La ex candidata republicana a vicepresidente Sarah Palin pidió a los musulmanes de Nueva York abstenerse de construir una mezquita cerca de la "zona cero" por considerarla una "provocación innecesaria". (Fuente: AFP)
Guillermo TellUn clásico ya de la polìtica ordinaria estadounidense, por sus famosas meteduras de pata, Sarah Palin la emprendió contra un proyecto del Consejo municipal de la Ciudad de Nueva York de construir una mezquita y un centro cultural islámico a dos cuadras de donde estuvieron las torres gemelas derribadas el 11 de septiembre de 2011. Los partidarios de la idea sostienen que ayudará a convertir estereotipos que prevalecen en esa gran urbe multicultural.
Para reactivar el discurso anti islámico hasta se inventó un disparatado verbo en inglés -"refudiate", mezcla de "repudiate" y "refuse"-, que haría estremecerse en su tumba al mismísimo Shakespare. Como si todos los seguidores de Mahoma tuviesen que ver con aquel ataque, y quien sabe si ni siquiera el elusivo y fantasmagórico Bin Laden, de acuerdo con lo que arrojan investigaciones independientes que fundamentan otras hipótesis más coherentes.
Palin puede decir cualquier disparate y hasta en el futuro convertirse en presidenciable en una sociedad política cuyos siniestros contornos José Martí avizoró tempranamente.
Sarah Palin saluda a su marido antes de dirigirse al público en una reunión de los tea party.- Foto: AP