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Eusebio Leal: "Patria y Fe han sido mi divisa personal" (+ Video)

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Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran, ahora aquí, en 5ta. Ave, y calle 32, en el barrio de Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala. Hoy me acompaña, no un amigo, sino uno de mis mejores amigos, de los que forman parte del núcleo central, de ese grupo de cuatro o cinco amigosque son los que lo saben todo o casi todo, y que han estado conmigo en las buenas y en las malas: el doctor, Historiador de la Ciudad de La Habana, y una de las personas más queridas por nuestro país, mi hermano, Eusebio Leal. Buenas noches, Eusebio.

Es, debe ser así, yo debo preguntarle si nos tratamos de usted, o nos vamos de tú, con todo el respeto que merece su talento, investidura y personalidad.

Eusebio. Como te sea más cómodo, Amaury.

Amaury. Bueno, lo voy a ir alternando entonces. Eusebio, usted dijo en una entrevista en el libro Legado y memoria, que acaba de publicar, lo más reciente que ha publicado, dice: "Quizás todo lo que hacemos es un reflejo de los dolores, de las carestías, de las alegrías y las tristezas". ¿Qué cosas le alegran y qué cosas le entristecen todavía hoy? Y es una pregunta muy abarcadora y quiero que sea usted muy abarcador en su respuesta.

Eusebio. Creo que el tiempo se fue..., nos fuimos demasiado rápido en el tiempo, porque el tiempo está ahí y eso quizás es una cosa que ahora vuelve, a veces, con más fuerza al espíritu. Siempre he dicho que cada criatura construye el entorno a su manera. Los que me conocen saben que siempre reproduzco, más o menos, el mismo espacio donde trabajo, esto expresa un poco esa voluntad y ese deseo de buscar equilibrio en las cosas, a partir de esas que deseamos una vez y que después tuvimos.

Pero quizás lo más angustioso es el paso del tiempo por nosotros, por mí, en este caso. Querer volver con la misma fuerza, con el mismo brío a hacer lo que hicimos ayer, a veces, no es posible.

Amaury. Pero yo siempre que lo veo en público, cuando estamos juntos en público, veo la alegría que irradia su personalidad. Sin embargo, cuando nos vemos en privado, en un ambiente más familiar, me asalta, a veces, un Eusebio triste, ese Eusebio, que aunque usted diga que ha pasado el tiempo, no se nota. Lo entristece, evidentemente el paso del tiempo, pero ¿qué lo alegra?

Eusebio. Bueno, yo creo que es a la inversa. Quizás cuando nos encontramos privadamente, soy el que soy. Y cuando estoy en público, interpretando el papel de Eusebio Leal, el rol de Eusebio Leal, entonces la cosa es diferente, es necesariamente distinta.

Amaury. Ah, claro

Eusebio. Esa es una verdad, ese personaje pesa mucho.

Amaury. Muchas personas en Cuba, y me incluyo, lo consideran un héroe; pero hay dos tipos de héroes. Está el Ulises, que después de una larga y tortuosa travesía tiene un final feliz. Pero también está el Quijote, con esa especie de voluntad de ruina. ¿Con cuál de esos dos héroes usted se identifica?

Eusebio. Siempre Ulises, siempre Ulises. Aunque poner un poco de locura en la cordura es bueno, creo que eso fue un tiempo de la vida. Ahora la isla de Ítaca está más cerca, quizás eso es más que un consuelo. Ahora se ven los frutos del trabajo, quedan atrás, a veces silenciadas por la conveniencia, o no sé, veladas por las circunstancias del triunfo del trabajo, aquellos que quizás no nos quieren bien, aludiendo un poco al título de tu programa. En este caso, en mi caso, hace falta que nos quieran bien muchos y no sólo dos. Esa es la verdad. Entonces, para ese concepto de muchos trabajo yo siempre. Estoy pendiente de ellos y ellos para bien y para mal, están pendientes de mí.

Amaury. ¿Por qué usted cree que todo el mundo dice?... Cuando digo todo el mundo, digo mucha gente en Cuba, todos los cubanos, dicen... Hoy me preguntaba uno de los técnicos: "¿ya Eusebio tiene la calle Prado?" Y entonces yo le dije: "¿Por qué?" Y me dice: "No, porque en cuanto Eusebio tenga la calle Prado, la calle Prado se ilumina, la calle Prado se pone perfecta y los leones rugen".

Eusebio. Bueno, puedes decirle a nuestro amigo, que ya los bombillos están llegando en un barco.

Amaury. Ya están llegando los bombillos. (risas)

Eusebio. Eso es lo más importante. Y lo segundo, es que yo nunca, a esta altura..., soñar se puede soñar solo y es verdad. Pero construir y hacer, es el esfuerzo de muchos. Y yo creo que sí, que efectivamente, ellos se hacen sentir. Cuando toman un espacio y aplican la política de restaurar, la política de participación comunitaria, la política de sembrar una y otra vez, y otra vez, hasta que finalmente el árbol fue amado y respetado, eso le ha dado a la institución ese prestigio. En este caso debemos admitir, que Eusebio Leal, no soy yo, sino que es una forma de actuar, una manera de ser, un personaje público y una institución. Yo encarno el espíritu que en ese sentido, la nación siempre ha tenido y quiere. La nación no quiere la destrucción, ni el abandono, ni la ruina, ni la desidia, nada de eso lo quiere. Por eso hay que inventar, crear y responder a las incógnitas con cosas perdurables y duraderas, valga la redundancia por los dos términos parecidos.

Amaury. ¿Y por qué cree entonces que la gente singulariza en Eusebio el trabajo de un equipo tan grande, y que yo conozco a muchos de ellos?

Eusebio. ¡No, son miles!.

Amaury. Son miles, yo conozco a muchos. ¿Por qué lo singularizan?, ¿por qué todo el mundo dice Eusebio Leal va a hacer, esto lo hizo Eusebio Leal, aquello lo levantó Eusebio Leal?

Eusebio. Bueno, quizás viene un poco, Amaury, del andar, de esa memoria del tiempo tan importante de mi vida, que fue andar, y andar y andar. Lilia Carpentier me confesó, en los últimos meses de su vida, me dijo: "¿Quieres que te diga algo?" Y yo le pregunté: "Lilia, dime ¿qué dijo Alejo?" -porque yo tuve en realidad muy poca relación con Alejo Carpentier. Más con Lilia, lo cual no me resultó menos interesante, porque es de ese tipo de mujeres que viven en la sombra, pero son importantísimas en la historia. Entonces me dijo: "Bueno, un día tú pasaste por un lugar en que estábamos nosotros, ibas con una carretilla o algo parecido, de mano, llevando unas piedras". Entonces a Alejo le llamó la atención y le dijeron: "Ese es un muchacho que está reconstruyendo cerca de aquí el Palacio de los Capitanes Generales." Y Alejo le dijo: "Pues con esa carretilla llegará lejos." Eso me lo dijo Lilia.

Amaury. ¡Qué cosa!

Eusebio. Lo más tremendo es que no he llegado todavía. Eso responde un poco a tu primera pregunta.

Amaury. Claro. A veces esas personas que andan con una carretilla de piedras andando, andando y andando y siguen con la carretilla, son tildados de locos. ¿Cuántas veces lo han tildado de loco?

Eusebio. Bueno, yo creo que es un atributo que suele acompañar, a veces, a las buenas intenciones que luchan, como se dice en Cuba, contra viento y marea. A veces ese viento y marea son incomprensiones, dificultades materiales, a veces son anticipaciones, cosas que hacemos a destiempo y que sólo después podrían hacerse. Ese fue el caso. Pero las bases, los cimientos se sentaron en el tiempo en que la locura parecía ser el adorno de "mi férvida cabeza", como diría Martí. Y a  mí me fascinó ese período de la vida, en que no tenía tiempo, trabajaba sin tiempo, en que no me asustaba tanto el tiempo y que no tenía que decir -como a veces hoy-: quisiera otra vida para ver lo que se quedó por hacer. Y para quizás, al final de esa, pedir otra.

