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Archivos de Seguridad Nacional: Entrevista realizada por agentes del FBI a Luis Posada Carriles

Traducción: Cubadebate

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Entre los documentos desclasificados el 9 de junio por los Archivos de Seguridad Nacional, de la Universidad George Washington, se encuentra esta entrevista realizada en la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, a Luis Posada Carriles. El terrorista cuenta con lujo de detalles a agentes del FBI su participación en el Irán-Contras y reconoce sus vínculos con el entonces vicepresidente norteamericano George Bush.

OFICINA DEL FISCAL INDEPEDIENTE
SUITE 701 WEST
555 THIRTEENTH STREET, N.W.
WAHSINGTON, D.C. 2004
(202) 383 8940

REGISTRO DE ENTREVISTA               Fecha de la trascripción  7/2/92

Luís Posada Carriles fue entrevistado por los abajo mencionados Agentes Especiales del Buró Federal de Investigaciones (FBI). La entrevista tuvo lugar de 9:00 a.m. hasta las 3:30 p.m. en la Embajada de los EE.UU. en Tegucigalpa, Honduras.  (U)

A Posada se le informó que los agentes del FBI actuaban a nombre de la Oficina del Fiscal Independiente que investigaba el asunto Iran/Contra. A Posada se le informó que la Oficina del Fiscal Independiente hubo de pedir que él se presentara voluntariamente y respondiera a preguntas relacionadas con la participación y conocimiento de Posada acerca de la operación de suministro a la Contra que tuvo lugar en El Salvador en 1985 y 1986.  (U)

Posada dijo que comprendía quiénes eran los agentes y su campo de investigación y estuvo de acuerdo en ser entrevistado. Posada entonces informó lo siguiente:  (U)

En 1985 Posada fue de Venezuela a Aruba en una nave aérea privada. Estuvo allí una semana y de ahí voló a El Salvador en una nave aérea privada. Félix Rodríguez coordinó para que Posada fuera a El Salvador. Cuando Posada llegó a El Salvador, un amigo perteneciente a la Fuerza Aérea de El Salvador, de nombre desconocido y de apellido Leiva, suministró a Posada identificación a nombre de Ramón Medina Rodríguez. Esta documentación incluía una Licencia de Conducción salvadoreña y varias identificaciones de las fuerzas armadas salvadoreñas. Desde esa fecha, Posada vivió bajo el nombre de Ramón Medina.  (U)

Investigación realizada el  3/2/92   en   Tegucigalpa, Honduras     Expediente # IC-600-1

Ag. Esp. MICHAEL S. FOSTER

Por    Ag. Esp.  GEORGE R. KISZYNSKI,  MSF: jjn                     Fecha Dictado   6/2/92_

A su llegada a El Salvador, Posada convivió con Rodríguez durante dos o tres días. Rodríguez entonces ayudó a Posada conseguir una casa en San Salvador, donde Posada vivió durante un año aproximadamente. Después de mudarse a su casa en San Salvador, Posada no hizo nada realmente durante un par de  meses. En este período no tuvo absolutamente nada que ver con el proyecto de suministro a la Contra en el que luego participara.   (U)

Rodríguez y otros amigos cubanos de Posada lo ayudaron a salir de Venezuela y reubicarse en El Salvador. Rafael "Chichi" Quintero no ayudó a llevar a Posada a El Salvador.

Funcionarios del gobierno de los EE.UU. tales como Oliver North y gente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) no ayudaron a llevar a Posada a El Salvador.  Richard Secord no tuvo nada que ver con llevar a Posada a El Salvador.   (U)

Posada tenía algunos documentos con el nombre de Ramón Medina en Venezuela. Una vez en El Salvador, Leiva consiguió a Posada documentos de identificación salvadoreños.   (U)

Después de "vivir en las sombras" en San Salvador durante dos o tres meses, Quintero llamó a Posada y lo reclutó para que ayudara en el proyecto de suministro a la Contra. Fue Quintero quien se acercó a Posada para que trabajara en dicho proyecto, no Rodríguez. Thomas Clines y Secord no tuvieron participación en reclutar a Posada para el proyecto. Posada ni siquiera conocía a Secord y a Clines en ese momento. No hubo participación de North ni de nadie de la CIA o del gobierno de los EE.UU. en reclutar a Posada para que trabajara en el proyecto de suministro. Quintero actuó solo en este (SUPRIMIDO) asunto.  (S)

Quintero se acercó a Posada para que trabajara en el proyecto de suministro en un momento en que piensa Posada que el proyecto acababa de empezar. Según lo que conoce Posada, cuando él se inició en el proyecto es que el proyecto se iniciaba. Según calcula Posada, Quintero se le acercó a finales de 1985 o bien al principio de 1986, a inicios de enero.  (U)

Juan Rafael Bustillo no supo la verdadera identidad de Posada hasta que el avión que transportaba a Eugene Hasenfus cayó y se reveló el pasado de Posada. Después de la caída de Hasenfus, Posada habló con Bustillo sobre el tema y Bustillo dijo que no había problemas. De hecho, Bustillo quiso ayudar a Posada dejándolo quedarse en Ilopango, donde no habría hostigamiento por parte de la prensa y todo estaría tranquilo. Sin embargo, Posada replicó que venía de estar en la cárcel y no quería estar en condiciones de aislamiento otra vez en Ilopango. Posada dio las gracias a Bustillo pero continuó viviendo en su casa de San Salvador.   (U)

Hasta el derribo de Hasenfus, las únicas personas que participaban en la actividad de suministro de la Contra que sabían de la verdadera identidad de Posada eran Quintero, Rodríguez y Leiva. Posada no cree que North, Richard Gadd, Robert Dutton, los pilotos que participan en el suministro, o los salvadoreños supieran quién era él. Posada no piensa que alguien en la Embajada de los EE.UU. en San Salvador supiera su verdadera identidad hasta el derribo de Hasenfus. Posada se guardó de revelar su verdadera identidad incluso a personas con las que hizo amistad en El Salvador. Posada temía revelar su identidad y no la revelaba.  (U)

Cuando Quintero reclutó a Posada para trabajar en el proyecto de suministro, no dijo qué era específicamente el proyecto o quiénes lo dirigían. No obstante, Posada y todos los que participaban en él lo consideraban un proyecto secreto del gobierno de los EE.UU., aunque nadie en posición de autoridad les se los hubiera dicho específicamente o les hubiera brindado detalles sobre los orígenes del proyecto.  (U)

Posada no conoció a Quintero hasta que este se le acercó y reclutó para el proyecto de suministro. Sólo se conocían de haber oído hablar el uno del otro. Rodríguez presentó a Quintero a Posada. Posada había oído hablar de los vínculos de Quintero con Edwin Wilson, Frank Terpil, Ted Shackley y otros veteranos de la CIA.  (U)

El papel de Quintero en el proyecto de suministro era el de gerente y contacto principal entre Washington D.C. y el proyecto. Quintero era el que iba y venían entre Washington y San Salvador, trayendo instrucciones y dinero. Quintero fue el jefe hasta que llegó Dutton a escena y se hizo cargo. Posada tenía entendido que Owen era "el hombre de North".  (U)

Tras permanecer con Rodríguez un par de días, Posada alquiló una casa parea si en San Salvador. Quintero y Dutton se quedaban en casa de Posada cada vez que venían a visitar el proyecto.  (U)

El papel de Posada en el proyecto de suministro era ocuparse de todas las necesidades del personal, como viviendas, transporte y otros, y coordinar otras necesidades relacionadas con el proyecto, tales como combustible para los aviones y otras misceláneas, junto a aquellas necesidades que pudieran presentarse. Después Posada se involucraría más activamente en la parte operativa del proyecto encargándose del funcionamiento de la radio durante los vuelos de suministro y ayudando a coordinar dichos vuelos.  (U)

Posada comenzó gradualmente a adquirir casas para la operación de suministro. Alquiló tres otras casas para que vivieran en ellas los pilotos. Posada también contrató un pequeño hotel, donde vivía el resto del personal del proyecto. Al final, disponían de cuatro casas, incluida la de Posada, y un pequeño hotel que albergaba a unas 30 personas que trabajaban en el proyecto.  (U)

Posada se encargaba de todo lo relacionado con el alojamiento. Pagaba los alquileres, contrataba servicios, pagaba las cuentas de teléfono, adquiría efectos electrodomésticos y otros equipos para las distintas casas y garantizaba que estas estuvieran surtidas de alimentos y cerveza. Posada se ocupaba también de la transportación del personal. Coordinaba vehículos y choferes y él mismo se encargaba de llevar y traer gente entre Ilopango y las distintas casas.  (U)

En cuanto al aspecto financiero del proyecto de suministro, algo que Posada guarda en su mente es que el dinero nunca pareció ser un problema. Nunca hubo problemas de que en Washington no hubiera suficiente dinero, aunque Posada nunca supo realmente de dónde provenía el dinero ni quién lo aportaba. Nadie dijo nunca a Posada que el dinero viniera de North o de personas privadas o del gobierno de los EE.UU. y de alguna otra fuente. Quintero y otros traían el dinero, pero nunca explicaban de dónde venía y Posada nunca preguntaba. Posada trabajaba bajo la creencia de que se trataba de "un proyecto de Washington" y (SUPRIMIDO (toda una línea) no se cuestionaba la fuente de financiamiento.

