Cubadebate

Yanni García del Risco em una de sus presentaciones con el Ballet de Camagüey. Foto: Jorge Luis Sanchez Rivera.

El ballet es una forma de expresión dentro las artes escénicas que se desarrolla en el tiempo. Resulta efímero en tanto culmina con los aplausos del público, tras el cierre de las cortinas. El bailarín es capaz de encontrar el control total de su cuerpo, lo cual debe aprender desde muy temprana edad. La disciplina, concentración, actitud y sobre todo dedicación, son las palabras claves para el éxito de cada danzante. Bien diríamos que es un don con el que se nace y del cual algunos desconocen hasta que la vida los lleva hacia ese camino. Hoy, muchos de ellos son los principales responsables de que lloremos de emoción ante la armonía de sus movimientos.

Así nos ocurre al ver danzar al primer bailarín de una de las compañías más prestigiosas de Cuba, el Ballet de Camagüey. Yanni García del Risco no solo es uno de los artistas más importantes de la cultura danzaria de nuestra nación, sino también una persona cuya humildad es totalmente proporcional con su talento. En una entrevista, luego de sus presentaciones en el Teatro Principal por el aniversario 50 del Ballet de Camagüey, percibimos la persona que realmente es detrás del escenario.

¿Cuándo decidió dedicarse a la danza?

"Realmente no decidí dedicarme a la danza. Mi mamá era instructora de la Casa de la Cultura, y yo bailaba allí baile popular. Luego ella me inscribió en Santa Cruz en ballet, hice las pruebas y las aprobé. Allí pude aprender de qué trataba, porque hasta el momento no tenía conocimiento exacto sobre lo que era en sí y lo asociaba a la gimnasia. Me inicié a los nueve años de edad".

He cumplido los 31 y llevo casi 23 años de carrera. Digo casi, contando los años desde que me inicié, porque desde el principio hice papeles principales en las obras, incluso sin haber llegado a ser primer bailarín".

Yanni García del Risco. Foto: Jorge Luis Sanchez Rivera.

¿Tiene Yanni como bailarín, una obra preferida?

"No soy un bailarín de obras preferidas. Disfruto La fille mal gardée, Giselle y Carmen por la interpretación. Soy muy dado a la dramaturgia, me gusta mucho el ballet de interpretación".

¿Quién es Yanni fuera del escenario?

"Es una pregunta curiosa, pero que me encanta responder. Resulta que el bailarín es una figura formada sin querer y a veces el público al verte subido en un escenario,te imagina de una forma, muchas veces hasta negativa. Me ha sucedido que han pensado que tenía un carácter pesado y cuando me han tratado en lo personal, han cambiado de opinión".

En la escena soy el personaje que estoy interpretando porque soy un bailarín que vive el presente. Fuera del escenario, una persona que en sus tiempos libres le gusta compartir con sus amigos, tomar café y no me gusta hablar de ballet, porque son tantos años dedicados a la danza tanto físico como mentalmente, que trato de disfrutar mis ratos libres en otras cosas".

¿Qué le falta por hacer?

"Me faltan muchas cosas. He transitado por la mayoría de los repertorios y aunque me gusta mucho lo clásico, también me gusta lo vinculado al folclore. Soy un bailarín que le gusta bailar de todo. En lo personal igual, eso sí, trato de ser mejor persona cada día".

Ballet de Camagüey. Foto: Jorge Luis Sanchez Rivera.