Amaury. El otro día, este año, no recuerdo si fue a principios del verano, estuve en la Basílica (Basílica de San Francisco de Asís). Llegué muy temprano y me fui allí a los jardines que están detrás de la Basílica, al lado de la Basílica, más bien, y revisé ese pequeño cementerio que tiene la Oficina del Historiador de la Ciudad, porque no es el cementerio de Eusebio, está claro. Y ahí veo nombres entrañables. ¿Cómo puede aspirar uno a estar allí? En aquel jardín hermoso, escuchando desde lo profundo de la tierra la música celestial que emana de la Basílica.

Eusebio. Lo primero fue la petición de una persona entrañable para mí que quería quedarse allí, en La Habana Vieja, como otros deciden que lancen sus cenizas al mar o al viento, conozco los casos, y entonces en el Jardín fue depositado. Y después surgió la petición de María Benítez, de traer a Emilito Roig, mi predecesor y colocarlo en aquel lugar, en el cual había florecido un precioso jardín. Y efectivamente, ese precioso jardín, levantado sobre escombros y sobre un parqueo de automóviles, se constituyó en una especie de símbolo de una entrañable relación entre la ciudad y los que han contribuido a hacerla. Y así surgieron otras personalidades que dijeron: al Jardín. Y a mí me complace mucho asomarme a ese Jardín y encontrar a los amigos con los cuales tengo un diálogo permanente -con su obra, con su afecto, con su cariño-, pero que sirvieron y fueron muy útiles a la causa de la restauración de La Habana Vieja.

Amaury. Yo sé que queda un espacio, yo tengo un espacio separado ahí y marcado. Así que...

Eusebio. ¿Sí?

Amaury. Sí, ese es el mío.

Eusebio. No le pongamos límite al tiempo, querido.

Amaury. (risas) Tengo un espacio marcado y tengo mis amigas que trabajan en la Basílica que me lo cuidan.

Eusebio. Ten cuidado no sea que hayas tomado el mío.

Amaury. No, no. (risas)

Eusebio. Ellas saben dónde está. Ellas saben dónde está.

Amaury. Eusebio. Lo difícil de esta entrevista con usted. ¡Qué trabajo me cuesta tratarte de usted todo el tiempo!

Eusebio. Trátame de tú, tranquilízate.

Amaury. Estoy sufriendo.

Eusebio. Tranquilízate, si no, no saldrá bien.

Amaury. No, sí sale bien, contigo todo sale bien. Lo complicado es que te han hecho muchas entrevistas. Y desde aquella que hicimos para aquel proyecto de programa -porque en realidad ni programa llegó a ser, fueron 8 nada más que se llamaba Muy personal, hace 14 años, en el 96-, te han hecho cientos de entrevistas en televisión y documentales, y siempre hablamos de Silvia, de Doña Silvia, tu amantísima madre. Pero en este libro, en Legado y memoria, es que yo encuentro, por primera vez, una referencia a tu padre. Y en la casa, me hiciste una historia de cómo llegó a ti la única foto que tienes de tu papá. Entonces yo quisiera que hablaras de tu padre y de tu madre.

Eusebio. Bueno, mi padre se llamó como yo, Eusebio Leal. Mi padre y yo tuvimos una relación distante, pero yo pienso que fue una experiencia muy importante para mí, una experiencia de mi vida conservar los momentos, que los puedo contar, en que nos vimos y nos tratamos. Y creo que a partir de un determinado momento de mi vida, yo necesité reconciliarme con el recuerdo de la memoria de él. Y por eso la historia del retrato que tú supiste, porque yo no conservaba ningún retrato y le pedí a una persona amiga, que se acercó a mí para un tema familiar muy delicado, que buscase bajo la tierra un retrato. Un día volvió a la puerta de mi casa y me trajo el retrato de mi padre con mi madrina América que, por cierto, me quiso mucho. Entonces toda mi vida ha estado centrada en Silvia, mi madre, que como sabes ha cumplido 99 años, felizmente, quiere decir, se aproxima en febrero a un siglo de vida. Y que fue a partir de un determinado instante de ella, padre y madre al mismo tiempo.

Amaury. Te agradezco muchísimo que hayas hablado de tu papá, porque durante todos estos años de amistad, que ya suman décadas entre nosotros, era es un tema que normalmente rehuías de cualquier conversación, cosa que a lo mejor hoy has superado o has logrado no juzgar tan duramente.

Eusebio. Mira, hay cosas en nuestro estilo de vida donde no cabe el llevar a los medios y a la opinión pública cosas personales que están ahí durante mucho tiempo...

Amaury. ...Sí, lo que pasa es yo me permití hacerte esta pregunta, porque lo que suele sucederle a los personajes públicos que intentan mantener su vida en los bordes de la discreción es que un día no están y entonces se inventa una fábula alrededor de ese personaje público que se calló, entonces yo a veces prefiero...

Eusebio. ...No, no, yo estoy de acuerdo en eso, si tú me preguntas y me precisas, la respuesta sería esta, sin ira: mi padre fue un fugitivo de la Revolución; yo fui y soy hijo de ella.

Amaury. Una de las cosas que nos unió a ti y a mí, que nos acercó en la amistad, en la sólida amistad, y yo blasono de eso, vivo orgulloso de nuestra amistad, fue el hecho de que ambos tenemos una formación católica. La tuya mucho más ortodoxa, mucho más rigurosa. La mía más salvaje y primitiva. ¿Todavía tú eres un hombre que ejerce el catolicismo como principio rector de tu conducta?

Eusebio. Oye, la estructura cultural mía se formó en la disciplina de la Iglesia. Y como diría San Pablo, nunca me avergoncé, ni me avergonzaré del Evangelio, porque sería avergonzarme de la buena nueva, que quizás encontré en la victoria de la Revolución, como una respuesta a mis intensas y sufridas inquietudes sociales. Esto es lo primero.

Lo segundo, fue también muy difícil compatibilizar religiosidad y Revolución; fue muy difícil. Eso pasó por incomprensiones, eso pasó por malos momentos, pero para mí nunca existió esa incompatibilidad. Tuve una profunda convicción... y cuando leí una vez una carta que Fidel le envía al padre de Renato Guitart, hablándole del destino de su hijo, de la muerte de Renato en el Moncada -una carta muy conmovedora, por cierto, muy intensa-, sentí que lo que estaba escrito allí era una protección, era una palabra de respuesta a mis propias inquietudes. Y pude responder una vez como Jesús a la mujer pecadora: "¿Dónde están ahora los que te persiguen?" Simple y sencillamente todo eso pasó. Y desde mis convicciones, ingresé en el seno del Partido Comunista de Cuba, creyendo en el programa del Partido, en la voluntad y en el espíritu de lo que ahí estaba contenido.

Más que marxista fui fidelista, y lo he sido, que era algo más. Porque su pensamiento fue más abarcador y más amplio, y por naturaleza más revolucionario y hasta a veces más iconoclasta, que los cánones del dogma o de la doctrina. Y en ese sentido me siento muy feliz de haber podido, no solamente alcanzar el reconocimiento y la amistad de él, que fue y es para mí un privilegio, sino también la de Raúl y la de casi todos los hombres y mujeres de la Revolución, de los padres fundadores de la Revolución.

No puedo explicar mi propia vida. Yo tenía 16 años cuando triunfó la Revolución y ahora estoy apuntando ya al siete y al cero. Si eso es así, entonces, no es la hora -como diría nuestro querido y común amigo Silvio Rodríguez-, de claudicaciones, ni tampoco de arrepentimiento ni de vergüenzas.

Yo soy lo que he sido, con mis luces y mis sombras, con mis errores y con mis aciertos. De todos ellos he aprendido. Y lo único que lamento es que me ha quedado poco espacio para mí mismo. Me ha pesado mucho el personaje que creé.

Amaury. Bueno, o que creamos nosotros también. Todos contribuimos a crear ese personaje.

Eusebio. Fíjate que me puse la misma ropa con la que me entrevistaste hace 14 años.

Amaury. Si, pero, en aquel momento usabas una bella corbata negra con una perla...

Eusebio. Sí, pero no la tengo hoy.

Amaury. Ya no la veo.