Otra cosa que recuerda Posada es que el proyecto de suministro siempre estaba buscando a personas que trajeran el efectivo de EE.UU. a El Salvador para ser utilizado por Posada. Siempre había preocupación por la restricción de que sólo se pudiera sacar $10,000 por vez de EE.UU. Cada vez que alguien de la gente del proyecto iba a EE.UU. por cualquier razón, fuera personal o de otra índole, se le pedía que trajera dinero de vuelta.  (U)

Quintero sólo le decía a Posada que el dinero venía de Washington, sin dar mayores explicaciones. No obstante, en una ocasión Quintero dijo que el dinero lo obtenía de Richard Secord. Sólo William Cooper y Quintero entregaban dinero a Posada relacionado con el proyecto. Normalmente era Quintero el que traía el dinero. Quintero le daba el dinero a Posada y Posada le entregaba todos los recibos y los justificantes de lo gastado y lo que necesitaba gastar el mes siguiente. Era un sistema bastante estricto pues se chequeaban los recibos que entregaba Posada y se le preguntaba sobre lo gastado. En una ocasión, Posada cometió un error y se pagó dos veces a si mismo en un mes y ellos después le pidieron cuentas y hubo que arreglarlo. Si había alguna diferencia de gastos entre un mes y otro, a Posada se le interrogaba sobre ello. Los recibos de teléfono eran siempre cuestionados porque eran muy altos, pero el proyecto le decía a la gente que podía llamar a su familia. Lo que no se pensaba era que la gente tenía familia en todas partes del mundo; Posada recuerda que uno de los pilotos tenía una novia que vivía en Filipinas. Esto creaba muy altos recibos telefónicos, a veces más altos que los alquileres de las casas.  (U)

El combustible de avión para la operación de reabastecimiento fue proporcionado por Bustillo y pagado en efectivo por la gente del reabastecimiento, usualmente Posada.  Al principio un piloto que estaba trabajando con Gadd, y Posada no puede recordar su nombre ahora,  fue con Posada a ver a Bustillo y le pagó por el combustible.  El piloto sacó un fajo de billetes y empezó a contar los 15 000 dólares sobre la mesa de Bustillo y él le dijo que era para el combustible que utilizaría la operación de reabastecimiento. Eso insultó mucho a Bustillo, maldijo al hombre y le dijo que él no era alguien que trabajaba en una estación de gasolina.  Bustillo le dijo al hombre que le diera el dinero a uno de sus ayudantes.  El piloto tuvo que abandonar la operación por la forma tan mala en que manejó este asunto con Bustillo.  A Bustillo no le gustaban los estadounidenses, de modo que Bustillo comenzó a tratar las cosas con Posada.  (S)

El piloto norteamericano que había insultado a Bustillo y le había dado los $15,000 dólares tenía unos 45 años. Posada no recuerda nada más acerca de él. (U)

Posada abrió una cuenta con Bustillo y sus asesores mediante la cual se les facilitaba dinero a cambio de combustible salvadoreño para cuando lo necesitaran los aviones destinados al suministro. Cuando la cuenta prevista para la operación suministro estaba en débito, Posada recurría a Quintero y éste le facilitaba más dinero. Entonces alguien le traía el dinero a Posada quien lo reponía en la cuenta a través de la gente de Bustillo. Según afirma Posada este era un acuerdo "extraoficial." Cuando Posada pagaba a los salvadoreños, recibía un comprobante, pero, exceptuando ese documento,  no existía  ningún otro tipo de contabilidad por la parte salvadoreña. Posada le pagaba a Bustillo entre $20,00 y $50,000 dólares mensuales por concepto de combustible. Posada se pregunta si Bustillo no estaría violando la ley al tomar el dinero previsto para el suministro para pagar un combustible que el Gobierno de los Estados Unidos había entregado a El Salvador como ayuda extranjera. (U)

La Southern Air Transport (SAT) solía volar prácticamente todas las semanas a Llopango en un        L-100. Esta línea aérea solía traer sus provisiones. Con frecuencia Posada  trasladaba a la tripulación de SAT hacia y desde el hotel en El Salvador. (U)

Posada no conoce a Bob Mason de SAT; no tenía nada que ver con él. Posada se relacionaba solamente con personas menos importantes dentro de SAT en Miami, eso es todo. Posada no tenía nada que ver con Bill Langton de SAT. En ningún momento Posada recibió dinero de nadie de SAT, ni estableció ningún tipo de acuerdo financiero con Langton.  (U)

Posada creía que cuando Cooper traía dinero a San Salvador, este provenía de SAT, pero no porque nadie se lo hubiera dicho. Es una simple suposición suya. Posada no conoce de donde procede el dinero para la operación de abastecimiento. El creía que venía de "Washington" por mediación de Secord y Quintero y que una parte considerable procedía de SAT. Posada nunca estuvo al corriente de estos aspectos financieros relacionados con la operación de abastecimiento. La participación de Posada se limitaba, estrictamente, a los pagos en efectivo por mediación de personas como Quintero y Cooper. (U)

En cuanto a los salarios de las personas que tenían que ver con el abastecimiento a las aeronaves, afirma que a los pilotos se les pagaba $4,500 dólares mensuales. La tripulación recibía, también, $750 dólares adicionales por cada vuelo que realizaban. El personal  técnico y el resto de los trabajadores relacionados con la operación suministro recibían $3,000 dólares mensuales, además de tener todos los gastos de alimentación y alojamiento cubiertos. Del pago de estos gastos se ocupaba Posada. A este personal se le costeaban los pasajes de ida y regreso a los Estados Unidos por concepto de vacaciones. (U)

Posada opina que a Quintero se le pagaba más que a los pilotos, pero, en realidad, él no sabe cuánto le pagaban. Posada no era quien pagaba el salario de Quintero. (U)

A Posada le pagaban $3,000 dólares mensuales. Además tenía cubiertos el gasto de alojamiento, con los servicios de una doméstica incluido; un automóvil y las comidas, entre otros. A veces Posada viajaba  en algunos de los vuelos de sumisitro,  por lo que recibía $750 dólares adicionales por vuelo. Al principio Posada era el único que dominaba bien el español como para comunicarse por radio desde los aviones. Cuando comenzó la operación, antes de que se le asignara a los Contra, Posada volaba en numerosas misiones promediando sus ingresos entre $6,000 y $7,000 dólares al mes. Dado que la mayoría de sus gastos estaban cubiertos, este podía ahorrar la mayor parte del dinero que ganaba. (U)

Por allá por enero de 1986, cuando Posada comenzaba a trabajar en la operación suministro, Rodríguez recibía un salario de $1,000 dólares mensuales. Ya para mayo o junio de ese año su salario era de $3,000 dólares mensuales. Rodríguez recibió ese salario durante dos meses, pero al tercer o cuarto mes, antes de que el proyecto finalizara en el otoño de ese mismo año, Quintero le dijo a Posada que había recibido un mensaje de North diciéndole que no se le pagara más a Rodríguez. North estaba molesto porque Rodríguez constituía una amenaza a la seguridad, ya que estaba haciendo llamadas telefónicas a Washington. Durante los últimos meses antes del accidente aéreo ocurrido a Hansefus, Rodríguez aún trabajaba para Bustillo como enlace en el proyecto de sumistro, pero Bustillo no le pagó nada por sus servicios.  (U)

Posada nunca dio a Rodríguez ningún reloj, mucho menos un Rolex. Cuando Posada llegó a El Salvador, Leiva, el piloto que lo transportó desde Aruba, lo estuvo ayudando en los trámites para que obtuviera una identificación salvadoreña bajo el nombre de Ramón Medina. El apoyo de Leiva en esos momentos fue importante para Posada Carriles. Durante los trámites Leiva constantemente celebraba el reloj de Posada. Como muestra de gratitud Posada le regaló a Leiva su reloj pero, aunque valía unos $500 dólares, no era un Rolex. (U)

Antes de que Posada entrara en El Salvador (U)  fue Rodríguez quien hizo las coordinaciones pertinentes.

