Norel González ha sido uno de los mejores bateadores de la Serie Nacional. Foto tomada de Vanguardia.
Al poder aislado (ISOlated power), Bill James bien podría haberle llamado promedio de extrabases si tiempo atrás no hubiese terminado la carrera de lengua inglesa. Eran momentos en que había dejado el ejército y escribía mientras hacía guardias por las noches en una fábrica de frijoles.
James se dio cuenta de que los box scores eran artefactos poco anecdóticos, referenciales en última instancia, y que las estadísticas tradicionales privilegiaban lo exacto o seco en detrimento de lo contextual. James, incluso, llegó a decir que la gente no entendía cómo se jugaba al béisbol. Alguna vez espetó que ese deporte se definía por las condiciones en que se jugaba y que los números, hasta hace unos años, solo aportaban simple evidencia objetiva.
Regresemos al poder aislado. Se calcula a partir de una resta fácil: slugging menos average.
James insistía en que el promedio ofensivo no privilegiaba algún tipo de conexión. Eso era un problema. Si había un hombre en la inicial, por ejemplo, y para que anotara se necesitaba a un bateador en el home que conectara un extrabase, con solo atender al average poco se podría predecir (se podía dar el caso que al cajón de bateo llegase un pelotero que bateara para más de 300, pero con tendencia a dar hits sencillos).
Según Fangraphs, un ISO promedio en la MLB oscila alrededor de 140; más de 200 es excelente. Según estadísticas de Baseball Reference, en esta temporada en las Grandes Ligas, hasta la mañana de ayer, había 66 bateadores con más de 200. Lo mismo había sucedido en 1999. Nunca se ha superado esa cifra en la Gran Carpa.
Los reyes del ISO en Cuba
De acuerdo con los números de Reynaldo Cruz, Kindelán lidera históricamente este apartado con 287, Omar Linares terminó con 275 y luego están Romelio Martínez (273) y Lázaro Junco (267).
¿Qué pasa este año?
Con menos de 40 turnos al bate, el ISO generalmente, dice poco, pero anuncia. En la actual campaña, con más de quince veces al bate, el artemiseño Yoan Moreno (476), el espirituano Duniesky Barroso (435) y Aníbal Medina, de Matanzas (409) ocupan las tres primeras posiciones. Les siguen el villaclareño Norel González (408), Richel López, de Cienfuegos (381), el santiaguero Adriel Labrada (375), otro artemiseño, Osmel Fraga (369), Carlos Benítez, de Granma (363), el tunero Danel Castro (362) y Lázaro Hernández, también de Artemisa (350).
Vayamos más allá de esos números y busquemos las estadísticas, con hombres en bases (compiladas antes de los juegos de ayer), de los cinco primeros:
Yoan Moreno: Acumula tres hits (dos jonrones) en ocho turnos. De 14 jugadores que ha encontrado en las almohadillas ha podido enviar a cuatro hacia el home (29%). ISO: 750.
Duniesky Barroso: de 10-6 con dos dobles y un jonrón. Dos impulsadas con 20 hombres en bases (10%). ISO: 500.
Aníbal Medina: de 7-4 con un doble y un triple. Ha empujado a cuatro de los 23 que ha encontrado en circulación (17%). ISO: 429.
Norel González: de 12-5, con un doble y dos cuadrangulares. Ha impulsado a nueve corredores de 32 que se encontraban en las bases (28%). ISO: 583.
Richel López: de 11-2 con un doble. Uno de 23 jugadores ha mandado hacia el home-plate (4%). ISO: 091.
¿Qué sacamos de estos números?
1.- El ISO, a la altura de seis partidos, y quizás durante el resto de la temporada, termine siendo para muchos una estadística menor. Por ahora, con tan pocos turnos quizás es desechable, pero como mínimo, hay elementos que podrían variar en las alineaciones: Yoan Moreno, por ejemplo, ha sido séptimo bate en todos los encuentros, una posición ofensiva donde, para su alto promedio de extrabases, puede que no encuentre a la mayor cantidad de corredores en circulación: 14 en seis choques (dos jugadores en bases por partidos como promedio).
2.- De todos los cuartos bates -presuntos hombres de poder- Lázaro Hernández (ART) es el único ubicado entre los primeros.
3.- El slugging no da la medida exacta del poder ofensivo (ubica a los sencillos dentro de su fórmula). Richel López, por ejemplo, no aparece entre los diez primeros en ese departamento y es el quinto con mejor promedio de extrabases en el torneo.
El sitio norteamericano Bleacher Report, ha sido siempre más afable: "queremos hits extra-base porque eso es lo que impulsa carreras y produce las estadísticas que nos son cercanas y queridas".