Eusebio. Precisamente no me la puse para quitarle un poco de formalidad al hábito con que suelo presentarme en los momentos en que la obligación me obliga a llevarla. Tú sabes que por ti no he venido con mi traje gris de todos los días, por ti lo he dejado... Petí me ha ayudado a quitarme esa pesada armadura llena de recosidos y abolladuras, porque ha sido el traje con el cual he peleado en todos los ámbitos de la vida cultural y política cubana. Esta es mi obligación y es mi deber para ti y para el público.

Amaury. Yo te lo agradezco, pero hubieras podido venir en calzoncillos.

Eusebio. No, no qué va, no vamos a llegar a los extremos.

Amaury. (risas) Tú eres un príncipe y como tal te vas a comportar siempre. ¿Qué cosa era la Juventud Acción Católica, a la que tú perteneciste?

Eusebio. Fue una de las cuatro organizaciones o de las ramas de la acción social y laical de la Iglesia. La Juventud Obrera, la Juventud Estudiantil y la Juventud Parroquial, que era la Juventud Acción Católica. En ella nos formamos, en aquellos principios del apostolado en una época en que no eran muchos los hombres en las iglesias; los hombres se ponían al final en ellas y nosotros tratábamos de transformar eso anticipadamente, ser partícipes del culto, cuando el culto era en latín, por ejemplo, y tratábamos de explicar, tratábamos de simplificar, tratábamos de ser modernos.

Allí conocí a los primeros conspiradores contra el orden establecido. Yo pienso que la personalidad más atractiva para mí fue, en una de aquellas incursiones por Centro Habana, cuando me encomendaron llevar un mensaje al antiguo mercado, que se demolió al triunfo de la Revolución. Allí entré por aquello que... no puedo explicarte lo que era el mundo del mercado. Es algo, es un recuerdo imborrable, era un gran orden establecido, pero había que entrar por laberintos de venta de gallinas, de frutas, de animales, de lechones, de pequeños restaurantes y al fondo, metido en medio de todo aquello, una imprenta y en la imprenta, un hombre, un hombre que leía Los miserables de Víctor Hugo, con pasión y que estaba allí en camiseta, con su delantal y que era el impresor de aquella casa. Se llamaba Sergio González.Y como era cristiano como nosotros, le llamaron "El Curita".

Amaury. "El Curita", claro. Yo pensaba entonces, escuchando toda esta historia ¿por qué no sacerdote? ¿Por qué no fuiste sacerdote?

Eusebio. La respuesta podría ser la siguiente. Yo he amado extraordinariamente a la mujer. Y el sacerdocio y el celibato, tema que no voy a analizar ni a discutir aquí...

Amaury. Está claro.

Eusebio. ...me privaba desde entonces de la lealtad a ese principio de la tradición cristiana sacerdotal. Pero siempre estuve cerca y estoy cerca. Nunca me aparté: Patria y Fe han sido una divisa personal.

Amaury. ¿Y andas todavía con una carretilla de flores, seguramente? (sonrisa)

Eusebio. No, no, no vamos a... Yo creo que hay un momento oportuno en que la nave se detiene en un puerto, en un camino. Yo, como sabes, tengo una persona que me quiere muchísimo, que convive conmigo y que me soporta, y a quien yo le llamo afectuosamente "la viuda", que es Anita.

Amaury. (risas) ¡La viuda!

Eusebio. Las piruetas debieron pasar. A pesar de aquella afirmación categórica de Martí, que decía:

Yo quiero, ¡oh fin de mis males!
Con labios nunca iguales
Un beso siempre nuevo...

Amaury. ¿Y cómo tú eras de estudiante? ¿Tú eras un buen estudiante? De niño digo...

Eusebio. Bueno, las cosas que me gustaron, Amaury, las cosas que me gustaron. Me encantaban las clases orales, me encantaba la Geografía y la Historia. Me fascinaban las Ciencias Naturales, todo eso para mí era una cosa fascinante y fui bueno en eso y en ciertas cuestiones... en unas clases muy bonitas que se llamaban "Moral y Cívica", y me encantaban en principio, clases aquellas para escribir sobre el papel pautado y con la tinta china y la pluma de punto; escribir las formas de las letras y aprender a tener una letra hermosa, y a escribir las capitulares.

Nos enseñaban muchas cosas en la escuela, en la escuela primaria, en la escuela de todos. Y desde luego que me fascinaba la conversación, hacer una exposición en clase era para mí un verdadero deleite. Mi mamá dice que me encaramaba en un cajón de manzanas o de peras, y que hacía un discurso para un público imaginario.

Amaury. Ahora, con la rapidez con la que tú llevas el trabajo y la vida no te puedes permitir el lujo de sentarte cómodamente a escribir. Tú tienes que dictar constantemente. ¿Cómo es un día de trabajo tuyo normal?

Eusebio. Mira, a primera hora de la mañana, yo llego a las ocho, ocho y cuarto, al trabajo. Estoy contestando esa multitud de mensajes de correos que llegan de Cuba y de otras partes... Tengo muy poco tiempo. Entonces hay una amanuense a quien le dicto inmediatamente la respuesta diaria de los correos. Después me ocupo de dar respuesta de los temas del Estado, de los temas que genera la Oficina del Historiador. Si yo no hago eso, antes de las once de la mañana, estoy perdido, porque se acaba mi día. Debo atender las obras de construcción, de la restauración, imponiéndome visitar cada semana y chequear un equis número de obras. Debo hacer gestiones para ellas, como se dice en Cuba, a todos los niveles. Después debo ocuparme de los temas del Patrimonio Cultural -que es mi vocación-; los museos, las colecciones, y tengo que atender las visitas.

Después trato de escapar de la oficina e irme a la calle a recoger y a mirar, para dar también oportunidad a que las personas se acerquen y me digan, me alerten, me comenten, me cuenten. Visitar, explicar, recorrer y eso consume toda la semana.

Como tú sabes yo no llevo agenda, no apunto, todo está en mi memoria, nunca puse una mano, ni creo que la pondré, en una computadora, nada de eso. Un teléfono celular para mí es un artefacto casi inútil, porque nada más que conozco dos o tres teclas. Sí, la tecla de llamar y la tecla de recibir, la de apagar y encender. Fui de esos niños que debían aprender las cosas en la memoria, y como tal, vivo.

Amaury. Claro.

Eusebio. Otros lo hacen para mí.

Amaury. Sí, ¡qué bueno!

Eusebio. A primera hora me entregan los correos, las noticias del mundo. Qué declararon mis amigos; qué se comenta del país. Todo eso hay que saberlo. Es lo que llamaba en una frase, recuerdo ahora a Lezama en su Centenario, que le preguntaba a uno: "¿En qué está usted?" Y decía: "Yo, en el tíviri távara". Ya los cubanos de hoy no saben qué cosa es el tíviri y távara. Pero también hay otra que decía: "Está en el inside", quiere decir, "está en la cosa". Y yo pienso que hay que estar, uno no puede presumir de ingenuo en los tiempos en que toda habilidad es poca.

Amaury. Pero también hay una parte del tiempo de Eusebio, donde tiene que defenderse de las pequeñas miserias, de las pequeñas escaramuzas personales, aquellas pequeñas trampas que intentan tenderle, ese tipo de personaje mediocre, que ronda definitivamente nuestros ministerios, que ronda nuestras instituciones. Y eso me va a llevar ´esto último lo dije yo, eso no lo dijiste tú-, eso me lleva a un consejo que tú me diste hace muchos años, donde tú me decías: "Aunque venga contra ti acechándote un ejército de hormigas, saca tú los cañones".

Eusebio. Mira, la mejor defensa es la vida propia y es la vida misma. Los chinos tenían un proverbio, decían los antiguos, se lo atribuyen al sabio Confucio: "Si los perros ladran, es señal de que cabalgas". Entonces, cabalgar, no perder tiempo en eso. Decir cada cosa en el lugar oportuno, no lanzar las margaritas en el lugar donde están los cerdos comiendo, porque ellos no tienen capacidad para apreciarlas y las destrozarían.