En 1985 Bautillo no sabía que Posada iría para El Salvador. Ni siquiera sabía quien era Posada, al menos no hasta que Hasenfus lo identificara como resultado de las declaraciones que hizo cuando fue detenido por los nicaragüenses. (U)

Rodríguez firmó cheques por concepto de salario. Estos recibos puede que estén entre los documentos que Posada conserva. O puede que estén entre los materiales que se guardan en Llopango o quizás lo tengan sus amigos de Miami. Seguramente esté el comprobante de pago del salario de otros más. (U)

Posada tenia conocimiento de las relaciones de Rodríguez con la Oficina del Vicepresidente (OVP). Rodríguez le comentó a Posada que quería hablar con el entonces vicepresidente, George Bush, y que coordinaría el encuentro a través de su amigo Donald Gregg. Cuando regresó de su encuentro con Bush en Washington en la primavera de 1986, Rodríguez le dijo a Posada que le había dicho a Bush que "El Salvador estaba muy bien" comentándole que  todo el tiempo había hablado con Bush en términos muy generales. Rodríguez también le explicó cuan molesto estaba porque Bush no profirió palabra en los pocos minutos que duró el encuentro y que, una vez concluido, Bush le dio las gracias a Rodríguez y eso fue todo. A Rodríguez le incomodó mucho que Bush no entablara un diálogo. Salió de allí con el ego destrozado. Rodríguez le dijo a Posada que había informado a Bush acerca de la situación en El Salvador pero Posada no sabe si llegó a  mencionar, específicamente, el proyecto de suministro. Rodríguez no dijo haberle referido a Bush nada en relación con el proyecto de suministro. (U)

El gran problema entre Rodríguez y North en relación con el proyecto de suministro es que Rodríguez hablara por teléfono con Gregg acerca de las operaciones y que la CIA lo averiguara inmediatamente.

Posada sabía que Rodríguez y Gregg eran buenos amigos desde antaño y que habían estado juntos en Viet Nam.

Posada no cree que Rodríguez haya hablado con Gregg acerca del proyecto de suministro por teléfono. Posada piensa que lo hayan hablado personalmente, porque eran muy buenos amigos. Sin embargo, nunca oyó a Rodríguez hacer referencia a nada en tal sentido, ni Rodríguez le dijo nunca que hubiera hablado con Gregg del asunto. Sin embargo, Posada opina que es muy difícil que Rodríguez "se abstuviera de hablar" del proyecto con alguien como Gregg. Pero Posada no conoce a ciencia cierta que esa conversación haya tenido lugar. Posada sí está convencido de que por teléfono no fue porque  Rodríguez sabía que la CIA escuchaba las conversaciones telefónicas. Posada no cree a Rodríguez  capaz de semejante imprudencia y opina que si habló del asunto fue en persona. Posada sabe que Rodríguez hablaba a menudo con Gregg porque era él quien pagaba las cuentas telefónicas.

Posada no recuerda haber oído hablar antes de Sam Watson. Posada no sabe nada de posibles contactos entre Rodríguez y Watson, ni tampoco si Watson sabía algo acerca de la operación de suministro. (U)

En el momento de la entrevista Posada es puesto en conocimiento de una relación cronológica  en la cual se describe la visita realizada por Watson a El Salvador entre el 19 y el 20 de enero de 1986. En esta cronología se detallaba cuando Rodríguez recogía a Watson en Guatemala para transportarlo hasta Llopango y su cena con Bustillo. También se describe el recorrido que le hiciera Rodríguez por Llopango a bordo de un helicóptero de las Fuerzas Armadas de El Salvador y el encuentro con diferentes funcionarios, como el Embajador Edwin Corr, y James Steele y David Pasaje. (U)

Posada se detuvo a examinar la referida cronología y declaró no tener ningún conocimiento acerca de la visita de Watson y que nunca había oído hablar de eso. A Posada le parece un tanto extraño que Rodríguez piloteara helicópteros por esa fecha, es decir, en enero, pues en su opinión este no comenzó a pilotear helicópteros hasta  alrededor de mayo o junio de 1986. Pero Posada no está seguro, es sólo una suposición. (U)

A Posada no le resulta conocido el nombre Doug  Menarchik y nunca ha escuchado que Rodríguez tuviera contacto con él. (U)

En relación con la detención de Nidia Díaz esta tuvo lugar antes de que Posada llegara a El Salvador pero ha oído hablar del caso. Posada tiene entendido que Rodríguez y Wally Grasheim se encontraban comprobando algunos equipos de visión nocturna desde los helicópteros cuando, de repente, vieron efectivos de la guerrilla del FNLN desplegando algunas actividades. Arremetieron contra las guerrillas, dispararon contra la señora Díaz y esta fue hecha prisionera. Según tiene entendido Posada fue Grasheim quien verdaderamente capturó a la senota Díaz y la condujo hacia el helicóptero. Rodríguez se encontraba en otro helicóptero y no participó propiamente del arresto de la señora Díaz. Para Rodríguez capturar a la señora Díaz representó mucho en el mejoramiento de sus relaciones con los salvadoreños. (U)

Posada se refiere a un incidente relacionado con el abastecimiento de un avión 727 que Honduras no autorizó aterrizar. Quintero llamó solicitando autorización para que pudiera aterrizar en El Salvador. Posada refiere que tuvo que pedir permiso a Bustillo quien autorizó para que la nave aterrizara en Llopango.

Posada pidió autorización a Bustillo para construir un almacén en Llopango. Cuando Bustillo dio su consentimiento, se comenzó a construir el almacén. (U)

Cuando, a principios de 1986, la operación de abastecimiento cobró mayores dimensiones compraron dos Caribous, un C-123 y otras aeronaves pequeñas.

Posada recuerda cuando recibieron la visita de North y Secord a bordo de un avión Lear en la primera mitad del año 1986. Había problemas con la Contra y el proyecto de suministro. La Contra quería mejores aeronaves y se quejaba de que los Caribous no eran lo suficientemente grandes. Cuando North y Secord llegaron se entrevistaron con Armando López, Enrique Bermudez, Bustillo y Rodríguez. Según Posada la respuesta que dieron a tal petición fue "Bueno, no usen los Caribous, usen entonces los C-123" La Contra dijo que, si tenían que usar los C-123, querrían buenos equipos, a lo cual North respondió que no se preocuparan porque los aviones iban a ser piloteados por estadounidenses. (U)

Posada recuerda que en esa ocasión el piloto de la nave de North y Secord era un estadounidense y que, además, lo acompañaban Gadd  y una bella aeromoza. Cuando Gadd llegó, él y Posada se trasladaron a la casa de los pilotos en San Salvador donde permanecieron por dos o tres horas. (U)

Posada tiene entendido que North y Secord sostuvieron un encuentro con la Contra y que almorzaron, aproximadamente, a las 11:30 o 12:00 del día y que en el almuerzo se bebió cerveza Pilsen hecha en El Salvador. Posada trajo a Gadd de regreso y  la comitiva partió llevándose consigo un par de cajas de cerveza. Posada no sabe si  North y Secord ni siquiera abandonaron Ilopango. Posada no sabe de las visitas que North y Secord le hicieron a Corr en la Embajada.  Posada nunca oyó que Rodríguez  trasladó  a North, Secord y Steele en helicóptero a San Salvador para que fueran a la Embajada a reunirse con Corr.  Posada no escuchó nunca que North o Secord se reunieran con Corr. (U)

En este momento de la entrevista se mostró a Posada una carta de North dirigida a Rodríguez con fecha 20 de septiembre de 1985 que tenía los números de control AKW022740-43de  la OCI. (U)

Posada leyó esa carta y dijo que no la había visto antes, pero a Posada le pareció correcta.  Las instrucciones que North le da a Rodríguez en la carta parecen referirse a cosas que sucedieron y las cosas que Rodríguez estaba haciendo.  Rodríguez nunca le mostró esa carta a Posada.  Rodríguez sí le dijo a Posada que North quería ayudar con la operación de reaprovisionamiento. (U)

Rodríguez era muy reservado en El Salvador, incluso con el propio Posada.  Era muy reservado con sus papeles y cosas así que él no mostraba a nadie.  Esa era la forma en que actuaba Rodríguez, Quintero y todos los demás.  Eran muy ambiguos con todo y muy misteriosos.  Tenían algo, hablaban de eso, pero no se lo mostraban a personas como  Posada.  Rodríguez guardaba los papeles en Ilopango, pero Posada no sabe cuál era el contenido.  Posada recuerda que Rodríguez tenía también una computadora personal en Ilopango y que todo lo ponía en la computadora.  Posada recuerda a Rodríguez en su apartamento mecanografiando en su computadora personal.  Posada no sabe dónde puedan estar los papeles o ficheros o discos de computadora de Rodríguez.  Posada no tenía nada que ver con las pertenencias de Rodríguez. (U)

Owen hizo dos o tres viajes a El Salvador cuando Posada se encontraba allí.  Owen tenía un rango superior al de Quintero.  Posada piensa que en abril Owen también estaba en el vuelo L-100.  Posada no conocía todos los detalles de lo que Owen hacía, pero pensaba que él era la persona de alto rango que trabajaba con North y que en ocasiones se aparecía para supervisar la operación de reaprovisionamiento. (U)

