Los peruanos hemos tenido la desafortunada suerte de tener al mando del país a personas que con actos de corrupción, han nublado alguna buena obra que en su momento, ejecutaron durante su gobierno. (Fuente: Diario Correo)
Guillermo TellEl recién dimitente y destituido por el parlamento nacional Pedro Pablo Kuczynski se ha convertido en el sexto ex presidente acusado, contra quien ya el Poder Judicial ordenó el allanamiento de sus dos casas y la prohibición de salir del país durante 18 meses, mientras duren las investigaciones por pagos recibidos (más de un millón de dólares) a cambio de favores gubernamentales, proveniente de la empresa brasilera Odebrecht, todo un cáncer corruptor con metástasis regional.
La fuente informativa nos recuerda cronológicamente los casos más relevantes de quienes en sus respectivos turnos de mandatarios se enriquecieron ilícitamente mediante turbios arreglos financieros: Francisco Morales Bermúdez (1975-1980), Alberto Fujimori (1990-2000), Alejandro Toledo (2001-2006), Alaín García (2006-2011 / 1985-1990) y Ollanta Humala (2011-2016).
Por eso el actual estrenado presidente, por sucesión constitucional, Martín Vizcarra, después de jurar el cargo ha tenido que poner su mayor énfasis discursivo de investidura en prometer un firme combate contra la corrupción, un capítulo en el que le irá en lo adelante la necesaria credibilidad frente a un escepticismo amargamente aprendido.
Al igual que al defenestrado Kuczynski, la opositora Keiko Fujimori está siendo investigada por haber recibido presuntamente financiación ilegal de Obederecht. De ahí que buena parte de la sociedad haya expresado su malestar en la calle bajo el lema “que se vayan todos”.