Tratar de respetar mucho a los demás, y sobre todo, no caer en provocaciones, no aceptar que nadie venga nunca a decirte: "Oye, están comentando de ti tal cosa". Porque esas trampas ya me las conozco. La respuesta a una amiga que vino una vez a decirme eso fue: "¿Y tú que hiciste?" Porque si tú eres tan amiga mía como para decirme esto, me imagino que allí diste una batalla. Me dijo: "No, no, yo no lo hice, porque figúrate, a mí me daba pena." Le dije: "Entonces, no me envenenes con eso; yo prefiero como Mr. Magoo, andar a ciegas." Y que hay una mano misteriosa que me toma por el pelo o por la camisa y me saca adelante cuando el precipicio se abre delante de mí.

Amaury. Claro, pero entonces me estás afirmando que detrás de ese hermoso y bien hilvanado discurso, también está el Eusebio, como se dice en el ambiente popular, que no se agacha jamás.

Eusebio. Yo soy un soldado y como tal he aprendido la lección y tengo varias líneas de defensa. Una primera, una segunda, una tercera. Siempre me he preparado para todo, porque siempre toda obra tiene que ser defendida. Siempre me preparé. Sería pobre una nación, una familia o una persona, que no se prepara para una carestía, para un debate, para un asalto, para cualquier cosa extraordinaria, en cualquier tiempo y en nuestro tiempo.

Napoleón decía que era muy importante evitar las concentraciones, evitar que se unan y que se cree una coalición, para eso hay que actuar siempre diplomáticamente, tratar de evitar toda confrontación. Sobre todo cuando tú tienes responsabilidades institucionales, no puedes ser conducido nunca a batallas tontas, a  personalismos, etc. Pero en caso de que sea inevitable, ¡atacar primero!

Amaury. ¡Ahí está! Ahora quiero irme a tu voluntad de rescatar  -ya se ha hablado mucho de tu voluntad de rescatar objetos, cosas olvidadas, recuerdos-, a tu voluntad de rescatar afectos y de rescatar amigos, porque hasta a mí me rescataste en un momento determinado

Eusebio. No, no, no.

Amaury. Sí, sí, cómo no, pero bueno, es de las cosas privadas y mejor lo dejamos ahí. Pero, ¿qué concepto tú tienes de la amistad? ¿Tú eres una persona de muchos amigos, de pocos amigos, de amigos selectos? Porque no hemos hablado demasiado de eso, nunca.

Eusebio. Yo tengo amigos, amigos que quiero muchísimo, tú lo sabes. El gran riesgo de mencionarlos, es que una omisión ofenda a alguno, pero tengo amigos -no son muchos, porque conocidos son infinitos y la amistad tiene distintos grados-, amigos de cuitas, amigos de poder ir a su casa y sentarme, cosa que tú sabes hago muy poco; ya son menos. Y amigos que sin proponérmelo yo, ni siquiera ellos, nos vemos muy poco, coincidimos poco, pero estamos ahí.

Yo no vacilaría en tocar una de esas puertas y estoy seguro que uno de ellos la abriría de par en par. Cuando he estado enfermo, cuando he estado como consecuencia de ello apartado de esa vida, de ese torbellino de vida, que es mi propia vida, esos amigos han venido a ofrecerme su ayuda, su solidaridad, su afecto, su desinterés... todo, todo. Su dinero, si fuese necesario; su sangre si fuese necesario. Entonces los quiero mucho a todos y valoro altamente la amistad. No el amiguismo, no practico el amiguismo; no doy nada a cambio de algo, nunca he hecho eso.

Sí sé que a la vuelta del camino, a la vuelta del camino, lo que siembras, se recoge. También no se puede ir por la vida prodigando favores, sobre todo cuando los favores no se hacen del bolsillo propio, sino se hacen con el poder y la capacidad de una institución, de una entidad, porque entones extravías el valor de la amistad. Lo que hagamos desde la vida oficial, es en nombre de la nación. Y la actuación pública es siempre una responsabilidad en nombre de la nación para los que públicas responsabilidades tienen.

Lo que pasa es que hay ciertas cosas que se han vulgarizado. Por ejemplo, se ha vulgarizado darle la mano a todo el mundo; es algo terrible. Dar la mano tiene que ser un acto de amistad, de concordia, con el corazón; lo demás debe ser saludar con una inclinación.

Porque dar la mano es un acto de amistad, es un acto de fraternidad y de hermandad. Igual que un beso. Aquí han proliferado los besos. A mí esa besuconería no me gusta para nada. Yo beso al que quiero, al que me extiende la mejilla, le beso, pero no los estoy prodigando ni tampoco me gusta ese besuqueo. Porque me recuerda además el de Judas; eso no puede ser, todo tiene que tener una escala de valores. Tiene que responder a sentimientos reales y lo demás es cortesía, buenos hábitos, educación, que es tan importante. Es lo que creo.

Amaury. Eusebio, en el último congreso de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), hiciste una intervención  cuando se estaban eligiendo a las personas que iban a ser  miembros del Consejo Nacional de la UNEAC. Yo estaba, y ante la opinión de un compañero -también valiosa porque al final cada uno en esas cosas tiene la libertad de opinar y dar su punto de vista-, tú hablaste con una claridad, para muchos insoportable y para otros bienhechora, del asunto del artista, de la persona que emigra. Quisiera que tú, hoy, en el programa y ya casi a punto de terminar la entrevista, me dieras una opinión sobre esos cubanos, que deciden en un momento determinado vivir en otras partes del mundo. ¿Cuánto respeto se puede sentir por ellos?, ¿cuánta consideración se puede sentir por ellos?, ¿y por qué uno muchas veces también los rechaza y a otros los aplaude, quiere y venera?

Eusebio. Mira, yo estoy en Cuba porque creo profundamente en la libertad. Y tanto he creído en ella, que siempre digo que la ejercito y me lo creo, y quiero eso mismo para todos los demás. Creo que lo más conveniente es pensar que somos una isla y que los isleños siempre viven pendientes del horizonte, queriendo trascenderlo. No es nada nuevo, así ocurrió desde el poblamiento inicial de la isla y fue una isla que se formó de la migración de otros pueblos y naciones, del abrazo que se dieron, a veces sangriento en el suelo de Cuba, los opresores y los oprimidos; conquistadores y conquistados. Y creo que la nación cubana es el fruto de esos encuentros y desencuentros, de ese ir y venir.

Martí vivió más tiempo fuera de Cuba que dentro de ella. Lejos de ella murió Heredia, por ejemplo. Otros como Céspedes y Agramonte iniciaron largos viajes para conocer el mundo. Y podría citarte muchos más.

Cada época tiene su signo y sus circunstancias. Yo no creo que por sí misma la migración tenga que ser considerada, y más hoy, un evento estrictamente político. Es un tema económico, es un tema familiar, o es un tema opcional. Yo creo que eso hay que respetarlo profundamente y creo firmemente que todo lo que limite, todo lo que dificulte ese libre ir y volver, es algo que debe extinguirse.

Los que han hecho armas contra Cuba, los que han derramado sangre cubana, los que han planeado hacerlo, deben ser los que no pueden volver. Los que han ido y han fundado y han creado y tienen en su Patria un punto de referencia, tienen una tumba a la que acudir, un pueblo al que volver, una madre a la cual besar, un niño que recuperar; todo eso, es para mí lo normal y lo natural.

Y creo que eso lejos de disminuir a la Patria, a la Nación, la amplía. Hay un bautismo de fe de cubanía que es muy importante, que es muy importante. Y yo creo que eso merece el mayor respeto. Y eso fue lo que plantee aquel día en la UNEAC, en medio de un debate, en que los temas culturales -como siempre-, están ligados a temas éticos, a temas de la política. La política es ética y no se puede hacer política sin la cultura o prescindiendo de ella.

Cuando la política prescinde de la cultura, es un artificio, se convierte en burocracia; se convierte, no sé, en cualquier cosa menos en eso. Entonces en medio de aquel debate, pues fue necesario dar una opinión y había que darla un poco en carne propia y decirla. Cada cual que lo haga.

