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Eusebio Leal: "Patria y Fe han sido mi divisa personal" (+ Video)

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Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Amaury. Muy buenas noches. Estamos en Con 2 que se quieran, ahora aquí, en 5ta. Ave, y calle 32, en el barrio de Miramar, en los maravillosos Estudios Abdala. Hoy me acompaña, no un amigo, sino uno de mis mejores amigos, de los que forman parte del núcleo central, de ese grupo de cuatro o cinco amigosque son los que lo saben todo o casi todo, y que han estado conmigo en las buenas y en las malas: el doctor, Historiador de la Ciudad de La Habana, y una de las personas más queridas por nuestro país, mi hermano, Eusebio Leal. Buenas noches, Eusebio.

Es, debe ser así, yo debo preguntarle si nos tratamos de usted, o nos vamos de tú, con todo el respeto que merece su talento, investidura y personalidad.

Eusebio. Como te sea más cómodo, Amaury.

Amaury. Bueno, lo voy a ir alternando entonces. Eusebio, usted dijo en una entrevista en el libro Legado y memoria, que acaba de publicar, lo más reciente que ha publicado, dice: "Quizás todo lo que hacemos es un reflejo de los dolores, de las carestías, de las alegrías y las tristezas". ¿Qué cosas le alegran y qué cosas le entristecen todavía hoy? Y es una pregunta muy abarcadora y quiero que sea usted muy abarcador en su respuesta.

Eusebio. Creo que el tiempo se fue..., nos fuimos demasiado rápido en el tiempo, porque el tiempo está ahí y eso quizás es una cosa que ahora vuelve, a veces, con más fuerza al espíritu. Siempre he dicho que cada criatura construye el entorno a su manera. Los que me conocen saben que siempre reproduzco, más o menos, el mismo espacio donde trabajo, esto expresa un poco esa voluntad y ese deseo de buscar equilibrio en las cosas, a partir de esas que deseamos una vez y que después tuvimos.

Pero quizás lo más angustioso es el paso del tiempo por nosotros, por mí, en este caso. Querer volver con la misma fuerza, con el mismo brío a hacer lo que hicimos ayer, a veces, no es posible.

Amaury. Pero yo siempre que lo veo en público, cuando estamos juntos en público, veo la alegría que irradia su personalidad. Sin embargo, cuando nos vemos en privado, en un ambiente más familiar, me asalta, a veces, un Eusebio triste, ese Eusebio, que aunque usted diga que ha pasado el tiempo, no se nota. Lo entristece, evidentemente el paso del tiempo, pero ¿qué lo alegra?

Eusebio. Bueno, yo creo que es a la inversa. Quizás cuando nos encontramos privadamente, soy el que soy. Y cuando estoy en público, interpretando el papel de Eusebio Leal, el rol de Eusebio Leal, entonces la cosa es diferente, es necesariamente distinta.

Amaury. Ah, claro

Eusebio. Esa es una verdad, ese personaje pesa mucho.

Amaury. Muchas personas en Cuba, y me incluyo, lo consideran un héroe; pero hay dos tipos de héroes. Está el Ulises, que después de una larga y tortuosa travesía tiene un final feliz. Pero también está el Quijote, con esa especie de voluntad de ruina. ¿Con cuál de esos dos héroes usted se identifica?

Eusebio. Siempre Ulises, siempre Ulises. Aunque poner un poco de locura en la cordura es bueno, creo que eso fue un tiempo de la vida. Ahora la isla de Ítaca está más cerca, quizás eso es más que un consuelo. Ahora se ven los frutos del trabajo, quedan atrás, a veces silenciadas por la conveniencia, o no sé, veladas por las circunstancias del triunfo del trabajo, aquellos que quizás no nos quieren bien, aludiendo un poco al título de tu programa. En este caso, en mi caso, hace falta que nos quieran bien muchos y no sólo dos. Esa es la verdad. Entonces, para ese concepto de muchos trabajo yo siempre. Estoy pendiente de ellos y ellos para bien y para mal, están pendientes de mí.

Amaury. ¿Por qué usted cree que todo el mundo dice?... Cuando digo todo el mundo, digo mucha gente en Cuba, todos los cubanos, dicen... Hoy me preguntaba uno de los técnicos: "¿ya Eusebio tiene la calle Prado?" Y entonces yo le dije: "¿Por qué?" Y me dice: "No, porque en cuanto Eusebio tenga la calle Prado, la calle Prado se ilumina, la calle Prado se pone perfecta y los leones rugen".

Eusebio. Bueno, puedes decirle a nuestro amigo, que ya los bombillos están llegando en un barco.

Amaury. Ya están llegando los bombillos. (risas)

Eusebio. Eso es lo más importante. Y lo segundo, es que yo nunca, a esta altura..., soñar se puede soñar solo y es verdad. Pero construir y hacer, es el esfuerzo de muchos. Y yo creo que sí, que efectivamente, ellos se hacen sentir. Cuando toman un espacio y aplican la política de restaurar, la política de participación comunitaria, la política de sembrar una y otra vez, y otra vez, hasta que finalmente el árbol fue amado y respetado, eso le ha dado a la institución ese prestigio. En este caso debemos admitir, que Eusebio Leal, no soy yo, sino que es una forma de actuar, una manera de ser, un personaje público y una institución. Yo encarno el espíritu que en ese sentido, la nación siempre ha tenido y quiere. La nación no quiere la destrucción, ni el abandono, ni la ruina, ni la desidia, nada de eso lo quiere. Por eso hay que inventar, crear y responder a las incógnitas con cosas perdurables y duraderas, valga la redundancia por los dos términos parecidos.

Amaury. ¿Y por qué cree entonces que la gente singulariza en Eusebio el trabajo de un equipo tan grande, y que yo conozco a muchos de ellos?

Eusebio. ¡No, son miles!.

Amaury. Son miles, yo conozco a muchos. ¿Por qué lo singularizan?, ¿por qué todo el mundo dice Eusebio Leal va a hacer, esto lo hizo Eusebio Leal, aquello lo levantó Eusebio Leal?

Eusebio. Bueno, quizás viene un poco, Amaury, del andar, de esa memoria del tiempo tan importante de mi vida, que fue andar, y andar y andar. Lilia Carpentier me confesó, en los últimos meses de su vida, me dijo: "¿Quieres que te diga algo?" Y yo le pregunté: "Lilia, dime ¿qué dijo Alejo?" -porque yo tuve en realidad muy poca relación con Alejo Carpentier. Más con Lilia, lo cual no me resultó menos interesante, porque es de ese tipo de mujeres que viven en la sombra, pero son importantísimas en la historia. Entonces me dijo: "Bueno, un día tú pasaste por un lugar en que estábamos nosotros, ibas con una carretilla o algo parecido, de mano, llevando unas piedras". Entonces a Alejo le llamó la atención y le dijeron: "Ese es un muchacho que está reconstruyendo cerca de aquí el Palacio de los Capitanes Generales." Y Alejo le dijo: "Pues con esa carretilla llegará lejos." Eso me lo dijo Lilia.