Esa es una de las razones por las que Posada trataba con Bustillo.  Bustillo no se llevaba muy bien con ninguno  de los estadounidenses allí.  El acercamiento de Steele a Bustillo fue un proceso muy lento.  Steele y Bustillo finalmente estrecharon relaciones, pero, al principio no fue así, y eso tomó bastante tiempo.  Posada veía a Bustillo diariamente.  Él y Bustillo trabajaban para mantener la operación de reabastecimiento y Posada se aseguraba de que se hiciera todo  por lo  que él pagaba en relación con Bustillo.  Posada estaba algo intranquilo con Bustillo respecto al dinero que este estaba recibiendo y Posada quería estar seguro de que la operación de reaprovisionamiento recibiera la cantidad de combustible correcta. (S)

Posada no sabe nada de los vuelos de reaprovisionamiento a Honduras en 1985 y el problema que se dio con el Presidente Robert Suazo Córdova que no permitía aterrizar los vuelos en territorio hondureño.  Posada no sabe nada del traslado de la operación de reaprovisamiento de Honduras a El Salvador debido a esos problemas.  Posada no estaba trabajando en el proyecto a finales de 1985 y no oyó nada de esos problemas cuando empezó a trabajar ahí.  (U)

Mario Dellamico llamó recientemente a Posada y dijo que  SA Foster quería verlo (a Dellamico).  Posada no le contó a Dellamico de sus arreglos para reunirse con el FBI.  Posada no quiere que Dellamico sepa que él está viendo al FBI.  (U)

En este momento de la entrevista, SA Foster dijo a Posada que los entrevistadores no iban a decirle a Dellamico que se estaban reuniendo con Posada. (U)

En relación con Dellamico, Posada tiene entendido que Ron Martin y Dellamico tenían suministros valorados en $25 millones de dólares en almacenes en Honduras.  Lo que Posada entendía de la situación es que el Congreso iba a aprobar un paquete de ayuda a los Contras  de $100 millones de dólares.  Martin y sus asociados adquirieron armas por adelantado y las llevaron al almacén.  Pensaron que la CIA iba a comprar esas armas porque no tenían costo de transportación y ello   ILEGIBLE. (S)

Posada no sabe nada de la situación del supermercado de armas a finales de 1985.  (U)

Posada escuchó que Martin había dicho a Dellamico que este era el último mes que le iban a pagar a Dellamico.  Dellamico está buscando otro trabajo.  Dellamico dejó de vender armas en El Salvador.  Dellamico  tiene relaciones estrechas con Héctor Applicano y otros oficiales hondureños.  (U)

Posada nunca vio a Martin.  Posada no conoce a Jim McCoy. (U)

Posada escuchó que Dellamico dijo a Rodríguez que Secord estaba estafando a los Contras.  Dellamico dijo que las ganancias de Secord eran muy elevadas porque él tenía que pagar las armas que había comprado en Portugal. (U)

En este momento de la entrevista, SA Foster describió a Posada una reunión que tuvo lugar a finales de diciembre de 1985.  A esa reunión asistieron Rodríguez, North, Corr, Alan Fiers, Chris Arcos, William Walter y otros.  También se dio otra reunión más pequeña entre North y Bustillo y otras personas.  Todas esas reuniones tuvieron lugar en Ilopango. (U)

Tras escuchar la descripción de dichas reuniones, Posada expresó que no sabía nada de eso.  La única visita como esa que él recuerda es la reunión del jet Lear,   que él describió antes, a finales de 1986 cuando Posada se fue con Gadd.  Posada nuca escuchó nada acerca de los insultos de North a Rodríguez en la reunión de Ilopango. (U)

Posada recuerda a Jack Terrell, también conocido como  Flaco.  Terrell andaba siempre rondando el proyecto de reaprovisionamiento.  Terrell terminó con un pago de $150 dólares diarios por empacar los paracaídas del reaprovisionamiento.  Eso fue alrededor de junio o julio de 1986. (U)

Posada no conoce a Tom Posey. (U)

Posada recuerda la construcción de los edificios Buttler a principios de 1986.    Ese fue el primer trabajo que tuvo Posada en la operación de reaprovisionamiento.  Quintero debe haber reclutado a Posada para trabajar en el proyecto de reaprovisionamiento alrededor de una semana antes de que empezara la construcción de esos edificios.  Posada recuerda a Jerry Fontana cuando vino a Ilopango para construir esos edificios.  Fontana trabajaba de 7:00 a.m. hasta las 11:00 p.m. porque quería que el trabajo saliera rápido.  Le prometieron una bonificación si terminaba rápido.  Fontana era un buen constructor y trabajaba casi las veinticuatro horas en esa construcción. (U)

Posada recuerda a muchísimos salvadoreños que fueron contratados para ayudar a aplicar la mezcla de cemento para esos edificios, sin embargo, no recuerda que Bustillo trabajara personalmente en eso ni ayudara en la construcción.  Una vez terminados los edificios, las armas de los Contras se trasladaron del almacén de la Fuerza Aérea salvadoreña a esos edificios. (U)

Posada participó en la construcción de esos edificios en la medida en que obtenía los suministros que Fontana necesitaba.  Además, Posada tuvo que traducirle a Fontana y los trabajadores salvadoreños porque Fontana no hablaba español.  Posada cree que alguien, Rodríguez o Quintero, le entregaron varios cientos de dólares a Fontana para los gastos cuando Fontana llegó por primera vez para la construcción de los edificios. (U)

Posada, Rodríguez y Quintero, todos tomaron fotos de los edificios. Es posible que algunas de esas fotos se encuentren en las cajas de materiales que Posada almacenó en El Salvador. (U)

No hay duda de que Steele conocía de los edificios Buttler.   Sin embargo, Posada no recuerda que él haya hecho ningún recorrido por los edificios mientras se estaban construyendo.  Posada nunca vio a Corr mirando los edificios. Buttler. (U)

En este momento de la entrevista, SA Foster describió  a Posada un incidente en el que se  menciona a Rodríguez, Posada  y Fontana cuando se dirigían al apartamento de Rodríguez en Ilopango.  Rodríguez los invitó a un trago y luego se dice que  Rodríguez dijo algo así como que él "tenía que usar la línea caliente con Gregg", lo que significaba que iba a hacerle una llamada a Gregg. (U)

Posada no recuerda ese episodio, pero recuerda que Rodríguez siempre estaba llamando a Gregg.  Posada lo sabe porque era él quien pagaba las facturas telefónicas de Rodríguez.  Posada estuvo presente en momentos en que Rodríguez hablaba con Gregg, pero en esos tiempos Rodríguez y Gregg hablaban de El Salvador en general.  Posada no oyó a Rodríguez hablar con Gregg sobre el proyecto de reaprovisionamiento a los Contras. (U)

Posada recuerda a David Rankin como un oficial del Grupo Mil. que radicaba en Ilopango.    Rankin no trabajó en el proyecto de reaprovisionamiento.  Sin embargo, Posada recuerda que Rankin era amigo de los pilotos de reaprovisionamiento.  Solía hablar con los pilotos y darles consejo.  Posada recuerda también que Rankin solía dar información meteorológica a los pilotos.   Rankin era "curioso" y solía andar con los pilotos y andar rondando. Posada no recuerda haber visto a Rankin ir a los aviones ni trabajar con la carga o manipular o empacar los suministros que se iban a lanzar de los aviones. (U)

Posada recuerda el aterrizaje de emergencia de febrero de 1986 de un Caribou en tránsito a Ilopango.  El piloto de este avión era la misma persona que le ofreció a Bustillo los $15 000 dólares en efectivo para que pagara el combustible y que Bustillo se enojó con él.  Los tripulantes del Caribou tuvieron que soltar el motor.  Al día siguiente Bustillo envió un helicóptero para recoger a la tripulación y un después envió un helicóptero para arreglar el avión y poder volar de regreso a Ilopango.  Posada recuerda los artículos que salieron en el periódico sobre el incidente. (U)

Quintero dijo a la gente del reaprovisionamiento que no hablaran con nadie, en particular con la prensa, sobre ninguna parte del proyecto.  Posada no recuerda ni a Rodríguez ni a Steele ni a Corr examinando las piezas del avión en Ilopango.  (U)

Posada nunca vio a Corr.  Posada no sabe el papel real de Corr en la operación de reaprovisionamiento de los Contras, pero Rodríguez le dijo a Posada que Corr estaba bien informado sobre el proyecto.  Rodríguez dijo a Posada que los dos, Rodríguez y Steele, mantenían a Corr informado del proyecto. (U)

Posada nunca habló con North en persona ni por teléfono.  Posada ni siquiera vio a North cuando North y Secord hicieron su última visita en el jet Lear en la primavera de 1986.  Durante esa visita, Posada se fue con GDA, por lo que no vio a North ni asistió a ninguna de las reuniones de él y Secord. (U)

