Cubadebate

Yaimé, por su parte, emuló su excelente estado de forma durante la campaña y envió el disco hasta unos alentadores 65.58m.

Cuatro cubanos llegaron este viernes al Estadio Olímpico de Londres para tomar acción en la antepenúltima fecha del XVI Campeonato Mundial de Atletismo y terminaron el día con la esperanza intacta de dos medallas en una misma prueba, una aceptable presencia en los 800 metros planos para damas y una lesión que no por anunciada deja un vacío para el atletismo antillano.

En una de las pruebas más esperadas para Cuba, tanto Yaimé Pérez como Denia Caballero avanzaron a la final del lanzamiento del disco, un evento que tendrá su definición en la jornada conclusiva de este domingo. Aunque ambas cumplieron con los 62.50m exigidos para obtener automáticamente el boleto y terminaron segunda y quinta, respectivamente, su actuación fue el reflejo del comportamiento de la temporada para ellas.

Una vez más, Caballero (63.79m) se mostró inestable y solo pudo sobrepasar el registro solicitado en su último intento, pues antes apenas terminó con un muy pobre 58.77m y un segundo envío nulo. Yaimé, por su parte, emuló su excelente estado de forma durante la campaña y envió el disco hasta unos alentadores 65.58m en su primera salida. No obstante, algo casi idéntico ocurrió en los olímpicos de Río de Janeiro y Denia terminó con un meritorio bronce y su compañera no pudo concretar envíos válidos en la final.

Más allá de comparaciones, lo realmente importante radica en que las dos más grandes esperanzas de medallas para la Isla cumplieron su primer objetivo y llegaron a la discusión del título, una instancia donde todas comienzan desde cero y la presión y los nervios le pasan factura a más de una. Allí, nuestras discóbolas son favoritas al podio, aunque para concretar esos pronósticos deben acercarse considerablemente a sus registros topes del año, o incluso más, porque vista la clasificación, la croata Sandra Perkovic llega dispuesta a no dejarse arrebatar el título.

Ahora, la doble campeona olímpica y líder del año encabezó a las 12 aseguradas a la final con un soberbio disparo de 69.67m, siete metros por encima de lo necesario para avanzar. De hecho, su lanzamiento es el quinto más largo visto en un Campeonato Mundial y el mejor logrado por una discóbola en estas citas desde Tokio 1991, cuando la búlgara Tsvetanka Khristova ganó el oro con 71.02m. Otras rivales de cuidado como Dani Stevens (65.56m) y Melina Robert-Michon (63.97m) igualmente cumplieron la norma y estarán también en la final.

Si nos atenemos a los resultados de los últimos años, subir a la cumbre del podio implicará lanzamientos por encima de los 69 metros, y para soñar con una presea será necesario al menos rozar los 66 metros. Aunque cada competencia tiene sus particularidades y muchos factores influyen en su desenvolvimiento, nuestras discóbolas tienen condiciones para llegar al círculo de lanzamientos con la mirada puesta en el título del orbe, aunque desde muy cerca Perkovic diga todo lo contrario.

Mientras tanto, Rose Mary Almanza terminó a las puertas de la carrera por las medallas y con 1:59.79 concluyó décima entre las 24 atletas que disputaron las semifinales de los 800 metros planos. En la primera de las tres series, la camagüeyana se vio superada por dos favoritas como Ajee Wilson y Melissa Bishop, pero también por la africana Noélie Yarigo.

Con esa marca —su segunda mejor de la temporada— la mediofondista de 25 años logra bajar por primera vez de los dos minutos en sus incursiones en Campeonatos Mundiales y Juegos Olímpicos. Sin embargo, quizás lo más importante radique en que la antillana dejó atrás los problemas tácticos de otras ocasiones, aun cuando un mejor trabajo de posicionamiento dentro del grupo le hubiera garantizado una óptima ubicación en la última curva.

Aun cuando la entrada entre las ocho finalistas era objetivamente posible, Almanza tuvo una actuación acorde a los pronósticos pre competencia y en concordancia con sus tiempos del año. Además, con su décimo puesto firmó la mejor ubicación de una ochocentista cubana desde que Zulia Calatayud terminara en esa posición en los Juegos Olímpicos de 2008.