Amaury. ¡Qué cosa!

Eusebio. Lo más tremendo es que no he llegado todavía. Eso responde un poco a tu primera pregunta.

Amaury. Claro. A veces esas personas que andan con una carretilla de piedras andando, andando y andando y siguen con la carretilla, son tildados de locos. ¿Cuántas veces lo han tildado de loco?

Eusebio. Bueno, yo creo que es un atributo que suele acompañar, a veces, a las buenas intenciones que luchan, como se dice en Cuba, contra viento y marea. A veces ese viento y marea son incomprensiones, dificultades materiales, a veces son anticipaciones, cosas que hacemos a destiempo y que sólo después podrían hacerse. Ese fue el caso. Pero las bases, los cimientos se sentaron en el tiempo en que la locura parecía ser el adorno de "mi férvida cabeza", como diría Martí. Y a  mí me fascinó ese período de la vida, en que no tenía tiempo, trabajaba sin tiempo, en que no me asustaba tanto el tiempo y que no tenía que decir -como a veces hoy-: quisiera otra vida para ver lo que se quedó por hacer. Y para quizás, al final de esa, pedir otra.

Amaury. El otro día, este año, no recuerdo si fue a principios del verano, estuve en la Basílica (Basílica de San Francisco de Asís). Llegué muy temprano y me fui allí a los jardines que están detrás de la Basílica, al lado de la Basílica, más bien, y revisé ese pequeño cementerio que tiene la Oficina del Historiador de la Ciudad, porque no es el cementerio de Eusebio, está claro. Y ahí veo nombres entrañables. ¿Cómo puede aspirar uno a estar allí? En aquel jardín hermoso, escuchando desde lo profundo de la tierra la música celestial que emana de la Basílica.

Eusebio. Lo primero fue la petición de una persona entrañable para mí que quería quedarse allí, en La Habana Vieja, como otros deciden que lancen sus cenizas al mar o al viento, conozco los casos, y entonces en el Jardín fue depositado. Y después surgió la petición de María Benítez, de traer a Emilito Roig, mi predecesor y colocarlo en aquel lugar, en el cual había florecido un precioso jardín. Y efectivamente, ese precioso jardín, levantado sobre escombros y sobre un parqueo de automóviles, se constituyó en una especie de símbolo de una entrañable relación entre la ciudad y los que han contribuido a hacerla. Y así surgieron otras personalidades que dijeron: al Jardín. Y a mí me complace mucho asomarme a ese Jardín y encontrar a los amigos con los cuales tengo un diálogo permanente -con su obra, con su afecto, con su cariño-, pero que sirvieron y fueron muy útiles a la causa de la restauración de La Habana Vieja.

Amaury. Yo sé que queda un espacio, yo tengo un espacio separado ahí y marcado. Así que...

Eusebio. ¿Sí?

Amaury. Sí, ese es el mío.

Eusebio. No le pongamos límite al tiempo, querido.

Amaury. (risas) Tengo un espacio marcado y tengo mis amigas que trabajan en la Basílica que me lo cuidan.

Eusebio. Ten cuidado no sea que hayas tomado el mío.

Amaury. No, no. (risas)

Eusebio. Ellas saben dónde está. Ellas saben dónde está.

Amaury. Eusebio. Lo difícil de esta entrevista con usted. ¡Qué trabajo me cuesta tratarte de usted todo el tiempo!

Eusebio. Trátame de tú, tranquilízate.

Amaury. Estoy sufriendo.

Eusebio. Tranquilízate, si no, no saldrá bien.

Amaury. No, sí sale bien, contigo todo sale bien. Lo complicado es que te han hecho muchas entrevistas. Y desde aquella que hicimos para aquel proyecto de programa -porque en realidad ni programa llegó a ser, fueron 8 nada más que se llamaba Muy personal, hace 14 años, en el 96-, te han hecho cientos de entrevistas en televisión y documentales, y siempre hablamos de Silvia, de Doña Silvia, tu amantísima madre. Pero en este libro, en Legado y memoria, es que yo encuentro, por primera vez, una referencia a tu padre. Y en la casa, me hiciste una historia de cómo llegó a ti la única foto que tienes de tu papá. Entonces yo quisiera que hablaras de tu padre y de tu madre.

Eusebio. Bueno, mi padre se llamó como yo, Eusebio Leal. Mi padre y yo tuvimos una relación distante, pero yo pienso que fue una experiencia muy importante para mí, una experiencia de mi vida conservar los momentos, que los puedo contar, en que nos vimos y nos tratamos. Y creo que a partir de un determinado momento de mi vida, yo necesité reconciliarme con el recuerdo de la memoria de él. Y por eso la historia del retrato que tú supiste, porque yo no conservaba ningún retrato y le pedí a una persona amiga, que se acercó a mí para un tema familiar muy delicado, que buscase bajo la tierra un retrato. Un día volvió a la puerta de mi casa y me trajo el retrato de mi padre con mi madrina América que, por cierto, me quiso mucho. Entonces toda mi vida ha estado centrada en Silvia, mi madre, que como sabes ha cumplido 99 años, felizmente, quiere decir, se aproxima en febrero a un siglo de vida. Y que fue a partir de un determinado instante de ella, padre y madre al mismo tiempo.

Amaury. Te agradezco muchísimo que hayas hablado de tu papá, porque durante todos estos años de amistad, que ya suman décadas entre nosotros, era es un tema que normalmente rehuías de cualquier conversación, cosa que a lo mejor hoy has superado o has logrado no juzgar tan duramente.

Eusebio. Mira, hay cosas en nuestro estilo de vida donde no cabe el llevar a los medios y a la opinión pública cosas personales que están ahí durante mucho tiempo...

Amaury. ...Sí, lo que pasa es yo me permití hacerte esta pregunta, porque lo que suele sucederle a los personajes públicos que intentan mantener su vida en los bordes de la discreción es que un día no están y entonces se inventa una fábula alrededor de ese personaje público que se calló, entonces yo a veces prefiero...

Eusebio. ...No, no, yo estoy de acuerdo en eso, si tú me preguntas y me precisas, la respuesta sería esta, sin ira: mi padre fue un fugitivo de la Revolución; yo fui y soy hijo de ella.

