Luis Enrique González, de Prensa Latina
Sharm El-Sheikh, Egipto, 16 jul (PL) La XV Cumbre de los NOAL hizo un alto, para analizar su historia y presente, pero sobre todo definió hoy el derrotero del Movimiento hacia un papel más destacado en el escenario internacional.
Revitalizado, después de tres años de presidencia cubana, los No Alineados miran hacia el horizonte y hasta la próxima cita, en Irán, comprometidos en mantener el rumbo hacia su fortalecimiento conscientes de los enormes desafíos del futuro.
La crisis global impone la necesidad de unidad y solidaridad, con iniciativas como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y Petrocaribe, según comentó a Prensa Latina el canciller de Ecuador, Fander Falcón.
El consenso de las naciones miembros, de estas más de 50 representadas por sus Jefes de Estado y de Gobierno, abogó por la necesidad de conformar un nuevo orden económico y financiero internacional, según refiere la Declaración Final en este balneario frente al Mar Rojo.
En opinión de Cuba, el Movimiento debe trabajar por consolidar el multilateralismo, el cumplimiento estricto de la Carta de Naciones Unidas y las leyes internacionales como base de las relaciones internacionales y para solucionar los conflictos.
Casi de manera unánime los Países No Alineados se plantearon como propósito intensificar los esfuerzos por prevenir las guerras, la participación de todos los estados en la búsqueda de salidas a problemas de la humanidad, de manera particular a las crisis global, alimenticia, energética y ambiental.
La cita de Sharm El-Sheikh fue escenario de un nuevo emplazamiento al gobierno de Estados Unidos para que levante el inhumano bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba.
Washington debe cesar las transmisiones de radio y televisión hacia la Isla violatorias de su soberanía, así como devolver el territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo contra la voluntar de los cubanos.
El desarme nuclear, los esfuerzos por lograr una paz justa y duradera en el Medio Oriente, con la inevitable solución del problema palestino, con un estado independiente y capital en Jerusalén oriental, figuran entres los retos de los NOAL.
Una de las metas del Movimiento, de acuerdo con el documento final, es la democratización del Consejo de Seguridad de la ONU, representativo de la mayoría del planeta.
Mejorar los índices de salud de las naciones en desarrollo, la cancelación de la deuda, multiplicar la solidaridad y la cooperación Sur-Sur como vía para solucionar los problemas de desarrollo figuran como desafíos en el plan de acción de los NOAL.
La mirada de los No Alineados queda pendiente de los acontecimientos, como el golpe de Estado en Honduras, en torno al cual la cumbre se pronunció en torno al restablecimiento del presidente constitucional Manual Zelaya.
Los dignatarios adoptaron aquí la Declaración Final, la Declaración de Sharm El-Sheikh y pronunciamientos especiales contra el bloqueo a Cuba, de solidaridad con Palestina y el Día Internacional Nelson Mandela.