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Del Poder Inteligente a la Guerra No Convencional (I)

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soft powerPor Jorge Autié González

Si Usted es una de esas personas interesadas en mantenerse bien informada de los eventos político-militares que tienen lugar en “nuestro mundo”, se habrá tropezado alguna vez con una amplia gama de denominaciones que, con más o menos acierto, manejan algunos medios de información para definir las distintas modalidades que adopta Estados Unidos para ejercer hoy su pretendida hegemonía mundial.

No es extraño ver, escuchar o leer noticias o comentarios que se refieran al “Poder Inteligente”, la “Huella Ligera”, “Los Golpes Suaves”, la “Guerra no Convencional”, la “Irregular” o la de “cuarta generación”.

El problema se agrava si su interés ronda en torno a la “Guerra no Convencional”, cuya falta de “convencionalidad” sirve de estímulo a la imaginación.

LAS SUTILEZAS HACEN LA DIFERENCIA

Muchos de estos conceptos están interrelacionados, forman parte de otros, son inherentes o subordinados, aluden a aspectos específicos de fenómenos de mayor o menor alcance, etc. También influyen en ello lenguas, culturas, enfoques el perfil profesional, e incluso la postura política, de quienes hacen uso de ellos. En muchos casos, las sutilezas hacen la diferencia.

Si Ud. no es un especialista en la materia, o no dispone de las herramientas necesarias para esclarecer estos vacíos, sus esfuerzos pudieran inducirlo a la confusión.

La historia comenzó hace más de dos décadas atrás, cuando el derrumbe socialista en Europa era un hecho y la Unión Soviética avanzaba hacia su desintegración hacían preguntarse a muchos sobre la forma que, a partir de ese momento, tomaría lo que algunos se atreven a llamar eufemísticamente “orden mundial”. Es decir, la situación que resulta de la interacción entre las potencias dominantes y entre estas y aquellos a quienes se pretende dominar.

El asunto adquiría especial importancia para Estados Unidos, que se presentaba a sí mismo como heredero indiscutible al trono mundial, ante el cual debía inclinarse el resto de la plebe de la “Aldea Global”, o disponerse a enfrentar el precio de su hidalguía. Respaldaban su mesiánica ambición el “poder inigualable” de sus ejércitos, capaces hacer sentir el “trueno de su ira” en cualquier lugar del planeta, por tierra o mar, en el aire, el espacio, e incluso, en esa nueva dimensión de la existencia humana en que ha devenido el ciberespacio.

Fue en medio de este debate que, en 1990, se publica en Estados Unidos un libro titulado “Destinado a liderar: la naturaleza cambiante del poderío estadounidense”, donde su autor, el politólogo Joseph Nye expuso el concepto de “Poder Blando”, entendido como la habilidad de “atraer a otros a nuestro lado, sin coerción”.

En su texto, Nye sostenía la tesis de que el poderío militar por sí solo sería insuficiente para conducir exitosamente la política exterior de Washington. Dicho autor avizoró que la política mundial estaba cambiando en una forma que hacía “imposible a la potencia mundial más poderosa desde los tiempos de Roma, lograr algunas de sus más importantes metas internacionales” sin la ayuda de otros o sin pagar por ello. Nye calificó este fenómeno como “la paradoja del poderío estadounidense”.

En su lugar, valoraba que el empleo de instrumentos culturales e ideológicos, de una diplomacia de nuevo tipo, de estrategias de información y “el poder del ejemplo”, entre otros, incrementaría la capacidad de Estados Unidos para alcanzar sus intereses por medio de la “atracción”, en lugar de hacerlo mediante el uso de las estrategias de presión tradicionales.

Sin embargo, hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001 Estados Unidos utilizó la fuerza –de forma limitada pero reiterada– en un sinnúmero de ocasiones, inclusive en roles combativos, como ocurrió en Iraq, Somalia, Haití, Liberia, Bosnia-Herzegovina, Sudán y Yugoslavia, por enunciar sólo los casos más representativos.

La naturaleza de las acciones emprendidas por la administración Bush primero en Afganistán y luego en Iraq, la violación flagrante de la legislación internacional y el grado de barbarie que resultó de la intervención norteamericana y sus aliados en esos países, resultaba incongruente con cualquier asomo de “suavidad” en la aplicación del poderío militar.

Basta señalar que en 2003 Estados Unidos intervino en Iraq sin aval de la ONU; con el pretexto de poner fin a un programa de armas de destrucción masiva que no existía; a hacer de ese país un crisol de prosperidad y democracia que la misma agresión militar extranjera dividió y ensangrentó como nunca; a pisotear una de las culturas más antiguas de la humanidad; a vejar y a torturar; a asesinar familias inocentes; y a robar y a beneficiar a empresas norteamericanas con supuestos proyectos de reconstrucción.

Tanto agravio no podía resultar en otra cosa que en estímulo a la resistencia de esos pueblos, y que arrastró a Washington a una carrera de fondo –sin fondo– en la que “estabilizar” esos países, que es el término irónico que emplean las fuerzas armadas para significar la pacificación, devino un sueño imposible.

Es en este contexto como en 2007, de manos del propio Nye, la idea del “Poder Suave” mutó a “Poder Inteligente”, una variación de la anterior, que reconoce la función que sigue jugando el poderío militar como instrumento para compeler a otros a acceder dócilmente a los considerados “reclamos” del imperio. Un reflejo nítido del significado de este concepto puede hallarse en la frase “diplomacia respaldada por la fuerza”.

En su expresión simple ello implica que en ausencia de una amenaza directa y probada a sus intereses vitales, el gobierno de Estados Unidos prioriza los instrumentos “suaves” de su poderío, –díganse diplomáticos, económicos y de información– sobre los instrumentos militares.