Amaury. Una de las cosas que nos unió a ti y a mí, que nos acercó en la amistad, en la sólida amistad, y yo blasono de eso, vivo orgulloso de nuestra amistad, fue el hecho de que ambos tenemos una formación católica. La tuya mucho más ortodoxa, mucho más rigurosa. La mía más salvaje y primitiva. ¿Todavía tú eres un hombre que ejerce el catolicismo como principio rector de tu conducta?

Eusebio. Oye, la estructura cultural mía se formó en la disciplina de la Iglesia. Y como diría San Pablo, nunca me avergoncé, ni me avergonzaré del Evangelio, porque sería avergonzarme de la buena nueva, que quizás encontré en la victoria de la Revolución, como una respuesta a mis intensas y sufridas inquietudes sociales. Esto es lo primero.

Lo segundo, fue también muy difícil compatibilizar religiosidad y Revolución; fue muy difícil. Eso pasó por incomprensiones, eso pasó por malos momentos, pero para mí nunca existió esa incompatibilidad. Tuve una profunda convicción... y cuando leí una vez una carta que Fidel le envía al padre de Renato Guitart, hablándole del destino de su hijo, de la muerte de Renato en el Moncada -una carta muy conmovedora, por cierto, muy intensa-, sentí que lo que estaba escrito allí era una protección, era una palabra de respuesta a mis propias inquietudes. Y pude responder una vez como Jesús a la mujer pecadora: "¿Dónde están ahora los que te persiguen?" Simple y sencillamente todo eso pasó. Y desde mis convicciones, ingresé en el seno del Partido Comunista de Cuba, creyendo en el programa del Partido, en la voluntad y en el espíritu de lo que ahí estaba contenido.

Más que marxista fui fidelista, y lo he sido, que era algo más. Porque su pensamiento fue más abarcador y más amplio, y por naturaleza más revolucionario y hasta a veces más iconoclasta, que los cánones del dogma o de la doctrina. Y en ese sentido me siento muy feliz de haber podido, no solamente alcanzar el reconocimiento y la amistad de él, que fue y es para mí un privilegio, sino también la de Raúl y la de casi todos los hombres y mujeres de la Revolución, de los padres fundadores de la Revolución.

No puedo explicar mi propia vida. Yo tenía 16 años cuando triunfó la Revolución y ahora estoy apuntando ya al siete y al cero. Si eso es así, entonces, no es la hora -como diría nuestro querido y común amigo Silvio Rodríguez-, de claudicaciones, ni tampoco de arrepentimiento ni de vergüenzas.

Yo soy lo que he sido, con mis luces y mis sombras, con mis errores y con mis aciertos. De todos ellos he aprendido. Y lo único que lamento es que me ha quedado poco espacio para mí mismo. Me ha pesado mucho el personaje que creé.

Amaury. Bueno, o que creamos nosotros también. Todos contribuimos a crear ese personaje.

Eusebio. Fíjate que me puse la misma ropa con la que me entrevistaste hace 14 años.

Amaury. Si, pero, en aquel momento usabas una bella corbata negra con una perla...

Eusebio. Sí, pero no la tengo hoy.

Amaury. Ya no la veo.

Eusebio. Precisamente no me la puse para quitarle un poco de formalidad al hábito con que suelo presentarme en los momentos en que la obligación me obliga a llevarla. Tú sabes que por ti no he venido con mi traje gris de todos los días, por ti lo he dejado... Petí me ha ayudado a quitarme esa pesada armadura llena de recosidos y abolladuras, porque ha sido el traje con el cual he peleado en todos los ámbitos de la vida cultural y política cubana. Esta es mi obligación y es mi deber para ti y para el público.

Amaury. Yo te lo agradezco, pero hubieras podido venir en calzoncillos.

Eusebio. No, no qué va, no vamos a llegar a los extremos.

Amaury. (risas) Tú eres un príncipe y como tal te vas a comportar siempre. ¿Qué cosa era la Juventud Acción Católica, a la que tú perteneciste?

Eusebio. Fue una de las cuatro organizaciones o de las ramas de la acción social y laical de la Iglesia. La Juventud Obrera, la Juventud Estudiantil y la Juventud Parroquial, que era la Juventud Acción Católica. En ella nos formamos, en aquellos principios del apostolado en una época en que no eran muchos los hombres en las iglesias; los hombres se ponían al final en ellas y nosotros tratábamos de transformar eso anticipadamente, ser partícipes del culto, cuando el culto era en latín, por ejemplo, y tratábamos de explicar, tratábamos de simplificar, tratábamos de ser modernos.

Allí conocí a los primeros conspiradores contra el orden establecido. Yo pienso que la personalidad más atractiva para mí fue, en una de aquellas incursiones por Centro Habana, cuando me encomendaron llevar un mensaje al antiguo mercado, que se demolió al triunfo de la Revolución. Allí entré por aquello que... no puedo explicarte lo que era el mundo del mercado. Es algo, es un recuerdo imborrable, era un gran orden establecido, pero había que entrar por laberintos de venta de gallinas, de frutas, de animales, de lechones, de pequeños restaurantes y al fondo, metido en medio de todo aquello, una imprenta y en la imprenta, un hombre, un hombre que leía Los miserables de Víctor Hugo, con pasión y que estaba allí en camiseta, con su delantal y que era el impresor de aquella casa. Se llamaba Sergio González.Y como era cristiano como nosotros, le llamaron "El Curita".

Amaury. "El Curita", claro. Yo pensaba entonces, escuchando toda esta historia ¿por qué no sacerdote? ¿Por qué no fuiste sacerdote?

Eusebio. La respuesta podría ser la siguiente. Yo he amado extraordinariamente a la mujer. Y el sacerdocio y el celibato, tema que no voy a analizar ni a discutir aquí...

Amaury. Está claro.

Eusebio. ...me privaba desde entonces de la lealtad a ese principio de la tradición cristiana sacerdotal. Pero siempre estuve cerca y estoy cerca. Nunca me aparté: Patria y Fe han sido una divisa personal.

Amaury. ¿Y andas todavía con una carretilla de flores, seguramente? (sonrisa)

Eusebio. No, no, no vamos a... Yo creo que hay un momento oportuno en que la nave se detiene en un puerto, en un camino. Yo, como sabes, tengo una persona que me quiere muchísimo, que convive conmigo y que me soporta, y a quien yo le llamo afectuosamente "la viuda", que es Anita.

Amaury. (risas) ¡La viuda!

Eusebio. Las piruetas debieron pasar. A pesar de aquella afirmación categórica de Martí, que decía:

Yo quiero, ¡oh fin de mis males!
Con labios nunca iguales
Un beso siempre nuevo...