En opinión de Posada, Rodríguez es conversador, inmaduro y tiene problemas de ego.  Por lo que Posada conoce de la personalidad de Rodríguez, Posada supone que Rodríguez le contó a Gregg y a otros amigos acerca del proyecto de reaprovisionamiento.  Posada piensa así porque esa forma de hablar "está en su naturaleza" (de Rodríguez).  Posada ilustra lo que piensa contando la historia de un escorpión que quería cruzar la corriente, pero no sabía nadar.  El escorpión le pidió a la rana que lo cruzara, pero  la rana tiene miedo de que el escorpión le clave el aguijón y la mate.  El escorpión le asegura a la rana que no lo va a hacer y le dice, "No telo haría, porque si lo hago, te ahogarías y yo caería al agua y me ahogaría también".  La rana acepta llevar al escorpión y va ya a mitad de recorrido cuando el escorpión le clava el aguijón.  La rana, ahogándose, le pregunta al escorpión, ¿Por qué lo hiciste?  Nos vamos a ahogar los dos."  El escorpión respondió, "No pude evitarlo, está en mi naturaleza".  La historia ilustra la personalidad de Rodríguez y su propensión a hablar.  Hablar sobre sí mismo con otros y hacerse el importante está en la naturaleza de Rodríguez. (U)

En relación con los dispositivos de comunicación KL-43, la operación de reaprovisionamiento tenía muchos.  Quintero tenía uno y lo guardaba en casa de Posada.  Rodríguez solía venir y usarlo en casa de Posada.    Steele usaba uno y Posada sabe que Joseph Fernández tenía uno en Costa Rica.  Fernández usaba el dispositivo KL-43 para comunicarse con el proyecto.  Rodríguez realmente no le mandaba mensajes a él, pero él trabajaba con Quintero y ellos se mandaban mensajes.  El mensaje era firmado por Quintero, pero Rodríguez y Posada ayudaban a elaborarlo. (U)

Posada recuerda el primer viaje de Dutton a Ilopango en la primavera de 1986.  Se encontraron Rodríguez, Posada y quintero y todos se trasladaron a hablar para casa de Posada.  Posada recuerda que Rodríguez abandonó la reunión bastante rápido.  Dutton estaba haciendo un montón de preguntas sobre la operación y tomando muchísimas notas.  Posada recuerda también que Dutton y Quintero se quejaron de Rodríguez,  Posada recuerda además que alrededor de la fecha de ese primer viaje, y quizás durante la visita, Dutton quería utilizar dos C-123 a la vez para una de las operaciones de lanzamiento de suministros. Dutton le pidió a Bustillo que lo hiciera y Bustillo llamó entonces a Rodríguez y hablaron sobre la operación.  Rodríguez le dijo a Bustillo que era demasiado riesgoso tomar dos aviones a la vez y que también ellos eran vulnerables.  Tras escuchar la explicación,  Bustillo se manifestó en contra de la idea y le dijo a Rodríguez que le dijera a Dutton que él no quería que se hiciera.  Rodríguez retransmitió el mensaje a Dutton y entonces Dutton le dijo a Rodríguez que Bustillo era un "soldado chocolate".  Como Rodríguez y Dutton no se llevan bien, Rodríguez, por supuesto, le cuenta inmediatamente a Bustillo el insulto de Dutton.  Eso realmente puso a Bustillo mal y, después de eso, no hubo forma que Bustillo permitiera los vuelos.  Eso se suma al deterioro de las relaciones entre Bustillo y los "gringos" implicados en el reaprovisionamiento. (U)

Posada recuerda la demanda Abrigan Money.  Recuerda que había gente preocupada, pero no recuerda, pero no recuerda nada más específico.  No recuerda ninguna conversación específica al respecto, salvo las quejas de Quintero, quejas sobre el dinero que le iba a costar a él defenderse de esa demanda. (U)

Posada oyó hablar de la visita a El Salvador de Pedro Reboredo, Alcalde de best Miami, pero Posada no participó en la visita ni lo conoció nunca.

Posada también oyó hablar de dos médicos cubanos de Miami que eran amigos de Rodríguez.  También los invitaron a El Salvador y Rodríguez les dio un recorrido por toda  la operación reaprovisionamiento.  Posada cree que esto no agradó a North ni a la CIA.  Posada no recuerda los nombres de esos doctores, pero oyó decir que habían ayudado a los Contras heridos. (S)

Posada no vio a esos visitantes cubanos porque él no quería conocer a ningún cubano.  Posada no quería que supieran que él estaba en El Salvador.  Explicó que no dejaran que en la comunidad cubana de Miami se conociera de su estanca allí porque si ellos se enteraban, se iba a saber todo.   Nadie en El salvador daba mucha importancia a los cubanos, así que nadie preguntó nada sobre Posada.  No era como en Miami donde la gran comunidad cubana lo conocían y se preocupaban por Posada. (U)

En relación con Edén Pastora y el Frente Sur, Posada escuchó a Fernández decirle a un comandante del Frente sur que si ellos renunciaban a Pastora. Él (Fernández) los iba a apoyar.  Les dijo que si abandonaban a pastora recibirían ayuda del USG.  Cuando Fernández vino a El Salvador a ver el proyecto dijo a Quintero que Quintero debía suministrar las armas a los comandantes del Frente Sur.  Fernández conocía a los comandantes y estaba en contacto con ellos.  Fernández indicó a los del proyecto de reaprovisionamiento dónde tenían que lanzar los suministros para el Comando Sur.    Fernández llamaría a los del proyecto de reaprovisionamiento con antelación y les daría las coordenadas y los vectores para que los pilotos pudieran hacer el lanzamiento para el Comando Sur.   Los de la operación de reaprovisionamiento harían los lanzamientos dos horas después de recibir la llamada de Fernández y luego llamarían a Fernández para informar de la misión.   Todos los contactos con Fernández en relación con el lanzamiento de esos suministros se harían con el aparato KL-43. (U)

Posada no sabe nada de la reunión de los comandantes del frente Sur con Bustillo.  (U)

Cuando los Contras en el norte vieron el éxito de los lanzamientos realizados por la operación reaprovisionamiento en el sur, ellos también pidieron ayuda.  El proyecto de reaprovisionamiento envió más de cien vuelos al norte.  Los vuelos al norte salían casi diariamente.  (U)

Posada está seguro que William Casey y la CIA en Washington sabían todo acerca de esas actividades de reaprovisionamiento porque Fernández participó en los lanzamientos al sur y   EN BLANCO   y vio lo que el proyecto de reaprovisionamiento estaba haciendo.  Hasta donde Posada sabe, ningún  EN BLANCO   participó directamente en el proyecto de reaprovisionamiento.  Los pilotos del proyecto de reaprovisionamiento pensaban que estaban trabajando para la CIA.

Hasta donde Posada sabe,  Fernández era la única persona de la CIA estacionada en la región que estaba directamente involucrada en la actividad de reaprovisionamiento.  (S)

En relación con el campo de aviación del proyecto de reaprovisionamiento en  Santa Elena, Costa Rica, que Posada conocía como "la Plantación", dos estadounidenses lo construyeron bajo contrato y utilizaron a trabajadores de Costa Rica.  Quintero estaba a cargo de la construcción de ese campo de aviación.  El plan consistía en almacenar combustible allí y luego, los vuelos de reaprovisionamiento procedentes de Ilopango podían ir allí primero, reabastecerse de combustible y luego partir para Nicaragua.  Con ello se evitaría tener que usar la ruta más peligrosa de vuelo directo desde El Salvador por el espacio aéreo nicaragüense al punto más cercano.  Sin embargo,  el campo de aviación de Santa Elena nunca funcionó.  La pista era muy mala.  La forma en que se suponía que funcionaría el campo de aviación de Santa Elena era que el vuelo del C-123 a Santa Elena tomaría seis horas, se reabastecería de combustible, volaría en media hora a Nicaragua, haría el lanzamiento, daría la vuelta, volaría media hora para salir de Nicaragua hacia la zona de Santa Elena y luego haría un vuelo de seis horas de regreso a Ilopango.  De esa manera, el avión solo estaría en el espacio aéreo nicaragüense un tiempo mínimo. (U)

Posada se encontraba en el bien conocido vuelo de reaprovisionamiento de los Contras que se atascó en el lodo en el campo de aviación de Santa Elena.  El piloto era Cooper.  Vern Hughes estaba allí y también un gringo calvo cuyo apellido era Kunny o Kenny.  El avió aterrizó y se atascó en el lodo.  Los tripulantes del avión usaron la radio para llamar a John Piowity.  Piowity envió un avión Caribou a Santa Elena para que los ayudaran.  Bajaron toda la carga del C-123 y luego usaron al Caribou para sacar al C-123 del lodo.  Luego, subieron todo de nuevo al C-123 y despegaron.  Posada recuerda muy bien el peligro a que estuvieron expuestos en ese avión.  Cuando el C-123 se atascó mientras aterrizaba en la pista, el avión tuvo una parada abrupta.  Si la carga no hubiera estado bien amarrada, se hubiera caído y los tripulantes hubieran muerto aplastados.  A Fernández no lo llamaron durante esta operación de rescate, pero se lo informaron.  Posada no sabe quién informó a Fernández de ese incidente.  (U)

