Cubadebate

Casi, casi, se nos viene encima la primavera, señores, con un montón de animes promisorios. Pero antes no queríamos dejar pasar la oportunidad de mencionar aquí tres series que abrieron este año con el pie derecho.

Para que vayan tomando nota, se trata de un thriller absorbente, una de acción con visos de comedia y un drama que bien podríamos catalogar desde ya como una joya de la animación. Pero mejor sigamos el orden propuesto en el título.

El bueno: Kokkoku

Género          Thriller, Acción, Sobrenatural

Estudio          Geno Studio

Director          Yoshimitsu Ohashi

Temporada   1 (12 episodios)

Emisión         8 de enero, 2018 -

Yukawa Juri es solo una muchacha normal que convive con los problemas de su familia: su hermana mayor es una madre soltera; su padre y su hermano, dos desempleados; ella misma enfrenta dificultades para encontrar trabajo… Hasta que un día su sobrino y su hermano son secuestrados por una banda de malhechores y, en medio de la desesperación para intentar salvarlos, el abuelo de Juri decide activar el hechizo de una misteriosa piedra.

La hora eterna de las 6:59 p.m. está comenzando…

(Pausa)

¿Qué? ¿Acaso Geno Studio no les suena mucho? Pues ellos hicieron la película de Genocidal Organ y también están trabajando en el anime de Golden Kamuy. Sí, ellos están sacando cosas muy rápido y ahora, con Kokkoku, han arrancado el 2018 como una moto.

Remarco lo anterior porque esta serie, basada en un manga de Seita Horio, no solo aporta otra trama interesante a la ficción. Por si fuera poco, también vino a reformular la premisa de los viajes en el tiempo, al conducir a los personajes no ya al pasado, o al futuro, sino a una dimensión alterna —llamada Statis— en la que el imparable tic tac de los relojes se ha detenido y nada se mueve, salvo un pequeño grupo de personas.

En ese mundo inerte —donde el líquido presenta un estado gelatinoso— producto del congelamiento temporal, existen unas extrañas criaturas encargadas de velar por los petrificados y la tensión que se respira parece no tener solución.

¿La tendrá? ¿Conseguirá la familia Yukawa escapar del peligro con sus amigos y volver a la normalidad? Quién sabe. Pero cada momento de la serie es intenso y emocionante.

Por eso desde ya cruzo los dedos para que Kokkoku nos depare un desenlace bien distinto del que nos dejó Inuyashiki. Una historia tan buena no debería cerrarse, bajo ningún concepto, con un final vacío.

El malo: Overlord

Género          Acción, Aventuras, Fantasía

Estudio          Madhouse

Director          Naoyuki Itō

Temporada   2 (13 episodios)

Emisión         9 de enero, 2018 -

El malo —no porque forme parte de una serie mala, sino porque ejerce de antihéroe— es el protagonista de Overlord (Ainz Ooal Gown-sama); cuya secuela, después de un arranque lento y plagado de hombres-lagarto, retomó por fin los derroteros de su primera temporada.

Recordemos: a Momonga lo vimos despertar hace tres años en un mundo similar al de los juegos online en los que participa activamente, tras lo cual decide forjar su propia leyenda, con el objetivo de encontrar a otros personajes del mundo real, adoptando para ello el nombre de su antiguo gremio.

Comparada con la entrega anterior, es cierto que esta vez se echan de menos las correrías del aventurero Momón —identidad creada por Ainz para mezclarse con los pobladores del nuevo mundo— junto a Narberal Ganma, una de las Pleiades (sirvientas guerreras) bajo su mando.

Pero ahora al menos estamos viendo en detalle cómo se desenvuelven otros acólitos de la Gran Tumba de Nazarick, como el mayordomo Sebas o Cocytus.

Y por fortuna tampoco faltan los momentos de humor derivados de la simpática bipolaridad del protagonista —un humano común y corriente en el cuerpo de un no-muerto ultrapoderoso—, mientras un abanico de nuevos villanos y personajes de distinta laya se despliega en el reino de Re-Estize.

De ese modo, puede que Overlord no cuente con un planteamiento demasiado original en su trama. Pero si lo que se busca es desconectar un rato del mundo serio y sonreír sin preocupación, está claro que provee un entretenimiento más que suficiente.

La hermosa: Violet Evergarden

Género          Drama, Fantasía

Estudio          Kyoto Animation

Director          Taichi Ishidate

Temporada   1 (14 episodios)

Emisión         11 de enero, 2018 -

Este es el Servicio de Muñecas de Recuerdos Automáticos. Si lo requieren, puede escribir en cualquier lugar. Una carta, una esquela o lo que sea.

Sí. Este es el Servicio de Muñecas de Recuerdos Automáticos. Y es Violet Evergarden. Un anime que rezuma belleza por donde se mire.

Discúlpenme si a partir de aquí ven que repito mucho las palabras encantadora y hermosa. Pero es que, sin duda, estamos ante una de las mejores animaciones que yo recuerde.

El nivel de exquisitez, de preciosismo en el dibujo, los efectos y el color es tal que cada fotograma, cada fondo, parece un cuadro sacado del Louvre. Así de simple.

Aunque quizá elogiar solo la dirección artística sea quedarse corto, cuando la serie resulta interesante también por lo que cuenta, al mostrarnos a una joven que, tras experimentar los horrores de la guerra, busca recuperar su humanidad volcando los sentimientos de las personas en las cartas que escribe por encargo.

¿Cómo podría describírsela? Imaginen que El amor en los tiempos del cólera no lo hubiera escrito García Márquez, sino Jane Austen o una de las hermanas Brontë en pleno siglo XXI.

O bueno, en realidad, no. Para qué los voy a engañar. La trama es normalita y, en ocasiones, roza el folletín novelesco. Pero, aun así, sigue siendo hermosa.

Yui Ishikawa —la misma actriz que da voz a Mikasa en Shingeki no Kiojin— dotó al personaje central de algo mágico. Por alguna razón le creemos cada palabra, cada quiebre emocional, cada intento de optimismo. Y nada de lo que dice nos resulta cursi, mientras atravesamos la historia.

Personalmente, hay una escena del séptimo episodio en la que la protagonista se derrumba en un camarote vacío, que a mí me hizo sentir lo mismo que sintió el personaje del escritor en ese capítulo.

De repente —pensé—  ahí estaba una chica. Se veía tan triste que no podías evitar querer consolarla.

(Y de paso se me ocurrió también que sería bueno contratar a una Doll de esas para escribir estos articulitos).

Será que a lo mejor estoy sufriendo algún trastorno hormonal a los treinta o tal vez que —como dije al principio— pronto llegará la primavera, con un montón de animes que prometen. De esto último, sin embargo, hablaremos en un próximo trabajo.