Amaury. ¿Y cómo tú eras de estudiante? ¿Tú eras un buen estudiante? De niño digo...

Eusebio. Bueno, las cosas que me gustaron, Amaury, las cosas que me gustaron. Me encantaban las clases orales, me encantaba la Geografía y la Historia. Me fascinaban las Ciencias Naturales, todo eso para mí era una cosa fascinante y fui bueno en eso y en ciertas cuestiones... en unas clases muy bonitas que se llamaban "Moral y Cívica", y me encantaban en principio, clases aquellas para escribir sobre el papel pautado y con la tinta china y la pluma de punto; escribir las formas de las letras y aprender a tener una letra hermosa, y a escribir las capitulares.

Nos enseñaban muchas cosas en la escuela, en la escuela primaria, en la escuela de todos. Y desde luego que me fascinaba la conversación, hacer una exposición en clase era para mí un verdadero deleite. Mi mamá dice que me encaramaba en un cajón de manzanas o de peras, y que hacía un discurso para un público imaginario.

Amaury. Ahora, con la rapidez con la que tú llevas el trabajo y la vida no te puedes permitir el lujo de sentarte cómodamente a escribir. Tú tienes que dictar constantemente. ¿Cómo es un día de trabajo tuyo normal?

Eusebio. Mira, a primera hora de la mañana, yo llego a las ocho, ocho y cuarto, al trabajo. Estoy contestando esa multitud de mensajes de correos que llegan de Cuba y de otras partes... Tengo muy poco tiempo. Entonces hay una amanuense a quien le dicto inmediatamente la respuesta diaria de los correos. Después me ocupo de dar respuesta de los temas del Estado, de los temas que genera la Oficina del Historiador. Si yo no hago eso, antes de las once de la mañana, estoy perdido, porque se acaba mi día. Debo atender las obras de construcción, de la restauración, imponiéndome visitar cada semana y chequear un equis número de obras. Debo hacer gestiones para ellas, como se dice en Cuba, a todos los niveles. Después debo ocuparme de los temas del Patrimonio Cultural -que es mi vocación-; los museos, las colecciones, y tengo que atender las visitas.

Después trato de escapar de la oficina e irme a la calle a recoger y a mirar, para dar también oportunidad a que las personas se acerquen y me digan, me alerten, me comenten, me cuenten. Visitar, explicar, recorrer y eso consume toda la semana.

Como tú sabes yo no llevo agenda, no apunto, todo está en mi memoria, nunca puse una mano, ni creo que la pondré, en una computadora, nada de eso. Un teléfono celular para mí es un artefacto casi inútil, porque nada más que conozco dos o tres teclas. Sí, la tecla de llamar y la tecla de recibir, la de apagar y encender. Fui de esos niños que debían aprender las cosas en la memoria, y como tal, vivo.

Amaury. Claro.

Eusebio. Otros lo hacen para mí.

Amaury. Sí, ¡qué bueno!

Eusebio. A primera hora me entregan los correos, las noticias del mundo. Qué declararon mis amigos; qué se comenta del país. Todo eso hay que saberlo. Es lo que llamaba en una frase, recuerdo ahora a Lezama en su Centenario, que le preguntaba a uno: "¿En qué está usted?" Y decía: "Yo, en el tíviri távara". Ya los cubanos de hoy no saben qué cosa es el tíviri y távara. Pero también hay otra que decía: "Está en el inside", quiere decir, "está en la cosa". Y yo pienso que hay que estar, uno no puede presumir de ingenuo en los tiempos en que toda habilidad es poca.

Amaury. Pero también hay una parte del tiempo de Eusebio, donde tiene que defenderse de las pequeñas miserias, de las pequeñas escaramuzas personales, aquellas pequeñas trampas que intentan tenderle, ese tipo de personaje mediocre, que ronda definitivamente nuestros ministerios, que ronda nuestras instituciones. Y eso me va a llevar ´esto último lo dije yo, eso no lo dijiste tú-, eso me lleva a un consejo que tú me diste hace muchos años, donde tú me decías: "Aunque venga contra ti acechándote un ejército de hormigas, saca tú los cañones".

Eusebio. Mira, la mejor defensa es la vida propia y es la vida misma. Los chinos tenían un proverbio, decían los antiguos, se lo atribuyen al sabio Confucio: "Si los perros ladran, es señal de que cabalgas". Entonces, cabalgar, no perder tiempo en eso. Decir cada cosa en el lugar oportuno, no lanzar las margaritas en el lugar donde están los cerdos comiendo, porque ellos no tienen capacidad para apreciarlas y las destrozarían.

Tratar de respetar mucho a los demás, y sobre todo, no caer en provocaciones, no aceptar que nadie venga nunca a decirte: "Oye, están comentando de ti tal cosa". Porque esas trampas ya me las conozco. La respuesta a una amiga que vino una vez a decirme eso fue: "¿Y tú que hiciste?" Porque si tú eres tan amiga mía como para decirme esto, me imagino que allí diste una batalla. Me dijo: "No, no, yo no lo hice, porque figúrate, a mí me daba pena." Le dije: "Entonces, no me envenenes con eso; yo prefiero como Mr. Magoo, andar a ciegas." Y que hay una mano misteriosa que me toma por el pelo o por la camisa y me saca adelante cuando el precipicio se abre delante de mí.

Amaury. Claro, pero entonces me estás afirmando que detrás de ese hermoso y bien hilvanado discurso, también está el Eusebio, como se dice en el ambiente popular, que no se agacha jamás.

Eusebio. Yo soy un soldado y como tal he aprendido la lección y tengo varias líneas de defensa. Una primera, una segunda, una tercera. Siempre me he preparado para todo, porque siempre toda obra tiene que ser defendida. Siempre me preparé. Sería pobre una nación, una familia o una persona, que no se prepara para una carestía, para un debate, para un asalto, para cualquier cosa extraordinaria, en cualquier tiempo y en nuestro tiempo.

Napoleón decía que era muy importante evitar las concentraciones, evitar que se unan y que se cree una coalición, para eso hay que actuar siempre diplomáticamente, tratar de evitar toda confrontación. Sobre todo cuando tú tienes responsabilidades institucionales, no puedes ser conducido nunca a batallas tontas, a  personalismos, etc. Pero en caso de que sea inevitable, ¡atacar primero!

Amaury. ¡Ahí está! Ahora quiero irme a tu voluntad de rescatar  -ya se ha hablado mucho de tu voluntad de rescatar objetos, cosas olvidadas, recuerdos-, a tu voluntad de rescatar afectos y de rescatar amigos, porque hasta a mí me rescataste en un momento determinado

Eusebio. No, no, no.