Yo siento muchísimo orgullo de mis propios hijos que no están aquí y lo siento de mi madre y lo siento de mis abuelos, que fueron libertadores y lucharon por la independencia de Cuba y soñaron con esa Cuba, que creo que nosotros hemos querido construir y que es una construcción inacabada. Porque hay todavía derechos de la Nación que no han sido conquistados. Hay todavía derechos de los cubanos por los cuales tenemos que seguir luchando.

Dentro de ese concepto que se abre paso de la unidad en la diversidad, del respeto a la singularidad, del respeto al principio de que no puede haber unanimidad en todo, en este sentido, volviendo a tu pregunta, los que desean libremente ir y volver, que vayan y vuelvan. Siempre habrá los que decidan seguir haciendo la prueba, seguir haciendo la prueba de edificar, de construir. Y si es posible, que los que van y no olvidan, nos extiendan la mano. Me parece maravilloso.

Amaury. Bueno, yo te agradezco que hayas utilizado una parte de tu tiempo para venir a conversar con tu hermano Amaury. Te doy las gracias en nombre también de esos padres, a los que pertenezco, que tienen a sus hijos viviendo fuera. Normalmente digo te quiero en este programa; yo debo decirte a ti, que yo te amo.

Eusebio. Gracias, muchas gracias.

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal, Petí y Amaury Pérez.

Eusebio Leal, Petí y Amaury Pérez.

Vea en video la entrevista

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  • Rogelio Diaz dijo:

    Amaury,hace 31 años que estoy fuera de Cuba,pero sigo muy de cerca todo lo que a ella concierne,con unas cuantas decenas de Eusebios,cuantos maes se aliviarian.Un Cubanisimo saludo desde Miami de Rogelio

  • Alejnadro González dijo:

    Gracias Eusebio y Amaury

    Una maravillosa y profesional entrevista, gracias una vez más Eusebio por regalarnos esas vibrantes palabras y esa genial sabiduria de mentes abiertas como usted de la que debiera estar llena nuestra Cuba. Gracias también por hablar en nombre de los que no tiene una tribuna idonea para hacerlo, o no son escuchados por gentes necias y mentes estrechas, gracias por hacerle saber a aquellos que castigan severamente (medicos que desean emigrar), a quien desea emigrar de una forma normal y no engañando a los que ponen su confianza en ellos. Gracias porque usted tambien es la añoraza de ese hombre justo y libre que nos gustaria seguir hasta las ultimas consecuencias. Le deseo de corazón que su salud se multiple por miles, porque es usted una inspiración para muchos, gracias.

  • FELIX RAMIREZ. dijo:

    HOLA AMAURY Y AL COLECTIVO DE CON DOS QUE SE QUIERAN.

    ES LA SEGUNDA VEZ QUE PARTICIPO EN EL FORO Y LA SEMANA PASADA DIJE QUE HE VISTO CASI TODOS LOS PROGRAMAS, TUVE QUE APURARME MUCHO PARA NO PERDERME NI UN SOLO DETALLE DE ESTA ENTREVISTA Y NO ME LO PERDI. HA SIDO UNA CLASE MAGISTRAL DE MODESTIA, DE HISTORIA, DE DECIR LAS COSAS SINCERAS Y REALES SIN OFENDER NI HERIR, DESDE LA RELIGION Y LO REVOLUCIONARIO HASTA EL DELICADISIMO TEMA DE LA EMIGRACION, DEL QUE ESTOY SEGURO NADIE SABRIA NI EXPLICAR NI HABLAR CON LA SINCERIDAD Y LA VERDAD QUE LO HA HECHO ESTA NOCHE EUSEBIO Y PUEDE SER VERDAD LO QUE LE DIJO AMAURY, PUEDE SI YA NO LO ES, SER UN HEROE, HAY MUCHAS FORMAS DE SERLO. FELICIDADES EUSEBIO POR SER CONSECUENTE CON TUS PRINCIPIOS Y CREO QUE SI, QUE LA VIDA ES QUIEN TE HACE SER AL FINAL, LO QUE ERES Y QUE SI SIEMBRAS RECOGES, PUEDES TARDARTE PERO AHI ESTA LA COSECHA, FELICIDADES DE NUEVO.

    SOLO UNA COSA AMAURY, NO EXAGERES EN PROFESAR DELANTE DE LA CAMARA TU AMOR HACIA LOS INVITADOS, HOY LA PRESENTACION DE EUSEBIO FUE FANTASTICA, NO HACIA FALTA MAS NADA, RECUERDA QUE EL PROGRAMA ES PARA CUBA Y EL MUNDO, NO ES PARA LA SALA DE TU CASA. QUIERO QUE SEPAS QUE ESTE COMENTARIO TE LO HAGO CON TODO EL RESPETO DEL MUNDO PORQUE TE ADMIRO COMO EL COMPOSITOR Y CANTANTE QUE ERES Y EL COMUNICADOR QUE NOS HAS ENSEÑADO Y TU PROGRAMA ES MI FAVORITO, PERO POR FAVOR CUIDA ESO, POR LO DEMAS, UN ABRAZO A TI Y A PETI.

  • Jose Reyes Tamayo dijo:

    No pude ver la entrevista por no estar en Cuba.Cumplo misión en Venezuela.Pero la leí detenidamnte en este sitio.Gracias de corazón ,para mi fue excepcional andar con Eusebio y Amaury por ese hermoso laberinto que recorrieron juntos y me pareció fascinante.Gracias maestro, por sus enseñazas,por su ejemplo,su perseverancia y sabiduría.Hombres como usted y Fidel ,hacen que Cuba tenga luz propia y el camino aunque lleno de espinas y flores ,siemppre este orientado a un fin, el mejoramiento humano.

  • nelly sarduy dijo:

    Qué maravillosa entrevista! Qué diálogo tan profundo y sincero, lleno de sabiduría, qué personalidad la de Eusebio Leal, es admirable su capacidad de pensamiento y acción, no cabe dudas, que en la historia de la cultura cubana , él ocupa un lugar cimero.
    Escuchando sus palabras finales sobre el tema de la emigración, no pude menos que recordar un fragmento del blog de mi hermana más pequeña que reside fuera de Cuba, desde hace 19 años . Dice textualmente: "Cuando cumplí treinta años volví a nacer... fue tal el cambio que se produjo en mi vida que sentí que el día se volvía noche. Había nacido y vivido en Cuba y me vine a vivir a Jordania... Pero mi pasado, todos mis fantásticos pasados siguieron viviendo conmigo, acompañándome, dándome fuerzas, apoyo... No dejo que en mi mente habite el olvido. Como he llegado a adaptarme, a conocer, a comprender y hasta hacérseme entrañable una realidad tan diferente a la mía, creo que tiene su razón y causa en que cada día revivo y a menudo reinvento mis recuerdos, porque tengo a mi tierra en mi corazón….a pesar de la distancia. Cuando visité Cuba contaba lo feliz que me sentía por el hecho de estar allí, con ellos, de lo diferente que te sabe hasta el aire porque es el aire que tuviste desde niña...Y sentirte con derecho a todo y lo que pasa cada día te importa. No ocurre así cuando resides en país ajeno, puedes seguir sintiéndote muy digna como ser humano, pero pierdes el ser social, algo te falta para siempre, en estas otras tierras los problemas son de otros y te queda sólo sobrellevar tu vida y pensar en tu Isla y desearle cosas buenas a los tuyos….

    Hice alusión a mi hermana, por la evidencia de lo que escribe, pero igual pudiera ser mi hija, mi hermano, mi primo, que se repiten en cualquier familia y, cuántos añoran volver, cuántos están frenados y separados de la familia por leyes absurdas que determinan el tiempo para poder dar el abrazo a un hijo, a una madre o a un abuelo? Sería bueno que se reflexionara sobre esto y como bien dice Eusebio la migración no tiene que ser estrictamente un evento político, porque existen otros lazos sentimentales que son mucho más fuertes, incluso deben tenerse en cuenta las particularidades y las situaciones personales que conllevan a vivir en uno u otro lugar, es un derecho humano que debe respetarse y que muchas veces se ignora.

    Gracias a ti, Amaury querido y a tu colectivo, por traernos cada martes estas verdaderas clases magistrales.

