El Parlamento argentino convirtió este viernes en ley un proyecto que limita la tenencia y compra de tierras por extranjeros, inspirada en legislaciones vigentes en otros países. La iniciativa, que hace una semana había tenido el visto bueno de los diputados, fue aprobada por el Senado, al igual que por la Cámara baja, con 62 votos a favor y sólo uno en contra. (Fuente: agencia EFE)
Guillermo Tell
Calificada por uno de los legisladores como paso adelante y un avance en materia de regulación, marca una senda tendente a poner preventivo límite a un fenómeno, que todavía sin disfrutar de la visibilidad internacional que merece, amenaza con comprometer drásticamente el uso de tierras de países pobres para alimentar la población mundial .
La norma argentina, adoptada por primera vez, que comenzó a debatirse desde agosto pasado, establece que el porcentaje de tierras en poder foráneo no deberá superar el 15 por ciento del territorio nacional y que los extranjeros no podrán comprar más de mil hectáreas por región.
El país suramericano nunca quedó a salvo de geofagias insaciables como lo demuestran los conocidos casos de la familia italiana Benetton, dueña de unas 900.000 hectáreas, dedicadas a la producción lanar para su imperio textil y el del famoso terrateniente inglés Joe Lewis que adquirió 18.000 hectáreas en la Patagonia y cerró el acceso público al paradisíaco Lago Escondido, provocando con ello una larga batalla judicial inconclusa.
¿Qué otros países de nuestro llamado tercer mundo seguirán a tiempo la pauta argentina, antes de que sea demasiado tarde?