Amaury. Sí, sí, cómo no, pero bueno, es de las cosas privadas y mejor lo dejamos ahí. Pero, ¿qué concepto tú tienes de la amistad? ¿Tú eres una persona de muchos amigos, de pocos amigos, de amigos selectos? Porque no hemos hablado demasiado de eso, nunca.

Eusebio. Yo tengo amigos, amigos que quiero muchísimo, tú lo sabes. El gran riesgo de mencionarlos, es que una omisión ofenda a alguno, pero tengo amigos -no son muchos, porque conocidos son infinitos y la amistad tiene distintos grados-, amigos de cuitas, amigos de poder ir a su casa y sentarme, cosa que tú sabes hago muy poco; ya son menos. Y amigos que sin proponérmelo yo, ni siquiera ellos, nos vemos muy poco, coincidimos poco, pero estamos ahí.

Yo no vacilaría en tocar una de esas puertas y estoy seguro que uno de ellos la abriría de par en par. Cuando he estado enfermo, cuando he estado como consecuencia de ello apartado de esa vida, de ese torbellino de vida, que es mi propia vida, esos amigos han venido a ofrecerme su ayuda, su solidaridad, su afecto, su desinterés... todo, todo. Su dinero, si fuese necesario; su sangre si fuese necesario. Entonces los quiero mucho a todos y valoro altamente la amistad. No el amiguismo, no practico el amiguismo; no doy nada a cambio de algo, nunca he hecho eso.

Sí sé que a la vuelta del camino, a la vuelta del camino, lo que siembras, se recoge. También no se puede ir por la vida prodigando favores, sobre todo cuando los favores no se hacen del bolsillo propio, sino se hacen con el poder y la capacidad de una institución, de una entidad, porque entones extravías el valor de la amistad. Lo que hagamos desde la vida oficial, es en nombre de la nación. Y la actuación pública es siempre una responsabilidad en nombre de la nación para los que públicas responsabilidades tienen.

Lo que pasa es que hay ciertas cosas que se han vulgarizado. Por ejemplo, se ha vulgarizado darle la mano a todo el mundo; es algo terrible. Dar la mano tiene que ser un acto de amistad, de concordia, con el corazón; lo demás debe ser saludar con una inclinación.

Porque dar la mano es un acto de amistad, es un acto de fraternidad y de hermandad. Igual que un beso. Aquí han proliferado los besos. A mí esa besuconería no me gusta para nada. Yo beso al que quiero, al que me extiende la mejilla, le beso, pero no los estoy prodigando ni tampoco me gusta ese besuqueo. Porque me recuerda además el de Judas; eso no puede ser, todo tiene que tener una escala de valores. Tiene que responder a sentimientos reales y lo demás es cortesía, buenos hábitos, educación, que es tan importante. Es lo que creo.

Amaury. Eusebio, en el último congreso de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba), hiciste una intervención  cuando se estaban eligiendo a las personas que iban a ser  miembros del Consejo Nacional de la UNEAC. Yo estaba, y ante la opinión de un compañero -también valiosa porque al final cada uno en esas cosas tiene la libertad de opinar y dar su punto de vista-, tú hablaste con una claridad, para muchos insoportable y para otros bienhechora, del asunto del artista, de la persona que emigra. Quisiera que tú, hoy, en el programa y ya casi a punto de terminar la entrevista, me dieras una opinión sobre esos cubanos, que deciden en un momento determinado vivir en otras partes del mundo. ¿Cuánto respeto se puede sentir por ellos?, ¿cuánta consideración se puede sentir por ellos?, ¿y por qué uno muchas veces también los rechaza y a otros los aplaude, quiere y venera?

Eusebio. Mira, yo estoy en Cuba porque creo profundamente en la libertad. Y tanto he creído en ella, que siempre digo que la ejercito y me lo creo, y quiero eso mismo para todos los demás. Creo que lo más conveniente es pensar que somos una isla y que los isleños siempre viven pendientes del horizonte, queriendo trascenderlo. No es nada nuevo, así ocurrió desde el poblamiento inicial de la isla y fue una isla que se formó de la migración de otros pueblos y naciones, del abrazo que se dieron, a veces sangriento en el suelo de Cuba, los opresores y los oprimidos; conquistadores y conquistados. Y creo que la nación cubana es el fruto de esos encuentros y desencuentros, de ese ir y venir.

Martí vivió más tiempo fuera de Cuba que dentro de ella. Lejos de ella murió Heredia, por ejemplo. Otros como Céspedes y Agramonte iniciaron largos viajes para conocer el mundo. Y podría citarte muchos más.

Cada época tiene su signo y sus circunstancias. Yo no creo que por sí misma la migración tenga que ser considerada, y más hoy, un evento estrictamente político. Es un tema económico, es un tema familiar, o es un tema opcional. Yo creo que eso hay que respetarlo profundamente y creo firmemente que todo lo que limite, todo lo que dificulte ese libre ir y volver, es algo que debe extinguirse.

Los que han hecho armas contra Cuba, los que han derramado sangre cubana, los que han planeado hacerlo, deben ser los que no pueden volver. Los que han ido y han fundado y han creado y tienen en su Patria un punto de referencia, tienen una tumba a la que acudir, un pueblo al que volver, una madre a la cual besar, un niño que recuperar; todo eso, es para mí lo normal y lo natural.

Y creo que eso lejos de disminuir a la Patria, a la Nación, la amplía. Hay un bautismo de fe de cubanía que es muy importante, que es muy importante. Y yo creo que eso merece el mayor respeto. Y eso fue lo que plantee aquel día en la UNEAC, en medio de un debate, en que los temas culturales -como siempre-, están ligados a temas éticos, a temas de la política. La política es ética y no se puede hacer política sin la cultura o prescindiendo de ella.

Cuando la política prescinde de la cultura, es un artificio, se convierte en burocracia; se convierte, no sé, en cualquier cosa menos en eso. Entonces en medio de aquel debate, pues fue necesario dar una opinión y había que darla un poco en carne propia y decirla. Cada cual que lo haga.

Yo siento muchísimo orgullo de mis propios hijos que no están aquí y lo siento de mi madre y lo siento de mis abuelos, que fueron libertadores y lucharon por la independencia de Cuba y soñaron con esa Cuba, que creo que nosotros hemos querido construir y que es una construcción inacabada. Porque hay todavía derechos de la Nación que no han sido conquistados. Hay todavía derechos de los cubanos por los cuales tenemos que seguir luchando.

