas han sido retiradas cuarenta toneladas de “candados del amor”.
El pasado año, 165 lotes de los conocidos como “candados del amor” retirados del Pont des Arts fueron subastados por precios que se situaron en una horquilla de entre varios cientos de euros y los 17.000.
Aun cuando el amor encuentre por estos días otras formas de manifestarse, vuelven los enamorados a encadenar ese sentimiento sobre un puente que es también símbolo de unión entre dos vidas.
Aun cuando el amor encuentre por estos días otras formas de manifestarse, vuelven los enamorados a encadenar ese sentimiento sobre un puente que es también símbolo de unión entre dos vidas.