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Declaración del Comité de Solidaridad con Cuba en Puerto Rico

San Juan, Puerto Rico / 25 de abril de 2010

El tema de Cuba ha estado en la palestra pública durante los últimos meses con mayor o menor intensidad. La farsa que rodeó la elección del presidente Barack Obama y las expectativas que dicha elección creó en cuanto a nuevos acercamientos con Cuba, la reanudación de relaciones bilaterales y la suavización de las restricciones existentes, han sido sólo falsas esperanzas que incrementaron la impunidad de todos los enemigos gratuitos de Cuba. Así, otros países en América y Europa han cedido a las presiones del Tío Sam y se han prestado para difundir mentiras, medias verdades, insultos y calumnias sobre la realidad cubana. Tales acciones tienen el efecto de procurar y brindar respaldo a grupos contrarrevolucionarios disfrazados de disidentes como las "Damas de Blanco" y financiados por los organismos de inteligencia estadounidense, así como a terroristas confesos de la calaña de Luis Posada Carriles.

Ante tal situación, cabe formular ciertas preguntas que deberán contestar esos mismos medios internacionales que aplican la censura previa a los avances y logros de Cuba y de los países que han decidido abandonar el ala protectora del águila imperial.

¿Cómo se atreven a exigir libertad para un país que ha sido libre desde el triunfo de su Revolución, pero que por la misma razón ha sido bloqueado criminalmente por 48 largos años por el autoproclamado "paladín de la justicia", "policía universal" y "defensor de los derechos humanos"? Antes de responder, deberán preguntarse, a su vez, cómo han permitido que Estados Unidos someta a los once millones de habitantes de Cuba al hambre, la carestía, el desabastecimiento, la penuria, la enfermedad y la amenaza constante de recibir otra agresión militar como la de Playa Girón o Bahía de Cochinos (en la que las fuerzas invasoras sufrieron una aplastante derrota), por el solo hecho de haber escogido hace medio siglo su forma de organizarse y de autogobernarse para erradicar la corrupción rampante, el racismo, la dictadura y la desigualdad social, económica y política.

¿Qué clase de libertad se le puede exigir a un país cuya soberanía nacional ha sido violada y ultrajada en cientos de ocasiones? Es imperativo recordar que Estados Unidos mantiene ilegalmente en el extremo oriental de Cuba una base naval en la que las fuerzas militares del tirano del norte reciben y mantienen cautivos a docenas de presuntos terroristas que han sido secuestrados en terceros países y transportados secretamente desde las bases ultramarinas de la CIA para mantenerlos encarcelados indefinidamente sin derecho a un juicio justo, para torturarlos y para obligarlos a confesar los "delitos" que los captores se han inventado para así hacerle creer al mundo que están erradicando el terrorismo internacional.

¿Qué clase de libertad puede exigir a alguien un país que, desde hace casi doce años, mantiene encarcelados a cinco cubanos inocentes y luchadores contra el terrorismo, mientras protege y permite circular libremente por las calles de Miami a dos terroristas confesos como Posada Carriles y Orlando Bosch, quienes planificaron y plantaron explosivos para volar en pleno vuelo un avión que recién despegaba de la isla de Barbados con 73 personas a bordo?

¿Qué clase de libertad puede exigir un país que apoya el crimen genocida perpetrado por el ejército de Israel (su socio criminal en Oriente Medio) contra el indefenso pueblo palestino, cuyos genuinos pobladores son masacrados a diario?

¿Qué han dicho o hecho el gobierno de los Estados Unidos y sus aliados con respecto a los 7,500 presos palestinos que se encuentran en huelga de hambre en Israel?

¡Y todavía tienen el descaro de incluir a Cuba en la lista de países terroristas del mundo!

¿Qué clase de libertad puede exigir un país que reiteradamente interviene para derrocar gobiernos progresistas elegidos de forma legítima y democrática mediante el sufragio popular (como ocurrió recientemente en el caso de Honduras) para imponer a sus gorilas y lacayos y someter por la fuerza a los pueblos que quieren zafarse del yugo neocolonial del llamado consenso de Washington?

¿Qué clase de libertad puede exigir un país que tiene a un Presidente que fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz y, al día siguiente de recibir tal distinción, ordenó el envío de miles de tropas adicionales a Afganistán y aumentó posteriormente el presupuesto de guerra del Pentágono para seguir bombardeando y matando civiles inocentes en su obsesión por controlar el mundo?

¿Qué clase de libertad puede exigir a nadie el gobierno de Estados Unidos cuando tiene bajo su protectorado al gobierno de Uribe en Colombia? El historial de este gobierno incluye a más de 7,000 presos políticos (al momento de escribir este artículo todos en  huelga de hambre por las condiciones infrahumanas en las cárceles colombianas), 4,000 sindicalistas y activistas de movimientos sociales que han sido asesinados en los últimos años, persecuciones por luchar y por ser joven, secuestros de personas para asesinarlas (y luego culpar a la guerrilla), y miles de crímenes y prácticas genocidas contra el pueblo colombiano bajo total impunidad.

¿Qué clase de libertad puede exigir un gobierno que mantiene en sus cárceles a más de 2,000 mil presos políticos? Ejemplo de ello son los cinco patriotas cubanos y tres puertorriqueños independentistas, heroicos y luchadores, dos de los cuales llevan en las cárceles del imperio entre 29 y 30 años.

Por todo lo anterior, exigimos enérgicamente que se respete la soberanía nacional y la autodeterminación de un pueblo que hace 51 años decidió su futuro, y que cesen los ataques de todos los medios de información que sólo destacan el aspecto negativo de lo que informan, luego de haberlo tergiversado y manipulado.

De igual forma, exigimos que se diga la verdad sobre Cuba y se contesten también estas preguntas: ¿cómo ese pequeño país ha logrado mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos a pesar del bloqueo? ¿Cuáles son sus logros y cómo han beneficiado a su población y a la humanidad? ¿En cuántos lugares cumple misiones de salud, técnicas, deportivas y educativas? ¿A cuántos becados de países pobres acoge en su tierra? ¿Cuántos desaparecidos o asesinados hay en Cuba? ¿Cuánto daño ha causado el bloqueo a once millones de cubanos y cubanas?

Cuba es ejemplo de solidaridad y humanidad. Si el gobierno de Estados Unidos interesa mayor libertad en Cuba, es imprescindible que elimine totalmente el bloqueo, que permita que se viaje libremente a ese hermano país, que establezca relaciones comerciales, que facilite el intercambio entre ambos pueblos sin perseguir a nadie, que cierre la Base de Guantánamo en territorio cubano, que reasigne los 40 millones de dólares destinados a subvertir el orden en Cuba para ayudar a la recuperación de Haití, y que le abra sus fronteras a los inmigrantes de todos los países y les garantice todos los derechos que merecen como seres humanos.

Hasta que eso ocurra, ni Estados Unidos ni los detractores de Cuba tienen el derecho ni la estatura moral para dirigir la menor crítica contra un país que ha convertido en práctica diaria la enseñanza martiana que ha esbozado como lema fundamental: "Patria es Humanidad".

¡Viva Cuba! ¡Cese el bloqueo!

¡Libertad para todos los prisioneros políticos en cárceles del imperio!