Dentro de ese concepto que se abre paso de la unidad en la diversidad, del respeto a la singularidad, del respeto al principio de que no puede haber unanimidad en todo, en este sentido, volviendo a tu pregunta, los que desean libremente ir y volver, que vayan y vuelvan. Siempre habrá los que decidan seguir haciendo la prueba, seguir haciendo la prueba de edificar, de construir. Y si es posible, que los que van y no olvidan, nos extiendan la mano. Me parece maravilloso.

Amaury. Bueno, yo te agradezco que hayas utilizado una parte de tu tiempo para venir a conversar con tu hermano Amaury. Te doy las gracias en nombre también de esos padres, a los que pertenezco, que tienen a sus hijos viviendo fuera. Normalmente digo te quiero en este programa; yo debo decirte a ti, que yo te amo.

Eusebio. Gracias, muchas gracias.

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal y Amaury Pérez en "Con 2 que se quieran". Fotos: Petí

Eusebio Leal, Petí y Amaury Pérez.

Eusebio Leal, Petí y Amaury Pérez.

Vea en video la entrevista

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  • Colectivo de Con 2 que se quieran dijo:

    Queridos amigos: este es un recado de Amaury.
    Ojalá la entrevista les haya gustado tanto como a él. Dice que ya se comunicará con el foro el jueves o el viernes. Que los ve el próximo martes, en el programa 31 con la eminente pedagoga, músico y directora de orquesta Zenaida Castro Romeu. Les manda saludos.

  • Tato Marianao dijo:

    Maravillosa entrevista!!!!!!!!!!!!!! Soy un fiel admirador de Eusebio Leal, por su sabiduria y por su obra, Gracias Amaury!!!

  • Hector Rodríguez dijo:

    Esta, como todas, ha sido una maravillosa entrevista.Ya Amaury nos tiene acostumbrados a eso. Hoy,como cada martes, toda mi familia la disfrutó. Indudablemente Eusebio es de esas personas con el Don de la Palabra, que cautivan y educan a un tiempo.
    Siempre nos queda el sabor amargo de que el programa se termine tan rápido porque en este caso, como en tantos otros de los 30 ya presentados, hubiésemos querido seguir escuchando las vivencias de esa Gloria de Nuestra Cultura.

  • Odalys dijo:

    Amaury te felicito por habernos dado la oportunidad de compartir un momento tan agradable esta noche con Eusebio Leal creo ha sido una de las mejores entrevistas ha sido un programa especial con un personaje extraordinario del cual se aprende de cada palabra, de cada frase, te repito un ser esepcional, estoy emocionada e impresionada con tanto talento, conocimiento y espiritualidad.

  • Gustavo dijo:

    Saludo para Amaury y el respeto y reconocimiento magno a ese maestro y eminente intelectual cubano, que mas que conservarla ha marcado la historia, a ese CUBANO querido por su pueblo y mas allá; a Eusebio Leal un estrechón de mano.
    Su discurso fiel a sus ideas, a su formación y a sus principios autenticos, le hacen merecerdor del reconocimiento popular. Muchos exitos.

  • Cristobal Mesa dijo:

    ¡Qué inmenso nuestro Eusebio!
    He disfrutado tanto la entrevista, me he estremecido tanto con su verbo, que la conservaré como un excelente documento para reconsulta. Hay mucho que aprender con su lectura.
    Gracias Amaury por tus preguntas inteligentes, gracias Eusebio por sus respuestas desde el corazón, gracias Cubadebate por publicarlas.

  • Carlos Ortega dijo:

    Por favor solo les quiero pedir en consideración a Amaury y Eusebio un poco de tolerancia y respeto a los demás ,que nadie diga que los cubanos somos fanáticos a las Esquinas Calientes, esos engendros de vulgaridad ,falta de respeto y gritería .

    Firma, un ex forista cansado de tanta bronca.
    Amaury ,mucha salud.

  • Jose dijo:

    Le deseamos a Amaury que esté bien de salud y yo personalmente le digo que esta entrevista con Eusebio ha sido sencillamente una clase magistral de educación, de cultura y de amor a la vida.

  • Gilberto Tárano Cartaya dijo:

    Clase MAGISTRAL de todo: ética, política, religión, moral y cívica. FELICITACIONES A DON EUSEBIO Y QUE DIOS LE DE MUCHA SALUD. Otro que tiene también uno en otro lugar pero que ama a su tierra, su familia y los semejantes.
    Gracias en cantidades mayores.

  • Alberto dijo:

    Amaury, lo de Eusebio esta noche ha sido hermoso, en especial la respuesta
    a tu última pregunta relacionada con los problemas de la emigración, un
    tema tan doloroso para la familia cubana, tanto los de aquí, como los de
    allá.
    ¿Como preservar la nación y la nacionalidad?, no debe ser un provilegio
    solo de los que vivimos en esta isla, mas alla de los mares existen una
    mayoría de cubanos que lo hacen conservado las tradiciones y guardando los
    recuerdos de su país y su familia. Recuerdo un familiar que antes de
    abandonar Cuba hacia Miami yo le hablaba de las añoranzas por el lugar
    donde se ha nacido y en aquellos días no me entendía, sin embargo me
    contaba que cuando el avión en el que venía de visita tocó tierra en el
    aeropuerto y vió la bandera cubana empezo a llorar incontrolablemente, en
    ese momento me confesaba cuanto penso en mí y en toda la razón que tenía.
    No se quien tendras para la semana próxima, solo esperaré. Disculpame si
    consumo tu tiempo, tu programa consume el mio y lo hago con inmenso
    placer. Saludos Alberto,

  • FLORA dijo:

    Eusebio te conoci cuando trabajaba en Relaciones Internacionales y alli laboraba Teresita la madre de tus hijos, y soy testigo excepcional como ibas cada sabado a darnos clases magistrales de historia de Cuba y de nuestros patriotas a veces llevabas alguna cosa autentica de las que rescataste de nuestros proceres, siempre te he admirado por la constancia en es bella labor en la Habana Vieja, fui trabajadora en ella casi por mas de 20 anos y la vi en ruinas y tu la has levantado y restaurado bellamente, cuando la visito encuentro siempre algo distinto y restaurado, !!!FELICIDADES COMPATRIOTA!!!