En relación con el papel de Fernández y Costa Rica en esas actividades de reaprovisionamiento a los Contras, Posada oyó decir que North había presionado al entonces Embajador estadounidense Lewis  Tambs para que ayudara.  Tambs fue entonces a ver al Presidente Monge y lo amenazó con permitir que se desarrollaran las actividades de reaprovisionamiento.  Posada no tenía la menor duda de que Fernández estaba trabajando en el esfuerzo por usar a Costa Rica. (U)

Posada no conoce de ninguna otra organización ni de países que hayan dado dinero o bienes para la operación de reaprovisionamiento, salvo cuando Quintero hablaba vagamente de "la gente de Washington", y lo que todo el mundo suponía era que se trataba del tipo de operaciones USG/CIA.  Posada no sabía nada del dinero saudita o de otros países u organizaciones que hicieron contribuciones monetarias.  Posada recuerda que había algunos israelíes que trataban de vender armas en El Salvador, pero él no cree que trabajaban para el proyecto. (U)

Jorge Mas Canosa es amigo de Posada.  Mas conocía de la operación de reaprovisionamiento, pero no participó.  Posada solo ha estado en contacto con Mas una o dos veces desde noviembre de 1986.  Mas no apoyó a Posada después que se descubrió la operación de reaprovisionamiento a finales de 1986.  Mas está muy ocupado con sus actividades de cabildeo, es por eso que Posada no trata de contactarlo. (U)

La operación de reaprovisionamiento suministraba a los Contras en el sur y Secord y North mandaron a decir que era eso lo que ellos querían que se hiciera.  Al final de la operación de reaprovisionamiento, se estaba suministrando tanto al sur como al norte.  Bermudez no quería que se suministrara al sur.  Bermudez no se llevaba bien o no confiaba en los Contras  del sur.  Bermudez y los Contras del norte habían recibido suministros de la CIA y Dellamico, incluso antes de que se iniciara la operación de reaprovisionamiento en El Salvador.  Al principio, la operación de reaprovisionamiento solo iba a enviar suministros al sur, pero terminó enviándolos a ambos. (S)

Posada no conocía mucho acerca del proyecto de suministros de armas de Dellamico, pero sabía que la operación carecía de logística.  Posada recuerda haber escuchado que Dellamico tenía demasiadas granadas de mano y explosivos C-4 que eran cosas que los Contras no necesitaban.  Dellamico no tenía suficientes municiones de las que los Contras sí necesitaban.  Posada no sabe si Secord estaba estafando a los Contras cobrándoles demasiado por los suministros, pero todos dicen que los estaba estafando.  Posada trató de mantenerse fuera de todas esas actividades relativas a los suministros. (S)

Posada se encontraba en el vuelo de reaprovisionamiento a Nicaragua alrededor de mayo de 1986 que aterrizó en San José, Costa Rica para reabastecerse.  Steele llamó a Fernández antes y le dijo que hiciera los arreglos para reabastecer al avión de combustible y eso hicieron.  Los costarricenses estaban esperando el avión y lo reabastecieron.  Todo el mundo sabía que era un vuelo de los estados Unidos porque el piloto y los tripulantes eran estadounidenses.  Los pilotos pagaron en efectivo.  Los pilotos siempre llevaban efectivo extra en los vuelos de reaprovisionamiento por si se presentaba algún problema, si necesitaban comprar combustible o algún servicio de emergencia.  El piloto de este vuelo era Bobby Owen.  Hughes también iba en ese vuelo. (U)

Steele llamó a personas en Costa Rica con antelación y les pidió que ayudaran al avión estadounidense.  La gente no conocía de la misión de reaprovisionamiento del avión.  El avión aterrizó y les dieron lubricante y gas.  La escala solo duró de 15 a 20 minutos.  El plan de vuelo era solo a San José.  Steele lo dispuso todo con antelación. (U)

Posada se estuvo en otro memorable vuelo de reaprovisionamiento.  En mayo y junio, el tiempo estaba muy malo en El Salvador.  Además, las condiciones del equipo del avión de reaprovisionamiento eran malas.  En uno de los vuelos de reaprovisionamiento, el C-123 no podía localizar el lugar de lanzamiento.  Inadvertidamente se extraviaron sobrevolando nicaragua.  El altímetro estaba dando indicaciones erróneas y cuando la lectura era que estaban a 2 000 pies, realmente se encontraban al nivel de las copas de los árboles.  De repente, sintieron un horrible estremecimiento en el avión y los tripulantes creyeron que les habían disparado desde suelo nicaragüense.  De inmediato hicieron abortar la operación y regresaron a Ilopango.  Cuando aterrizaron, se percataron que habían rozado un árbol y que en el motor se habían adherido pedazos del árbol.  Posada no recuerda si Corr o Steele tuvieron algo que ver con este vuelo.  Sin embargo Posada sí recuerda los artículos de periódico sobre el incidente. (U)

Posada recuerda que después de la reunión de Rodríguez con North en Washington en el verano de 1986, Rodríguez estaba muy enojado por la discusión que tuvieron.  Después de esa reunión, Rodríguez estaba "buscando problemas" y entonces fue a SAT en Miami y obligó al piloto a llevarse un C-123 para El Salvador.  Quintero tuvo entonces que llamar a Posada y a Rodríguez y tratar de arreglar las cosas. (U)

Posada no oyó nada de que Gregg había llamado a Ilopango después que Rodríguez trajo el C-123 a Ilopango en agosto de 1986.    Lo único que Posada oyó que ocurrió después es que SAT iba a presentar una demanda contra Rodríguez por ese incidente. (U)

Posada estaba en el medio entre Quintero y Rodríguez.  Quintero y Rodríguez no se llevaban bien, pero Posada se llevaba bien con los dos.  Los dos venían a Posada a quejarse uno del otro.  Posada no quería estar en esa incómoda posición.  Posada se dedicó a trabajar en lo suyo y trató de no involucrarse en la política de la operación de reaprovisionamiento. (U)

Posada cree que él era uno de los tripulantes del primero de los dos vuelos de los L-100 que volaron noches seguidas en  abril de 1986.  El piloto era "Bouzo" y Posada cree que Bobby Owen también estaba a bordo.  Posada recuerda que la Compañía de seguros que aseguró el avión descubrió ese vuelo y estaban muy enojados al respecto.  Aparte del enojo de la Compañía de seguros, Posada no cree que el vuelo haya causado más problemas que los propios de otros vuelos.  Posada estaba a bordo para operar la radio y hablar con los Contras que estaban en tierra.  Los sandinistas solían interferir la radio para tratar de desviar al avión de reaprovisionamiento del lugar correcto previsto para el lanzamiento hacia un área donde ellos lo pudieran derribar.  Además, los sandinistas encendían sus fogatas en Nicaragua para tratar de confundir a la gente del reaprovisionamiento y estos hicieran el lanzamiento en el lugar equivocado.  La primera noche no pudieron encontrar a los Contras.  En el vuelo de la segunda noche  los encontraron y les hicieron un lanzamiento de 40 000 lb. (U)

Posada recuerda que Steele tuvo participación en esos vuelos L-100. Steele estaba muy nervioso.  La preocupación más grande de Steele era que había estadounidenses a bordo y lo peligroso de regresar en las noches siguientes.  Todo el mundo sabía que los sandinistas estaban tratando de atrapar los aviones. (U)

Posada no sabe si, después del vuelo L-100 Steele o North se preocuparon acerca de si se iba a efectuar o no un segundo vuelo la noche siguiente.  Posada no sabe si hubo o no llamadas a Washington, D.C. después del primer vuelo para determinar si se iba a dar o no un segundo vuelo L-100 la noche siguiente.  Posada no conoce de ninguna llamada a Washington para obtener aprobación de North o de otros en el USG para efectuar el segundo vuelo L-100. (U)

Posada recuerda que él recogió a los pilotos en el hotel y los trasladó para salir en los vuelos. (U)

En relación con el papel de Steele en la operación de reaprovisionamiento usarían a Steele cuando tuvieran que hacerlo.  Posada tiene entendido que Rodríguez solía mantener a Steele al tanto e informado de lo que sucedía con las actividades de reaprovisionamiento. (U)

Posada recuerda a John Singlaub en San Salvador en dos ocasiones.  Singlaub iba a ayudar en los esfuerzos de reaprovisionamiento, pero nunca lo hizo.  Posada tiene entendido que Singlaub iba a proporcionar ayuda financiera y con las armas, pero nunca ocurrió.  Posada no conoce si Singlaub realmente dio ayuda a los Contras en algún momento anterior. (U)

Posada recuerda haber escuchado a Rodríguez hablar de una reunión en la oficina de Gregg el 12 de agosto de 1986.  Después de esa reunión, Rodríguez regresó enojado a Ilopango.  Dijo que lo habían calificado de riesgo para la seguridad y que tenía que salir del proyecto.  Cuando Rodríguez regresó fue a ver a Bustillo.  Rodríguez le contó a Bustillo lo que había pasado y que él tenía que salir del proyecto.  Bustillo le dijo, "Muy bien, entonces tu puedes servir de enlace entre la operación de reaprovisionamiento y yo". (U)