Hacia la final de este domingo avanzaron sin contratiempos la sudafricana Caster Semenya, la kenyana Margaret Nyairera Wambui, la estadounidense Ajee Wilson y la atleta de Burundi Francine Niyonsaba, todas fuertes aspirantes a subir a lo más alto de un podio de premiaciones vacante desde la primera ronda, cuando la titular defensora Marina Arzamasova no logró superar la primera fase.

Por otra parte, el último de los cuatro cubanos presentes en la octava jornada fue el decatlonista Leonel Suárez, pero su actuación resultó efímera y abandonó la prueba en el primero de los diez eventos. El holguinero llegó a la capital británica resentido de una lesión en una de sus piernas y estuvo en duda prácticamente hasta el día antes de la competencia.

Ahora, apenas dio tres pasos antes de detener la carrera y terminar caminando los 100 metros. Así, Cuba perdió una oportunidad de luchar al menos por otro finalista, aunque a un hombre con la historia y los méritos de Leonel no se le debió arriesgar si realmente no estaba en condiciones de competir en plenitud de facultades. La prueba terminó el primer día encabezada por el francés Kevin Mayer con 4478 puntos, escoltado por los alemanes Kai Kazmirek (4421) y Rico Freimuth (4361).

Britney Reese: hazaña en el salto de longitud. Estados Unidos sorprende en los 3 mil con obstáculos para damas

La nueva holandesa voladora aprovechó su excelente técnica para tomar la curva y su potencia en el remate para conquistar una medalla para la cual salía como principal favorita.

En el salto de longitud, la estadounidense Britney Reese dejó en plata a la rusa Darya Klishina (7.00m) y en bronce a la campeona olímpica Tianna Bartoletta (6.97m). Sin embargo, la titular mundial protagonizó uno de los hechos más relevantes de este campeonato. A sus 30 años y en su sexto mundial, Reese aprovechó su brinco líder de 7.02m para convertirse en la única mujer de la historia en conquistar cuatro títulos en la especialidad. La hazaña, eslabonada en los últimos ocho años, solo la habían logrado antes el cubano Iván Pedroso con su título en 2001 y el norteamericano Dwight Phillips con su oro en 2011.

Además de sus cuatro oros mundiales al aire libre, Reese posee otros tres en certámenes bajo techo y un mejor salto de 7.31m que la coloca novena de todos los tiempos, igualada con otras dos atletas con idéntico registro. En Juegos Olímpicos, la estadounidense posee un cuarto lugar en Beijing 2008, el título en Londres 2012 y la medalla de plata en Río 2016.

Mientras tanto, en la final de los 3 mil metros con obstáculos para damas Estados Unidos dio una de las mayores sorpresas del mundial y sacó oro y plata en una prueba dominada en los últimos años por las atletas africanas. En una de las carreras más rápidas del año, la norteña Emma Coburn sorprendió al equipo de cuatro kenyanas, obtuvo el primer título para su país en esa especialidad, logró un récord para la competencia de 9:02.59, y de pasó ascendió hasta la sexta posición del ranking de todos los tiempos.

Sin embargo, la incredulidad resultó aun mayor cuando en la segunda posición entró la también norteamericana Courtney Frerichs, dejando atrás a grandes favoritas como la recordista mundial Ruth Jebeth, la líder del año Celliphine Chepteek Chespol o la campeona defensora Hyvin Kiyeng Jepkemoi.

Por el contrario, la sorpresa no existió en la final del lanzamiento del martillo para hombres, pues el polaco Pawel Fajdek cumplió pronósticos, se redimió de su fracaso en Río de Janeiro y con un lanzamiento de 79.81m conquistó uno de los títulos más seguros de todo el mundial. En un excelente último intento, el atleta ruso Valeriy Pronkin —que al igual que todos los de su país compiten bajo estandarte neutral— logró un envío de 78.16m y desplazó a la tercera posición a Wojciech Nowicki (78.03m), el otro polaco en esta final e igualmente favorito para subir al podio.