    Muy acertado lo de la emigracion, soy una madre que sufro la distancia de una hija que por su decision economica emigro y sigue teniendo sus raices bien habidas de buena cubana porque lo que nace no se extingue y ademas nuestro ejemplos de su padre y el mio lo tiene siempre muy presente.GRACIAS POR EXISTIR

  • José Ramón dijo:

    Felicitamos una vez más al programa y se agradece en este caso la visita y entrevista al Dr. Eusebio Leal, estamos plenamente de acuerdo en los temas planteados y en especial identificados plenamente con lo expresado con respecto a la migración en general

  • Ebaldo y Magaly dijo:

    Estimado Amaury

    Seguimos felicitándote por lo bien logrado que sigue el programa, nos ha gustado mucho todas las personas que han sido entrevistadas, en todos los programas, pero sobretodo la de hoy con el compañero historiador de la ciudad Eusebio Leal, ha sido maravillosa, y esas palabras finales con las que Eusebio terminó nos toca muy adentro a todos nosotros  que yo tenemos  un pedacito de nuestro corazón fuera de nuestro lado.

    Muchas gracias Amaury por este maravilloso regalo que llegan a nuestros hogares todos los martes.

    Magaly López

  • Consuelo dijo:

    Felicito como siempre al programa y en especial me agrado mucho este Eusebio que no conocia, ojala todos los que tuvieran potestad tuvieran el mismo concepto sobre la migracion, lo que expreso Eusebio encierra la verdadera esencia de ese aspecto de la vida de la nacion.

  • Miguel dijo:

    Amaury, es la entrevista mas genial y sincera de todas las que has hecho, creo que el secreto de una buen entrevista radica en primer lugar en la seleccion del entrevistado y luego en la sutileza del entrevistador, en esta ultima ambas cualidades fueron de la mano desde un inicio.
    He visto todos tus programas, y en casi todos el resultado ha sido excelente, creo que la gran decepcion fue la entrevista a Virulo, aqui fallo todo, hasta la sinceridad, y destilo por todas partes oportunismo , observandose que se rebuscaba cada palabra por temor a equivocarse.
    Hemos asistido en este programa a un hecho trascendental de la cultura, y porque no tambien de la historia de la television cubana.
    Felicitaciones.
    Miguel

  • Miguel dijo:

    Claro que el programa gusto'.Al menos en mi casa todos quedamos sin movernos del sofa'. Ha sido en mi opinion el mejor programa de todos. Es que Eusebio Leal es una persona tan culta,tan franca,tan encantadora.Con esa facilidad de palabras que Dios le dio'.
    Me identifico plenamente con sus respuestas.Pero sobre todo con la ultima parte,la cual es un regalo a los que tuvimos el pribilegio de verlo y escucharlo hoy.Gracias Eusebio. Gracias Amaury por regalarnos este programa.Te la comiste.Un cubano que no vive en la isla ,pero que la ama como el que mas. Gracias.

  • Reynaldo González dijo:

    Querido Amaury, muchas gracias por el programa con Eusebio Leal. Una enseñanza, como todo cuanto toca la bonhomía de nuestro común amigo. Un deleite el diálogo digno y dignificante.Una alegría sentir las razones dichas y la aventura propia contada con la precisión idiomática que exalta la lengua y beneficia el oído. Ojalá que ese baño de respeto toque a muchos.Un abrazo grande, el mismo de siempre. Reynaldo González

  • Karen Cáceres Gómez dijo:

    tu entrevista fue genial, como inteligente y genial es la persona de Eusebio Leal, fue maravilloso escuchar de una persona tan preparada como él, las reflexiones tan importantes que dio, en momentos tan importantes de nuestra patria, la cual amamos y queremos como cubanos, y que necesita de muchos cambios para seguir adelante y no fallecer, sus reflexiones finales fue lo más que me atrajo, mucha sgracias, me gusta mucho el programa.

  • D. Morales Carbot dijo:

    ES UN GIGANTE........

  • ESF dijo:

    Dicen las reglas no escritas de la era digital que en mayusculas uno esta gritando (perdonen la falta de acentos pero el teclado esta en ingles)

    PERO HAY QUE GRITAR A LOS 4 VIENTOS QUE EL MAESTRO ACABA DE DAR UNA CLASE MAGISTRAL DE CIVISMO, HUMANIDAD, CONOCIMIENTO, FIDELIDAD Y (REMITIENDONOS AL QUIJOTE DEL ILUSTRE CERVANTES) COJONES.

    ME IMAGINO QUE LA MAYORIA DE LOS CUBANOS ESTUVIERON PENDIENTES DE CADA PALABRA DEL DOCTOR EUSEBIO LEAL, COMO EL DIJO ESTA CERCA DE LOS 70, QUIERA DIOS QUE CUMPLA 70 MAS.

    A LO CUBANO, "SE ACABO EL QUERER". SI ALGO ME LLAMO LA ATENCION FUE SU REFERENCIA AL BESUQUEO QUE SE HA GENERALIZADO, CRECI VIENDO QUE LOS BESOS ERAN ENTRE MUJERES, A LAS MUJERES Y ENTRE FAMILIARES, PERO SE HA DESATADO UN BESUQUEO ENTRE LOS HOMBRES QUE LA VERDAD ES QUE NO LE VEO NI PIES NI CABEZA, PORQUE EN EL 99% DE LOS CASOS NO SON NI ARIENTES NI PARIENTES.

    LOS CUBANOS POR LO GENERAL HEMOS SIDO MACHISTAS Y RECUERDO QUE NOS BURLABAMOS DE LOS BESOS DE LOS RUSOS (DONDE SI ES COSTUMBRE), PERO AHORA RESULTA QUE LOS TIPOS MAS "GUAPOS" SON LOS QUE ANDAN BESUQUEANDOSE POR LA CALLE.

    POR FAVOR SI ALGUIEN TIENE UNA LIGERA IDEA DE COMO HA SURGIDO ESTA COSTUMBRE Y DE DONDE SALIO, CON GUSTO LO ESCUCHARE.

    FELICITACIONES AL COLECTIVO DEL PROGRAMA "CON DOS QUE SE QUIERAN" Y QUE LASTIMA QUE EL DOCTOR EUSEBIO LEAL NO TENGA MUCHO TIEMPO PARA CON CIERTA FRECUENCIA ESCUCHAR O VER ALGUNA DE SUS CLASES MAGISTRALES.