Posada siempre pensó que el USG estaba informado de la operación de reaprovisionamiento.  Posada no cree que la reunión de ese 12 de agosto de 1986 era tan significativa, porque él no cree que era la primera vez que se informaba al USG de las actividades de reaprovisionamiento. (U)

A finales de 1986, cuando todos estaban esperando el comienzo del programa de $100 millones de dólares de la CIA, todos pensaron que el proyecto de reaprovisionamiento estaría establecido.  Todos estaban preparados para que la CIA asumiera el proyecto, pero después del vuelo Hasenfus, la CIA no lo tocaría.  Sin embargo, la CIA siguió contactando a algunas personas   (EN BLANCO) para que ayudaran con el nuevo proyecto. (S)

Posada tiene su propia opinión sobre lo que sucedió en el vuelo de Hasenfus.  Puesto que Posada participó en el transporte de los pilotos de sus hogares hacia Ilopango, sabe que en el camino hacia la partida del vuelo de Hasenfus, Cooper le pidió a su chofer que lo recogiera dos horas antes de lo normal.  Esto le dice a Posada que Cooper no viajaría hacia abajo por la costa y luego cortaría hacia Nicaragua, sino que volaría directamente hacia el espacio aéreo de Nicaragua por la ruta aérea más directa para ahorrar tiempo.  Posada recuerda que Hasenfus siempre llevaba un paracaídas y que aunque todo el mundo pensaba que era una estupidez, terminó salvándole la vida.  (U)

Posada recuerda cuando el vuelo de Hasenfus no regresó esa tarde.  Lo primero que hizo Posada fue llamar a Rodríguez, que estaba en Miami.  Rodríguez le dijo que Radio Havana ya había anunciado el derribamiento de una aeronave.  En ese momento, Quintero también estaba en Miami y Dutton estaba en Washington D.C.  Rodríguez le dijo a Posada que llamaría a la gente de Washington para averiguar sobre el vuelo desaparecido.  Entonces Posada se dirigió a las casas de reabastecimiento y le dijo a todo el mundo lo que había sucedido.  Al día siguiente, la prensa estaba fisgoneando en busca de las casas de reabastecimiento.  La prensa encontró algunas de las casas y les montaron guardia, pero no fue hasta el quinto día después de que Hasenfus fuerra derribado que la prensa finalmente encontró la casa de Posada. (U)

Cuando el vuelo de Hasenfus no regresó, Posada también llamó a Steele.  Steele le preguntó quién estaba a bordo y Posada se lo dijo.  Steele entonces fue para la casa de Posada para conversar y ver un mapa.  Posada recuerda que Steele se llevó el mapa para informar a Corr sobre el avión desaparecido.  Entretanto, Dutton y Quintero regresaban rápidamente de El Salvador. (U)

Posada también le dijo a Luis Rodríguez que el avión estaba perdido.  Rodríguez sabía lo que estaba sucediendo con la operación de abastecimiento a los Contra, pero no estaba involucrado. Era un cubano, de modo que él y Posada solían conversar. (U)

Posada nunca habló con Corr, ni el momento del vuelo de Hasenfus, ni después.  Posada jamás habló personalmente con Corr, ni por teléfono. (U)

Poco después del vuelo de Hasenfus, Dutton y Quintero llegaron a El Salvador y ellos y Posada trataron de idear qué hacer.  Dutton le dijo a Posada que él o alguien más involucrado había sido interrogado por el FBI y que ellos habían dicho al FBI que Posada era el director sobre el terreno de la operación en Ilopango.  Ellos le dijeron al FBI que Posada no era ciudadano estadounidense. Dutton le dijo a Posada que el FBI quería hablar con él a las 8.00 a.m. del siguiente día.  Sin embargo, el FBI jamás llamó a Posada.  Posteriormente, Dutton le dijo a Posada que todo estaba bien, que el FBI no investigaría.  Dutton dijo que Washington había "detenido la investigación". (U)

Posada no estaba asustado porque Dutton lo hubiera identificado ante el FBI como alguien encargado de la operación.  Posada pensaba que estaba trabajando para Ronald R y que se trataba de un proyecto aprobado por el Gobierno de los Estados Uniods.  Dutton, Quintero y todos siempre eran misteriosos cuando trataban con Posada.  Jamás especificaban quiénes eran "ellos" cuando hablaban de otros involucrados en el proyecto.  Siempre hablaban acerca de cómo Washington hacía las cosas, pero no especificaban quiénes estaban involucrados realmente.  Nunca nadie le explicó todo a Posada, ni siquiera después de que Hasenfus fuera derribado y que todo se iba revelando. (U)

Dutton y Quintero se fueron rápidamente de El Salvador y dejaron a Posada solo para que desapareciera todas las huellas después de lo de Hasenfus.  Posada tuvo que sacar de las casas todo el equipo y clausurarlas. Posada tuvo que sacar del país a todo el personal estadounidense, deshacerse de  sus armas personales, equipo de comunicaciones, cerrar los contratos de alquiler y de los servicios de agua, electricidad, etc., pagar las cuentas pendientes y atar todos los cabos sueltos.  Para suerte de Posada, llegó el terremoto y la prensa abandonó su vigilancia de las casas de reabastecimiento. Entonces Posada comenzó a trasladar al personal estadounidense hacia Ilopango y a sacarlos del país lentamente, en grupos de dos y tres. Posada fue a todas las casas y recogió todo el equipo, canceló los alquileres y pagó el teléfono y otras cuentas de electricidad, agua, etc. Bustillo le dio a Posada algunos hombres salvadoreños y camiones para ayudarlo a sacar todo de las casas.  Como no le habían pagado su último sueldo mensual, Dutton o Quintero le dijeron a Posada que en lugar de recibir un salario, debía vender los automóviles y televisores del personal de reabastecimiento y quedarse con el dinero.  Posada le dio a Bustillo parte del equipo de radio y las armas que dejó el personal.  Todo el almacén de piezas de Ilopango fue a parar a las Fuerzas Armadas de El Salvador. (U)

Mientras Posada despejaba esas casas, recogió documentos, mapas, recibos de la casa y de combustible, diarios de vuelo, fotografías y muchas otras cosas y las puso en dos cajas.  Esas cajas se almacenaron en Ilopango y hasta donde Posada sabe, siguen ahí. Tal vez Posada pueda tener acceso a ellas, si aún existen.  Posada se las dio a Leiva para que las guardara, y Posada `piensa que ahora están bajo el control del Coronel Conninberg.  Conninber era el número dos bajo las órdenes de Bustillo y sigue siendo el número dos en Ilopango. (U)

Posada espera que las dos cajas de material estén aún en El Salvador,  Posada piensa que puede sacarlas de El Salvador.  Posada tratará de viajar a El Salvador la semana entrante y coordinar su devolución al Agente Especial Kiszinski, quién también estará en El Salvador.  Los documentos están en Ilopango y Posada necesitará que uno de sus amigos lo escolten para sacar las cajas.  Posada no cree que pueda sacarlas él solo.  Es una situación delicada porque se ha vinculado a Bustillo con el asesinato de los jesuitas.  A Bustillo se le dio un empleo como agregado en Israel, pero este es un empleo vacío u Bustillo jamás va a Israel.  Bustillo no tiene poder ahora en El Salvador. (U)

Posada cree que Bustillo se quedó con uno de los aviones Maule de la operación de reabastecimiento y que lo pintó de verde.  Bustillo tiene paralelamente un negocio de fumigación y Posada cree que está usando el Maule en su negocio.  (U)

Al momento del derribo de Hasenfus, los dos Caribous ya estaban en Aguacate. Los dos C.123 fueron trasladados a Aguacate, al igual que algunos de los suministros. (U)

Piowity no participó en la recogida de las cosas de la operación de reabastecimiento después del derribo de Hansefus. (U)

Antes del terremoto, el personal estadounidense de reabastecimiento quedó atrapado en sus casas debido a la vigilancia de la prensa. Después del terremoto, la prensa se fue y los estadounidenses pudieron ir a Ilopango y luego salir del El Salvador discretamente.  (U)

Solo Quintero y Posada sacaron las cosas de las casas.  Con todo, Quintero se fue pronto con Dutton y los demás, de modo que Posada se quedó a terminar de sacarlo todo de las casas y a cerrar la operación.  (U)

Cuando dispararon contra Posada en Guatemala, dos de sus amigos cubanos de Miami fueron a visitarlo: (tachado),   (tachado) y (tachado), (tachado).  Posada les entregó una caja de documentos que ellos se llevaron para Miami.  Ellos todavía conservan esos documentos y Posada los llamará y les dirán que se los entreguen a los agentes que lo están entrevistando.   (U)

Rodríguez tal vez tenga también algunos documentos.  Rodríguez siempre tuvo la precaución de guardar los recibos del combustible de los aviones y los agentes que lo están entrevistando deben preguntarle a Rodríguez acerca de los documentos que tenga. (U)

Después que Posada sacó todo de las casas y cerró la operación de reabastecimiento, se escondió.  Posada había ahorrado unos 40 000 dólares del trabajo con la operación de reabastecimiento y usó ese dinero para vivir.  Posada se pasó tres meses en una casa en la playa de Zanadu, en la costa del Pacífico en la región septentrional de El Salvador.  (U)

Nadie le dio dinero a Posada para mantenerse luego del derribo de Hasenfus.  En Zanadu, Posada vivió de sus ahorros.  Después de eso, Posada volvió a San Salvador y comenzó a trabajar para la Policía Nacional Civil de El Salvador.  (U).

