Los miembros del Gobierno y altos cargos españoles que pasaron por la Embajada de Estados Unidos en Madrid no se mordían la lengua. Convencidos de que sus palabras no iban a trascender, realizaron declaraciones sobre los dirigentes de algunos países latinoamericanos que pueden resultar embarazosas al hacerse públicas. (Fuente: El País)
Guillermo Tell
Trinidad Jiménez
Después, la actual canciller española, Trinidad Jiménez, entre los funcionarios aludidos en un cable revelado por Wikileaks, se apresuró a rectificar con aquello de que "donde dije digo, dije Diego", pero tan insuficientemente, que permanece el mal sabor de comportamientos altaneros y despreciativos de antiguo imperio en ruina. A pocos parece extrañar que en efecto la conocida complacencia de la Unión Europa para con el único imperio de hoy, llevó a soltar la lengua en la embajada estadounidense en Madrid.
De acuerdo con la fuente sacada de la secretividad, allí se despotricó con saña, pasando de la diplomacia a la denostación soez, contra jefes de Estado como Hugo Chávez, Daniel Ortega Evo Morales, y sin faltar tampoco Rafael Correa y Cristina Fernández y Néstor Kirchner. Censuraron e insultaron, como pretendidos jueces supremos de lo que les conviene o no a otras naciones independientes, olvidando eso que se llama descolonización.