    SALUDOS Y LARGA VIDA DOCTOR
    QUE DIOS LO BENDIGA

  • Carlos Lara dijo:

    Estimado Amaury soy un ex-enfermero que trabajó en el Frank País cuando su señora madre estuvo operada y te conocí en una de las visitas que realizabas en la sala C que por cierto te pedí una foto para una admiradora tuya, de eso hace mucho tiempo.
    He seguido los programas con 2 que se quieran, te puedo decir que es una clase constante al buen gusto y la refinado lenguaje de la ética, casi todos los he visto, muy variado, muy inteligente y audaz en algunas preguntas. La crítica es favorable,es necesario programas que siempre tengan una enseñanza y un aprendizaje constante, como la conferencia magistral del compañero Eusebio Leal sobre su vida y reflexiones del mundo actual.
    Realmente me quede muy impresionado con las palabras de Eusebio y las visicitudes que la vida nos impone y logramos salir adelante.
    Creo que una buena amistad sincera forja valores para poder crear aunque selectos un grupo de amigos, consideremen una amistad sincera para ambos.
    Soy un apasionado de la habana Vieja en estos momentos estoy terminando por mi cuenta una multemidia sobre los museos, parques, Iglesias y monumentos de la habana Vieja, espero poder mostrárselo al Historiador y a usted Amaury para así poner un granito de Arena (o piedra) en enriquecer la cultura de nuestros jóvenes Cubanos.

    Gracias por el amor que das en tus entrevistas

    Carlos Lara

  • José Pertierra dijo:

    Las palabras de Eusebio tocan hondo, especialmente su reflexión sobre la emigración cubana. La cubanía no se halla en el espacio terrestre de la nación. Brota en los profundos recesos de ciertos corazones cubanos.

    José Pertierra

  • liborio dijo:

    Estimado Eusebio
    Estoy de acuerdo contigo en que el tiempo se ha ido, pero nosotros estamos aqui que es lo mas importante, resguardar la memoria y saber que lo que se hizo y lo que se hace se quedara para las generaciones futuras y que las actuales reconozcan lo que tu has hecho por nuestra Habana Vieja y lo que estas haciendo en otras esferas por nuestra Patria.
    Se de tu modestia y sobre todo de tu Valentia para enfrentarte a muchas hipocresias.
    Te deseo muchos mas años para seguir disfrutando de esa obra maravillosa que realizas con el formidable equipo que te acompaña.Un abrazo
    Liborio

  • Yandi villaonga dijo:

    Este programa amaury sin dudas uno de los mejores en mi opinion. Me siento tan contento contigo porque has traido a un gran cubano a tu programa, a un hombre que tiene el corazon mas grande que el universo. Quizas por su vocacion religiosa ha desarrollado ese amor y esa virtud que es la de entender, respetar, amar y tolerar. Hacen falta muchos Eusebios, hace falta aprender de el y vivir como el. Yo tengo 28 anos, tengo mucha simpatia por eusebio, por sus valores y su ejemplo, siempre sigo sus comentarios desde aqui desde estados unidos, y me paresen muy positivos, me represento con el. Gracias mil gracias por darle la oportunidad de hablar para el pueblo de cuba, este lo nesecita, nesecita de sus palabras de mucho amor y reconciliacion. Eusebio gracias por tu ejemplo, tus valores, tu gran amor, sigue hablando, ensenando, educando. Cuba y los cubanos te nesecitamos.

  • Miguel Bermudez dijo:

    Cada programa tiene su encanto propio,pero este llego,sigue siendo Eusebio Leal el maestro que todos esperamos,gracias y que Dios los Bendiga.

  • alexander dijo:

    Amaury gracias a ti y al sitio cubadebate por darnos esta oportunidad de expresarnos, tu programa ha sido maravilloso en el dia de hoy y en los anteriores tambien, has sabido conducir acertadamente un programa que nos acerca a nuestra cultura que tanto nos hace falta, gracias al profesor eusebio por su conferencia, que nos ha servido de mucha ensenanza. Muchas gracias

  • MANOLOGLEZ dijo:

    Ya había escrito antes que el Dr Eusebio Leal era para mi uno de los mejores cubanos de todos los tiempos.
    Es una fortuna el oirle,trató al emigrante como debe ser,diferenciando los que nacieron aqui y quieren a Cuba y los otros que tienen deudas con La Nación.
    Es dificíl una familia que no tenga sangre en el exilio,ya la época aquella de del radicalismo creo que pasó.
    Para mi son valientes,muy valientes los que radicando allá en Miami,donde viven muchos recalcitrates, defienden y quieren a Cuba,hay muchos ejemplos,uno de ellos comentó un poco más arriba,el Dr Pertierra.Esos se la juegan a diario.
    Con cuanta humildad dice que usa el traje de hace 14 años,como si talento de verdad no le sobrara para que sus arcas estuvieran desbordadas.
    Son hombres que tienen el don de la sabiduria y la inteligencia y no la usan en bien propio sino en el bien de los demás.
    Gracias a Amaury y al colectivo C2QSQ.ESte programa es medicina para Amaury.
    Gracias al Dr Leal por la clase que nos regaló.
    Mucha gente de cuello y corbata deberian aprender a tener un TRAJE GRIS como el del Dr Leal que tantas cosas de bien le ha dado a La Patria.

  • gladys regina dijo:

    Eusebio Leal:Hombre de nuestro tiempo,hombre ideal del futuro,valiente hombre que ha sabido situarse en lo mas alto de la etica,respetado por su indoblegable personalidad,que junto a Cintio,Amaury,y otros han demostrado abiertamente sus sentimientos patrioticos y religiosos en toda epoca.
    Rostro,que junto al de Chaplin,CHe Guevara y Chico Buarque,admiro y amo entrañablemente.
    Leal(como su apellido)a los principios eticos,es admirado aun por los que,siendo ejemplo de la descortesia,la mala educacion formal,la chavacaneria y la ignorancia,lo colocan como ejemplo de todo lo contrario cuando al referirse a el lo hacen con mucho respeto .
    Gracias por pensar en nuestra ciudad, lo que crei utopia ayer es hoy realidad.Nuestro compromiso es preservar lo hecho por Usted y sus colaboradores.Un abrazo a su Silvia.

  • Eduardo Soto dijo:

    Gracias Eusebio, eres motivo de orgullo para todos los cubanos.

    Para tener una nación mejor es necesaria cultivar más esa riqueza y diversidad de pensamientos que nos hacen un pueblo especial y heroico.

  • Leticia Sobrino dijo:

    Amaury

    Gracias por esta especial entrevista, yo la solicité cuando escribí sobre el programa de Eva, este también me ha impactado por lo que Eusebio Leal significa para los que nacimos en la Habana Vieja, todo, absolutamente todo, escuelas parques, museos, educación, cultura, ancianos, donaciones viviendas, todo ha sido por él y su estrategia de trabajo.

    Felicitaciones al colectivo del programa con 2QSQ, a Amaury y especialemnte a nuestro querido Leal

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Amaury Pérez Vidal

Amaury Pérez Vidal

Cantautor cubano. Fundador de la Nueva Trova. Ha conducido varios espacios exitosos en la televisión nacional. Ha escrito varias novelas y poemas.

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