Cuando se olvidó un poco el asunto de Hasenfus, Hugues volvió a El Salvador y vio a Posada. Le dijo a Posada que había encontrado el pasaporte de Cooper y la ametralladora de Cooper con un silenciador en la casa de la novia de Cooper.  Hugues le dio esas cosas a Posada.  Posada le envió a Quintero el pasaporte de Cooper.  Posada le dio la ametralladora a Hermas Rojas.

Rojas era un amigo venezolano de Posada que vivía en El Salvador y trabajaba para la Policía Nacional Civil del Salvador.               (U)

Posada no trató de obtener dinero para las familias de Cooper, Buzz Sawyer o Hasenfus después del derribo del avión.  Posada no trató de conseguir un abogado o pagar a un abogado para que defendiera a Hasenfus.  Posada no intentó conseguir dinero o abogados para las familias de Hasenfus, Cooper y Sawyer.            (U)

Posada no se puso en contacto con Duogh Millar con motivo de los gastos del funeral de Cooper.  Posada se desentendió de los gastos de los funerales de todos los integrantes de la tripulación de Hasenfus. (U)

Después del derribo del avión de Hasenfus, Posada llamó a Dutton unas pocas veces y preguntó por el salario que se le debía. Dutton contestó que todo el dinero de reabastecimiento estaba congelado y que no podía hacer nada por Posada. (U)

Un par de meses después del derribo del avión de Hasenfus, Posada vio a Quintero y a la esposa de Quintero en San Pedro Sula, Honduras.  Quintero dijo a Posada que Secord estaba tratando de que el gobierno de los Estados Unidos le diera dinero y que, de ser así, pagaría algo a Posada.   (U)

Después que le dispararon a Posada en Guatemala, éste habló con Quintero y le dijo que necesitaba dinero.  Quintero le respondió que enviara una de sus pinturas a Secord.  Así lo hizo Posada y Secord le envió 1 000 dólares por ella.  Ese fue el único pago que se le hiciera a Posada después de que se derribara el avión de Hasenfus.       (U)

En los días cercanos a los sucesos ocurridos al vuelo de Hasenfus, el Partido Democrático Cristiano de El Salvador, envió asesores a los departamentos de policía de otros países exhortándolos a que asistieran a la policía salvadoreña a contener la violencia política que tenía lugar.  Venezuela envió unas ocho o nueve personas para que apoyaran a los salvadoreños.  Posada los conocía de cuando trabajaba en la policía venezolana.  Esos venezolanos comenzaron a trabajar conjuntamente con la policía salvadoreña en los asesinatos políticos ocurridos en El Salvador. Pronto se le hizo publicidad negativa, al afirmar que los venezolanos no se limitaban a asesorar a la policía, sino que tenían participación en la investigación.  Pronto los venezolanos podían únicamente asesorar a la policía.  Cuando Posada se volvió a San Salvador, después que el asunto Hasenfus se había enfriado, comenzó a trabajar con los venezolanos para asesorar a la policía salvadoreña en sus investigaciones.  Posada estaba trabajando fuera de su casa y mantenía un perfil muy bajo.     (U)

Posada y los venezolanos empezaron a trabajar como asesores de la Policía salvadoreña y estaban haciendo un buen trabajo.  A Posada le pagaban 2 mil pesos mensuales, le dieron una casa, un carro, combustible y le cubrían otros gastos.  Sin embargo, muy pronto Posada se hizo demasiado importante y empezó a ocupar un lugar más destacado.  Por ejemplo, el Ministro de Seguridad empezó a ir a casa de Posada para trabajar con él en los casos.  El Presidente Duarte llamaría a Posada a su casa e iniciaron una relación.  Pronto Posada empezó a necesitar guardaespaldas porque se estaba dando a conocer como alguien que estaba ayudando a investigar los asesinatos políticos del ala derecha salvadoreña.  Pronto se hizo demasiado visible y no le gustaba.  Fue entonces que Posada decidió trasladarse a Guatemala.  (U)

A fines de 1989 Posada se mudó a Guatemala y empezó a trabajar para la Compañía de Teléfonos GUATEL de Guatemala.  Le pagaban 75 mil dólares al año.  Sin embargo, durante ese período hubo algún que otro asesinato político en Guatemala.  El presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo, le pidió a Posada que lo ayudara a dilucidar aquellos asesinatos.  Cerezo le pidió a Posada hacerlo en una reunión importante que incluiría al Ministro de Justicia y a otros.  Cerezo era el único que quería involucrar a Posada en esto; todos los demás funcionarios del gobierno guatemalteco que estaban en la reunión estaban en contra de ello.  Posada le dijo a Cerezo que eso no se podría hacer, que no podría hacerlo como lo hace James Bond en las películas.  Le dijo a Cerezo que requeriría tiempo y dinero entrenar a la gente, organizar a los informantes, la vigilancia, equipos de búsqueda y todo lo necesario para el trabajo de la policía profesional.  Cerezo dijo que estaba bien, pero más tarde manifestó que quería hablar a solas con Posada de esto y que no quería más personas involucradas.  Entonces le dijo a Posada:  "Vamos a hacer una cosa, aunque no de resultado".  Los demás funcionarios del gobierno guatemalteco empezaron a creer que Posada estaba trabajando directamente para el Presidente.  Por lo tanto, Posada no podría hacer nada porque ellos se lo impedirían.  Es por eso que el Ministro de Defensa dijo que Posada estaba trabajando directamente para el Presidente cuando la prensa hizo preguntas sobre Posada a raíz de haber éste sido atacado.  Otros funcionarios guatemaltecos estaban contra la idea de que Posada trabajara sólo para el Presidente, lo que puso a Posada en una situación incómoda.  (U)

Después de un breve período en Guatemala, Posada fue atacado en la calle y le dispararon varias veces.  Lo llevaron a una clínica privada y le prestaron asistencia médica, como lo dispuso Cerezo.  Posada les dijo a los ayudantes de Cerezo que no tenía dinero para pagar los gastos.  Le dijeron que el Presidente pagaría.  Posada debía 20 mil dólares por concepto de gastos médicos, 16 mil a los médicos y 4 mil al hospital.  Posada tenía un amigo que lo estuvo ayudando mientras estuvo convaleciente de las heridas.  Ese amigo le dijo que Cerezo sólo pagaría los 4 mil dólares que se le debían al hospital, no así los 16 mil que se le debían a los médicos.  Posada no tenía los 16 mil dólares, de modo que no sabía qué hacer.  Poco después Posada se vio forzado a abandonar Guatemala y trasladarse a Honduras.  (U)

Más tarde, en una reunión casual, Posada se encontró con Cerezo durante un vuelo.  Posada le preguntó por sus gastos médicos y la promesa de Cerezo de pagarlos.  Cerezo le dijo que había pagado los 20 mil dólares y que no podía comprender por qué se habían pagado sólo los gastos de hospital.  Posada descubrió más tarde que su amigo se había llevado los 16 mil dólares.  Se disgustó mucho al pensar que un amigo podía robarle cuando él se encontraba en cama en un hospital, pero eso fue lo que sucedió.    (U)

Posada querría volver a los Estados Unidos en algún momento.  Está cansado y quiere seguir su vida.  También extraña a sus familiares en Miami.        (U)

(Tachado)  Un médico de Miami le ha ofrecido hacerle esa operación gratis.  Posada estaría dispuesto a ir a Washington D.C. para reunirse con la Oficina del Fiscal Independiente.  Posada quisiera que lo operaran durante su estancia en Washington.  Preferiría ir a Washington para reunirse con la Oficina del Fiscal Independiente y operarse en lugar de hacerlo en Miami.  No quería publicidad, lo que sucedería si regresaba a Miami.  Preferiría ir a Washington para reunirse con la Oficina del Fiscal Independiente y operarse y que su esposa viajara para encontrarse con él.  No quería que se supiera de su viaje a los Estados Unidos. (U)

Posada no era responsable del derribo del avión cubano, como se le acusaba.  Estaba involucrado en la lucha armada contra Castro, pero no era responsable del estallido del avión cubano en 1976.                (U)

Después de hablar con el agente secreto Foster sobre la concertación de esta entrevista, Posada estuvo recientemente en la Embajada de Venezuela y se identificó ante ellos.  Se le dijo que para el gobierno venezolano "no es un problema político" que Posada vaya a los Estados Unidos. (U)