  • William Rivero Perdomo dijo:

    Amaury.
    Muchas felicidades por esta tan encantadora entrevista a tan distinguida PERSONALIDAD de nuestra patria. Es un deleite en mi caso leer a Don Eusebio Leal, cuanta sabiduria, y cuanto verbo tan apropiado, es delicioso escucharlo o leerlo.

    En la ultima respuesta, me identifico totalmente, soy uno de los tantos cubanos que por una causa u otra vivimos fuera de Cuba, pero no dejamos de amarla, quererla y cuidarla, aqui en México DF, los domingos nos juntamos un grupo de cubanos y tenemos un equipito de beisbol y por supuesto, el equipo se llama CUBA, con uniforme y todo, y al final de cada partido, jugamos un domino, nos tomamos unas cervecitas y por supuesto, hablamos de la patria, todos contamos nuestras vivencias, nuestros viajes a la isla y en fin, no dejamos ni un segundo de amar a Cubita la bella. Desde que sali hace 7 años del pais, me identifico con todo lo que es Cuba, aprendi a que me gustaran cosas que en Cuba no apreciaba, como Compay Segundo por ejemplo, y otras cosas que la juventud no apreciamos a veces.

    Vivir fuera de Cuba no nos hace menos cubanos, ojala y dejaran de existir travas que nos dificultan tanto ir como mandar una cierta ayuda a nuestros familiares, que viva Cuba, y vivan todos los cubanos, y nos respetemos por siempre.

  • 10k dijo:

    Yo vivo y muero en mi Habana Vieja, he dicho... Ojala las palabras no se las lleve el viento (ni el tiempo) y que lleguen adonde tienen que llegar.
    salud y suerte al colectivo de "Con 2 que se quieran..."
    Una entrevista no podrá cambiar el mundo, pero si mover ideas...

  • Mayra dijo:

    Eusebio, a nombre de los cubanos que, aun viviendo a miles de kilómetros de su isla amada, tienen su Patria como referencia y que conservan su bautismo de fe de cubanía, te doy las gracias. En lo personal, también me sumo al agradecimiento de tantos compatriotas por la hermosa obra que llevas adelante y por rescatar para las presentes y nuevas generaciones el tesoro heredado de nuestros padres. Viví por muchos años en la Habana Vieja y soy testigo de lo que ibas logrando día a día, de tu dedicación y amor por un sueño que poco a poco se ha ido haciendo realidad. Gracias a tí La Habana ha recobrado sus encantos para deslumbrar a quien nos visita, y, lo que es a mi juicio más importante, a los que la viven. Gracias, mil veces gracias!!
    Gracias también a ti Amaury por esta maravillosa entrevista.

  • Melvis Sarduy dijo:

    La grandeza de un hombre

    Es de madrugada aún en Cuba, pero de momento siento que el día no me alcanzará para todo lo que tengo en plan y me levanto antes que amanezca a buscar si ya han publicado la entrevista en este espacio, quiero contar varias anécdotas sobre Eusebio Leal, aunque no soy adulona ni me gusta participar en este tipo de espacios, lo reconozco.
    Estas son historias que me marcaron y las que me llevaron a sentir por Eusebio un gran aprecio, (anónimo). Donde quiera que oigo su voz me detengo con respeto, si lograran clonar un hombre de esta estatura Cuba se pondría de pie, aseguro.

    En el año 1994-1995 vivía en la Habana Vieja y llegué una tarde a visitar a una amiga que se llama Ana (emigró hace unos años a Venezuela con su esposo médico y sus dos hijos y El tal vez la recuerde) ésta me presenta a Teresita que también disfrutaba de su fresca terraza en un alto edificio maltrecho de la calle ¿Compostela? En eso la amiga de Ana hace una llamada telefónica y se entera que en Obispo habían rebajado leche en polvo y manda a su hijo todavía pequeño de unos 10 años (supongo porque fue solo) a que fuera donde su papá para que le diera dinero para comprar un paquete de leche por unos 2, 50 cuc, recuerdo. A los pocos minutos llega el chico sofocado y le dice a la madre: “Dice mi papá que el no cobra en esa moneda (haciendo referencia a los "Chavitos"). Teresita casi llora de impotencia y le dice a Ana mi amiga ¿tú no crees que es un extremismo de EL, cuando sabe que no tengo leche para su hijo?
    Cuando aquella mujer se fue supe por Ana que era ex-esposa de Eusebio. Reconozco que me quedé boquiabierta porque no era la actitud de los dirigentes que conocía.
    Mi admiración por aquel hombre que recorría las calles vestido de gris como uno más de la campaña del Mosquito (y con pantalones casi siempre cortos) creció a pesar de la crítica que le hicieron mis amigas, en un país donde robar al Estado ( y entre el mismo pueblo trabajador) es casi un mal constante y ya admitido como normal.

    En el año 2000 tuve la suerte de comenzar a trabajar en la emisora Habana Radio que pertenece a la Oficina del Historiador, allí comencé como periodista atender la Página Web que apenas era un empeño de la Oficina y de Magda Resik su directora. Tuve la suerte infinita de transcribir para esa Web durante casi dos años los programas que cada semana Eusebio dictaba en vivo para un programa radial, todavía conservo algunas de aquellas transcripciones porque a veces pensaba que quien hablaba era Martí, nunca lo dije y escasamente saludé a Eusebio en sus visitas constantes a la emisora por lo que tal vez no recuerde ni mi nombre mientras yo ocultaba tamaña admiración por su dirección, por la manera en que controla los fondos de la restauración, por su sabiduría, su verbo, su constancia… más la historia de Teresita, que cuento por primera vez en público.

    Pasó el tiempo y conversé y vi húmedos los ojos de Leal cuando se incendió la Longa del Comercio, aquella bella edificación había quedado semidestruida, lo valoró todo con paciencia y solo dijo: A trabajar.

    Un día en Habana Radio nos enteramos que Leal se negaba a pagarle 2 000 (dos mil si mal no recuerdo) pesos cubanos al técnico-operador Alexis cuando el ICR estableció una tarifa para el pago, quienes hasta hoy ganan más que periodistas y directores de órganos, incluso.

    Leal no firmó en dos meses aquel salario para un empleado de su oficina por mucho que se le explicaban la nueva tarifa salarial, pero al final pudo más la Ley y creo que algunos operadores que trabajan turnos de 6 horas diarias ganan el doble que el Historiador de la Ciudad de La Habana. Y no creo que Eusebio lo hiciera porque creyera que no hacía falta a un trabajador ganar más de mil pesos cubanos para su sustento, sino porque eso constituía un desnivel en lo que ganaba la directora de la emisora y otros ejecutivos en el Plan Maestro.

    Quiero contar que el día 11 de septiembre era el cumpleaños de Leal, coincidiendo con aquel monstruoso hecho del atentado a las Torres gemelas. Mientras muchos locos en el mundo celebraban la barbarie y acá en Cuba oí decir a algunas persona que “era bueno que le pasara en su propio territorio” en gran Leal llegó a su oficina donde los más allegados los esperaban para celebrar, El lo apartó todo con un gesto y dijo que ese día la humanidad entera debía estar de luto.

    Durante años y desde entonces sigo a Eusebio como el hombre-dirigente que más respeto en Cuba. Decencia, honestidad, respeto al prójimo, igualdad, sencillez, suficiencia, rectitud, disciplina, tantas cualidades unidas en un hombre no es común…

    Hoy terminé llorando al final de su entrevista. Estoy inmersa en una reclamación por el derecho que tienen mis familiares a entrar a Cuba y no he encontrado respuesta, mientras en una sencilla entrevista escuché la más clara de las sugerencias a los “sordos”, por parte de un hombre como Eusebio Leal cuando dijo:

    “Creo profundamente en la libertad, la ejercito y quiero eso mismo para todos los demás (… ) creo que eso hay que respetarlo profundamente y creo firmemente que todo lo que limite, todo lo que dificulte ese libre ir y volver, es algo que debe extinguirse(…) Los que han ido y han fundado y han creado y tienen en su Patria un punto de referencia, tienen una tumba a la que acudir, un pueblo al que volver, una madre a la cual besar, un niño que recuperar; todo eso, es para mí lo normal y lo natural.(…)Y creo que eso lejos de disminuir a la Patria, a la Nación, la amplía”

  • JAVIER FIFA dijo:

    Sencillamente, este ha sido un programa de todo lujo, por tener un invitado extra clase, por sus criterios, por sus enseñanzas; no tengo palabras para agradecer tanto derroche de todo, felicidades Amaury, solo deseo que tu proyecto este presente en nuestras casas durante el proximo año, aun quedan muchas personas, muy buenos cubanos que bien merecen tu espacio y el publico reconocimiento de nuestro pueblo, ese que no siempre se hace publico por multiples razones. A Eusebio, le admiro desde que yo tenia 24 años, trabajaba en la Marina de Guerra y me deleitaba con su platica cuando Gilberto, el barbero comun de entonces nos brindaba ese servicio tan necesario. mis felicitaciones para ambos.