Finalmente, en los 200 metros planos para damas Dafne Schippers (22.05s) reeditó su título mundial de 2015 y con su mejor tiempo del año se impuso a la marfileña Marie Josée Ta Lou (22.08s y récord nacional incluido) y a la bahamesa Shaunae Miller-Uibo (22.15). La nueva holandesa voladora aprovechó su excelente técnica para tomar la curva y su potencia en el remate para conquistar una medalla para la cual salía como principal favorita.

Mientras tanto, en los 100 metros con vallas todo quedó listo para una final que incluirá a cuatro estadounidenses —incluyendo a la campeona defensora y recordista mundial Kendra Harrison (12.86s), así como a la subtitular olímpica Nia Ali (12.79s)—. No obstante el favoritismo de las norteñas, la australiana Sally Pearson (12.53s), sexta de la historia, registró el mejor tiempo en unas semifinales donde la gran sorpresa resultó la eliminación de la campeona defensora Danielle Williams.

Relevos cubanos a fuertes desafíos en la penúltima fecha

La Mayor de las Antillas no cuenta ahora con Reinier Mena, uno de los miembros imprescindibles de su 4x100, afectado por una conjuntivitis que le impidió realizar el viaje.

El show de los relevos será uno de los principales atractivos de la penúltima jornada de competencias en el Estadio Olímpico de Londres, en parte ante la incertidumbre de si el jamaicano Usain Bolt integrará la posta corta de su país para despedirse definitivamente del más alto nivel del atletismo mundial. En esa prueba Cuba presentará a Yaniel Carrero, Roberto Skyers, Harlyn Pérez y un cuarto hombre aun por definir, y su objetivo fundamental será mejorar los discretos 39.67s que los clasificaron en la última plaza entre los 16 conjuntos inscritos.

La Mayor de las Antillas no cuenta ahora con Reinier Mena, uno de los miembros imprescindibles de su 4x100, afectado por una conjuntivitis que le impidió realizar el viaje. Sin él, y con solo una competición oficial en el año, la posta corta cubana no debe tener opciones reales de avanzar más allá de su primera presentación, pero igualar o mejorar su lugar 13 de los pasados Juegos Olímpicos ya sería una ganancia.

Sin embargo, nuestros integrantes del 4x400 sí llegan a la capital británica con un objetivo mucho mayor. Finalista en el pasado Campeonato Mundial y bajo los cinco aros, el relevo largo cubano arriba a Londres con la meta de incluirse entre los ocho mejores equipos del torneo y consolidarse como la posta más exitosa de la Isla en la actual década.

El grupo integrado por William Collazo (46.61s), Osmaidel Pellicier (46.46s), Adrián Chacón (46.55s) y Yoandys Lescay (45.18s), con el vallista largo Leandro Zamora (46.63s) como sustituto, aparece en el octavo lugar entre los 16 inscritos, con un discreto tiempo de 3:03.84. Sin embargo, en estos casos los registros del año no dicen mucho, pues los relevos compiten mucho menos a lo largo de la temporada.

Vale más, por ejemplo, el hecho de que todos los integrantes del grupo muestran este año marcas muy parejas entre sí en los 400 metros planos, algo muy positivo a la hora de unirse en una carrera y buscar una estabilidad en cada uno de los tramos. Igualmente, la calidad de los cambios y el acople entre nuestro equipo son cualidades que deben mantener si aspiran a incluirse en la final. Para ello, casi seguro habrá que bajar de los tres minutos, una marca conseguida tanto en el mundial de Beijing como en los olímpicos de 2016.

En otras pruebas de un día con siete finales, el francés Kevin Mayer intentará mantener su dominio del primer día en el decatlón y la rusa María Lasitskene buscará confirmar su poderío en el salto de altura. Igualmente, el equipo norteamericano de los 100 metros con vallas tendrá otra oportunidad de revalidar el podio completo logrado hace un año en Río de Janeiro, aunque para ello deberán lidiar sobre todo con el empuje de la australiana Sally Pearson.

Mientras tanto, en la jabalina masculina se vivirá otro de los grandes duelos del mundial, con los alemanes Johannes Vetter y Thomas Röhler como los máximos protagonistas y en los 5 mil metros para los hombres la estrella local Mo Farah se las verá con un sólido equipo de Etiopía en su intento de llegar a su sexta medalla dorada y su tercer doblete en las agotadoras y difíciles pruebas de fondo.