La fuerza se emplea de forma más limitada, y puntual, pero no necesariamente menos letal y frecuente, como demuestran los ataques con los llamados “drones” en Yemen o Pakistán. Ya sea en función de estimular a sus aliados y socios para garanticen su propia seguridad y la de Estados Unidos, como es el caso de la OTAN; o de apoyar a grupos rebeldes para combatir lugares donde no le resulta factible enviar tropas a invadir y ocupar, como ocurre en Siria.

HUELLAS DE CIEMPIÉS

OFENSIVA MILITAR DE LA OTAN EN AFGANISTÁNEl concepto de “Poder Inteligente” también se ha expresado en la forma que ha ido adoptando –y a corto y mediano plazo continuará adoptando– la presencia militar de Estados Unidos en distintas regiones del mundo.

A su vez, este camino nos traslada a otro concepto en boga entre los pasillos del Pentágono: la “Huella Ligera”, que se materializa a través del envío intermitente de fuerzas militares a regiones o países de interés para desarrollar actividades fundamentalmente no combativas, aunque lo contrario no queda excluido.

Caracterizan estas actividades la utilización de cantidades de personal, objetivos y plazos relativamente limitados, en comparación con las decenas de miles desplegados para la guerra en Afganistán o permanentemente en sus bases militares en Japón.

Un ejemplo de esta “Huella Ligera” es la operación “Promesa Continuada” que con carácter presuntamente humanitario han estado realizando los militares norteamericanos en América Latina y el Caribe en el último quinquenio. Como parte de esta última, un buque de gran porte de la Marina de guerra era enviado a visitar consecutivamente cerca de una decena de países a lo largo de varios meses, para ofrecer asistencia médica y de otro tipo a poblaciones locales.

No es casual que este programa surgiese cuando Washington se percató del reconocimiento que en la región habían alcanzado los programas de salud y educativos promovidos por el ALBA.

A pesar de las “bondades” de programas de este tipo, el Departamento de Defensa ha optado por limitarlos, favoreciendo por el contrario a las Fuerzas de Operaciones Especiales, el instrumento favorito para las llenar el mundo de “huellas ligeras”.

Si Ud. lo duda, basta mirar las cifras. Según el Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, además de los destacados en Afganistán, tiene unos 12 000 de sus efectivos desplegados diariamente en más de 70 países.
Dicho en otras palabras, cada año, la “ligerísima” huella de las Fuerzas Especiales norteamericanas queda esparcida en aproximadamente la mitad de los Estados miembros de la ONU.

Visto así, la huella que presume de “ligera”, ante tales cifras, se torna realmente “pesada”.

(Continuará)…

(Tomado de CubaDefensa)

Se han publicado 7 comentarios



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  • manolo dijo:

    Esto sera novedoso en otras regiones...con nosotros es mas de lo mismo,los yankees desde inmemorables tiempos ha tratado de socavar nuestra integridad a cualquier precio. Solo que a nadie engaña. Su estilo es tan antiguo, como las agresiones de toda indole a muestra Patria.Pero OJO, ya no habra mas zanahorias, ni garrotes, ni Enmiendas Platt. Sencillamente los vemos venir, tras supuestos diplomaticos enfrentamientos. No habra misones cumplidas de sus FOE(Fuerzas de Operaciones Especiales) esta es la Tumba de Rambo. No habra ..."huellas ligeras", ·son botas demasiado pesadas y odiadas para que pisen nuestro suelo.
    A la region...Alertas.Recuerden Haiti y el sismo, cuando literalmente tomaron el pais arguyendo una ayuda humanitaria. Para nada confiamos.No habra ni zunzuneos, ni Beatrices, ni lacayos, ni apostatas...AQUI TIENE QUE ENTRAR DE FRENTE.

    Patria o Muerte, Fidel.
    Patria o Muerte, Raul.

  • manolo dijo:

    ....perdon quise decir: ... supuestos diplomaticos acercamientos...

  • enrique dijo:

    Interesante, en realidad estos son los llamados defensores de los derechos humanos a punta de cañón en el mundo actual, él que no esté con ellos está en la lista de terroristas, violadores de los derechos humanos, traficantes de droga, traficante de personas, etc, y sí tienes petróleo u otras riquezas naturales y no coopera su gobierno con este gran señor que Estados Unidos de Norteamérica y sus amigos de la OTAN, que se preparen para ser atacados a través de todos los medios para ser desastabilizados, los ejemplos son Libia, Siria y lo que está ocurriendo ahora en Äfrica, que no paran los conflictos en países que tiene gran cantidad de riquezas naturales, nuestro José Martí lo escribió bien claro.

  • Cuco dijo:

    Un buen material. Se hace necesario en estos tiempos publicar no solo en cubadebate estos materiales, sino también en toda nuestra prensa, muchas personas en Cuba no saben todavía las verdaderas intensiones del gobierno de los EE.UU en esta guerra no convencional y mucho menos que se está desarrollando en nuestro país.

  • Yuya dijo:

    Manolo parece que hoy te toco hacer el comunicado de los años 70, estudia ortografia para que lo mejores.

    • Rafael dijo:

      Yuya, parece que te atrapo el virus de la guerra no convencional.

  • armando dijo:

    Saludos:

    Mis felicitaciones a quien escribe este articulo.

    Los enemigos de este mundo gastan cuantiosos recursos en crear "su imagen ", para confundir , sembrar la muerte y adoctrinar con la cultura neoliberal.

    USTED DESDE CUBADEBATE HACE LO CONTRARIO, !CONTINUE QUE VA MUY BIEN !

Se han publicado 7 comentarios



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