  • Eulalia Turiño Méndez dijo:

    Amaury:
    ¡ Que bonita la entrevista con Eusebio !. Mis hijos y yo no dejamos de escucharlo nunca. Es un maestro. El tema de lamigración es muy importante e interesante para mí, porque me parece que está dañando la IDENTIDAD. Hay madres CUBANAS que se van a parir a otro país -al más pobre del planeta si espreciso- con el interés de que su hijo sea extranjero para después poder salir de visita al extranjero acompañada de su hijo. Hay muchísimas personas que se han hecho ciudadanos españoles también con el interés de viajar.

  • Yaidel dijo:

    Soy fiel seguidor del programa, considero que es un éxito, educativo, nos enseña y revela la verdad. Este de anoche fue especial, todos son buenos, pero este especial; la majestucidad, la enseñanza que dio me dejó mercado, Eusebio dio muchos mensajes.

  • Rigoberto y Osvaldo dijo:

    Gracias por esos martes tan maravillosos ,Carilda te saluda.
    Saludos a tu querida Peti.
    RIGOBERTO Y OSVALDO.

  • Augusto Blanca dijo:

    ¡!!HOLA PÉREZ!!!

    ANOCHE HEMOS DISFRUTADO TU PROGRAMA COMO UN BANQUETE DE LUJO!!!!!…
    CREO QUE FUE UNA CLASE MAGISTRAL DE ÉTICA, UNA ENTREVISTA PARA LA HISTORIA.
    CADA PREGUNTA Y SU RESPUESTA FUERON DISPAROS AL ALMA, DISPAROS DE HONESTIDAD Y TRANSPARENCIA.
    FUE LA MEJOR RESPUESTA A TANTA INFAMIA DESATADA EN ESTOS DIAS A DOS SERES HUMANOS ESPECIALES.
    ROSY Y YO AL FINAL ESTÁBAMOS TAN CONCENTRADOS EN AQUEL DIÁLOGO QUE ARRANCAMOS A APLAUDIR EN EL ABRAZO FINAL…

    ¡!!GRACIAS TROVADOR: ULISES-QUIJOTE POR ARREMETER CONTRA LA OLA, COMO DICE WHITMAN, Y…!!QUE SIGA EL CANTO, MI HERMANO, CUMPLIENDO CON SU DEBER!!!

    UN ABRAZO ENORME

    AUGUSTO….Y POR SUPUESTO ROSY.

  • julio césar dijo:

    amaury y eusebio... mi familia vive el drama de la emigración en nuestra niña... cuando su papá se fue ella estaba en prescolar, hoy está en 10mo grado... su papá fue a reunirse con su esposa, con la cuál está aún está al cabo de estos años y con la que tiene dos hijos... en todo este tiempo no le han permitido entrar a cuba y la niña ha crecido y tuvo que celebrar sus 15 años sin su padre porque cuba le niega la entrada y le niega además invitar a la niña a brasil... él entra en la categoría migratoria de "negativa al regreso"... mi hermana ha hecho el esfuerzo hasta donde le fue posible llegar, pero no obtuvo respuesta y ella sigue sin poder ver a su papá, al que casi no conoce ni recuerda al cabo de tantos años de separación ni conoce a sus hermanos... que alguien opte por vivir en otro país no es razón para separarlo de sus hijos... ojalá y hechos absurdos como estos terminen por eliminarse, por el bien y la perdurabilidad de nuestro país... espero este mensaje se publique y al menos haya alguna voz pública y no malintencionada que se haga eco de nuestro reclamo familiar, porque no la hemos encontrado todavía a pesar de los intentos... gracias por tocar el tema migratorio con tanta claridad y tanta valentía, seguro llegó a muchos...

  • Jose Angel Quevedo dijo:

    Amaury, gracias por ese place que le has dado a muchos cubanos que admiramos la obra y personalidad de ese gran cubano que es el Sr. Leal, tu hablaste con el y es suficiente nosotros tambien lo hicimos y estamos agradecidos de esta portunidad que nos has dado.

  • Noel Pérez dijo:

    Es quizás, la primera entrevista a Eusebio Leal que logro ver, más allá que siempre ha sido un placer escucharlo hablar...mostró una clarididad envidiable en sus palabras y creo que deberían ser publicadas, reproducidas y colocadas en los lugares más visibles de la isla, donde quiera que haya un cubano en el mundo...magnífico Eusebio Leal, gracias Amaury

  • josemgs dijo:

    Bravo para Eusebio Leal.
    Muy sereno, claro y valiente su dialogo, con el cual compartimos la mayoría de los cubanos. Patria y Fe es también nuestra divisa.
    Felicidades a Amaury por invitarlo y concebir un programa de altos quilates, como es “Con dos que se quieran”...
    Dr. José Manuel González Santos (Pediatra de Santa Clara)

  • Marilyn Bobes dijo:

    Querido Amaury: Esta vez tu programa nos ha dado una lección de ética, poesía y autenticidad. Qué confortante para todos la presencia de nuestro Eusebio Leal. Y digo nuestro porque el pueblo de Cuba ha decidido convertirlo en una presencia emblemática del alma de nuestra Nación. Quienes lo conocemos, aun de manera distante y repetuosa, quedamos otra vez deslumbrados al verlo frente a ti: inclaudicable, firme y generoso, con la modestia de los Grandes. Tú conseguiste que mi admiración por él creciera y que, a pesar de su elegante discresión, nos mostrara un poco esa cara oculta de todo ser humano que en él se manifiesta con transparente luminosidad. Trasmite a Eusebio el amor incondicional de esta cubana que no puede pensar en su Habana sin asociarla a la labor titánica de un hombre sin mácula, al que debemos mucho y cuyo verbo encendido despierta nuestra emoción a través del filtro de nuestra conciencia. Gracias a ti y a él, dos que se quieren, de los muchísimos que los amamos a los dos. Un beso grande.

  • Marta Fabra dijo:

    Anoche en el instante que le hacia la pregunta sobre los padres a Eusebio, se fue la luz en mi casa y nada, no diré las cosas que pasaron por mi en ese momento, quede sorprendida a las 8:30 p.m. cuando anunciaban que eran Eusebio Leal de ese día en Con dos que se quieran, a esa hora empecé a llamar a mis amigas, a tratar de que todos lo que disfrutamos tanto este programa, pues disfrutara de una entrevista que valía mil veces las pena ver. Y yo tambien me quede sorprendida, porque conocí al otro Eusebio, a ese que como el mismo dice, que en privado es como es el y da la apariencia de ser triste. Yo quede fascinada con lo de anoche, que cada noche de martes, nos regala todo el equipo de Amaury, y la TV cubana. Todos y cada uno de los cubanos nos tenemos que sentir orgullosos, de personas como Eusebio Leal.

  • ronald dijo:

    Este es el tipo de cubano que yo quiero al frente de las decisiones importantes para nuestro pueblo, este y muchos como ese, que saben respetar la diversidad, odian la venganza o la mezquindad, tiene gran concepto, los derechos y las libertades..ese es un cubano..lo mas cercano a Martí, Varel, ect..saludos desde santiago de Cuba.

  • Pedro González Herrero dijo:

    Amaury, este programa fue una lección de ética y valor, dadas por dos personas que el pueblo de Cuba seguro agradece existan entre nosotros.

    La parte final de este programa con Eusebio que sabes es el punto culminante de tu necesario programa es como para releerlo varias vaces pues creo contiene el deseo de la mayoria de los Cubanos que no siempre encontramos el espacio necesario y oportuno para decirlo.

    Para ti el mérito de saberlo preguntar y a quien preguntarlo.

    Gracias

  • Otro cubano dijo:

    Eusebio Leal demuestra una vez más que tiene un don. No importa si cuando habla se trata de un discurso preparado o una conversación sobre temas mundanos, siempre hace una demostración de erudición, de uso magistral del idioma, de claridad y belleza. Si alguien tiene alguna duda de las posibilidades del idioma debería oírlo hablar. Es simplemente un placer escucharlo.

    El hombre reúne un grupo de cualidades que rara vez se encuentran en la misma persona: primero el don de la palabra (en su máxima expresión), segundo la erudición, tercero la voluntad y capacidad real de "hacer cosas", de sacar proyectos adelante, de organizar y crear. Cuarto el valor personal para decir las cosas que piensa aunque estás no sean del beneplácito de los que mandan y todos sabemos lo que esto implica en Cuba. Por último tiene todo este talento puesto en función de la mejora de muchos, de su ciudad.

    Con respecto al tema de la emigración creo que nunca antes un personaje público, y mucho menos del calibre de Eusebio Leal, dejó el asunto establecido de forma tan clara, explicita y además elegante. En materia de discusión pública de este tema esta entrevista será un punto de inflexión, un antes y después.

    Agradecido a Amaury por este regalo.

  • Isael E. Pantoja dijo:

    Por ciudadanos como él es que todavía tenemos fe en nuestra Revolución, necesitamos un Eusebio en cada frente de élla,inquebrantable,incorruptible,fiel, por esto y mucho más se ha ganado el respeto y admiración de todo el pueblo de Cuba, un gran admirador de los valores del hombre, la amistad, la amistad para el es muy necesaria para el ser humano,aunque no se tengan muchos.
    Me causó una gran emoción cuando dijó:

    "También no se puede ir por la vida prodigando favores, sobre todo cuando los favores no se hacen del bolsillo propio, sino se hacen con el poder y la capacidad de una institución, de una entidad, porque entonces extravías el valor de la amistad. Lo que hagamos desde la vida oficial, es en nombre de la nación."

    Creo que en este fragmento resume lo que para él es la verdadera amistad, todo está muy claro, cuando se tiene poder dentro de la sociedad es muy fácil "resolver" situaciones de "amigos", estos amigos que si tuvieran conciencia del mal que se crea no llegarían ni a pedirlos.

    Muy acertada su respuesta al tema de la migración, se debe de ver esto con una visión que no tenga nada que ver con la política, la mayoría de los casos emigraron por razones económicas o familiares, cuando se piense como él, de seguro se generarán cambios esperados por hace tiempo en nuestro pueblo. Esto lo dejó muy claro cuando dijo:

    "Yo no creo que por sí misma la migración tenga que ser considerada, y más hoy, un evento estrictamente político. Es un tema económico, es un tema familiar, o es un tema opcional. Yo creo que eso hay que respetarlo profundamente y creo firmemente que todo lo que limite, todo lo que dificulte ese libre ir y volver, es algo que debe extinguirse."

    "...los que desean libremente ir y volver, que vayan y vuelvan. Siempre habrá los que decidan seguir haciendo la prueba, seguir haciendo la prueba de edificar, de construir. Y si es posible, que los que van y no olvidan, nos extiendan la mano. Me parece maravilloso."

    Me cogí secándome la cara cuando terminó, es para una de las más grandes figuras de nuestra Revolución, por mi fe en personas como él, es que no claudico y creo en la firme convicción de que una Cuba mejor es posible,

    Gracias por existir Eusebio, gracias Amaury...

    Larga vida para los dos...

  • Dr. José Manuel González Santos dijo:

    Bravo para Eusebio Leal.
    Muy sereno, claro y valiente su dialogo, con el cual compartimos la mayoría de los cubanos.
    Patria y Fe es también nuestra divisa.
    Felicidades a Amaury por invitarlo y concebir un programa de altos quilates, como es
    “Con 2 que se quieran”...
    Dr. José Manuel González Santos (Pediatra de Santa Clara)

  • Mauren dijo:

    Amaury

    Exquisito programa, inmenso hombre Eusebio

    gracias por todo

  • Mirna dijo:

    Buenos días:
    Sin menospreciar la calidad de los invitados en su programa, pienso particularmente que este tipo de personas como Eusebio Leal, deben de frecuentar más a menudo su programa , ya que no es solo una entrevista personal, es una clase, una instrucción para la vida. Tener en la televisión preguntas y respuestas de esta talla es lo que necesitamos actualmente en los programas educativos.
    Saludos Mirna

  • José Aguilera dijo:

    Mi Hermano Blanco. Disculpe que lo llame así, porque así se
    llamaban Martí y Juan Gualberto, aunque UD ha hecho tanto---
    como Martí y yo apesar de mi avanzada edad, todavia sueño-
    con Juan Gualberto. Son las 5AM y me tuve que levantar luego
    de su salida ayer el el programa del colega Amaury.
    Pues como es imposible en tan poco tiempo entrevistar a Eusebio, y quedarse
    un tanto corta en la misma su etapa de niñez, no como
    yo conosco a esa niñez dura, y dificil pero linda que a veces sin quererlo
    por un problema de etapa, me recuerda la mia, la conosco porque tengo
    el privilegio de haber recibido de sus manos DEDICADO un ejemplar del
    libro FIÑES.
    Es por ello que en tal sentido o le pido a Usted Eusebio que en nombre
    de la que va a cumplir 100 años en Febrero, (por cierto que me tiene
    que decir el dia pues a partir de mañana comienzo a preparar
    una cesta de frutas para entregarsela) y también del pueblo de
    Cuba en especial para las nuevas generaciones QUE LANCE
    EN FEBRERO OTRA EDICION DE ESE LIBRO. Incluso más ó menos
    coincide esta fecha con la próxima feria internacioal del libro. Yo se que
    su editor Pedro Juan siempre esta corto de Presupuesto, (CUC Y CUP) pero
    por favor aunque sea en papel gaceta, vuelva a editar el libro.
    El que UD me obsequio ha pasado ya, por más de 20 per-
    sonas fundamentalmente escritores, gente de cultura, pero tengo
    que estar como un alquilador de cassetes clandestino, y ponerme
    duro para que me lo devuelvan.
    Aunque UD siempre con el auxilio de su amanuence electrónico
    contesta todos los correos, la espero nuevamente.
    QUE DIOS LE DE SALUD Y CIEGO DE AVILA SIEMPRE LO
    ESPERA VENGA EN DICIEMBRE VENGA CON AMAURY
    Jorge Aguilera Guerra

  • Marta Meireles dijo:

    Amaury:

    He sido siempre tu gran admiradora y sigo tu programa con mucho interés.

    Te felicito por lo bien logrado que está y la selección que has hecho de las personas que has entrevistado.

    Hay algunos que me han emocionado hasta las lágrimas.

    No puedo decidir cual ha sido el mejor ya que todos han tenido un profundo contenido y nos han mostrado a cada entrevistado como el verdadero ser humano que es.

    Sigue adelante con ese proyecto, programas como el tuyo deben permanecer en la televisión cubana.

    Gracias por tu amor hacia los que te queremos, eres digno heredero de tus padres.

    Un abrazo y un beso

    Marta Meireles

  • Darien A. dijo:

    Anoche el programa me pareció fantástico, el señor Eusebio leal me pareció muy sincero en todo lo que dijo, nunca lo había visito hablar así, creo que hablaba con el corazón, a el gracias por decir esas cosas y a ti que te voy a decir MUCHAS GRACIAS y que dios te bendiga.

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Amaury Pérez Vidal

Amaury Pérez Vidal

Cantautor cubano. Fundador de la Nueva Trova. Ha conducido varios espacios exitosos en la televisión nacional. Ha escrito varias novelas y poemas.

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